Música de sal,
en la espuma de tu mirada,
en el dulzor de tus labios
sedientos,
─antaño ansiosos─
en las huellas de tus pies
desnudos
y en el batiente de la
brisa,
cuando acaricia tus
cabellos.
Música de sal,
como eco imperecedero
de ese tiempo eternizado
de tu presencia en la mía,
de tu mano en la palma de mi
mano
y la tarde dormida en tu
regazo
sin voluntad de despertar.
Música de sal
en la caracola de mi oído,
en la permanencia de ti en
mí
con la constancia con la que
el agua marina
se bate y arrebata hecha
espuma en la orilla.
Hola Francisco. ¡¡Qué bonitooooooo! "Música de sal" un poema precioso con la música de esa caracola.
ResponderEliminarAbrazos
Muchas gracias, Isa, por apreciarlo así.
EliminarUn abrazo.
Muy apropiado el título. Siempre es menester poner un poco de sal en nuestras vidas.
ResponderEliminarY en el salero guardamos toda la gracia de las sirenas.
Un abrazo, Paco.
...y las aspiraciones constantes de seguir rumbo a Ítaca. ¿Me acompañas, Cayetano?
EliminarUn abrazo.
Un poema muy bonito con título incluído.Saludos
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Charo.
EliminarUn abrazo.
Preciosa metáfora, que vas desmenuzando y dándole sentido a lo vivido en común. Anafóricamente vas repitiendo esa "música de sal", mágico estribillo, que nos deja su huella en los labios, en la piel y en el alma por su sabor físico y espiritual, ya que la música eleva el espíritu y la sal conserva y da larga vida. Muy bello e inspirador, Francisco.
ResponderEliminarMi abrazo y feliz octubre, que camina deprisa.
¿Cómo pagarte tan generoso esfuerzo, María Jesús? Entre me gusta y el análisis siempre optas por lo segundo y te lo agradezco mucho.
EliminarUn cálido abrazo.
La sal ha tenido un gran simbolismo en todas las culturas. Hasta la Biblia habla de ella.
ResponderEliminarNo es extraño que la hayas utilizado en tu nuevo poema. Ahora unida a la música hace una buena combinación.
Besos
Y también está en el inicio del salario. La combinación caracola, sal y música viene dada en la imagen, el resto era cosa de ir sumando.
EliminarBesos.
Verdadera música, es dejarse acariciar por la voz de tus versos tan entrañablemente tiernos. Seduces el alma de tu musa.
ResponderEliminarUn abrazo de arena y sal.
¡Ohhh, qué bonito, Sara! Muchísimas gracias.
EliminarUn abrazo.
Que hermoso poema amigo Francisco, me encanto, la imagen preciosa. Saludos.
ResponderEliminarCelebro que te haya gustado, Sandra. Muchas gracias.
EliminarUn abrazo.
Apasionado y amoroso, inagotables facetas en tus versos. Y con este me voy a dormir, un abrazo cariñoso
ResponderEliminar