Miedo. Miedo de ti y de mi,
de todo.
Miedo a lo desconocido,
a lo novedoso, a toda alteración
que modifique esta estancia
de la que con frecuencia reniego
y me subyuga.
Miedo. Miedo de quererte
hasta la mismísima saturación;
pero miedo mayúsculo
a tu posible y hasta más que certero
rechazo.
Miedo a cambiar
y miedo a no cambiar nunca,
a ser martilleado por mis obsesiones,
por el constante martilleo
de la banda sonora de mis días.
Miedo a que me extermines
de tu ámbito amado.
Miedo a no estar a la altura
y a reconocerlo. Miedo de mí.
Miedo a sentir miedo.
Es lo qe quiere, que tengamos miedo, así nos controlan mejor.
ResponderEliminarUn abrazo.
No te falta razón, Emilio, hay mucho interés en hacernos sentir lo que a intereses ocultos les interesa. De hay los bulos y patrañas que muchos andan soltando.
EliminarUn abrazo.
Miedos de hombre muy responsable.
ResponderEliminarAbrazos.
Responsables o que no sabemos o podemos conocer la verdad y poder vivir más confiados, Sara.
EliminarUn abrazo.
Qué horrible es eliedo
ResponderEliminarEl miedo, Tracy, no deja de ser otra manipulación. Lo normal es que una persona viva confiado, pero son muchas las trampas.
EliminarHay que vencer el miedo. El miedo no crea nada más que incertidumbre y hay que tener confianza, en uno mismo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tienes toda la razón, Antonia. Solo pensar en miedo ya se acobarda uno.
EliminarUn abrazo.
Y quien o tiene miedo a todo lo que describes? Una persona valiente lo es por vencer al miedo y salir airoso. Saludos
ResponderEliminarUn miedo moderado es prudente, pues nos avisa de los peligros, pero un miedo desmedido atenaza la vida y nos impide gozar.
EliminarUn abrazo.