23 abril 2025

INSTINTO DE SUPERACIÓN

 




Todavía no sabía cómo,

pero tenía la determinación de afrontarlo,

de no mirar para otro lado

esperando que pasase la ola

y se resolviese por sus propios medios.

Tuve que buscar los bríos que no tenía,

echar mano a la osadía que en mí no había despertado

y que nacía en lo profundo de las vísceras.


Vencer o morir:

despertó en mi interior la certeza

y tuve que invocar a la voluntad con gran resolución.

No podía dejarme llevar por la corriente,

por esa carcoma del día a día

que acaba con la tenacidad

antes de ponerla en práctica.

No es fácil nombrarle guardia a la voluntad

y empujar a su cumplimiento a toda costa.


El miedo me atenazaba, me destruía;

oía en mi interior la voz de retirada

antes de haber hecho frente al objetivo.

Hoy puedo confirmar que el miedo atenaza,

que bloquea todos los instintos,

baja los brazos y también la cerviz.


Había tomado la determinación,

el instinto de conservación me hizo irreconocible,

aunque todo se removía en mis entrañas

con los espasmos de un vómito;

el miedo era superior a la voluntad

y la decisión, sin muchos razonamientos,

estaba tomada, aunque amenazaba la derrota.

22 abril 2025

IR A LAS PERIFERIAS

 




                         Con palabras del Papa Francisco


Dios no se cansa nunca de perdonar,

somos nosotros los que nos cansamos

de acudir a su misericordia:

renueva tu encuentro personal con Jesucristo,

déjate encontrar por Él,

inténtalo cada día sin descanso.

Los gozos más bellos y espontáneos

son de personas muy pobres

que tienen poco a qué aferrarse:

la fe es un encuentro íntimo con Jesucristo,

quien quiera vivir con dignidad y plenitud

ha de reconocer al otro y buscar su bien,

no se salvan los selectos, sino los misericordiosos.

La alegría del Evangelio es para todo el pueblo,

no puede excluir a nadie.

La negación de la primacía del ser humano

es la médula de la crisis que atravesamos:

no compartir con los pobres los propios bienes

es robarles y quitarles la vida;

el dinero debe servir y no gobernar.

La alegría del Evangelio es esa

que nada ni nadie nos podrá quitar.

Ir a las periferias, no solo geográficas,

sino también existenciales,

para encontrar a Jesús y vivir la fe

de manera más profunda.

21 abril 2025

LECTURA

 




Un poco de luz, las gafas, un libro,

un narrador deshilacha una frase,

un sinfín de oraciones

no siempre subordinadas,

un pensamiento que se desencadena,

una historia bien hilvanada.

Silencio. De vez en cuando

un pestañeo que lubrica

y un hilo narrativo que maniata.

Un ciento de sucesos,

un omnisciente que lo sabe todo,

que no lo cuenta todo,

que cuenta y que no para,

que tan solo abandona una estacha

cuando se deshace un nudo

de forma deliberada.

Un sorbo de agua. Un bostezo.

Vuelta de nuevo a las páginas.

Una hora, otra hora,

la noche, la madrugada,

una trama que te envuelve,

otro capítulo más

y mayores son las ansias,

una historia que te abraza,

que te aprisiona y abrasa.

Somnolencia, cansancio,

bostezos de madrugada,

la curiosidad que aguza,

el deseo que no cesa,

el sueño perdió su engarce

mientras que la historia avanza.


20 abril 2025

COMPLEMENTARIOS

 




Tú eres el alba en mi despertar

y yo el gallo que canta eufórico

al comprobar tu mano en mi mano.


Tú eres el otero desde el que se divisa

la frondosidad jubilosa de la vida

y yo la sonrisa que en ti se complace.


Tú eres la fuente que mana incesante

y que provoca mi sed sempiterna

y yo el siempre sediento e insatisfecho.


Tú eres la montaña inaccesible

y yo el obstinado de los ochomiles

que te aborda por todas tus caras.


Tú eres la corriente mansa entre meandros,

con sus pronunciadas y sinuosas caderas,

y yo el torrente alocado que salta entre riscos.


Tú eres el valle fértil siempre verde

que da a manos llenas el ciento por uno

y yo el roble aislado en medio de la nada.

19 abril 2025

SILENCIO

 




Una pausa que se prolonga en sí misma

por el eco a vacío que se hace presencia;

el vano entre dos notas musicales,

la pausa que permite respirar

y también leer en el pentagrama

el hilo que hilvana la melodía;

la confirmación de que acaba el estruendo,

el paso del bullicio callejero y festivo

a la intimidad reflexiva que lleva a la luz.

La muerte nunca es bien aceptada,

salvo para los débiles vengativos

que no conocen otro medio

para acabar con el adversario.

El amor calla, pero nunca es para siempre

y alzará el vuelo remontando lo perdido.

Tan solo un silencio transitorio, ceremonioso,

liturgia que anida en el corazón,

un descanso antes del redoble definitivo,

cuando la vida venza a la muerte

y seamos colmados de la esperanza

que jamás nos podrán arrebatar.

18 abril 2025

LA PASIÓN

 




Ha llegado su hora,

lo molesto, como ponzoña en sangre,

extirparlo y darle sepultura:

pase lo viejo y volvamos al presente.


Quien decía ser pan para el hambre ajena

ya no es mendrugo para una triste sopa;

es hora de pasar y volver las ovejas al redil,

sin dejarnos arrastrar por tormenta novedosa.


Muerte al que dice ser la Vida,

losa lapidaria y a pasar página:

si no pudo con el peso de la cruz,

¿cómo iba a torcer el pulso al poder

si no pudo salvarse a sí mismo?


Desbandada: uno lo niega, otro lo vende,

las mujeres lloran desconsoladas

y el resto lo abandona despavoridos.

¡Ya lo enterraron! ¡Aquí paz y para él gloria!


¡Qué difícil es seguir a Jesús!

-dijeron los timoratos desde sus trincheras-

¡No es posible seguir al Maestro

sin trabajar por una sociedad más justa!

17 abril 2025

AMAR EN SILENCIO

 




Amar en silencio

es una mortificación que no se justifica,

pero se paladea en la intimidad,

es dejar morir de sed

la tierra in fértil,

a pesar del caudal fecundo que se derrama

en lugar de bañarse en sus aguas

y jugar como niños a las abluciones,

es levantar una atalaya

en la que encumbrarse y gozar del horizonte.

Es mirar de soslayo,

como quien cree robarle un destello al sol

o un cuarto creciente a la luna.

Bendita e incomprendida prisión;

benditas ligaduras que maniatan

con voluntad explícita

y somete mi voluntad a la tuya.

Si acaso te saturas,

si te cansas o la bruma te lleva a otros brazos,

no me retires la correa con la que me conduces,

al menos tendré la ilusión

de seguir esperando por siempre,

de amarte en silencio.