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16 noviembre 2024

NUNCA

 




                                  A mi madre.


Nunca fui algo extraordinario,

ni física ni intelectualmente,

a penas una medianía

que pasa desapercibida por la multitud.


Allá a lo lejos, un brote verde,

una futura ramita en el jazmín familiar

que siempre se vocaliza

con “E” de esperanza.


Es previsible que me agitara

en todas direcciones y derroteros,

pero alguien iba por delante

y también alguien me seguía.


Entre ambos, ni el más madrugador

ni el tan esperado broche de oro;

uno más en el rango de todos a una:

ni el más hermoso, ni el más grande,

ni el más tierno, ni el más aromático…


Un jazmín más, una estrella blanca

de cinco puntas nacaradas

en manos de la mejor jardinera.

07 noviembre 2024

ANTES DE…

 




Antes de aprender a leer

“mi mamá me ama”,

lo había experimentado

en su regazo y sus desvelos.


Antes de que amaneciera

mi papá había salido sigiloso de casa,

entre las sombras del alba

y las inquietudes del día.


Antes de que en casa

hubiera un aparato de radio,

mi abuela me dormía con cuentos

y mesaba mis heridas.


Antes de saciarme

y antes de rechazar la comida,

mis padres me hicieron ver

que hay muchos otros faltos de pan.


Antes de hacerme adulto

aprendí entre los mío,

que el pan más sabroso

se amasa con el sudor de la frente.

19 julio 2024

HABLO DEL HOMBRE

 




Conocía cada pisada del camino,

cada huella,

cada brote nuevo

o la frustración no certificada

de uno tronchado por accidente.

Silbaba la música del viento

y el surtido de cantatas

en las ramas y en las hojas.

Era conocedor de todos los vuelos,

de todos los plumajes

y de todos los trinos;

sabía distinguir a las madres

y las blindaba con todo respeto.

Experto en flor y en fruto,

ponía su tacto al servicio

de una poda eficaz, no agresiva,

porque aplicaba su dulzura

a cuanto manejaba.

Bajo su boina,

una mirada franca y bonancible;

y un poco más abajo,

una sonrisa apaisada

que todo lo sellaba.

Así era Juan. Así era mi padre.

18 diciembre 2022

HUBO UN ANTES

 


 

A mi cuñado Juan B. García

 

Hubo un antes a este presente

con síntomas de haber sobrepasado el ecuador,

de haberse ajado entre aquella aurora

de candidez presidida por los juegos

y este día a día entre el claustro

y las infinitas correcciones.

Entonces bebía el cristalino

fulgor de la inocencia;

ahora, ya no es inocente

ni siquiera su descendencia.

Su mirada era dulce,

detrás del espesor de sus cejas profusas.

Nada escondía. Nada ocultaba

bajo su acaracolada cabellera,

pero un día apareció con una rosa en la solapa,

que por contagio había conocido en secundaria

y descubrimos que también hubiera acertado

estudiando botánica.

Conocía la técnica de los bancales

y plantó una vara de nardos;

algo después, animado por el éxito,

probó con otra semilla al azar

y le salieron dos delicadas gardenias

como esquejes del Jardín del Edén.

Hubo un antes a este presente.

Ha pasado el tiempo a la velocidad de la luz,

de ese fluido cuyas fórmulas manipula

y con el que parte el pan.

Y ha derivado a su casa tres torrentes musicales

de bellas promesas y mejor ejecutoria.

Desde la melancolía de mi bajada al valle,

miro hacia tu cúspide, despejada de nubes,

y doy gracias por estar hoy presente

con ocasión de tu sesenta cumpleaños.

24 septiembre 2022

EN LA DISTANCIA



Créeme. Te miro en la distancia

con los ojos entornados

y hasta escucho tu música,

esas secuencias de espumas en vaivén

que reptan por la arena, la blanquea

y la haces más resistente a las pisadas.

 

Mi yo, en toda su integridad,

está hoy presente en Marbella.

Además del murmullo del mar,

acaracolado en mi oído interno,

hoy es fiesta en la Divina Pastora

y fiesta dichosa en mi corazón,

donde anidan desde siempre

y para siempre Paco y Magdalena.

 

Las gaviotas, y en especial la luna,

son testigos nocturnos de las moragas que,

bajo una carpa azul,

hemos disfrutado, reído y gozado.

Si hoy es un día especial para vosotros,

no lo es menos para mí

desde el visillo opaco de esta distancia,

que solo es física.

Créeme. Te miro en la distancia

con los ojos entornados

y me siento a tu mesa hoy,

y cada vez que la añoranza

me empuja a usar la servilleta

en mis ensoñaciones y caprichos.

 

Créeme. En la distancia,

también se ama a los seres queridos.

03 septiembre 2022

FELICIDADES AMAYA



Tiene esa edad indefinida

de madre jovial, inquieta y abnegada,

en todo su esplendor y hermosura.

 

Escogió por escenario Granada

y un mantel blanco con viandas

fue la escena de su ofrecimiento:

desde entonces me llama Padrino.

 

Hay relaciones que no aparecen

en el libro de familia,

pero que son tan válidas

y ligadas al corazón

como una constitución apócrifa,

donde el cariño crece con fidelidad

hasta límites insospechados.

 

Fue un impulso, un alocado impulso,

un bendecido impulso

que me elevó por encima de merecimientos

a una dignidad exclusiva

por la que no hubiera apostado.

 

Hoy, tres de septiembre,

querida Amaya, tu cumpleaños

y fiesta emotiva en mi corazón.

15 agosto 2022

MI MÚSICA, LA MÚSICA



En mi niñez no se estilaban

los carteles de “prohibido el cante”.

Todo ha cambiado mucho desde entonces;

también  ─afortunadamente─

ha desaparecido el serrín del suelo

y se han sofisticado y encarecido las tapas.

 

En la taberna de mi abuela sonaba,

desde un gramófono con manivela,

Vallejo, Rosa Fina, Angelillo, Caracol,

la Niña de los Peines, Mairena, Marchena…

 

En la radio tenía cabida otras músicas

que me resultaban extrañas,

algunas, como la Malagueña,

de Isaac Albéniz, sintonía o cabecera

de ciertos programas radiofónicos.

De igual modo sonaba Granados,

Falla, Turina, Bretón…

Pasado el tiempo descubrí a Beethoven,

Mozart, Debussy, Bach, Chopin…

 

Hoy sigo amando el flamenco

y me estremezco ante una malagueña,

una soleá, seguiriya o unos tientos;

pero me transporta al cielo,

sin separar los pies de la tierra,

los conciertos de Brandeburgo,

la Quinta Sinfonía, Sonata para piano

o Eine kleine Nachtmusik.

28 julio 2022

CASA DE CAMPO

 


 

Desde un lugar desconocido y oculto

canta la chicharra su monotonía.

El pasto está seco y la brisa es cálida,

como corresponde al estío.

Vuela sin rumbo una mariposa blanca

iluminando la estela caprichosa

como el frescor de un copo de nieve.

Un rumor de agua canta en la acequia

e imparte su alegría por la tierra sedienta.

En el limonero, un guiño amarillea

mientras se ofrece complaciente,

y en la higuera se anuncia una cata

inmediata y un próximo banquete;

mientras, una lagartija se cuela por lo imposible

y desaparece como figurante de un circo.

A media distancia se adivina el murmullo del mar

y el brillo oleoso de los cuerpos

─vuelta y vuelta─

a lo largo de toda la playa.

El sol de la tarde sigue hiriendo

y solo las sombras de los árboles

son refugio seguro,

hasta que desparezca el sol

por encima del Arroyo de los Columpios.

31 mayo 2022

EN EL VÉRTICE DE LA ADOLESCENCIA

 



A mi nieto Alberto

 

En la edad indefinida,

cuando el joven siente la necesidad

de plantar la semilla y adecuar el granero,

en ese tiempo entre dos estaciones

que en el calendario no deja de correr tenazmente,

como cuando pasamos delante de un espejo

y transita nuestra sombra

sin darnos un respiro ni detenerse,

mientras tratamos de encontrar el camino,

nuestro camino, y acertar en la elección…

 

Todo cuanto puedo decirte

es que te enfrentes al conocimiento

desde la premisa de la parcialidad,

la incertidumbre y la inexactitud.

Por mucho que abarques, te quedarán flecos,

incluso grupos de materias que te serán

tan desconocidas como necesarias:

la formación académica

es solo la base del conocimiento,

pero en ningún caso del alfa a la omega del saber.

 

La vida es cambio, es búsqueda, es camino:

un camino interminable que te irá desbrozando

la necesidad de averiguar el sentido de las cosas,

así como las nuevas urgencias

hacia las que evoluciona el vivir.

 

Regálate un tiempo de silencio, de contemplación,

un deseo insaciable de seguir aprendiendo,

aunque acabarás por entender tu pequeñez rotunda.

Desde mi cima y mi mucha ignorancia,

puedo asegurarte que no hay cualidad

superior a la escucha.

 

No te guardes todo para ti, sé generoso

y comparte. Y así por siempre dando gracias

y creciendo sin límites.

05 febrero 2021

LA ABUELA ANA


En el crepitar del fuego

la melodía de la hojarasca

danzando ardientes sacudidas

hasta ser cenizas, mientras el leño

guardaba en su ánima

la untuosidad de la savia

en su recóndito recorrido vegetal.

 

En torno al hogar,

las viejas historias de la abuela

y su habilidad culinaria

encorvada sobre el fragor de las trébedes

como parábolas de la vida.

 

Frente al fuego, el aprendizaje,

el relato tradicional

y el amasijo de aventuras y miedos

que acababan en el sofoco

de un incendio controlado y confortable.

 

Del dulzor de sus manos

la filigrana, lisonjas de harina

sabiamente amasada y aromatizada:

flor de sartén y azúcar.

 

En torno al hogar,

las tradiciones, los relatos asombrosos,

las historias increíbles,

la ternura hecha mimos,

el calor confortable y los escalofríos.

24 diciembre 2020

¡TODOS A LA MESA!


Un día especial y celebrativo,

es la Nochebuena;

hoy estrenamos de nuevo vajilla

que duerme su reposo anual

y también los cubiertos festivos,

los ocasionales,

y degustaremos un menú largo y anchuroso;

también contundente,

cercano al dispendio y a la gula.

 

¡Todos a la mesa!

 

Ha hablado el rey y no habrá satisfecho a todos;

a mí sí, porque encendí el televisor

predispuesto y compasivo,

a no arrojar la primera piedra..

 

¡Todos a la mesa!

 

La cara de mis nietos es una fiesta;

para ellos estamos todos,

pero no están mis padres,

ni mis abuelos…      La vida

es una cinta sin fin que nos transporta,

pero quien va cayendo a la torva

se hace ausencia añorada para siempre.

 

¡Todos a la mesa!

 

Es la Nochebuena. Una luz se enciende en Belén

y en todos los hogares que reconocen al Niño,

pero en la mirada de los abuelos

hay una mota de nostalgia

que también se ha sentado a la mesa

y sin apetito.

02 noviembre 2020

ELEGIA CON ALEGRÍA


Nace, crece, se reproduce, muere…

Y así,

generación tras generación,

un tránsito incesante por la vida

que un día ha de eclipsarse

a ritmo desigual entre unos y otros,

pero con un denominador común

en los laboratorios biológicos.

 

Me precedieron estos mismos genes

en otras vidas, en otros cuerpos,

en las entrañas que me gestaron

y me pusieron en este camino

que acabará un día por agotarse.

 

Día de difuntos, de flores y cementerios…

Día de dar gracias, de no olvidar los orígenes;

día de mirar hacia las estrellas

y seguir con la mirada los arabescos

que dibujan los dedos de mis padres

y sus ulteriores desvelos.

 

Nace, crece, se reproduce…

Un padre, una madre, vida fecunda

que se eterniza más allá de las lindes

y desde el infinito aman sin cesar

y pastorean a sus hijos con el mismo anhelo por siempre.

19 septiembre 2020

CARTA A MIS NIETOS


 

No sé si podréis creerme,

pero he conocido el cielo

cuajado de estrellas,

con carros de luceros infinitos

y corros poliédricos que hasta tenían nombres,

tal como los astrónomos

consignan en las enciclopedias.

 

Entonces era muy fácil contemplar

y comprender el firmamento;

era como una lección práctica

mucho más fácil de entender

que, por ejemplo, el modo subjuntivo.

 

Mi padre me enseñaba el nombre

de muchas estrellas

y me hablaba de las constelaciones,

pero nunca lo hizo del subjuntivo.

 

La reina de la noche era la luna,

aunque fue mancillada hace tiempo

con las pisadas de plomo de Neil Armstrong,

y ahora por la contaminación lumínica

que ha hecho de la bóveda celeste

una gran fosa opaca.

13 septiembre 2020

SE ACOMODÓ A LA MADRUGADA



 

A mi hermana Isabel Espada Villarrubia

 

Se acomodó a la madrugada

como quien al día le abre el dobladillo

y le da de sí, y le alarga el bajo,

y le roba al sueño la placidez

de musicar algún que otro ronquido

ribeteando la mañana del dulzura.

 

A muy tierna edad se inclinó

o fui inducida a la costura

y se aplicó a ello sin fruncir el ceño:

se hizo mujer, más tarde madre,

y siendo abuela seguía sobrehilada

al mismo e indefinido ovillo.

 

Se ponía de pie y se sentía extraña,

encorvada como estaba bajo el flexo;

trazaba los patrones con destreza,

con la ilusión de no repetir, de no orillar

lo que en otras ocasiones había hecho.

 

Su hebra era siempre precisa,

ni muy corta, ni muy larga;

entre hilvanes y alfileres

enjaretaba las piezas

que salían casi definitivas a la máquina.

 

Largos desvelos, ininterrumpidos sueños,

entalles, tablas, festones y jaretas,

pliegues, blondas, rizos y flecos;

de todo un poco, según le acomodaba.

Y en la mañana, tras de la entrega,

monedero cesta y al punto a la tienda,

en tanto los cuatro retoños despiertan..

20 mayo 2020

Y DE SÚBITO




Y de súbito
se manifestó la alegría
como agua al borde de la cascada,
como dádiva del cielo
largamente esperada y ansiosa.

Y fueron las risas
las que adobaban los abrazos,
y fueron los besos
la banda sonora y sentida
de lo dilatado en el tiempo;
le siguieron los arrumacos,
los juegos y las caricias
rematada en dulce merienda.

He perdido la cuenta,
pero pasaba de cincuenta días
sin verlos en esta larga cuarentena,
este temblor de la espera,
estas voces cansadas
de usar el teléfono sin tacto.

No hay emoción más intensa
que un reencuentro
con los más pequeños de la familia, los nietos.

01 marzo 2020

COMO UN DESIERTO




Como un desierto
árido, reseco, infructuoso,
de ardorosas arenas impracticables
y sed sempiterna.

Como un erial de ausencias;
así habrás calificado, lector,
este abandono de una semana improductiva,
este retorno mío a la infancia
en el que me he injertado
a mis hermanos en vena.

Como un desierto, sí,
pero estuve a salvo en un oasis
y me alimenté del dulzor
de los nutritivos dátiles que añoraba
y, ahora sé que me siento preparado
para un París Dakar
que conduce directamente al mismo cielo.