31 marzo 2019

UN PERMANENTE AMANECER




Noble arquitectura tu mirada,
la derrochada en la noche de los cielos toscos.
MARITXÉ ABAD I BUENO



Centelleante,
luminosa como estrella fugaz
que corretea el firmamento
de un lugar a otro,
con su mirada electrizante
y cubriendo de versos y voz cálida
la anchurosa franja que va
desde la huerta valenciana
a la ciudad nazarena.

Ella es un permanente amanecer,
como retazos de otoño en primavera
que no se eclipsan
con singladuras y mejunjes literarios;
ella es de un ángel, un volcán en erupción,
una princesita que sueña
y juega a ser mayor; que sueña
y ensueña. Sueña y fantasea con letras
en lugar de hacerlo con muñecas.

29 marzo 2019

EL AMIGO FIEL





El amigo fiel, el amigo cierto,
como un bosque frondoso, cubriendo los sueños.
JOAQUÍN HIDALGO CEJUDO



La amistad, como la lluvia,
llega en el momento insospechado
ofreciéndose, sin demandar nada,
y acaba por empaparlo todo
preparando con mimo el barbecho de tu vida
para futura cosecha generosa en abundancia y dones,
de la que , al principio, ni se adivina la simiente,
ni se conoce el sabor de su estirpe;
es semilla que muere en la tierra de cada día
y que acabará por germinar y da flor
y luego frutos abundantes y nutritivos.

El amigo fiel participa de tus gozos
y bebe y brinda con ellos,
pero se hace presencia silente
en los acontecimientos oscuros de tu vida;
no recela, no envidia, ocupa siempre un discreto
segundo o tercer plano. Está, por supuesto
que está con la mano tendida para levantar,
también para aplaudir, nunca para reclamar;
como la mano de un dios menor,
es tea en lo oscuro y obrera en el silencio
y se goza en su hacer desde el anonimato.

27 marzo 2019

BANAL ES LA PENA




Calla
deja que el viento solloce
en un alud de arena.
CONCHA VILCHES CANSINO



Banal es la pena que reprime la lágrima,
que no riega las estrías del rostro
para que respire e hidrate,
para que vuelva a ser nutrido
y a lucir con esplendor.

Vana una lágrima sobre una rosa del jardín,
cuando en la flor se quedaron perplejas
mil cuentas de un rosario de escarcha
y otras tantas perlas en competencia
que la empujan al vacío de los cristales rotos.

Quizá se le quedó enquistado un beso
con los labios fríos
de un amor que no ama,
que simula y se trasviste de opereta,
que tiene más de puesta en escena
que de amargura ardiente.

En el sollozo del viento se columpian las penas
de esas lágrimas contenidas
que dejan sabor a tuera,
constriñe el rostro y asfixia la garganta.

26 marzo 2019

EL ZAGUÁN DE TU CASA




Las migas de pan son ahora
escarcha sobre mi mesa.
PEPI BOBIS REINOSO

El zaguán de tu casa,
estrellada sonrisa,
anchurosa como la mar en calma;
la calidez salina del abrazo,
que rúbrica, certifica, ampara,
la generosa acogida de tu ámbito,
pleamar que repliega las arenas
y constriñe a mínimos la playa.

En tu Jardín de los instantes
yo hago morada
sin horarios, sin prisas,
columpiándome en la calma,
bogando todo mi ser por tus palabras
y descifrando imágenes
que parecen encalladas
y son festín de olas y algas,
orgías de plata nacaradas;
luego, sobre mi escritorio,
morfemas, retazos de palabras,
música hilvanada a los vientos:
las migas que quedaron en tus labios, 
son ahora de escarcha.

25 marzo 2019

YA APRENDERÉ TU NOMBRE



Puedo verlo con los ojos,
pero no escucharlo.
BELÉN OLABARRÍA MUÑOZ



Se me olvida un nombre
en el tumulto ajetreado del día a día,
pero no se me olvida la calidez
de una mirada que escruta
ni el calor de una manos  que acarician,
que se deshielan en las tuyas
y parecen aletear con ímpetu de gaviota,
por muchas que hayan sido las urgencias
o desangelada la presentación o despedida.

Los nombres no delinean, acotan;
tampoco el concepto primavera
es ver cómo regresa una y otra vez el azahar,
pero el aserto de una ballesta haciendo diana
es culmen en el talón de tu equilibrio.

Que callen las palabras
cuando una mirada es aguijón certero
que no deja impasible.
Ya aprenderé tu nombre y lo enroscaré en mis meninges,
y lo repetiré hasta el agotamiento;
ahora, sin dilación, pon tus manos sobre las mías
y no dejes de mirarme hasta que seamos uno.

24 marzo 2019

ESCARCHA EN EL ALMA




En el lento silencio de las piedras
escribo con tiza lo que mañana pensaré.
PILAR ALCALÁ GARCÍA


En piedra cincelo tus caricias de antaño
y en la arena de la playa
escribo con rabia tus vocablos hirientes
para que se hagan océanos
en la próxima pleamar y se derramen,
serán destellos lumínicos en días obscenos.

Con los besos que me diste
me he hecho un cíngulo
con el que entallar a mis caderas
tu nombre en la osamenta de mi verticalidad,
mientras observo
la dejadez de este abandono
que me estrangula al pensarte.

En mis proyectos, ahora en bancarrota,
toda una baraja de alocados conjuros:
escarcha en el alma desolada,
vértigo en la contraventana del tórax
y ventisca en el corazón o naufragio inefable.

23 marzo 2019

Y SE ALEJÓ




Alguien partió de ti,
llevando tus naves en busca de ajenos universos.
ROCÍO BIEDMA




Y se alejó.
Se alejó como quien se adentra
en las aguas de un océano desconocido,
en la ciénaga del olvido
o en el cepo de la traición,
donde el naufragio es el inevitable colofón
de tan nefasta singladura.

Ya no ha de recordar
que lo habíamos hilvanado con puntadas de pasión
y con el mimo de un artesano
que borda con hilos de plata y oro
en los escasos arrumacos concedidos.

La distancia es la cárcel
donde se maceran las fogosidades en cocción lenta,
como si un alud prolongara el invierno
cortando las amarras de lo cotidiano,
dejando de ser titubeo incipiente de juventud
para ser tachadura, borrón, desgarro;
un descalabro sin zurcido posible
por el que se me escapa la vida en este cuentagotas
que agoniza.

18 marzo 2019

POEMA INCOMPLETO




Así como el parto es la defunción del embarazo,
─cortina rasgada o nuevo latido─
así también la muerte
es cerrar los ojos para siempre
y abrir el alma a la luz eterna;
un tránsito hacia el movimiento uniforme
y desacelerado…

17 marzo 2019

TODA LA MEMORIA

Estos espigones dieron una protección a las playas de Marbella que la naturaleza no siempre conserva. Después de que fueran construidos y vividos sus efectos fueron levantados y ahora un gran movimiento ciudadano, entre los que me encuentro, los añora y pide que sean repuestos.

Toda la memoria cabe en una mirada,
toda ella en un breve entornar los ojos
o en un soslayo por el retrovisor de los días
y recordar a mis hijos en una de las recoletas
ensenadas al cobijo de los espigones.
Allí nadan sus primeros gozos
y se agazapan las viejas sombras
de mis recuerdos, los atardeceres plácidos
y la bandada de velas como gaviotas al viento
que se hacían a la mar para regresar al amanecer
con un incierto número de cajas de sardinas
como plata azulada que cubrían con nieve
—hielo picado—
para prolongar la existencia.
Mi presente de indicativo revive y goza
de aquel faenar ajeno, del gozo de mis hijos
jugando en el rebalaje. En esas mismas arenas,
─cuando las hay─
aún se dibujan las velas latinas
difuminándose en la lontananza
y en la apetencia propia y multitudinaria
el revivir de aquellos espigones.

15 marzo 2019

ME SIENTO MUTILADO

Leído en Noches del Baratillo



Hasta no hace tanto, el silencio
me iba deletreando la sintonía al oído
y sólo tenía que transcribirla
para componer una canción o un poema.

Hoy me siento mutilado, aturdido, pequeño…
Hoy tengo un ruido a latón y a nata,
un eco social que tamborilea en ambos yunques,
y los martillos repiten machaconamente
con voz afónica: ¡No llegarás a nada!

Se me había poblado la boca de pájaros
y todavía faltaba por descubrir
que, en un nido del paladar
despertaban unos gorriones
que animosos piaban endechas a la aurora.

El eco social de anoche en La Carbonería
es rayo que deslumbra mi torpeza,
es palada de arena sobre mi fuego creativo
que me conduce a un mutis por el foro.

Ya, ya me apresto a dejar de soñar
y me dispongo con toda humildad al vasallaje,
querida y admirada Pilar Alcalá García.

13 marzo 2019

METAMORFOSIS




El gusano se quedó dormido,
se abarquilló sobre sí
cuando le blanqueaban flecos que luego amarillearon
y fueron un saco de dormir de seda.
No sabemos si se echaron a soñar juntos
en una caja vacía de zapatos,
imitando al gran plantígrado del polo
en su siesta hibernante.

Pasaron los meses como pátinas de olvido,
sin novedad alguna;
finalmente, un murmullo de aleteos
dio nuevos ecos a la caja:
ahora alas brillantes, como de polvo dorado,
como tornasoles de estrellas
que no hacían nada por levantar el vuelo.

En el reloj biológico, un nuevo paso
sin atrasos ni adelantos,
un eslabón de vida
como semilla de grano que muere en tierras para dar vida
en la frontera de lo milagroso,
de lo cercano y al tiempo lejos de nuestra voluntad.

12 marzo 2019

DOCE MÁS UNA MANERAS DE BESAR




En el parque, los enamorados ahorman besos.
Escribía carta de amor y las sellaba con besos.
En el cuello, manchas de carmín delatoras de amor.
El mago se esconde un beso en la manga.
Por los whatsapp todos los besos son iguales de fríos.
Los besos del amanecer se desperezan de los ensueños.
Por el teléfono, los besos son heladas promesas.
El emoticono de un beso es una mancha de rouge que no despinta.
Guardaba besos para los momentos de abandono y los encontró corrompidos.
Ensayaba cada día un beso, pero no llegó a estrenar.
Tras la discusión, los besos le supieron a hiel.
Todavía eran inmaduros, pero aprendieron a macerar los besos con parsimonia.
Los besos son los morfemas de los poetas enamorados.

09 marzo 2019

SAXO JAZZ




La noria de la vida
lo había aupado al garito más prestigioso
de la ciudad noctámbula,
allá donde se trasiega el alcohol,
miradas con acuse de recibo
y sustancias prohibidas.

Él era un todo integral con la doble
curvatura de su saxo,
con el que había aprendido a transmitir
y a contagiar lágrimas negras
entre luces de neón
y vaharadas densas de humo.

En sus ojos el negro colirio de la noche
y en su día la contracorriente
de divertir a insomnes y bajos mundos.

Antes, en los sótanos del Metro
todo había sido inapreciable y transitorio:
madrugada por aurora,
miradas compasivas o desprecio opaco
por reconocimiento y clamor;
a lo sumo unas monedas,
los altibajos de los cangilones de la vida.

06 marzo 2019

QUINTETO




El río es una orquestina
cuyas notas brincan de risco en risco
y se remansa en los meandros
de apacibles adagios.

En el espejo del agua,
la turbulencia de su mirada
buscando complacencia.

El concertino convoca voces armónicas,
la melodía única, el eco uniforme
sin las impurezas de las disidencias.

El oboe toma protagonismo
y con paladar de réquiem,
introduce una lastimera salmodia
que contagia al conjunto de melancolía.

En el sensible arco del chelo,
un afilado dardo apunta bien alto
soñando pleno en la idílica diana.

Cuando el río se hace torrentera,
un quinteto sueña entre peñas, juncos y adelfas,
con el pentagrama de la Naturaleza.

03 marzo 2019

A VECES





Pero una herida
es también un lugar donde vivir
JOAN MARGARIT



A veces soy niebla, nieve que se derrite
en la vereda, nebulosa indecisa, perdida
hacia el discurrir incierto que lleva al mañana.

A veces soy luz que mira a su oriente
y percibe cada uno de los pasos dados
hasta llegar aquí y contemplar el perfil
quebradizo  o firme de mi ser. Otras…
Otras soy duda; temeroso titubeo
que va de tropiezo en tropiezo por los escaques
de esta vereda de jaque mate temido e inevitable.

A veces, este proceso de maduración
que me desencuaderna,
esta evolución siempre en declive limitativo
que infecta mi herida,
no es otro que la puerta del embarcadero
al que temo y donde aguarda Caronte.

A veces, robusta fortaleza;
otras, ventisca  de desalientos:
una herida abierta por la que destila mi ansiedad.