Una línea de puntos,
una indecisión,
un trazo inseguro
que no se atrevió a marcar
el itinerario
y acabó adormeciendo el proyecto,
abocetado
en brazos de la nada.
Quizás pensaba en atrio,
en patio de luces
o en nave central;
tal vez en pechina con la que rematar
lo inacabado,
o en espadaña con la que sublimar
repiques al cielo.
Una línea de puntos:
un sueño inacabado.
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