30 abril 2019

UN VIAJE DE IDA Y VUELTA




Centón, dedicado a Cayetano Gea Bermejo

Para viajar sin salir de casa
amparados por las sombras
con el amigo abandonado, el perdedor;
nuca hubo un gesto no de ella ni de él,
pero eso era tan solo lo aparente;
supo esperar el momento adecuado,
lo que quedaba de ella
dejaba oír el gemido del viento;
me apenaba verla sufrir,
me arrepiento todos los días,
no sé si hice bien, pero no se lo merece
cuando miro hacia atrás en el tiempo…
Ya no volverá a ser lo mismo,
es una prueba  ─comentó con extrañeza─
que ahora no viene al caso:
Ruedas grandes, seguid girando,
un viejo rockero, un loco disfrazado de heavy,
sus maneras delicadas intentan solapar los planes.
Próximo destino: la isla de Rakutea.
Quince hombres en el cofre del muerto.
Yo, jojó, y la botella de ron.
El aguardiente y el diablo hicieron el resto.
¡Ron, ron, ron, la botella de ron!
Todo ha sido un camelo.
En tu caso, tú y la otra persona sois la misma,
la ilusión era escasa,
pero una vez que entra en calor no hay quien pueda con él.
Yo no he venido aquí por gusto,
soltó serio, lacónico, sin inmutarse:
hay que esperar a morirse uno
para comprobar si has llegado al infierno.
La distancia es una herida en el alma,
la cicatriz comienza a cerrarse cuando existe el reencuentro;
para conocer el mundo en el que vivimos
es necesario conocerse a sí mismo.

23 abril 2019

SALA DE ESPERA




A la Dra. Gloria Casado Pérez

En la sala de espera
hay desesperanzas superpuestas
a lo largo de todo el abanico
cromático de la casuística
y desgarros de dolor.
Son horas desganadas, voraces,
estancadas y fétidas,
ansiedades que suman exponencialmente
y desquicia hasta desentonar y confundir
lo individual en coral.
Es partitura de ayes
que no hallan consuelo y,
─en consecuencia─
aglutina la unidad a un polinomio orquestado;
gotean las llamadas
con voz desangelada por la megafonía
en periodos irregulares.
Faltan asientos:
es mayor la demanda que la respuesta;
los auxiliares están desbordados
y a veces el diálogo acaba en amenaza.
También yo desespero en silencio
cuando levando la mirada de la lectura
y me siento masa mansa
con tendencia a impacientarme.
Finalmente, cuando en la sala hay eco a vacío,
identifico mi nombre en la última llamada
y centro la inquietud en el diagnóstico.
¡Adelante!

20 abril 2019

SEMANA SANTA EN SEVILLA




Primavera en Sevilla:
la tarde le ha dado
un mordisco al sol
y se ha quedado compungida
y desolada;
paraguas en ristre
resopla el desaliento
cuando el gris se hace protagonista.
Escalofríos de madera policromada,
de gubias diestras
y recamados de oro
que perfilan lo divino
con el pulso humano
por el sendero que aroman
capirotes anónimos
y promesas no confesadas.


15 abril 2019

ESTRELLA RUTILANTE




En las costuras
de mi alma
circula un torrente de vida.
ANA GARCÍA BRIONES


Un ansia profunda de encuentro
me habita desde la periferia
a la médula
y sutura puntillosamente
los pliegues del alma
como abocándome a ella.

Ella, el torrente de vida
que me encauza y me desborda
anegando las inquietudes
y las dudas,
soterrando el diálogo de luz
que es mácula en mi mirada.

Ella es, estrella rutilante,
arco que describe la órbita
cuya trayectoria pasa por el infinito
y hace diana en mi pecho
con esta herida que me aqueja
y me condena.

13 abril 2019

ESTA SED DESÉRTICA



Fotografía de Isidoro Jara


Volverme promiscua con tus dedos.
Emprender un vuelo rasante
hacia tu boca.
PURI TERUEL ROBLEDILLO


Esta sed desértica que me abrasa,
este bosque ardiente
en el diálogo silente de tu mirada
y la destreza de tus dedos
como arabescos articulados que se deslizan…
Me pido un refugio,
el abrigo de un abrazo profundo
donde recalar y perdernos,
para despertar una mañana de niebla y dudas
en la mediatriz
del fuelle sonoro de tu regazo,
donde los jadeos son
la mar de inmensos y azul-verdosos,
con gracilidad chispeante de la luz de tu mirada,
inequívocamente salobre.
Que enmudezca el gallo,
que calle el reloj
su marcha acelerada y prematura,
que se pare el tiempo:
estrellemos de nuevo mi ola
en las arenas de tu cintura.

12 abril 2019

RÍO DE SEVILLA

Fotografía de Antonio Reina



Juncos y aneas,
aguas de plata
y un corifeo palmípedo danzando gozan.
En el espejo del río
─aguas salobres en vez de azogue─
tu perfil y el mío,
temblosos se quiebran entre las aguas.
Piraguas amarillas surcan el río
venciendo la corriente,
con cientos de paladas como ensartadas.
Por las orillas,
se pasean los suspiros de esta Sevilla
que se viste de luto oliendo a cera:
Viernes de Dolores,
y por el Parque Alcosa el Divino Perdón,
saya franciscana a redobles de tambor.

10 abril 2019

INCIPIENTE AMANECER

Fotografía de Toñi Robles Richarte "Irenia"



Desde la celosía de forja,
el enrejado es la alborada
y no esta plácida mirada
que se columpia hacia el este
en los desperezos
de este rubio que poco a poco
se hace incandescente.
Unos arabescos de nubes azuladas
que se destiñen
ante la avanzadilla de astro sol;
un horizonte que se amolda
a la silueta del terreno y se hace claror;
una masa parda y amorfa
a los pies de la reja, todavía indefinida,
y en el disparador de la instantánea,
buscando el encuadre perfecto,
la magia de Irenia recreando
la inauguranza del Creador,
una mañana más y así desde siempre.
Instantánea perdurable,
de este incipiente amanecer.

06 abril 2019

REVESTIDOS DE SILENCIO




Las palabras tricotadas tejieron una prenda de abrigo
para la soledad.
MARÍA JOSÉ MENACHO CASTELLANOS



Se encontraba revestido de silencio,
ni siquiera el viento
trenzaba acordes con los que hilvanar
un improvisado diálogo con el que nutrirse.
Solo; sólo solo, en medio de la multitud,
como sino imperfecto
de locuaz apetencia insatisfecha.

Ni siquiera un saludo, un gesto
o un ademán cordial de cercanía
con el que aliñar la desesperanza
con tules de fiesta;
un encierro de intemperie,
de viandantes ciegos como mobiliario urbano
donde languidece el calor de la ciudadanía.

Si la soledad es el desencuentro con los semejantes,
la dislexia social de este momento son los harapos
de este civilización de las comunicaciones
donde cada individuo se refleja en su propio teléfono
y olvida la tonalidad y el acento de su interlocutor:
un whatsapp, un tuit, y los ojos en los nublados de la lejanía.

04 abril 2019

NO ES PARTE DEL MOBILIARIO URBANO




Hay seres invisibles que habitan en las calles.
ANDRÉS GOTOR


No es parte del mobiliario urbano,
pero nadie conoce su nombre
y ni siquiera es visible
cuando los municipales hacen su ronda
y anotan, un día más, “sin incidencias.”
Tampoco es un cuerpo que late
para la cuadrilla de parques y jardines,
y por eso disparan los aspersores y mangueras
antes de que el rocío se haya diluido
bajo la hierba, como cada amanecer
cuando se despereza el alba.
Tan sólo es presencia para esos valientes
que irrumpen su sueño de estrellas
quemando sus escasas pertenencias,
ese ajuar en bolsas de plástico
que custodia como puede y sin mucho éxito.
Llegó a la calle con una profunda herida:
la de la fragilidad de las adicciones,
la del cansancio familiar y su abandono
y la del trastorno mental,
ese refugio que hoy le permite sobrevivir,
si es que acaso esta invisibilidad es vida.

02 abril 2019

EN EL FRONDOSO BOSQUE DE TU LIRA




He buscado la luz de tu palabra,
los pétalos de nieve
que siembran mi horizonte
de lluvias y de versos.
ESTRELLA BELLO FERNANDEZ


En mi horizonte, el paradigma substantivo
que alumbras con tus versos, tu musicalidad,
tu cadencia, tu ritmo formal,
el contrapunto austero que conduce
de la mano del erial por entre la floresta:
nada en vano, nada superfluo,
sino entallado con primor de modista
a las caderas de tus armónicas aristas.

La palabra precisa, semi desnuda, poética,
ligera como el rubor sonrosado de tus mejillas de cera,
con las que iluminar la noche con destellos,
sin forzar el requiebro, como mirando al cielo,
auspiciando en la mente que lee
un collage sugerente o redil de metáforas.

En el frondoso bosque de tu lira,
un cuarteto de voces armónicas,
un festival de morfemas ensartados
por el hilo invisible de tan gran poeta.