31 agosto 2022

CANCIÓN PRIMERA

 


 

Sol moreno de Marbella

y cicatrices del tiempo:

es imborrable tu huella.

 

En Ojén mi luz primera,

la niñez, también la escuela,

y los juegos en las eras.

 

El Instituto en Marbella,

la pubertad y el trabajo,

y el carácter que se sella.

 

Por los caminos del mar

y por las sendas de tierra,

en ella me dio en soñar.

 

Y resultó que soñando

que el todo se hallaba en ella,

de su mano caminando

por toda mi vida entera.

 

Seguro me eché a sus pies

y le pedí que accediera

a un amor no interrumpido

que va para cincuentena.

30 agosto 2022

EL CORRER DE LOS DÍAS



A su avanzada edad,

la memoria no era su patria

y se le exiliaba con frecuencia.

Sin saber cómo,

llevaba cincelada la infancia

como tatuaje a la piel;

a veces no sabía ponerle nombre

a todo lo que fluía por su mente:

a cada árbol o a cada planta,

al trino de los pájaros

o a los caminos soñados

por entre las estrellas,

pero le bastaba la proximidad

─quizás cuestión de olfato─

para recordar la secuencia

de tantas aventuras soñadas o vividas.

La senda podía recorrerla

con los ojos cerrados,

y hasta identificar cada piedra

y cada tranco por su nombre

o por los traspiés que no llegaron a accidente.

En el amasijo de huellas superpuestas

estaban las suyas multiplicadas

por cada uno de sus percances.

No se le despistaba la música

del viento en el cañaveral,

ni la cancioncilla de los juncos en el río,

ni la del agua cuando cantaba

su alegro vivace por el rebosadero

y la alberca invitaba a volver a la infancia.

Le bastaba entornar los ojos

para vivir de nuevo cada pequeña epopeya,

y contemplar la vida o el correr de los días

apaciblemente, dormido o despierto.

29 agosto 2022

SIN CIENCIA NO HAY FUTURO

 


 

Quisiera tener los brazos del viento

y poder otear todos los valles,

todas las cañadas y todas las colinas;

descubrir su origen y naturaleza

y ser juglar de sus bondades y sus misterios.

 

Quisiera igualmente conocer la ciencia

y sus muchos enigmas,

saber qué hay tras el recodo

de cada uno de los caminos

y gozar del don de la sabiduría,

para poder explicarlo a los neófitos

y que todos ellos me entiendan.

 

Ya sé que hacerse el tonto

es el colmo de la sabiduría,

pero practicarlo siempre

es el mayor de los despilfarros:

sin ciencia no hay futuro.

 

Quisiera, pero mis brazos, mi ciencia,

mi sabiduría y mi futuro

se inclinan por la alegría,

y la existencia es solamente alegre

acompañada de la ignorancia.

 

Por eso me vuelvo hacia ti,

Ya que en ti he invertido pasado y presente,

para no despilfarrar el futuro.

28 agosto 2022

VIVIR ES ESTO



Las lágrimas suelen emborronar,

pero ni corrigen, ni borran lo escrito.

Arrepiéntete de los pasos mal dados,

de esos errores que cometemos

al transitar la vida,

cuyo guión vamos improvisando

sin el menor ensayo previo,

pero no te culpabilices: vivir es esto.

 

Corregir es cambiar el paso,

posiblemente para trompicar de nuevo

y volver a modificar el rumbo.

Tal vez por eso, la línea recta

es simplemente un ideal insatisfactorio,

pero no imitación de lo natural,

donde se prodigan las curvas,

las líneas quebradas, los repechos

y los terraplenes y las coladas.

 

No se lloran los fracasos,

se busca la salida del atolladero

y se ensaya una franca sonrisa

por gozar de capacidad resolutiva

para salir airoso con los medios propios.

27 agosto 2022

EN MODO ESPERA

 


 

Como el río en su último tercio,

me remanso en los días

de este soporífico agosto

con la sinuosidad de un meandro,

un nuevo avistamiento

en busca de la inevitable

entrega en las aguas salobres.

 

Siempre pendiente de un adverbio:

ahora, luego, más tarde, todavía no…

 

Y a la hora de la sobremesa,

cuando la lectura se hace cuesta arriba

y en la tele pasean

los deshonores ajenos del famoseo,

vuelve el estribillo

con su pregunta inquietante:

¿cuándo, cómo, dónde,

después o antes del nuevo día…?

 

Y aquí sigo, mi amor,

en modo espera.

26 agosto 2022

ATARDECER EN MARBELLA



 

El sol se pone por el mar:

primero se humilla,

luego se enrojece con ojeras violetas

y la timidez de un adolescente;

finalmente, hace mutis con docilidad

por las aguas profundas

y deja su sonrojo impregnado

por el camino de la tarde anterior.

 

Así lo he visto desde niño,

un día y otro:

siempre igual, siempre novedoso.

Y a mis muchos años 

sigo aguardando el milagro

que altere la rutina

con un cambio de guión

o la improvisación de un regidor alterado

que subvierta la puesta en escena,

para ser notario de la novedad

que jamás se produjo.

 

Tras la desilusión de hoy,

se empoderan las sombras

con acento esdrújulo

y vuelvo sobre mis pasos

con tanta paz como confianza

en el posible error

que, quizás por fin, acontezca mañana.

25 agosto 2022

CADA INSTANTE




Escrito en casa de María Isabel Lara, un paraíso.

 


Me pido la luz

para gozar de la sombra que proyecta,

el árbol por su fruto y su armonía,

la disposición en estrella

de sus ramas escalando los cielos

y hacerse copa excelsa.

Medir el tiempo

en la atemporalidad de una fuente,

en ese manar incesante y generoso,

como un tendido eléctrico infinito

y columpiar la mirada en

las cosas simples de la vida:

la vereda interminable

que sube desde el valle

y se pierde tras el recodo,

el color dorado del atardecer,

la encina solitaria que invita al reposo,

el escorzo de luz que progresa en el alba

hasta hacerse radiante,

la brisa que sopla y sugiere

cuando se enreda en el almendro,

la canción blanca y fragante del jazmín

cuando cae la tarde

y la golondrina vuelve a su nido

en el alero de nuestro hogar…

Respirar tu cercanía y valorar lo vivido

regurgitando cada intervalo,

también los suspiros…

Cada insignificancia, cada instante.

24 agosto 2022

CRÓNICA DEL ALBA

 


 

Despierta la ciudad

del bostezo de una noche destemplada;

todavía no se ve el sol,

pero ya se vislumbra el claror de la bóveda

como anticipo radiante.

Algunos peatones parecen sonámbulos

hacia un destino incierto;

otros, con ropa deportiva,

improvisan un circuito

donde no existe la salida ni la meta.

De vez en cuando un estruendo

anuncia que va a pasar un vehículo:

los patinetes eléctricos lo hacen con sordina,

como las bicicletas;

quienes llevan auriculares

van por los vericuetos de otro mundo

y todo les pasa desapercibido.

Más de media ciudad dormita todavía

y casi la otra media

se afana en la pantalla de su teléfono

como un náufrago a una tabla.

Ninguna anomalía:

el hombre cambia bien poco

de un día para otro.

23 agosto 2022

INTERROGANTE



¿Y ahora qué va a ser de mí,

si tú te vas?

La casa es un túnel oscuro

sin tu presencia

y el espejo un resplandor ciego

sobre el que se ha resbalado

tu silueta en escorzo al vacío.

¿Qué puedo hacer?

¿Por dónde queda la salida

que lleve hasta tus brazos?

22 agosto 2022

YO PASEO TU NOMBRE



Yo paseo tu nombre por mis labios

en las interminables noches de insomnio,

cuando el frío es acero que saja

y el mundo animal hiberna o se muta

para desaparecer en el subsuelo,

mientras las ramas cantan leñosas melodías

de abatimiento, agitación y miedo.

 

Yo paseo tu nombre por mis labios

en las tardes de estío y sopor,

cuando el calor es magma fundido,

solera del horno donde todo se volatiliza.

 

Yo paseo tu nombre por mis labios

a todas horas, esperando tu rescate,

y una y otra vez vuelvo a las puertas

de este averno,

donde no se sabe con certeza

si vivir es pasear tu nombre

y hacerse con él burbujas en los labios.

21 agosto 2022

LA INMENSIDAD



 

El mar es esa llanura azul

que debe derramarse por el horizonte

sin dar muestras de fatiga,

un espejo salobre

sobre el que patina la mirada

ante la impotencia

de contemplar sus lindes.

 

Así de inmensa,

así de incapaces mis brazos,

mi tacto,

para rodear tu figura,

acariciar tu pelo,

y hacerme agrimensor de tu cuerpo,

mientras sueño la inmensidad

inalcanzable de tu ser.

20 agosto 2022

LOS DÍAS



La noche es plata que se apaga

y será destello reluciente

poco después del alba,

e incendio refulgente                  

cuando cabalga a lomos del orto

y con prodigalidad se derrama

y hasta pisa con rabia su sombra

y la deslumbra bajo su bota.

 

Así es el día, así son los días,

una diversidad de tonalidades

que va de lo oscuro a lo reluciente,

de la racanería a lo rumboso,

de la oscuridad a la lucidez;

para volver, indefinidamente,

sobre sus mismos pasos,

con las variables de estacionalidad:

oblicuos o perpendiculares,

nubes o vientos que pigmentan de matices

a cada hora y a cada instante.

 

Todos los días nacen iguales:

cenizas que se remueven

en el rescoldo del último atardecer,

pero cada uno con su acento

y su tonalidad,

que lo diferencia del anterior

y del siguiente.

 

 

19 agosto 2022

TARDE DE ESTÍO

 


 

Sopor que duerme a la sombra,

ramas en sumisa calma

y un silencio bien profundo

que mancillan las chicharras.

 

En el arroyo, afonía,

carraspeo en la garganta,

donde fue verso ligero

hoy palabra en retirada;

ausencias por las veredas,

en la alberca flecos verdes

que de tus ojos me hablan.

 

Bajo el naranjo la sombra

tupida y agazapada,

bolas verdes que ya engordan

y que entre el verde se esconden

con sonrisa anaranjada.

 

Soledad que acuna el silencio

y aplana el sol de justicia

mientras florece el recuerdo.

 

18 agosto 2022

ANTECEDENTES



Primero fue la roca,

arcaica, secreta y dura,

después manó el agua,

y del agua la vida.

 

Los ríos se arrebujaron en la mar

y de la agitación de sus aguas

la sal, conservante de la vida.

 

Del árbol el chimpancés

y del primate el hombre.

No. No somos el principio,

sino un genuino derivado evolutivo.

17 agosto 2022

UN TIEMPO LEJANO



Hubo un tiempo lejano

en que el alumbrado público

era el toque de queda.

No tenía reloj,

pero la vida giraba

en torno a la luz solar,

con la precisión irregular

de cuarto de hora arriba o abajo.

La vida era muy simple:

la ropa de diario

y la de los domingos;

el día traía sus agotadores afanes

y la noche el consuelo

de los ensueños.

Desde el patio,

el abuelo leía los astros

y las estrellas,

y se detenía en los borrones

ocasionales de las nubes

y los vericuetos por donde silbaba el viento.

La fragancia de la dama de noche

era el acento en la oscuridad

y la promesa de un nuevo amanecer.

La cena, inflexiblemente,

el divisor que corría el visillo

ente el hoy y el mañana…

La vida era lenta, muy lenta,

pero avanzaba inexorablemente.

16 agosto 2022

UN TIEMPO YA VIVIDO

 


 

He visto a las estrellas estremecerse:

ante ella desfilaron las Perseidas,

señalando una línea imaginaria

entre el rigor extremo

y las noches apacibles del estío,

mientras nos mirábamos como antaño.

 

A lo lejos el rumor del mar

y entre tu cuerpo y el mío la tensión

de nuestras manos electrizadas,

como sellando el ayer en el hoy

con vocación de permanencia.

 

Y el mar susurraba su melodía acostumbrada,

y el salitre se acomodaba en las fosas nasales,

y fuimos seducidos como a un retorno,

y nos devolvió a la edad de la ternura.

 

He visto a las estrellas estremecerse,

¿o éramos tú y yo

quienes fuimos seducidos

hacia un tiempo ya vivido?

15 agosto 2022

MI MÚSICA, LA MÚSICA



En mi niñez no se estilaban

los carteles de “prohibido el cante”.

Todo ha cambiado mucho desde entonces;

también  ─afortunadamente─

ha desaparecido el serrín del suelo

y se han sofisticado y encarecido las tapas.

 

En la taberna de mi abuela sonaba,

desde un gramófono con manivela,

Vallejo, Rosa Fina, Angelillo, Caracol,

la Niña de los Peines, Mairena, Marchena…

 

En la radio tenía cabida otras músicas

que me resultaban extrañas,

algunas, como la Malagueña,

de Isaac Albéniz, sintonía o cabecera

de ciertos programas radiofónicos.

De igual modo sonaba Granados,

Falla, Turina, Bretón…

Pasado el tiempo descubrí a Beethoven,

Mozart, Debussy, Bach, Chopin…

 

Hoy sigo amando el flamenco

y me estremezco ante una malagueña,

una soleá, seguiriya o unos tientos;

pero me transporta al cielo,

sin separar los pies de la tierra,

los conciertos de Brandeburgo,

la Quinta Sinfonía, Sonata para piano

o Eine kleine Nachtmusik.

14 agosto 2022

RESULTABA FÁCIL SOÑAR



Resultaba fácil soñar cuando era joven.

Recuerdo que nunca sentía calor,

ni tampoco frío. Los veranos

eran vacaciones escolares y ocio,

y los grillos una suerte de canto tímido

que se silenciaba con mi proximidad.

Entonces, los atardeceres eran lentos

y se vivían en animados corros vecinales

a las puertas de casa.

Luego vino la televisión y nos impuso

a todos arresto domiciliario:

desde entonces sabemos muy poco

de los vecinos y mucho del famoseo.

Añoro el atractivo queso lunar

y las visibles noches estrelladas

que fagocitó la contaminación lumínica.

Resultaba fácil soñar

y hasta viajar por los caminos

iniciados en la mente de Julio Verne;

fantasía que tenía continuidad

en los relajados cines de verano.

Tenía todo el tiempo por delante,

pero éste discurría con gran parsimonia;

tanto, que me costó muchísimo

cumplir los veinte años, si bien,

últimamente los tiempos se han acelerado.

Desde entonces, visto y no visto,

la misma vida…

Resultaba fácil soñar, tan fácil,

que aquí sigo mascullando los años

como Dios me da a entender.