Mostrando entradas con la etiqueta Mitología. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Mitología. Mostrar todas las entradas

29 junio 2022

DELOS

 

Pequeña. Casi mínima.

En la vecindad numerosa

de un sinfín de islas con vocación

de archipiélago,

donde el Mediterráneo, en un recodo,

pierde un apéndice y lo bautiza como Egeo,

sus aguas se tintan de bonanza

y de prodigalidad.

Sobre el tableo azul y salobre,

las fichas de un dominó terráqueo,

cada una con su especificidad

y peculiaridades:

hablamos de las numerosas Cícladas.

 

Delos emerge ensartada por el tridente de Poseidón

y baila el vals de las olas

hasta que Zeus la ancló a los fondos marinos

para convertirla en tálamo y trono de Leto,

lejos de las garras de Hera.

De aquella aventura, en solo un parto,

del amor furtivo de Zeus y Leto,

nacerían Apolo y Artemisa.

 

Con frecuencia,

la mitología es maestra imaginativa

y cuenta con palabras verídicas lo inefable;

luego vendrá el manto de la tradición,

con su lentitud de siglos,

y a base de repetir mitos surgen leyendas

y se va elaborando la historia,

con intrincada intriga, para que sea

retransmitida de generación en generación.

 

A día de hoy, restos arquitectónicos,

fustes marmóreos truncados

y volutas que no vuelven a erguirse.

Un teatro sin programación

y con gradas agreste y roídas,

y en la terraza de los leones (leonas)

cinco de los dieciséis que fueron.

 

Así es el paso del tiempo,

una demolición, una merma

que solo vive en la memoria

y en los resto arqueológicos.

 

28 enero 2021

RECORDATORIO

 


 

A María del Pilar Ferrari Díaz

 

Río calmo,

remecido entre meandros

por la anchurosa dehesa de La Puebla,

si acaso la ves,

si se asoma por entre la maleza

y en tus aguas se enciende su rostro,

como también a veces

baja a bañarse la luna llena,

dile a Afrodita que la sigo aguardando

a este otro lado de la pandemia.

 

16 septiembre 2020

ANTES



Antes de que un día fueras

presencia viva y desbordante,

antes que la fortuna cruzara nuestros caminos

e inundaras mi vida de fantasías

y también de fundadas esperanzas,

antes que la fértil mitología

describiera sueños imposibles

y la cosmogonía alumbrara tu ser

como principio y esencia de mi vida,

antes que el mar subiera a lamer

la arena sobre la que te habías recostado

y que los ríos saltaran entre peñas

gozosos de alegría al tacto de tus pies desnudos,

antes, muchísimo antes,

ya intuía tu existencia,

te soñaba y paciente de esperaba.

09 septiembre 2020

EN AMOROSO ABRAZO



 

Lleva, en amoroso abrazo,

sobre sus senos,

el madrigal de las delicadezas

y el aroma que precede,

como repique de campanas,

al rosario de la aurora.

 

Su corpiño es frasco de esencias

otorgadas con generosidad

y medida,

y sus cabellos danzan como la brisa

al ritmo que se mueven sus caderas.

 

De sus manos, dádivas generosas,

se destilan los dones que le adorna

y que distribuye

como quien da de lo ajeno.

 

A su paso se achanta el viento,

enmudece el follaje

y se ponen mustios el rosal y el mirto;

no obstante, camina

con la firmeza con la que destella Venus

y hasta el nardo se recrea en junco

para doblegarse de hinojos a su paso.

 

Ella es, la diva de todas las musas.

11 julio 2020

LA FAMA




Fama, amada por muchos y vilipendiada
por la mayoría, por quienes no la alcanzan
o buscándola se estrellan sin alcanzar
el estrellato. Merecida o cacareada
en soporíferas horas televisivas.
Lengua viperina.

¡Oh, Fama! “La voz pública”  
que engendrada por la Tierra,
sin padre reconocido,
te extiendes como mancha de aceite
del me han contado o se dice que,
sin cordura y sin límites;
la que se moviliza como el rayo
con precipitación y eficacia rotunda
divulgando lo adverso y hasta
intencionadamente recala en la calumnia.

Naces pequeña y misteriosa,
como sottovoce,
y te creces y te inflamas
y te elevas a los cielos
desde donde te irradias y difundes.

Ágil de alas y pies, horrenda y gigantesca,
cubierta de plumas y pérfida,
te multiplicas como las esporas
y boca a oreja te propagas sin límites,
sin comprobación alguna y con despecho,
sin saber si hieres o matas.