21 octubre 2024

SALVOCONDUCTO

 




Identificarme en un papel

es tan absurdo y peregrino

como haber sido engendrado

siguiendo los pasos de un boceto.

Debí ser concebido para lo liviano

y he respondido a esos cánones

salvo en el capricho de alguien

que más tarde quedaría decepcionado.

Disfruto más de la mar desde la orilla

que cruzando azaroso sus aguas:

las aventuras con poca sal, el horno medio,

con algo de miedo y mucho respeto.

De las montañas me apaño

con aquellas cotas que son de mi talla,

que los miles me enturbian la mente,

me desorientan y hasta extrapolan.

Del extranjero lo justito para demostrar

que sí he salido. En cambio,

casi todo el mundo ha pasado frente a mí

y me he complacido en entenderles y ayudarles,

tal como exigía el desempeño de mi empleo.

En lo oculto de mi cuarto, en lo íntimo,

con la luz imprescindible para una buena visión,

he saboreado infinidad de palabras,

por eso mis referencias son más a terceros

que a mis propias vivencias.

Yo no tengo mucho que decir,

pero sí mucho por aprender.

20 octubre 2024

DESDE MI PATIO

 




Desde mi patio,

las estrellas son ese intrincado mosaico

con que los cielos nos consuelan

después de cada ocaso.

Cuando la visión es más parcial,

pero no ciega,

se despiertan el resto de los sentidos

y, -a base de empeño-

aprendo a nombrar lo lejano

y hasta familiarizarlo.

En la cercanía,

las plantas dan gloria por la lluvia o el riego,

la manguera se despereza en el cobertizo

y el jazmín pone cobertura de nata y canela

en el olfato de cada elemento.

Duerme la noche sosegada,

duermen los pájaros

y algunas personas deben andar inquietas

desveladas de zozobras.

Desde mi patio,

la visión no es panorámica,

pero en la vertical es infinita

y en la imaginación ilimitada.

19 octubre 2024

YO FUI…

 



Yo fui

una ilusión, un boceto,

un frágil brote verde,

una esperanza iluminada

de lejana primavera

que se ha ido ajando

con el paso del tiempo.



Yo fui

un niño rural

empujado por mi padre,

desde temprano,

porque él conocía todas las veredas,

todos los oteros,

y desde ninguno

se vislumbraba el mañana.



Yo fui

un mediocre aplicado,

un dócil deslumbrado

por los destellos de la gran ciudad,

y aprendí a nadar

en las grandes avenidas,

y a morar con modestia

donde me era lícito.



Ahora soy un anciano,

sin fuerzas para desandar los caminos,

sin una obra ignífuga

que haga memoria de mí:

un día, más o menos cercano,

me iré

y me echaré en brazos del olvido.

18 octubre 2024

LLUVIA COPIOSA

 




Lluvia copiosa, anunciada y temida,

empequeñecida por los exagerados

anuncios y medidas precautorias.

Una manta líquida merodea los cielos

como amenaza acariciada

por la sempiterna sed de la tierra.

Ojalá en breve una sábana verde

cubra el secarral que nos circunda

y de testimonio de saciedad de la tierra,

salpicando la hierba fresca de flores

que son sones musicales de abundancia.

Aquella veladura blanca de la primavera

que habitó los campos preñándolos de futuro,

es hoy un amarilleo anaranjado casi en sazón.

Desde mis ojos entornados

paso del futuro siempre incierto

al pretérito que confirma la memoria

en los naranjos familiares: nunca,

nunca supo remotamente igual su fruto

que mondada con las manos subido al árbol

como integración de lo uno en lo diverso.

Lluvia copiosa. Música líquida de la lluvia

que en los cristales me ayuda a vislumbrar

ese pasado remoto, de nuevo factible.


17 octubre 2024

ATARDECE

 




Llegada la cima de la tarde,

el sol sangra su esfuerzo diario

por las heridas abiertas del tránsito.


El cielo se impregna de su ahínco

y la mar lo disuelve y deglute

hasta asimilarlo en su seno.


Sobre el horizonte una visión deformada

que limita su obstinado desafuero

como trampantojo tenaz y engañoso.


En la arena, alisada por el poniente,

el tintado de luz del astro en retirada,

y sobre la arena, tu huella indeleble

acentuando tu dolorosa ausencia.

16 octubre 2024

INTERROGANTES

 




¿Cómo duermen, Señor, los especuladores,

quienes suben el alquiler

de sus bienes inmuebles

hasta el vértigo de lo imposible

y asfixian a las familias

y las hacinan en la más rotunda pobreza?


¿Cómo respiran, Señor, los violentos,

esos que ejercen su poder físico

contra la mujer, los jóvenes y los débiles?

¿Acaso ellos se sienten amenazados,

torturados, perseguidos o vilipendiados

por otros seres más poderosos y amenazantes?


¿Qué pasa, Señor, por la mente

y por el corazón o las entrañas

de quienes ponen sus energías

en estafar a los sencillos

con mensajes equívocos y amenazantes?


Señor, sé que me estoy excediendo,

pero ¿acaso es hiel lo que corre

por las venas de quienes

ordenan un bombardeo indiscriminado

en edificios públicos, escuelas,

hospitales o barriadas extremas o al azar,

con el objetivo único del exterminio?


Estas inquietudes que te expongo, Señor,

me llevan a una profunda decepción

del género humano. Tal vez, Señor,

¿no sería preferible no estar informado?

Pero no, Señor, prefiero estar atento

a todo lo que sucede a mi alrededor.

15 octubre 2024

INTIMISMO

 




Tú y yo de la mano, un arroyo,

una corriente que se desliza sin ocultarse,

un celaje, una cerradura blindada e inviolable

con la certeza que avala el tiempo

y certifica el tejido en red

de nuestros dedos entrelazados.


Tu boca, mi sed, el deseo;

mi boca el hambre insaciable.

Cóncavo y convexo que se buscan

y sueñan fundirse

en la forja de la supervivencia

de nuestras vidas y nuestra esencia.


Amor no es solo abrazarte, poseerte,

ceñirte por la cintura como una gavilla

que trillar y aventar en la era;

es el aroma a pan candeal de tu vientre,

es el gozo de tu vida en mi vida,

es lo mil veces repetido y no pronunciado,

es el enésimo estribillo con eco novedoso,

el deseo de ser y pertenecernos.