Quiero escribir tu nombre
con la tinta salmón
de este mustio atardecer
al que me siento avocado.
Tu nombre. Tres sílabas
para silbar esta canción
y hacerla banda sonora
de tu décimo cumpleaños.
Quiero que sepas que eres
mi patria para siempre,
el muro por el que escalar
a las ramas que han de verdear
después de mi partida,
ático al que no podré
ascender.
Y como yedra, escalo, trepo,
me anudo y visualizo la
parra
de tu fertilidad futura.
Quiero escribir tu nombre
con la tinta azulina de este
amanecer destemplado,
─al que me aferro─
bosquejando sonrisas
mientras haces con tus
brazos
una bufanda en mi cuello.
Quiero escribir tu nombre…
A L B E R T O;
no, mejor cincelarlo en
piedra
para hacerlo indeleble.