31 octubre 2012

AGUA



Me enseñaron que somos agua,
que tres cuartas partes
de nuestra anatomía es agua.
Me enseñaron que somos
—no sé en qué proporción—
cuerpo y espíritu.
Me enseñaron que todos los ríos
van a dar a la mar
—que es el morir—
y allí lo dulce se hace salado.
Ni he visto el agua,
ni he visto el espíritu en mi cuerpo;
pero los maestros siempre explican
las cosas que no comprendemos.
Tal vez por eso, me gusta ver desde el puente
cómo el río se desliza mansamente
para entregar su espíritu
en las salobres aguas del mar:
nacer, morir, renacer…  nube, lluvia, río, mar…
Y el hombre en el observatorio
de su inquieta noche de dudas.

30 octubre 2012

EL PUCHERO



Al destapar la olla,
la niebla se apoderó de mí
como de un poseso
las figuraciones,
empañándome las gafas
y cegándome la visión;
de sus adentros,
el murmullo hirviente
y el puchero reclamando
su porción de hierbabuena;
desde el salón una voz me grita:
“¿Qué estás olisqueando?
¡No metas las narices!”
Demasiado tarde:
El aroma ya no abandonaría
mis sentidos, ni el gusto
dejaría de paladear lo virtual,
hasta que no estuvo servido en la mesa;
entonces la realidad superó
a las expectativas
y quedé ahíto.

29 octubre 2012

DIGNIDAD



No hay;
empezando por mí
no hay dignidad sobre la tierra,
no la hay:
yo me limito  a dar
de lo que me sobra;
el magnate
calla su conciencia
con generosidad apabullante
y corre un tupido velo
con el que enjuga
el sudor ajeno,
las horas extras no pagadas
y los pufos al fisco.
No hay;
empezando por mí
no hay dignidad sobre la tierra,
no la hay.

28 octubre 2012

EL NARANJO EN OCTUBRE



El naranjo en octubre
es una mancha verde
como la esperanza,
como la ácida espera,
pero en su alma
amarillea el rumor
de la madurez inmediata
en un amanecer coloreado;
ahora es sombra y solaz
para el paseante,
es aroma olvidado
de la pasada primavera
y fruto jugoso
en los meses de invierno.
No así tú, amada mía,
no así tú;
en todo tiempo en sazón.

27 octubre 2012

DE LA VIDA A LA MUERTE


Cada vez que muere un amigo, parece como que accedes a ocupar la primera fila del concierto de la vida, donde se va haciendo la selección y las generaciones van pasando. Muertos los abuelos y los padres, ya no quedan trincheras en las que refugiarse y el tiro de gracias de la caducidad parece que nos apunta al pecho, a la espera de recibir la orden de fuego. Ya sé que no sabemos ni el día ni la hora y que a veces algunos llegan a la meta saltándose el orden establecido por la cronología, con lo que Caronte se ve forzado a trastocar la lista y embarcar a algunas almas antes de lo previsto.


No es el caso de Paco, pues sin ser demasiado mayor, su estado de salud y el foso ciego en el que había caído su memoria, ha recibido una justa recompensa a su ejecutoria como hombre cabal antes de que el deterioro fuera mayor. De él guardo muy gratos recuerdos y largas y apacibles conversaciones donde los proyectos tenían siempre una gran vigencia y proyección de futuro. No era anciano, pero si venerable por su juicio y sabiduría, el cual trascendía en la conversación más trivial. Compartíamos la fe y éramos hermanos de la misma cofradía. Para siempre en mis oídos aquella lectura del Siervo de Yahvé al paso de la comitiva por la catedral, el silencio profundo, su siseo sevillanísimo y el racheo de los pies de la hermandad sobre el mármol del templo. En mi memoria para siempre, aquel encuentro en Córdoba y el regreso en el AVE, donde la conversación quería ser más extensa que el trayecto. Ahora Paco es sólo humo y cenizas, pero ha dejado tras de sí una estela de hombre bueno que se proyectará sin dudas en la eternidad en la que lo habrá acomodado el Padre.

La sala número cinco del tanatorio estaba repleta de gente. En la calle llovía con intensidad y dentro la humanidad aglomerada se traducía en bochorno. Con antelación a la hora prevista me fui a la capilla, donde en esos instantes se celebraba el sepelio de una mujer que no contaba con acompañamiento alguno. Dicen que la muerte es el encuentro con la verdadera soledad, pero Felisa no ha contado con testigos ni siquiera de su funeral. Nunca he sentido una sensación de tanto abandono como el que imagino habrá sentido la pobre Felisa, que Dios acoja en su seno. Para abandono y soledad el que sin dudas sentiría el día anterior el granadino de La Chana,  J.M.D.A., quien una hora antes de ser desahuciado por el banco (debe ser banco bueno, ya que el banco malo es de momento un proyecto) se quitó la vida en el número 15 de la calle Arzobispo Guerrero.

El tránsito de la vida a la muerte es siempre un dolor intenso, pero me temo que en algunos casos se trata de un alivio: Paco había caído en un deterioro físico y mental del que le ha sacado la muerte y ha sido acompañado y querido en todo instante; Felisa lo ha hecho en silencio anónimo con el eco de un sermón en soledad profunda, en esa misma soledad en la que sin dudas habrá vivido; el suicida J.M.D.A. se sintió tan solo que no encontró otra salida que acelerar su marcha y poner su mano sobre el dedo de Dios, aunque luego fue multitudinariamente acompañado y vitoreado. Quienes creemos que la muerte es sólo un entreacto, confiamos en vernos en la infinita segunda parte, pero nunca podremos estar seguros de cómo será el cortejo de esa bajada de telón de la primera.

26 octubre 2012

TIRANDO DEL HILO


 Hoy día viene tan cortada, que apenas si hace efecto.
Movía una y otra vez la cucharilla tratando de diluir el azúcar que ya había desaparecido hacía rato en la taza de café mientras éste se enfriaba.
-         -  ¿Quieres decir que ha dejado de ser una bomba para el organismo?
-          - ¡Ni mucho menos!
En sus palabras había contundencia, pero no había ira.
-          - ¿Entonces?
-          - Verás, tanto la coca como el caballo llegaban antes más puros y los efectos se hacían notar de inmediato.
-         -  Luego sigue teniendo efecto, aunque más amortiguados, ¿no es cierto?
-         -  Así es.
-   - ¿Y cómo es que sigues consumiendo si has tenido tan mala experiencia y ahora así has llegado a comprenderlo?
Hizo una larga pausa y en su mirada apareció la nostalgia y los barrotes que le habían hecho prisioneros de cócteles de sustancias.
-          - No; ahora sólo tomo mi dosis diaria de metadona.
-         -  ¿Te la dan o tienes que comprarla?
-       - Si te sometes al programa, con sus controles y su burocracia, te la dan, pero no en la farmacia, sino en el dispensario.
-          - ¿Tú la compras?
De nuevo una pausa durante la que escondió la mirada bajando la cabeza.
-         -  La he comprado durante algún tiempo, pero ahora voy al servicio médico. Note imaginas lo que es el mono.
-          - ¿Tienes que recogerla cada día?
-          - A algunos se la dan cada día y les hacen que se la tomen allí mismo. A mí me dan cada miércoles siete dosis en un sobrecito para la semana.
-         -  ¿Y eso por qué?
Esbozando una leve sonrisa de satisfacción, dio un sorbo del café y carraspeó:
-          - Al principio no era así, pero ellos se fijan en la trayectoria de cada uno y actúan según cada caso.
-         -  Eso quiere decir que eres un tío legal.
Ahora la sonrisa llegó a carcajada sonora y estridente, como quien disfruta de nuevo un triunfo.
-         -  Pues sí.
-          - ¿Y cómo te las arreglabas para comprarla?
-          - La venden los mismos colegas.
-          - ¿Y ellos dejan de tomarla para venderla?
-         -  Hay quien no se resiste a dejar la droga y en vez de tomar la metadona como sustitutivo, la cortan en dos o hasta en cuatro, toman una pequeña porción cada día, para poder soportar los temblores y mercan con el resto para comprar la droga.
-         -  Es difícil escapar de la adición, ¿no es cierto?
-         -  Muy difícil. Dificilísimo. La droga te va comiendo la cabeza y acaba con tu voluntad y contigo.
Salimos del café y al pasar por la plaza me señaló con la mirada a un grupito de jóvenes maduros que miraban sin ver, que vivían sin vivir, que soñaban con lo inmediato sin esperar nada del futuro.
-         - Esos cuatro mercan con la metadona, con el documento de identidad y hasta con su madre, si se les pone a tiro. No hace falta salir a buscarlos, están siempre cerca de uno.
-          - Es difícil escapar, ¿verdad?
-          - Tanto como de la sustancia.

25 octubre 2012

SUEÑOS

El sueño de Jacob-José de Ribera 
A mi  amiga Elena, con quien sueño encontrarme en el Callejón de la Prisa


Cuando el sueño termina, quisiéramos seguir por el deleitoso camino de lo soñado y no por la pedregosa realidad de la vida.

En las pesadillas, la interrupción abrupta siempre nos libra del desenlace en las garras enemigas.

En la corta duración de un sueño, podrían caber los numerosos capítulos de una vida longeva.

Soñar es algo así como positivar el negativo que suelen traer los días; cambiar grises por tonos cálidos y pestilencias por aromas.

Al despertar de un sueño, parece como si se prolongara ese mundo idílico unos instantes con cierta dulzura; luego te calzas la misma zapatillas de ayer y repites los pasos cansinos que ya venías caminando.

Lo agrio de todo sueño dulce es el despertar; lo bueno de las pesadillas, que se desvanecen al saltar de la cama.

En sueños, los ronquidos cercanos son violines que atacan un allegro molto vivace.

Los sueños son los caminos inexplorados de la esperanza; cuando dejamos de soñar ya estamos muertos, aunque aún tengamos vida latente.

En los ensueños nos vengamos de las negativas recibidas a lo largo del día y reconquistamos el territorio perdido.

Aunque el pobre que se duerma sin cenar y sueñe con un opíparo banquete, por la mañana seguirá insatisfecho y con hambre.

Sin ensueños no es posible idealizar las utopías, y sin utopías habitaríamos en la planicie del eterno fracaso sin tantear las posibilidades.

Soñar es escalar la sima de lo inalcanzable y coronarla con éxito; despertar es el resbalón que nos devuelve al punto de partida.

24 octubre 2012

ESTRATEGIA



Estrategia:
primero llevarnos al precipicio
donde todas las voces son agónicas,
al abismo donde
los ojos se ponen achinados
esgrimiendo la supervivencia
y las jornadas laborales
—de aquellos que las conservan—
sean tan anchurosas
como ríos desmadrados de sus cauces
y los relojes en reposo;
una vez masa indigente,
todo es camino ascendente:
desde la muerte
sólo es posible la renascencia.

23 octubre 2012

POETA



La arcilla entre los dedos
y el buril puliendo,
contorneando palabras
con las que crear formas,
con las que dar vida
nombrando al universo;
palabras con las que herir
o con las que curar,
con las que bruñir
los colores de la indecencia;
un cántico, un aullido;
una euforia, un grito;
un grito desgarrado de pánico
por la sangre de otras arterias
y por las propias.
Ser notario;
notario de lo hermoso,
notario de la vida,
notario de la muerte,
de la muerte en vida.

22 octubre 2012

TU NOMBRE



Herí el árbol con tu nombre
cabalgando  una flecha
en el corazón que quería prefigurarte;
en la navaja el tacto tibio
del llanto de savia,
en la corteza las teselas
torneadas de tu nombre
y un ¡ay! de silencio
que me heló la sangre.
Lloró el árbol, lloré yo
al traducir en escalofrío
tu severo desaire;
el árbol siguió herido,
yo nunca pude curarme.
Te echaste en otros brazos
y olvidaste mi nombre y mi tacto;
creció el árbol desmesuradamente
mientras yo empequeñecía
y fue talado por la sajadura
de tu corazón leñoso,
pero tu nombre sigue
tatuado en mi boca
con vocación eterna,
queriendo incesantemente
pronunciarte.

21 octubre 2012

CARPETA DE APUNTES



En los folios de apuntes
—hoy amarillentos—
el garabateo  de las prisas
y algunas abreviaturas
—no siempre legibles
que se deducen por intuición—
desparramadas en el caos
de un cierto orden
que dan sentido de unidad.
Allí la ciencia,
allí la base, el sustrato y sustento
de posteriores horas de estudio
y los marcados y subrayados
sobre los que sobrenada
la enjundia de lo memorístico;
allí los desvelos,
allí los insomnios, las largas
madrugadas de codos heridos,
el campo de batalla
 de las calificaciones.

20 octubre 2012

MIEDO DE SER ESCARCHA



Este título tan poético da nombre al libro que fue presentado el miércoles 18 de octubre en el Centro de Artes de Sevilla, segundo de los actos convocados por CERCAnías, como parte del Ciclo de Encuentros y Recitales, o Reflexiones Abiertas Sobre Poesía Contemporánea. Su autor, David Eloy Rodríguez (Cáceres, 1976). Es autor de los libros de poesía: Chrauf (Ed. de la Universidad de Sevilla,  1996);  Miedo  de  ser  escarcha  (Quasyeditorial,  2000;  Premio  internacional  Surcos);  Asombros (Imagoforum, 2006, con imágenes del artista Miki Leal); Los huidos (Ediciones del 4 de Agosto, 2008); Para nombrar una ciudad  (Ed. Renacimiento, 2010; Premio internacional de poesía Francisco Villaespesa);  Il desiderio è un ospite (Edizioni L´Arca Felice, 2012; edición bilingüe español-italiano); Lo que iba diciendo (Ediciones  Liliputienses,  2012);  y  Miedo  de  ser  escarcha  (edición  actualizada)  (Editora  Regional  de Extremadura, 2012).


Asimismo es coautor del libro de relatos ilustrado para niñas y niños Este loco mundo, 17 cuentos  (Cambalache, 2010; con ilustraciones de  Amelia  Celaya), escrito en colaboración con José María Gómez Valero y Miguel Ángel García Argüez. Participa en diferentes proyectos escénicos vinculados a la palabra poética con los que ha sido invitado a recitar sus versos en auditorios y festivales de diferentes lugares  de  España  y  el  mundo.  Entre  sus  últimos  espectáculos:  Todo  se entiende  sólo  a mediasSu mal espanta o el espectáculo flamenco  La herida abierta. Imparte talleres de creación literaria, ámbito en el que trabaja e investiga desde hace más de una  década.  Es  uno  de  los  responsables  de  la  editorial  Libros  de la  Herida. Escribe letras de canciones y guiones de cómic y audiovisuales, en propuestas artísticas compartidas con distintos creadores, y participa en iniciativas de arte contemporáneo. Forma parte del consejo editorial de la revista de crítica, literatura y artes Mordisco.


Se trata de una reedición corregida y  aumentada de un texto que ya tiene 10 años de su primera edición, pero la poesía es palabra viva y entre jóvenes poetas siempre hay que esperar algo novedoso. La sorpresa fue que se hizo acompañar, en un pulcro tablero muy bien iluminado y con proyección al fondo de la escena, por el dibujante y académico Patricio Hidalgo, quien fue expresando de forma repentista  e inaudita, con pinceles, tinta china y mano ágil aquello que la poesía declamada le iba sugiriendo. A cada poema un dibujo, a cada poema un pellizco en el alma ante tan mayúsculo espectáculo. Al finalizar, el autor me dedicó el libro, compartido con mi esposa, y a ella le dedicó el dibujante uno de los bocetos esgrimidos al vuelo por el impulso de la palabra poética. Un placer reservado para momentos muy especiales.


19 octubre 2012

LA CRISIS Y LOS SERVICIOS SOCIALES


Se encuentran dos amigos y le dice uno al otro: “Oye, Manolo, me he enterado que te has separado y que tu mujer se ha quedado con la casa y el coche”. A lo que Manolo le responde: “tú lo habrás escuchado, el que se ha enterado soy yo”. Una cosa es hablar de la crisis, de los recortes y sus consecuencias y otra muy distinta padecerla en primera persona.

En esta sociedad convulsa en la que la protesta de los padres no mandando a sus hijos al colegio, en señal de desacuerdo con los recortes en educación, los convierten en terroristas; en esta sociedad donde la deuda millonaria de los equipos de fútbol a la Seguridad Social no es causa de cierre de la actividad; en esa misma sociedad donde los grandes directivos cobran indemnizaciones millonarias, mientras hacen prejubilaciones masivas y hasta EREs con indemnizaciones de 20 días por año y con limitación; en esta sociedad que se llamaba del bienestar, donde los políticos gozan de dietas al tiempo que menús subvencionado y pagan por la comida menos que un niño por llevar el tupper a la escuela, ya son legión las personas que han dejado de percibir prestación social alguna y andan abarrotando los comedores sociales y dando vueltas por las instituciones benéficas, oyendo de quienes las atienden que están desbordados.

Cola ante el comedor social de Triana

Una madre se queja que su hijo, de 17 años, interesado en la automoción o cualquier otra formación profesional, no ha conseguido plaza en ningún centro porque hay una avalancha de desempleados que se han inscrito con ánimos de abrirse nuevos caminos y no hay plazas para todos; su hijo ha sobrepasado la escolarización obligatoria y ahora es la familia la que tiene que apechugar con el ocioso joven en casa. Una familia ha sacado al abuelo de la residencia en la que llevaba más de dos años, como recurso para comer todos en casa del anciano con la pensión que recibe y ocuparse de sus cuidados. Un matrimonio de unos 40 años, ambos en paro, sin prestación y con un hijo pequeño, echados por impago del piso de alquiler que ocupaban, se han refugiado en casa de los padres de uno de ellos y ahora malviven todos de la raquítica pensión del abuelo…

Y como solución a toda esta situación tan caótica de desamparo, los Servicios Sociales, carentes de medios, derivan a todas estas criaturas hacia Cáritas, para que éstos hagan la labor que les corresponde al Municipio, a la Comunidad, o al Estado. La indefensión es tal, que lo que antes era un acción muy satisfactoria, entregando algo de ti mismo y de tu tiempo en alguna institución de beneficencia, ahora se ha convertido en un suplicio ante el dolor desesperado de tantas personas que están pasando un verdadero calvario. No soy sociólogo, ni adivino, pero no hace falta tener muchas luces para intuir que esta situación no puede acabar bien y no ha de tardar mucho en que lo veamos.

18 octubre 2012

LA CALLE TE DA SORPRESAS


El pasado sábado, en pleno puente del Pilar, las calles de Sevilla eran un hervidero de gente, lo cual es una feliz noticia para mis antiguos colegas del gremio de la hostelería; en estos tiempos tres día de una ocupación media superior al 90% es un alegrón considerable para la paupérrima cuenta de resultados. Pues resulta que nos echamos a la calle y nos vimos envueltos por esa masa de viandantes que hacen colas, que tienen cara de desorientados, que consultan sus mapas o confrontan si van bien para los Reales Alcázares o la Giralda.


Desde que la Avenida está restringida al tráfico, salvo al tranvía, es una gozada y hasta un descubrimiento pasear por la zona monumental de la ciudad deleitando la mirada. Además de los atractivos arquitectónicos y las citas culturales del programa turístico, junto a la fachada del Banco Santander, un trío de cuerda distribuyendo sones clásicos para delicia de los viandantes; un repertorio selecto y más o menos popular sobre el que se asomaba, a modo de balconada, un semicírculo de curiosos que de cuando en cuando dejaban un pequeño óbolo en la funda adelantada a tal propósito.


En la Plaza Nueva, como respuesta a la festividad de lo Hispano, una doble alineación de casetas con motivos de cada una de las regiones españolas y en el centro un escenario y un amplio aforo de sillas para dar acomodo. El sol era radiante y el cielo luminoso, pero sus rayos no eran hirientes, sino que invitaban al paseo y al solaz. En la escena, un extrovertido bailaor flamenco, acompañado de un percusionista haciendo compás al cajón, ofreció y se empeño en enseñar al público asistente a bailar por bulerías. Con mucha chispa, con el salero de quien está acostumbrado a estar ante un numeroso público, fue haciendo, paso a paso, que los allí congregados fueran ejercitándose una y otra vez en las distintas etapas de pasos preliminares, cante, ritmo, brazos, piernas…  Una delicia divertidísima, una fiesta sencilla y grandiosa para cada uno de los corazones que en esos instantes se habían olvidado de los quebrantos de la economía.


Más adelante, un puesto callejero con la bandera republicana y unos folletos que no me acerqué a recoger; ya en la calle Tetuán, un flautista que poco tenía que ver con Hamelín, tocado con una boina roja y aires de patrioterismo trasnochado, esparcía con vigor los acordes del Himno de la Legión, para luego dar paso al Cara al Sol. Todo ello muy heavy en contraste con lo anterior, como para pasar de largo con una sonrisa ni dulce ni agria.

17 octubre 2012

CUANDO LA LECTURA SE HACE VICIO


El lector no lee para aprender, sino por el placer de la lectura en sí misma,  un ejercicio placentero que nunca debe ser impuesto y que antes o después termina siendo vicio insaciable de más lecturas. Los educadores actuales se quejan del bajo número de lectores y culpabilizan fundamentalmente a la televisión de los pocos hábitos lectores de los jóvenes de hoy. Es cierto que el abanico de posibilidades con el que cuentan es mucho mayor que el que tuvieron sus padres, pero la lectura casi siempre es un hábito al que se llega por contagio: de padres que no leen no es fácil que salgan niños lectores y sí a la inversa. En un hogar con libros, antes o después termina picando la curiosidad, además de ese empuje casi obligado de imitar a los mayores en la tierna infancia.

Tampoco la escuela hace todo lo que debiera por encauzar a nuevos lectores en la aventura siempre fascinante del libro. Lo primero que se debe enseñar al niño o al joven es a no confundir leer con estudiar. Es cierto que a lo largo de los estudios se encontrarán con lecturas obligatorias como aplicación complementaria de los estudios, pero lo fundamental es enseñarles a descubrir el ejercicio placentero de leer con el único fin de divertirse, no de acumular conocimientos y menos aún de relacionarlo con los resultados académicos. La lectura debe tener el equivalente a recreo, a diversión, como lo tiene el cine o el teatro, donde nadie acude para aprender, pero donde todos aprendemos al tiempo que nos divertimos.


Cuando uno llega a mayor se da cuenta que no todo lo aprendido a lo largo de la vida lo adquirió en la escuela o en la universidad, si acaso la hubo, sino que todos los conocimientos son producto de la colmatación y aprendizaje de lo vivido, lo experimentado y lo leído. En las lectura aprehendemos los conocimientos y experiencias de otros, pero con el mismo proceder que los árboles de junto a la ribera se nutren de las aguas del río sin asomarse a beber, de manera natural o por ósmosis. Cuando la lectura es una imposición, cuando no deleita, más que un vicio gozoso es un tormento que invita al rechazo. Tal vez por eso, muchas personas que fueron obligadas en su tiempo académico a, por ejemplo, la lectura del Quijote, terminaron con tal empacho quijotesco que ni se divirtieron ni volvieron nunca más a gozar con la lectura, siendo, además de un clásico por la calidad literaria, un compendio de aventuras todas ellas apasionantes.

Muchos de los muy lectores en la edad adulta comenzaron por leer comic, cuentos infantiles y libros de aventuras donde no se jugaban otra cosa que el gozoso tiempo de lectura que les transportaba a un mundo divertido e insospechado hasta el momento. Así, ese niño o joven lector, ensimismado por la fantasía, termina leyendo cualquier cosa que cae en sus manos hasta formar su propio criterio lector y hacer de la lectura un placer al que el vicio termina por encadenarlo. Que usted lo lea bien.

16 octubre 2012

LA ESCUELA



Detrás del maestro, el encerado;
al costado de este, el mapa
físico y el mapa político de España
y sobre su mesa
el globo terráqueo
con su corporeidad esférica;
controlándolo todo
el crucifijo como abrazando
la escena y la algarabía infantil;
en las voces, la música
de la tabla de multiplicar,
los modos y tiempos verbales,
los cabos y los golfos
y la lista de los reyes godos;
en la caligrafía alguna leve tachadura
y algún que otro borrón
de tinta inoportuna
como amapolas en los sembrados;
en las salpicaduras de la memoria,
las preposiciones haciendo escalas
con los mares, los ríos y sus afluentes,
y en la regla de don José,
la severidad de aquel tiempo añejo.

15 octubre 2012

PENSAMIENTOS MÍOS


Por la rendija de mis defectos, la necesidad de rectificar la deriva y reconducirme.

La sabiduría está en reconocernos limitados; en la sabiduría el hombre se acerca a Dios.

El otoño tiñe las hojas de cádenos y ocres y al alma de melancolía y sed trascendente.

Un haiku es como una grajea lírica, un concentrado vitamínico para las emociones.

Las cosas importantes de la vida se escriben con minúsculas, pero se reflejan en el alma con letras capitales.

Ojén de noche. Fotografía de José Antonio Tamayo

Sustituir lo vivido por lo soñado es la habilidad de los supervivientes: cuando la vida es anodina o insoportable, inventarla nos transporta en alas de la esperanza.

No es el lugar o las pertenencias las que hacen hogar, sino las personas que habitan la estancia.

Con la conciencia tranquila, el hombre sueña en la infinitud.

El hombre humilde no tiene bolsillos donde esconder el alma, por eso al humilde lo vemos transparente.

Para quien quiera escuchar, la naturaleza no oculta quien la viste de colores.

Donde la vista no alcanza, la fe abre una ventana a la esperanza.

Quien no se fía de nadie, nadie se fía de él: sólo el ladrón recela de sí mismo y de todos.

14 octubre 2012

SOLEARES DE UN “SIN TECHO”



Las palomas de la plaza
gorgojean por los aires
las cosas que a mí me pasan.

Mis penas y mis pesares
me las trago una a una
porque no me fío de nadie.

Yo canto por no callar;
para quien escucha es fiesta:
es mi forma de llorar.

Aquel que duerme en la calle,
se acuesta contando estrellas
y sueña que abriga el aire.

Yo no te pido limosna,
te pido que tú me otorgues
la dignidad de persona.

Rebusco en los cubos, sí;
eres tú quien lo has tirado
en vez de dármelo a mí.

Cuando pasas no me miras;
cuando pasas nada espero:
yo habito mi soledad,
tú silabeas un desprecio.

13 octubre 2012

EXPO-92: A 20 AÑOS DEL CIERRE


Estos días todos los medios de comunicación están rememorando los 20 años de la clausura de la Exposición Universal de Sevilla, Expo-92, pero a mí me gustaría poner el foco en las consecuencias que para el sector hotelero representó el cierre de aquel escaparate singular, al que en tantas personas ilusionó.


Ya la mañana del día 12 el desajuste entre entradas y salidas de los establecimientos hoteleros dejó las estancia en tan solo el 50% de ocupación, algo que la mañana del día 13 vendría a significar el vacío más absoluto. Era previsible, pero la desolación resulta inenarrable cuando nos enfrentamos a la tarea de tener que rescindir contratos o no renovarlos ante la falta total de clientela y tirar de la facturación anterior.

Hace 20 años todos éramos más jóvenes

La Expo comenzó con buen ritmo desde el día de su inauguración el 20 de abril, se fue haciendo frenético según avanzaban los meses y desbordadas todas las cifras desde el verano en adelante, alcanzándose el record de asistentes en el puente de la Merced, en septiembre. Eran días gloriosos para la industria hotelera y turística en general, hasta el punto que a muchos se nos olvidó que estábamos ante un hecho efímero de tan solo seis meses.


Tras el cierre, con el vacío de los establecimientos casi absoluto, se empezaron a cerrar algunas plazas hoteleras y otras, la mayoría, resistieron entrando en una guerra soterrada de precios a la baja como no se había conocido con anterioridad. Al otro lado del río, en el recinto ferial de la Cartuja, los pabellones eran como esos molinos de viento que encontrara Don Quijote, fantasmagóricos y sin alma que bien poco tenían que ver con las largas colas de los días anteriores. Nadie sabía cuál iba a ser el futuro de aquella ciudad efímera de tan fuerte inversión y foco de atracción para el mundo entero. Las previsiones de reservas eran tan paupérrimas que ni siquiera se podía hacer un estudio de cómo afrontar las nóminas y los seguros sociales, proveedores a la cola. De repente, nos encontramos con la crisis del petróleo que venía padeciendo Europa desde el 91 y que en España fue amortiguada por la Olimpiada en Barcelona y la Expo en Sevilla.

"Curro", la mascota de la Expo-92

Vinieron muy malos tiempos para la economía y hubo que hacer mucho filibusterismo para salir adelante más o menos indemnes. Fueron muchos los que se habían contado el cuento de la lechera, cuando en la mañana del 13 de octubre de 1992 se derramó el cántaro en la recepción de todos los hoteles sevillanos. Entonces recordamos que hubo otra crisis de la energía allá por el 72 que también fue amortiguada por el viejo sistema, de donde aprendimos que las crisis económicas son cíclicas; pero como la memoria es frágil, nos encontramos hoy, 20 años después, donde nos encontramos, tropezando una y otra vez en la misma piedra.

12 octubre 2012

DÍA DEL PILAR



La Virgen del Pilar dice
que no quiere ser francesa,
que quiere ser ojeneta
y procesionar su feria.


En Ojén se da la peculiaridad de iniciarse la feria con la procesión al santo patrón, San Dionisio Aeropagina, y se cierra con la procesión de la Virgen del Pilar, Fiesta Nacional de España —antes Día de la Hispanidad— y patrona de la Guardia Civil. Parece ser que lo de Día de la Hispanidad no es ahora políticamente correcto, de modo que los acontecimientos, dada la riqueza del lenguaje, se adaptan a los tiempos como los vestidos a la moda. Sea como sea, el Día del Pilar ha sido muy significativo en mi vida desde que tengo uso de razón y lo sigue siendo también a estas alturas de la vida.

Ahora hace un año que la Virgen del Pilar hizo que Liova y yo entráramos en familia y desde entonces somos primos muy queridos; tan queridos que no lo somos de consanguineidad, sino del corazón, por voluntad de las partes, y eso es un regalo que me ha dado muchas satisfacciones a lo largo de todos estos días. Como ligazón de todo ello, la leyenda que lleva en la peana la imagen que se venera en mi pueblo y de la que ofrezco un detalle.


Ayer, cuando hacía los preparativos para este largo fin de semana, me acerqué al cajero, puse la tarjeta y le pedí que me diera lo suficiente para pasar estos días; asombrosamente no me puso pegas y todavía me preguntó si quería otro servicio complementario, a lo que asentí pidiéndole el saldo y los últimos movimientos. Cuando tuve en mi mano el estado de cuentas me dije que le quedan al mes dos tercios y hay que aminorar la marcha; así que imbuido en tales pensamientos me alejé del cajero habiendo puesto a buen recaudo el dinero sacado. Cien metros más adelante oí unos pasos que se me acercaban presurosos y unos sonidos guturales que al volverme me hacía gestos; era la señora que hacía cola frente al cajero detrás de mí esperando turno, quien blandía mi tarjeta en la mano emitiendo unos sonidos intraducibles: es sordomuda y no podía llamarme a gritos. Me puso en mis manos mi tarjeta de crédito y una sonrisa; también por gestos, le di las gracias y le besé sus honestas manos en señal de agradecimiento.

Hoy acaba la feria en Ojén y volverá a procesionar la Virgen del Pilar por las calles del pueblo; en esta ocasión no me encuentro allí, aunque sí festejando a otra Pilar, mi querida Pili, que hoy contrae matrimonio en Sevilla, y a quien deseo una rica vida en común: en las alegría y en las penas, en la escasez y en la abundancia, en la salud y en la enfermedad, y así por todos los días de sus vidas. 

¡Felicidades, Pili y Jorge!

11 octubre 2012

SE ACERCA



Se acerca;
según el calendario llegó
en el minuto preciso;
se acerca
en la fragilidad de mi cuerpo
donde quiere anidar este otoño demorado
que todavía no se desviste
del remolón verano;
pero mi organismo
intuye un cielo ceniciento
que deletrea trazos
con el carboncillo de los días tristes
y caligrafía de borrasca;
ya se voltea en el aire
con sus pisadas ciertas
la inestabilidad que se avecina,
para anidar, con pisadas deformes,
la quietud que me desequilibra.

10 octubre 2012

FERIA EN OJÉN


El almanaque suele ser un tirano que preside la pared desde la que nos observa, vigila y hasta nos acusa de las promesas no cumplidas, de los plazos y sus prórrogas, de lo soñado e inmaterializado; pero también nos habla de los acontecimientos, fundamentalmente del ciclo de aquellos que se producen siempre en las mismas fechas. Por eso, del 9 al 12 de octubre, ya pueda estar mi cuerpo en el lugar más apartado de la tierra, en el más paradisíaco o mundano, con grandes adversidades o rodeado de todos los placeres, mi mente y mi corazón están por esos días en Ojén.


Decía Ramón Llull que: “el amor nace del recuerdo, vive de la inteligencia y muere por el olvido”. Mis circunstancias me han hecho vivir más tiempo fuera que dentro de Ojén, pero mi memoria hace que perviva en mí para siempre aquella lejana infancia y juventud donde cada uno de los rincones de mi pueblo, su blancor, sus aromas, sus gentes, no me han abandonado nunca y con todos ellos hago una amalgama en la que seguir estando en Ojén a capricho en todos los instantes fundamentales, como ahora en el caso de la feria.

Mi pueblo me hizo el honor de nombrarme pregonero de feria en 1993, siendo teniente de alcalde y delegado de fiestas mi recién desaparecido amigo Juan Sánchez, que Dios guarde en su divina presencia. Como quiera que la feria llega siempre en el comienzo del otoño, es frecuente que la visite la lluvia, con el deslucimiento consecuente. Por eso, en aquella ocasión pregoné, y también hoy, la siguiente plegaria:
San Dionisio Aeropagita,
tú que en Atenas naciste
—allá en la lejana Grecia—
y que al Aerópago, tu barrio,
le debes el sobrenombre;
te pido que no nos falte
aunque tampoco nos sobre.

Tú, que de la iglesia primitiva
fuiste filósofo cumbre,
—hermoso a los ojos de Dios—
deja que por estos días
con fuerza el sol nos alumbre.
Con fervor te lo pedimos:
Haz que el cielo no se nuble
. . .

En un pregón ya sabemos que se trata de cantar los amores y emociones de aquello que se celebra y decir fundamentalmente lo que la gente quiere escuchar. En mi caso fue así, pero también un sentimiento profundo que hundía sus raíces en el amor a mi pueblo, trayendo a la memoria, como hoy, mis vivencias infantiles, el baile en la plaza, los juegos y esa fiesta que era largamente esperada de año en año, cuando las oportunidades de diversión eran bien escasas. Un año más no puedo pasar estos días en Ojén como me hubiera gustado, pero vivo en la distancia el bullicio de mis paisanos, a quienes deseo una feliz feria.

09 octubre 2012

PAISAJE DE MI INFANCIA



Hoy, día de San Dionisio, da comienzo la feria de Ojén, algo que siempre me motiva, a pesar de la distancia, pero no es de la fiesta de lo que me apetece habalr hoy, sino de ese fuego devorador que el pasado mes de agosto se ha llevado por delante el paisaje de mi infancia para siempre. No digo que no se regenerará con el tiempo, pues el bosque mediterráneo que lo cubría tiene la virtud de recuperarse por sí solo sin la intervención del hombre, pero esa tarea le llevará tanto tiempo a la naturaleza que nunca más volveré a contemplarlo.


A los largo de mi vida se han dado algunos fuegos esporádicos o no, aunque de dimensiones mucho menores que el de esta ocasión. Eran tiempos en el que lo forestal estaba vivido y explotado por el hombre. De continuo, varias piaras de cabras haciendo senderos y comiendo brotes tiernos, al tiempo que la gente acudía al monte para abastecerse de leña como combustible, a los que se sumaban los recolectores de palmitos, esparto y algarrobas. Tanto las palmas como el esparto cayeron en desuso, sustituidos por otras fibras artificiales y también la leña se cambió por el infiernillo de petróleo, luego por la bombona de butano y más tarde, en la mayoría de los hogares, por la electricidad. Recuerdo cómo en aquel tiempo habían cuadrillas de jornaleros que limpiaban el monte, hacían cortafuegos o replantaban, algo que también ha desaparecido últimamente.


La consecuencia es que el monte, abandonado a su suerte, ha perdido los senderos y a todo ese número de personas que lo frecuentaban, vivían de él y lo cuidaban y vigilaban. El crecimiento del matorral no creo que tarde muchos años en prender, pero los pinos, aunque hagan pronto plantaciones masivas, tardan tanto en desarrollarse que no le queda años a mi vida para tanta espera. Lo que quiero subrayar es que, como otro sumando de la catástrofe y las pérdidas en bienes materiales, está también esta otra pérdida, no tangible, que tiene más que ver con el recreo de la vista y la armonía de la vida que con lo económico y sí plenamente con lo ecológico.






Todas las fotografías son de mi paisano y amigo José Antonio Tamayo, a quien le agradezco que me las haya cedido con mucha gentileza.

08 octubre 2012

LA NOCHE



La noche,
con su ácida afición al balance
antes de entornar los ojos,
nos presenta los sumando
de la jornada
con la cadencia de un arqueo reflexivo:
apuntes en el debe,
otros en el haber…
todo es ya inamovible;
mañana
es una oportunidad para rectificar,
si acaso ahondamos
y decidimos corregir la deriva:
ayer pasó, mañana es una quimera,
hoy…
hoy es ocasión de labrar el huerto
y plantar lo que quizás
un día cosecharemos.
Cada noche, en el duermevela
en el que me siento señalado
por el dedo acusador,
me siento desnudo de dejadez
y el abandono se hace blando,
cuando en la trastienda oscura
del pensamiento surte
la cuestión inquietante:
¿quién soy?
¿de dónde vengo?
¿Adónde voy?

07 octubre 2012

SOLO



Solo,
como
el
egoísmo
aislado
en
su
recóndito
afán
de
exclusividad:
todo
mío,
todo
para
mí;
así
es
la
individualidad,
el
yo
superlativo
que
no
me
permite
dejar
caer
de
mi
mesa
ni
siquiera
las
migajas.
Yo,
sólo
yo
solo.