07 octubre 2020

EL TRASTERO



Dos tramos de escalera

y accedemos al mundo de lo aplazado,

allá donde duermen las cosas inútiles

y otras que suben o bajan

al socaire de las estaciones.

Hay un ventilador en el cangilón opuesto

a un calefactor eléctrico;

así, uno hace banquillo

mientras el otro da los frutos apetecidos.

Hay un bolso enorme con adornos de Navidad,

pero con los años uno se cansa

y hasta llega a preguntarse

si no será más coherente un nacer continuo.

Hay una caja de cartón, el embalaje

de un electrodoméstico que ya dejó de funcionar

y hasta tuvo en su tiempo sustituto.

Hay un surtido de cables

de vaya usted a saber qué aparatos,

pero que siguen durmiendo la espera

de una utilidad largamente aplazada.

Hay dos enormes maletas

de una o más generaciones anteriores

a los trolley, mientras las fuerzas

se fueron escapando por el desagüe de los días.

Hay un colchón de un cuerpo,

pero ¡quién sabe qué cuerpo!

Hay una caja de zapatos

con bombillas incandescentes,

que fueron sustituidas por modernos leds

y ahora no sabe uno qué hacer

con tanto potencial en kilovatios.

Dos tramos de escalera más arriba

hay un mundo aplazado, como suspenso;

aunque, tal vez, el suspenso

sea lo que merece guardar con celo

tanta cosa aplazada.

22 comentarios:

  1. Todos sabemos que lo que hay en el trastero es muy posible que, salvo alguna cosa, no lo volveremos a usar en nuestra vida; pero la sombra de Diógenes la llevamos todos encima.
    Un abrazo, Paco.

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    1. Has puesto el dedo en la llaga, Cayetano, pero algo más que la sombra. mucho más que eso, aunque no lo reconozcamos.
      Un abrazo.

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  2. Tengo una cochera en donde, además del coche, guardo todo lo que expulsamos de la casa, allí tengo camas de las niñas, ellas echaron a volar en su día, tengo los libros y trabajos de las dos carreras, ocupan un buen espacio y no se porqué lo guardo solo acumulan polvo, tengo las maletas de los viajes, ¡¡ah!!y cajas llenas de libros, ya comenté en su día que me dijeron, los libros o yo tenían que salir de casa, el espacio obligaba, está claro, los libros y hay muchos pese a que he dado algunos, todo esto es lo que hay en mi cochera-trastero, siempre, cuando cogemos el coche, decimos ¿cuando vamos a hacer limpieza?, seguramente la limpieza la hagan nuestras hijas cuando ya no estemos.

    Un abrazo.

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    1. Tan solo me resistiría a los libros, el resto de las cosas son reemplazables.
      Un abrazo.

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  3. Buen repaso al cuarto trastero,con todas las cosas que se van acumulando.

    De vez en cuando hay que poner orden en él y tirar lo inservible.

    Besos

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    1. Lo inservible es la mayoría de las cosas que guardamos y con un afecto que el tiempo se ocupa de diluir o afirmar.
      Besos.

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  4. Los trasteros siempre son inspiradores de buenos versos ...además de albergar nuestro " síndrome de Diogenes" particular.
    Un abrazo.

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    1. Es cierto, Chelo, el riesgo del síndrome está asechando en el trastero.
      Un abrazo.

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  5. Ahí va quedando el pasado, que dejó de utilizarse, porque lo verdaderamente importante son los sentimientos. Es bueno mirar el trastero de vez en cuando y darnos cuenta de que lo material se va quedando en el olvido...Ahora en esta pandemia vamos ordenando prioridades, Francisco.
    Mi felicitación y mi abrazo por tu clara profundidad, amigo.

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    1. Cada vez que echemos una mirada al trastero encontraremos cosas inservibles e incluso muchas que ni sospechábamos que estuvieran allí. Gracias, María Jesús.
      Un abrazo.

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  6. Has descrito a la perfección mi trastero aunque seguro que yo tengo muchos más trastos. Llevo tiempo diciendo que tengo que tirar cosas pero cuando voy y lo veo me digo "mejor otro día que hay mucho trabajo y ahora tengo otras cosas que hcer".....y la verdad es la pereza la culpable.Saludos

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    1. Es que no somos muy diferentes, Charo. Tenemos en común más cosas de las que imaginamos y el trastero es una buena balanza para ello.
      Un abrazo.

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  7. Hola Francisco. Se van guardando cosas que piensas que pueden valer y
    la verdad que al final nunca más se usa.
    Mi trastero tiene también montones de cajas y teléfonos viejos. El primer ordenador que usamos que era con un radio cassett.
    Menos mal que ahí no pide pan. Ya no guardamos nada va al punto limpio.
    Abrazos

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    1. Esa es una buena solución, Isa, mandar los trastos a un punto limpio. Por suerte, cerca de casa tenemos uno para pilas, radiografías, material eléctrico o electrónico... Ahora no guardo nada de esas cosas.
      Un abrazo.

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  8. :) Bendita es y siga siendo tu brillantez, poeta.
    Un abrazo.

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    1. ¡Ohhh, Sara, grande es tu bondad para conmigo! Muchas gracias.
      Un abrazo.

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  9. Qué difícil hacer poesía de algo tandesastroso como untratero. Pero tú lo haces y bellamente.

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    1. Muchas gracias, Tracy, por tu generosidad para conmigo.
      Un abrazo.

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  10. Qué maravilla amigo, encontrar poesía y pensamientos en todo, especialmente en el altillo que en mi caso es un "bajo la escalera". Similitudes en cualquier casa que se precie. Un abrazo

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    1. Esto demuestra que no somos tan originales, Rosa María, sino que es mucho más lo que nos une que lo que nos separa.
      Un abrazo.

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  11. Un trastero lleno de recuerdos. Saludos amigo Francisco,

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    1. Sin dudas ese es el motivo que nos impulsa a guardar cosas inservibles, Sandra.
      Un abrazo.

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