31 marzo 2014

LAS CUATRO ESTACIONES


Primavera, la estación del amor:
y los brotes verdes,
y los frutos en flor, fresas y grosellas
y la sangre alterada sale del letargo
y la hibernación,
y las chicas cambian sus prendas
de paño por gasas y tules.
¡qué bella estación!

Verano, la estación del amor:
y maduran los higos,
y una granada abierta es boca jugosa
y te invita a besos
y a beber los labios con mucha pasión;
y los cuerpos desnudos tostándose al sol,
y contar las olas sin que te des cuenta
deletrean amor.
¡qué bella estación!

Otoño, la estación del amor:
y panoplia de colores, no clorofilados
y de tornasol,
y amarillos ocres
y pardos, rojizos apagados por el suelo son,
y naranjas encendidas de rubor
y fumata blanca
de tostar castañas crepitando amor.
¡qué bella estación!

Invierno, la estación del amor:
y el Niño que nace aterido de frío
y el Belén con musgo
y el río de plata
y nueces y almendras, también peladillas
y garrapiñadas, mantecados y mucha ilusión
y escribir la carta a los Reyes Magos
dibujando amor .
¡qué bella estación!

29 marzo 2014

CAMINANDO

Río Guadalquivir por Coria, fotografía de Isidoro Jara

Voy caminando hacia la desembocadura,
donde el cuerpo
—olvidado de fragilidad quebradiza—
se licuará en las aguas
del océano infinito.
Camino con mis pasos más torpes,
con más lentos reflejos
y la piel seca de quebrantos
y sueños incumplidos. También
algunos medianamente satisfechos.
Mi voz ya no es un surtidor claro
y mi mirada es más turbia cada día;
el cabello, el que no he perdido
en el peine, azotado por los vientos,
blanquea hacia el albo absoluto.
En la cara y en mis ásperas manos
echo de menos tus caricias,
como en las cejas tu tijera hábil
recortando las prominencias de los años;
tus manos, menudas frente a mi avaricia,
son las alas de ángel de mis ensueños...
Ya voy de regreso,
caminando hacia la desembocadura,
hacia nuestro encuentro definitivo,
hacia la eternidad de nuevo junto a ti.

27 marzo 2014

CALLE LARGA

Calle Larga, Ronda (Málaga) fotografía de Charo Morales

Acomodado en mi urgencia,
el tiempo se hizo tedio y espesura
plomiza y aun grisácea
hasta culminar la cuesta.
Arriba, en la planicie,
donde la sierra es meseta efímera,
la inexpugnable Ronda
en la atalaya rocosa
y sus calles y plazas
—dibujadas a mano alzada—
son caserío abigarrado
y capas superpuestas de historia:
cunas nobles y nobles braceros.
No fue difícil. De repente,
una calle trazada con tiralíneas
abre el mar rojo vecinal;
entonces, voceé su nombre
como largamente había anunciado.
Me siguió la afonía hasta enmudecer:
era laborable y ella sólo regresa
los fines de semana;
me ahogué en un vómito triste,
escuché su silencio
como respuesta atrófica
y mi pena se hizo mueca,
surco retorcido en el rostro.
Iba a ser un largo y demorado encuentro,
pero fue un largo fracaso
subrayado y agónico en la calle Larga;
la Serranía, en su blancor pétreo,
fue eco mudo del desencuentro
y el vacío que aquel fracaso dejó en mi alma.

25 marzo 2014

QUIERO SER

Quiero ser hebilla de tu cinturón,
el broche con el que asirme por siempre
para llevarte abrazada al infinito;
ser las zapatillas que arropen tus pies,
las huellas de tus pasos perfumados
desnudos por la arena de la playa.


Quiero ser el paisaje de tus ojos,
diana obsesiva, luz de tu mirada;
la brisa que acaricie tus cabellos,
la flor de tu cabeza perfumada,
sombra que volatiliza tu cuerpo
como extracto de tu geografía.

Quiero ser la nada frente a tu todo:
tu sombrilla para los días claros,
tu paraguas, en los días de lluvia,
la alfombra sobre la que te descalces
e impregnes sobre mí tu huella pura,
señal sobre mi cuerpo, pertenencia.

23 marzo 2014

12 AÑOS DE ESCLAVITUD

Magnífica película al tiempo que muy cruda para los ojos de hoy, pero la esclavitud es ese oscuro pasado de la humanidad y la permanente tentación de la avaricia por recuperarla. La esclavitud como tal, es la propiedad de una persona sobre otra, como si se tratara de un animal doméstico, con el fin de sacarle toda su potencialidad de trabajo a cambio de la supervivencia, siempre con muy mal trato físico para lograr el sometimiento, cosa que hoy nos resulta violentísimo hasta hacia los animales. Pero, como digo, una realidad que ha llegado hasta el siglo XIX y que, de forma sutil, no deja de ser un deseo permanente también en el siglo XXI, aunque por otros procedimientos.


La película está basada en hechos reales ocurridos en los Estados Unidos a mitad del siglo XIX. Cuenta la historia de Solomon Northup, un culto músico negro que vivía con su famila en Nueva York. Solomon está tomando unas copas con dos hombres que con oscuras intenciones lo emborrachan, lo drogan y lo venden como esclavo y acaba en una plantación de Lousiana. Solomon es un hombre libre que no puede dar crédito a lo que le sucede, pero que lo comprueba en su castigada espalda de inmediato en forma de latigazos infames. Se resiste y lucha contra la esclavitud para poder reunirse de nuevo con su familia, pero no deja de escuchar entre sus infortunados compañeros de trabajos y cadenas: “si queremos sobrevivir, tenemos que agachar la cabeza”. 12 años de vida cercana a la muerte, de muerte que encuentran los débiles y los que se resisten a tanta indignidad. “No se les paga por trabajar, son mis esclavos”, dicen los latifundistas negreros. La violencia es la norma que conduce sus vidas a dar fruto o a terminar en la muerte. Pero Solomon conoce la libertad y en su mente está trazado el camino para volver a ella en cuanto le sea posible.


Película dirigida por Steve MCQueen y guión de John Ridley, basado en la biografía de Solomon Northup, mejor película en los últimos premios Oscar, mejor guión y mejor actriz secundaria, Michael Fassbender. Para muchos puede resultar una película excesivamente dura, pero así de dura ha sido la historia de la humanidad hasta no hace tanto tiempo. Quienes hemos dejado de ser jóvenes hemos conocido ramalazos de ese desprecio humillante a los negros y otras etnias, si bien no en la condición de esclavitud, ya abolida, sí en el menosprecio y el veto a no poder compartir espacios comunes. Hoy tampoco estamos demasiado lejos del desprecio que todavía siguen padeciendo muchos de ellos por ese racismo que algunos llevan en sus venas por generaciones.

21 marzo 2014

ME VEO EN TI

Sé bien que existo
porque me piensas,
me construyes en tu mente,
podas mis taras,
manoseas mis lesiones
con tus ojos del alma,
mirándome con pulcritud
inteligente y sencilla.


Me veo en ti, en tus ojos
azabache y miel
y hago por ser
eso que tanto deseas
y construyes en tu mente.

Me veo en ti, tal
como sé que me has soñado,
como me has engrandecido:
soy un sueño para ti,
pero si nunca me olvidas,
aunque mi carne perezca,
seguiré siendo
hoy, mañana y para siempre
aquello que tú me piensas:
tu españolito lírico
que felicita
tu cumpleaños, festejando
en la distancia
la efemérides efusiva
con amable ceremonia. 

19 marzo 2014

EL NIÑO Y LA ROSA


La belleza de la rosa,
la delicada fragancia,
la piel sedosa de un niño:
la espina es llanto,
su cuerpo tallo,
su piel esporas,
su boca risas,
y cuando duerme,
arropía y miel
hermanan tanta armonía
que el niño es rosa
y la rosa globo infantil.

17 marzo 2014

AYER, HOY, SIEMPRE

Viejas callejas
—ahora remozadas—
en las que resucitan
los largos pasos pretéritos
y frescura imposible
grabada a fuego
en la fragua de los días.


Todo está en su lugar,
pero casi todos partieron;
todo sigue vivo,
pero en otra existencia
de menor intimidad
y mayor boato:
Alameda de mis paseos,
Avenida de mis juegos y estudios...

¿Qué fue de la Jaula?
¿Qué del cine Rodeo
o la imprenta Rivera´
o el Comercial, o el Sport,
o de Berrocal o de Otal
o de Cintrano, Caracuel, Escolástico?

Mata sigue vivo en su descendencia
y la Encarnación más majestuosa,
y más espléndida,
y más mayestática,
y no tan señero su campanario
desde el oteo
de cualquier distancia,
hoy empequeñecido:
el cemento es opaco,
pero veo, con los ojos íntimos,
lo que abocetan mis recuerdos:
Marbella ayer, hoy, siempre.

15 marzo 2014

PISADAS Y SOMBRAS

Al pisar la arena
oía el crujir de mis pies descalzos,
hollé mis huellas
y al momento las pisadas eran turbias,
amorfas, como muñón retorcido,
como grito lejano
de otros pies que anhelan
la ensoñación de pisarla
como quien piensa el paraíso.

El sol dificulta la visión,
pero el horizonte
era un trazo firme de tinta azul
perfectamente delineado
como una frontera.


El día claro,
las sombras oscuras, opacas,
oblicuas como sosas sombras;
sobre el silencio,
el son acompasado de las olas
sobrenadando los ecos lejanos del Atlas
y el silbido disonante de las concertinas.

Silencio. Sombra y silencio negro
y el mar rumiando
el tantán de la hambruna
escalando los fieros fierros.

Las olas, con crisoles de nácar,
musitando acordes,
yo emborronando huellas
en la arena, en esta otra arena,
y pensamientos heridos
deshilachando el alma.

14 marzo 2014

EN LA MEMORIA

En la memoria...
la población de la niñez,
su gente, sus calles, sus plazas, sus recovecos...

En el presente... 
la transformación de la senectud,
la gente, sus calles, sus plazas, sus hoteles...

la evolución, la vida, la Marbella de hoy...


11 marzo 2014

ESPINELA EMPECINADA


¿Qué más prueba puedo darte?,
¿oyes bien lo que te digo?
En esta porfía sigo
con el fin de enamorarte,
pues nunca dejo de amarte
ni de día ni de noche;
lo mismo te sigo en coche
que andando o en bicicleta,
y aunque sea en patineta,
te seguiré a troche y moche.

09 marzo 2014

LA PÉRGOLA

“Ya conocés los brochazos
con los que se despereza el día
y la lenticular peina de luz
con la que se atusa el pelo
en cuanto comienza a clarear;
¿sabés?, pues a tres cuadras,
allá esta mi casa.”

Y con esas pinceladas impresionistas
me puse en camino
—siempre hacia occidente—
con la imprecisión y el afán
con la que la fiebre del oro
busca un tesoro oculto 
en un pliego arrugado.


Asumí el papel de noria dando vueltas
y en cada cangilón oxidando
me iba dejando un suspiro
de desesperanza. El sol
enrabietado del medio día
se hizo perpendicular
y hasta oblicuo antes de darme por rendido.

Había caído la noche
y una luz de neón
mostraba sobre el dintel:
“La Pérgola”.
Era un hotel venido en tugurio,
cené poco y mal, tomé un baño
y me dispuse a esperar un nuevo amanecer
que me hiciera encontrar
la imprecisa y misteriosa dirección.

07 marzo 2014

POETA MALDITO


A Leopoldo María Panero

Viviste entre los arrabales
secuestrando sueños
y mendigando ser lo que ha sido:
poeta de savia.
Tal vez no sabías discernir, pero sí cincelar palabras,
y se te olvidó vivir el orden del cosmos
y pasaste de ser uno de los “nueve novísimos”
a apestado incorruptible del malditismo.
Buscabas la muerte,
pero se le hizo esquiva
y te arrastró con su capa terrosa y su guadaña
por los terrores de la vida,
a pesar de pronunciarla de corrido
como un colegial aprende a deletrear el alfabeto.
Intimaste con el alcohol
y fue dejándote un poso
todavía más negro que la prematura
muerte de su padre:
hijo de borracho y hermano de suicida,
perseguido por los pájaros,
esos que Hitchcock te azuzaba
cada madrugada, cuando estabas entreverado
en la infiel balanza de lo ebrio.
No creías en la inspiración,
sino en el espanto como ciencia;
escribías eternidad con minúsculas
y te seducía del aroma putrefacto de lo marginal;
te has agrietado por los desescombros
de tus propias vísceras
y jamás conseguiste un solo acorde
con el que conciliar la vida sin atufar a muerte.
Sólo unos íntimos  —si acaso quedan—
van a llorar tu muerte,
pero yo quiero cantar al cantero
de palabras malditas
con las que fuiste construyendo tu poética

en este encuentro postrero e imposible.

05 marzo 2014

HARTO

No saciado; harto
de la cosificación
a la que nos arrastra esta avenida,
este alud de lodo y piedra
como deshielo del latir humano.

Quiero gritar,
asomarme a la ventana
—antes de perder la capacidad de sufrir por el otro—
y tensar mis cuerdas vocales
hasta la estridencia,
vomitando el fuego
que devora mis entrañas.


Una mujer es lanzada con sus hijos
por el pérfido perro padre
que se limitó a gozar al engendrarlos.
El Estado no está o mira para otro lado
cuando la banca nacionalizada
lanza a la calle a los empobrecidos
por el sistema que ellos crearon.
Es hora de decir ya basta.
Estoy harto, ¿me escuchas?,
estoy harto y quiero gritar mi desespero;
quiero asomarme a la calle
y sumar voces hasta quedar afónico.

Países tomados
por su estrategia geográfica,
otros por su materia prima;
lo humano,
mi propia vida tiene un valor:
no soy un voto,
soy una persona que está harta
y ha montado en cólera.
¡Gritad conmigo: hartos,
estamos hartos!

03 marzo 2014

ENTRE LO UNO Y LO OTRO

En la miga del pan se hace presente el ritmo con el que el aire meció las espigas de trigo desde abril a junio; en la corteza el esfuerzo del hombre desde la siembra a la mesa.

En las bodas y bautizos se confunden los fumadores con los incrédulos a las puertas de la iglesia; en el banquete se suman al conjunto los creyentes y entonces la confusión es absoluta. ¡A la caza del canapé!


La sabiduría reconoce a la ignorancia, pero la ignorancia no reconoce a la sabiduría ni a sí misma.

En las tertulias habla más el locuaz que el elocuente; quizás por eso terminan siendo la mayoría de ellas tan aburridas.

En los atardeceres bosteza el sol, le aparecen grandes ojeras rojizas y termina quedándose profundamente dormido hasta la mañana siguiente.

En los países desarrollados nos preocupamos por la dieta y la gastronomía; en el tercer mundo por el agua potable y por tener algo que llevarse a la boca. ¡Qué bien que se viaja en primera sin mirar para el vagón de cola!

En pleno auge del vocerío informativo, algunos gacetilleros usan los medios para mediatizar a los mediocres, sin tener en cuenta que los oyentes oyen, pero escuchan a quienes quieren, si es que les interesa.

En un golpe de suerte te puede tocar la lotería; mientras que una mala racha te puede llevar a la ruina. ¡Caprichos del azar!

Entre enamorados, uno sueña utopías y el otro se empeña en hacerlas realidad; luego pasa lo que pasa.

Debe ser bastante más difícil ensalzar que despellejar: de ahí la proliferación de tanta telebasura.

Es paradójico, ¿cómo puede ser un mate brillante? No es fácil desentrañar los intríngulis del tenis.

Escuchando a los demás se aprende a discernir de quién podemos aprender y quién puede embrutecernos.


01 marzo 2014

NEBRASKA

Decir que ha sido en la universidad donde me han recomendado ver esta película puede sonar a pretensioso, pero es tan veraz como verosímil resulta la comedia dramática de esta magnífica cinta.

Dirigida por Alexander Payne y guión de Bob Nelson, cuenta la historia de Woody Grant (Bruce Dern), quien a su avanzada edad está haciendo una demencia senil cuando recibe una publicidad engañosa con el premio de un millón de dólares y se obsesiona en viajar hasta Nebraska para cobrarlo. No hay dudas que, a pesar de las dificultades físicas, se vive mientras se sueña, y el bueno de Woody sueña en recibir el premio.


El tiempo narrativo transcurre, como viaje físico, desde el recibo de la carta hasta que su hijo David se ve forzado a acompañarlo para que corra el menor riesgo posible su anciano padre. Viaje que en paralelo se ve acompañado con la resurrección de pasajes de la vida familiar no siempre ejemplar, en continuos flash back donde se descubre la ternura de este hijo que va convirtiendo los viejos rechazos, por un alcoholismo no reconocido y hasta negado, en comprensión y afecto; mientras que la madre y el triunfador hermano de este optan por un cariz bien distinto e incluso de abandono.

Corre como la pólvora la noticia del premio, a cuya sombra, como adoradores del tótem dinero sobrevuelan numerosos buitres antes de que se produzca el cadáver, esperanzados en tomar tajada del mismo. En ese otro viaje paralelo reconstruyendo el pasado, las filias y las fobias de una historia personal y familiar nada ejemplar de una familia desmembrada, con un lenguaje áspero y bronco por momentos entre los miembros de la misma, salvo por David que es el único que no se enfrenta al padre a pesar de saber que todo es una locura de principio a fin.

La película cuenta con el reconocimiento de haber sido nominada a 6 estatuillas de los Oscars, incluyendo las de mejor película y director. Personalmente, creo que la interpretación de Bruce Dern es impecable y el conjunto de la película absolutamente recomendable.