24 mayo 2019

TU EJEMPLO, PADRE




En mi pecho todavía late
tu voz.
AMELIA DÍAZ BENLLIURE



Por tu sonrisa entreabierta,
siempre apaisada,
en esbozo asimétrico,
un derroche de ternura
que esponja la dureza del camino
e invita a la fiesta de lo extraordinario,
desde lo cotidiano al paraíso.
Guardados los aperos
en el reposo nocturno,
hasta el sudor del día siguiente,
entre tus manos callo-sarmentosas
un libro con el que inducirte a soñar.
En mi retina de niño,
tu contagioso gusto por la lectura,
tu fantasía paralela al terruño,
tus sueños, tu voz y tu apacible ternura.
Tu voz, padre; tu ejemplo
ayudándome a memorizar
a Gabriel y Galán y a Espronceda;
de tu inoculación, mi vida de lector
y, por simpatía,
la de mis hijos y nietos.
Tu ejemplo, padre, semilla que germina.

21 mayo 2019

VISTO PARA SENTENCIA




¡Los juncos han mirado tantos puentes
antes de que existiéramos…!
ANABEL CARIDE


Éramos dos juncos tiernos, flexibles y frágiles,
movidos por el caudal de la vida
en el columpio de la inocencia;
la corriente nos invitó a un destino común
al que ambos hemos sido fieles…
Han sido numerosos los puentes,
las quebradas, los vadeos y remolinos,
─también los trasvases─
pero orillándonos cuando había que hacerlo,
aquí estamos, con los pies hundidos
en el barro de nuestra vocación y promesa
hasta que la mar nos abrace
con su acidez yodada y a punto de sal.
Entre sequías y arriadas,
─siempre erectos─
nunca nos hemos bañado en otras aguas
y así lo será por siempre.
Si a ti te llegase el empequeñecimiento,
que yo me revista de ternura
y mi sonrisa aplauda con dulzor tu inocencia.

18 mayo 2019

COMO CAPA DE ARMIÑO




Me acostumbré a mirar con tus ojos
y ya mi universo es la panorámica
que ha conformado mi conveniencia
a la tuya, en la que me acomodo.
Cuando la distancia crea un vano
que se mide en desconciertos,
te busco en mis letras y ahí eres
presencia viva y constante,
flor de cada día.
Inventaría para ti la Arcadia de tus sueños,
─que son los míos─
y me ahormaría a tus zapatos y a tus guantes
por no perder el tacto en la tibieza del olvido;
idealizaría tus caprichos como antojos míos
y sudaría tus esfuerzos porque no se diluya
tu sonrisa,
esa en la que me abrigo
y me entallo como capa de armiño.

17 mayo 2019

A TI LECTOR




A ti lector, la desnudez de mi alma,
mi alborozo y mis tristezas,
lo que me nutre y lo que me destruye.
A veces en el texto, otras entre líneas,
como quien se recata
por no desvestirse,
hablo del reflejo en el espejo
y no del adusto que se mira
y ensaya una pose.
En verdad, ningún enigma que te lleve
a saborear algo sustancioso o delicado.
Imagino tu mirada escudriñando entre líneas,
buscando un tesoro inexistente
que no es otro que el de esta relación autor-lector,
esa magia que a mí me permite abrir sendas
y que tú aprovechas para adentrarte en la espesura.
Finalmente, entre ambos,
hemos construido una historia
en la cual se cumple que, uno ha dicho lo que quería
y el otro ha interpretado aquello que le cuadra.
Los dos tenemos razón, lector;
mía es la desnudez de mi alma,
mi alborozo y mis tristezas;
tuya la estela que te llega
y encuadra en la pantalla de tus vivencias.

12 mayo 2019

BUSCARÉ EL TRUEQUE




No tiemble tu voz, tampoco titubeen tus pasos;
no temas, te amaré por siempre,
porque nunca no existe en el diccionario
de mi habla íntima,
y tampoco el fracaso es huésped
de nuestra larga convivencia
en la humilde morada que un día formamos.

Cuando la opacidad reine en tu entorno,
cuando la niebla se haga densa
y tu mirada se desparrame indiferente
por las aguas de los mares del olvido,
me revestiré la saya de tu página en blanco
y seré tu lazarillo por todos nuestros días,
seré el pícaro honesto para tu invierno adelantado,
que será glacial para ambos, muy muy gélido.

No temas, amor, yo buscaré el trueque,
para que tu silencio venga a mí y te libere,
o compartámoslo por igual
menospreciando su existencia
con el desprecio de no hacerle aprecio.

04 mayo 2019

UNA LLAGA TU MIRADA




Una llaga tu mirada de tristeza,
la desorientación que te aturde
y el miedo, el mucho miedo. Ese
que tú no sabes a qué
y el mío que por el tuyo
se hace ovillo o se desmadeja.

Aquellos labios de fresa,
aquella turgencia que encendía las estrellas
y daban sentido a mi ser;
aquella sonrisa de estrenar el mundo cada día,
cada mañana sin resortes, sin horario,
sin otro sentido ni otro compromiso
que el de vivirnos, al tiempo que vivificarnos…

¿Dónde se ha enredado nuestro ayer?
¿Por qué vericuetos se ha destilado
la sonrisa de sentirnos entrelazados?
Mi heredad, mi salud, todo lo diera
porque estando uno junto al otro
se hubieran deslindados las fronteras
y hasta confundido el estado físico de lo sólido y lo acuoso.

02 mayo 2019

SUS MANOS EN EL ESPEJO AZABACHE




Sus manos en el espejo azabache del Steinway & Sons,
cera virgen, maleable, dúctil armonización al sonido
trotando por el teclado bicolor con aplomo y travesura;
sus uñas, esmaltadas en rojo, como acentos diacríticos
que van pautando y modulando el sonido,
acompasándolo al ritmo respiratorio de sus pulmones
y en breve de todo el auditorio,
así como al leve arqueo de su espalda desnuda
cuando clava su pisada en los pedales.
En el auditorio reina un profundo silencio,
entremezclado con los pétalos sonoros de la melodía:
de Frédéric Chopin,
con el regusto inequívoco de María Márquez Torres.