Desocupado
lector: sin juramento me podrás creer que quisiera que este libro, como hijo
del entendimiento, fuera el más hermoso, el más gallardo y más discreto que
pudiera imaginarse. Pero no he podido yo contravenir al orden de naturaleza,
que en ella cada cosa engendra su semejante…
Se engendró en la cárcel… Pero
yo, que, aunque parezco padre, soy padrastro de don Quijote, no quiero irme con
la corriente del uso… Tu libre albedrío
como el más pintado, y estás en tu casa, donde eres señor de ella, como el rey
de sus alcabalas, y sabes lo que comúnmente se dice, que «debajo de mi manto, al
rey mato, », todo lo cual te exenta y hace libre de todo respecto y obligación,
y, así, puedes decir de la historia todo aquello que te pareciere, sin temor
que te calumnien por el mal ni te premien por el bien que dijeres de ella.
Solo
quisiera dártela monda y desnuda, sin el ornato de prólogo, ni de la innumerabilidad
y catálogo de los acostumbrados sonetos, epigramas y elogios que al principio
de los libros suelen ponerse. Porque te sé decir que, aunque me costó algún
trabajo componerla, ninguno tuve por mayor que hacer esta prefación que vas
leyendo.
Qué
dirá el antiguo legislador que llaman vulgo cuando vea que, al cabo de tantos
años como ha que duermo en el silencio del olvido, salgo ahora, con todos mis
años a cuestas, con una leyenda seca como un esparto… como veo que están otros libros… aunque sean fabulosos y profanos, tan llenos
de sentencias de Aristóteles, de Platón y de toda la caterva de filósofos… De todo esto ha de carecer mi libro, porque
ni tengo qué acotar en el margen, ni qué anotar en el fin, ni menos sé qué
autores sigo en él, para ponerlos al principio, como hacen todos… En fin, señor y amigo mío —proseguí—, yo
determino que el señor don Quijote se quede sepultado en sus archivos en la
Mancha.
Y
más, que no habrá quien se ponga a averiguar si los seguistes o no los
seguistes, no yéndole nada en ello. Cuanto más que, si bien caigo en la cuenta,
este vuestro libro no tiene necesidad de ninguna cosa de aquellas que vos decís
que le falta, porque todo él es una invectiva contra los libros de caballerías,
de quien nunca se acordó Aristóteles, ni dijo nada San Basilio, ni alcanzó
Cicerón, ni caen debajo de la cuenta de sus fabulosos disparates las
puntualidades de la verdad, ni las observaciones de la astrología, ni le son de
importancia las medidas geométricas, ni la confutación de los argumentos de
quien se sirve la retórica, ni tiene para qué predicar a ninguno, mezclando lo
humano con lo divino, que es un género de mezcla de quien no se ha de vestir
ningún cristiano entendimiento… Y con
esto Dios te dé salud y a mí no olvide. Vale.
Bonito homenaje el que haces a don Miguel.
ResponderEliminarFeliz día.
Un abrazo, Paco.
El día de hoy se lo he reservado por completo al insigne D. Miguel de Cervantes. Sin duda, la mayor gloria de nuestra literatura en su Cuarto Centenario.
EliminarUn abrazo
Muy buena idea para un día como hoy. Saludos
ResponderEliminarEs mi pequeño homenaje al eminentísimo D. Miguel de Cervantes.
EliminarUn abrazo.
Es un libro donde se pueden sacar buenas enseñanzas y reflexiones...no hace mucho estuve en el Toboso durante mi recorrido por tierras manchegas.
ResponderEliminarBesos
El Quijote fue el primer libro no de texto que compré. Eran dos tomos de Plaza Janés. Un día de mi santo me regalaron un ejemplar encuadernado en piel, cuando visitábamos las Lagunas de Ruidera; pero el que manejo es el que editó la RAE con motivo del IV Centenario de la publicación de la primera parte del Quijote.
EliminarBesos.
Después de cierto tiempo sin visitar el blog, hoy me encuentro con el grato placer de leer que has reservado este día para D. Miguel de Cervantes. El quijote siempre me gustó desde que lo leí en el colegio teniendo doce años:desde esa lo he leído varias veces y el curso pasado en la universidad de mayores tuvimos un profesor que nos ayudó a encontrar un montón de detalles que no había visto.
ResponderEliminarDos motivos de celebración: que hayas vuelto por estos pagos y que te haya gustado este homenaje a Cervantes.
EliminarUn abrazo.
Paco: Gran homenaje, merecido homenaje, al más grande y eterno.
ResponderEliminarUn beso.
Mil gracias, Sara.
EliminarBesos.
Fantástico escrito casi igualable a Cervantes. No se te pona nada por delante. Bonito homenaje en este 400 centenario. Bss
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. Katy.
EliminarBesos.