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23 julio 2024

COTIDIANEIDAD

 




Procuro estar en casa

antes de que se cierren

las compuertas de la noche,

gozar del alumbrado de las estrellas

desde la terraza y soñar,

soñar más que vivir la madrugada.


Llegada esa hora,

en la que se ciegan los caminos,

prefiero trazar en el aire

el arco que describe la noche

en vez de tropezar con la aventura

y suturar sus heridas.


Una noche. Tan solo una noche

se encaprichó de mi una sombra

y lo pasé francamente mal.

No estoy curtido. Y ahora, mayor,

vuelvo por el camino de la infancia

y me abro al confort de recogerme

en el pendular impreciso

entre el día agónico y la noche.


No hay póliza que asegure la vida,

como tampoco hay riesgo

que te garantice gozar lo desconocido.

A fin de cuentas no son los sobresaltos

sino la cotidianeidad

la que me abre sus puertas día a día.

11 octubre 2022

DE LO LEÍDO Y LO AÑORADO



 

En verdad, todo ha sido tallado

con la gubia de la memoria

o con el recuerdo de los hechos acaecidos,

también los soñados o leídos

como parte indivisible de un todo.

 

El muro nunca aspiró a ser

tapia sorda.

Y, aunque por indicios,

transmite todo cuanto le afecta

y hasta delata las manos

que pusieron cada uno de sus sillares.

 

Como las cenizas son testimonio

de un fuego, un monte arrasado

lo es del descuido o de

una oscura ambición sin límites.

 

La verdad, mi verdad,

es que con frecuencia ahondo

en estas íntimas canteras

y selecciono el material que me sale al paso,

sin importarme de estilos ni corrientes.

08 septiembre 2022

VIENE AMANECIENDO



Viene amaneciendo,

se despierta el campo,

el arroyo que era solo un rumor

a música antigua

sigue siendo un descendimiento

por la escala musical,

y espejo donde se mira de nuevo

el junco y la totora,

y se ejercita con brincos la rana

para mantener su elasticidad.

Viene amaneciendo,

despierta la vida con las promesas de ayer

que quedaron inconclusas.

Alguna nube o ráfaga de viento

querrá firmar su querencia en lo específico

para diferenciarse del día anterior.

Con el objetivo abierto,

la vida es una sucesión de momentos

que se persiguen,

pero cuando se ajustan los parámetros

de luz y velocidad,

no hay dos días iguales,

sino un encadenamiento de circunstancias

a las que llamamos vivencias.

28 junio 2022

HUELLA EN EL TIEMPO



Ha ocurrido, es cierto.

Tal como esperaba, pero

no deja de sorprenderme cada vez.

Es como una huella en el tiempo:

como el martes sigue al lunes

o a mayo le sigue junio,

o al orto el cenit.

 

Llegué, vi y me convencí:

cada paso es como desenterrar

restos de mi propia arqueología,

es rememorar y es revivir.

 

Aquí estabas. Aquí estamos.

Es como jugar la prórroga,

como desempatar

o el gozo infinito

de no dar nada por acabado.

 

Es vencer a este día,

a esta puesta de sol

que acabará en tinieblas,

es el prodigio de poder contarlo de tu mano

y vivirlo juntos.

10 octubre 2021

UNA SUAVE BRUMA



 

Sobremesa. Una suave bruma

me sobrecoge y embriaga,

un sopor en el que se mezclan

las alarmas del noticiario

y las refrescantes  imágenes

de quienes disfrutan de la playa

o hace el ganso llamando la atención.

Ahora es veladura ciega, soporífera

transferencia hacia el vacío

desde la dudosa existencia

que pierde identidad por momentos.

Los brazos de la butaca se han desplomado

y han arrastrado a los míos

que ahora languidecen sin latidos

y me resulta imposible recoger.

Se queja el cuello en tortuoso silencio

y siente alivio tras un movimiento

de hombros con respuesta sonora.

Detrás de las dunas del duermevela,

un león es primer plano amenazante

de vida salvaje. Sigue el banquete.

Una cebra cede el paso

y vuelvo al abismo del que no había salido.

En el vigor de mis brazos

duerme o vela la relajación

y se hace noche cerrada

cuando no son las cinco de la tarde.

21 junio 2021

RUEDAS DE MOLINO

 


 

A veces tropiezo en lo barrido

o un simple papel

se convierte

en barrera infranqueable,

imposible de superar.

 

A las puertas del verano

una tormenta,

─no sé si con nombre propio o del montón─

desborda el vaso

y las cloacas no pueden

con el flujo.

 

Tampoco yo. Tampoco

puedo tragarme cada día

la basura contenida en los informativos

y sus sesgos,

ni las poses de quienes pretenden

hacerme comulgar con ruedas de molino.

24 marzo 2021

ANTES DEL ALBA


Me acostumbré a ver amanecer

desde la más tierna infancia

y a degustar el aclarado progresivo

de las tonalidades oscuras,

en lucha con las armas de la luz.

 

En el patio, las plantas hacen

acordes enmarañados

con la brisa del amanecer,

como si se despeinaran las sombras.

Poco a poco, el incipiente claror

se abre paso y se van dorando las primeras luces;

aparecen los tonos todavía indefinidos:

los verdes, como siluetas que emergen,

los subrayados amarillos, los rosados…

una desescalada que se derrama

de la paleta natural.

 

Todos duermen de espalda a la sinfonía cromática.

Pronto se inundará el patio de sonidos

y la música del pleno día

habrá descorrido el velo nocturno de misterio

hasta el próximo amanecer.

05 diciembre 2020

ASENTIMIENTO


Tú me preguntas

y no sé qué responderte.

Todo es como ayer,

como la semana pasada,

como el último año,

como si nada nuevo trajera este amanecer

monótono de cada día.

 

El paso de los años

ha dejado un paisaje conocido

y reconocible ante nosotros,

una juntera de días con sus noches

y tus inquietudes sumadas a las mías

en este pasar por la vida,

en el fluir de manantial

de tu mirada en la espera

o viceversa.

 

Me preguntas,

fijo mis ojos en los tuyos

y sobran las palabras;

dos miradas cómplices

que se edificaron conviviendo

en un diálogo silente,

que sabe todo de la necesidad

del otro

sin más respuesta que el asentimiento.

07 octubre 2020

EL TRASTERO



Dos tramos de escalera

y accedemos al mundo de lo aplazado,

allá donde duermen las cosas inútiles

y otras que suben o bajan

al socaire de las estaciones.

Hay un ventilador en el cangilón opuesto

a un calefactor eléctrico;

así, uno hace banquillo

mientras el otro da los frutos apetecidos.

Hay un bolso enorme con adornos de Navidad,

pero con los años uno se cansa

y hasta llega a preguntarse

si no será más coherente un nacer continuo.

Hay una caja de cartón, el embalaje

de un electrodoméstico que ya dejó de funcionar

y hasta tuvo en su tiempo sustituto.

Hay un surtido de cables

de vaya usted a saber qué aparatos,

pero que siguen durmiendo la espera

de una utilidad largamente aplazada.

Hay dos enormes maletas

de una o más generaciones anteriores

a los trolley, mientras las fuerzas

se fueron escapando por el desagüe de los días.

Hay un colchón de un cuerpo,

pero ¡quién sabe qué cuerpo!

Hay una caja de zapatos

con bombillas incandescentes,

que fueron sustituidas por modernos leds

y ahora no sabe uno qué hacer

con tanto potencial en kilovatios.

Dos tramos de escalera más arriba

hay un mundo aplazado, como suspenso;

aunque, tal vez, el suspenso

sea lo que merece guardar con celo

tanta cosa aplazada.

25 julio 2020

DISTANCIA SOCIAL




Anteayer fue jueves
y dio comienzo el fin de semana;
cuando yo era joven también se holgaban
los domingos.
Hoy todo lleva otra marcha, otro ritmo,
y ni la pandemia es freno
para pensar más en el ocio
que en las obligaciones.

Nuestros mayores más remotos veneraban el Sabbat,
pero vino uno que llamó a las cosas por su nombre
y, con la oblación de su propia sangre
santificó el domingo y hasta dio pie
para que se iniciara un nuevo calendario.

Los congresistas exaltan el miércoles
como único día de trabajo efectivo
y lo aprovechan enfrascándose
y hasta, a veces, teme uno que lleguen a las manos;
se esfuerzan ese día, sí,
pero es todo lo que hacen muchos de ellos
en toda la semana.

Fui un niño medianamente aplicado
y tuve clases de lunes a sábados,
lo cual me sirvió de entrenamiento
para fajarme luego al trabajo de seis días por semana;
mas quiso el destino que me dedicara a la hostelería,
donde los días de la semana se contaban
como se cuentan las estancias o los desayunos.

No me quejo, peor fue para mi padre
y para quienes como él fueron campesinos tradicionales,
cuyo ritmo lo marca la aurora y el ocaso
y ya sabemos que el sol sale todos los días.

Como decía, jueves, un día cualquiera,
un día como otro para salir a la calle
tocado de bastón y de sombrero
tratando de evitar los traspiés que provocan
las pestañas del acerado,
mientras trato de sortear heces caninas
y tipos insolidarios haciendo mal uso de las mascarillas
o pasando olímpicamente de llevarlas
ni guardar la distancia social tan repetida en los medios.

10 julio 2020

TRAS EL CRISTAL




Cae un sol de justicia, el niño absorto
se asoma a la calle y oye el silencio.
No se aplicó lo suficiente
y el verano es un purgatorio insufrible
peleando con los libros de texto.

Se asoma de nuevo
y sigue sin ver a nadie. Imagina
a sus compañeros de curso en la playa
y la arena le ciega sus ojos.
Entona la mirada. Lagrimea de nuevo
y se restriega con el envés
de su mano derecha.

¡A merendar! ¡Voy, mamá!

Una tregua. Un respiro con sabor a chocolate
y volverá a los libros que no manejó
con la frecuencia debida
durante el curso.

Se asoma de nuevo y observa
la fuga del tiempo cuando cae la tarde:
la vida asecha constantemente
mientras el tiempo está en fuga;
vuelve a los libros y se promete
─una vez más─
que cambiará mañana.

16 junio 2020

AÚLLA EL VIENTO




Aúlla el viento como un perro callejero
y en el recodo de una esquina cualquiera,
un cuerpo sin nombre entre cartones
dormitando y cuidando su ajuar,
posiblemente sueña.

Aúlla el viento y el perro en silencio
olfatea, velando los sueños
de quien entre cartones duerme
y vela.

No es la estampa del arrabal
de una ciudad cualquiera,
es el centro histórico de la ciudad
que a pleno día el cicerone
enseñorea.

Aúlla el viento, dormita un hombre
sobre sus escasa pertenencias,
mientras el perro muy sigiloso
alerta otea.

02 marzo 2020

INAUGURANDO MARZO




Inaugurando marzo,
ha nevado copioso blancor sobre el naranjo,
encendido de anegando aroma
las calles y plazuelas de Sevilla.

Amanece con capota emplomada
bajo la capa de lo anodino.
Reina un profundo silencio
bajo el murmullo de las prisas de lunes.
Todos van cabizbajos a sus quehaceres
en un trepidar de ensimismamiento,
como en un sueño no interrumpido.

En el pórtico de una capilla
languidece la espera de un mendigo
con más mugre que esperanza;
pasa desapercibido para los viandantes
mientras el sol estrena una brecha
por entre los tules grises.
Es primavera. El vagabundo responde
con una sonrisa al sonido de las escasas monedas
que redoblan en su vaso de plástico.
Es primavera. La vida discurre sin tregua,
sin pausa. Sobre la acera, un patinete eléctrico
angosta el paso. Cada uno a lo suyo.

07 febrero 2020

¿QUÉ ME PONGO?




Aunque nunca recuerdas mis respuestas,
me sé todas tus preguntas,
esa sarta interminable y reiterativa
como collar de varias vueltas,
que se enrosca una y otra vez
con la exclusividad de ser siempre la misma:

¿Qué me pongo?

Insistes como un grifo mal cerrado,
como zapatilla que canturrea en el piso
su falta de fijación y su cantilena
o gozne que reclama lubricante.

¿Qué me pongo?

Con el empeño de hacerme tu estilista,
ignoras mis reiteradas respuestas
de ayer y toda la conjunción de pretéritos
que desfilaron secuencialmente
por mis labios a modo de muletilla.

¿Qué me pongo?

Lo que tú quieras, mi amor; lo que tú quieras…

14 octubre 2019

EL PRIMER DESTELLO DEL ALBA




Se estrelló el primer destello del alba en la ventana,
cuando entre bostezos
fui tomando conciencia del nuevo día
y la necesidad de activar las neuronas;
era como el eco tenue de una voz de mando,
en rango de obediencia que no me compete.

Salir del letargo o enredarse en él,
en ese precipicio entre la luz y las sombras
entre la urgencia de entrar al baño
y la necesidad de ser plenamente consciente…

Su retrato es la aldaba del amanecer,
la luz que vigila en las sombras genéticas
antes de colocarme las gafas
y después con mayor justificación y estremecimiento;
se me prenden mis ojos en sus ojos
y acabo tomando conciencia
de la necesidad de sisarle una hora a la noche
y desdibujar en la ducha todas las perezas.

Comienza el nuevo día y con él las prisas,
salvo para esta luz tenue que bosteza
mientras me dirijo a la parada
y echa a rodar lo cotidiano como ayer o tal vez mañana.

30 junio 2019

EL MISTERIO




Hace ya algún tiempo
que trato de desvelar
el misterio
y me pierdo entre causa
y efecto.
Voy al bar,
pido un café con poca leche,
un cortado;
cuando me lo sirven
y pido cambiar el azúcar
por sacarina,
el camarero echa mano
y saca un sobre
arrugado
que hacía guardia en su bolsillo.

10 junio 2019

QUIERO PLANTAR UN ÁRBOL




Quiero plantar un árbol
y verlo crecer con pausa,
ver cómo engrosa el tronco lentamente,
según caen las hojas del calendario,
y cómo se viste
hasta formar una hermosa copa
donde aniden los pájaros.

En mi patio, tan mínimo,
no hay árboles, sólo macetas,
y los pájaros también son ausencia
o rara vez canto fugaz que pasa
como ráfaga de viento
dejando una estela de armonía
que levanta el deseo de sembrar un árbol.

Quiero plantar un árbol, ¿pero dónde?

26 diciembre 2018

MI HABITACIÓN




Mi habitación es un poliedro:
cuatro paredes en tres vanos
y un acristalado balcón
que se asoma curioso al patio interior,
donde las plantas evocan al parque
y le mienten a los sentidos
creando un universo ficticio en la memoria.

Líneas rectas, sencillez y nada artificioso;
lo sucinto, lo imprescindible y austero
para el descanso.

Desde el techo, se derrama sobre la cama
un sol eléctrico, en la mesita de noche
un e-book predispuesto para el sombrío insomnio
y un radio-reloj con el que salir al exterior
y tomarle el pulso a la vida.

En mi cuerpo, la constante llamada
al descanso; en mi ánimo, huir del encierro
mientras pueda quedar en libertad
y en la memoria una suerte de personas tan interesantes
como para apetecer una y otra vez el encuentro.