31 diciembre 2018

EN LA PLAZA




En la plaza, aroma a café
que me bocea con su acento amargo
de manera insistente;
desde una ventana entreabierta
rumor de escalas y rasgueos de guitarra
calentando dedos.

Un niño en bicicleta se cruza de acera
y altera mi atención
en tanto acaba el riesgo.

Ahora la guitarra entona
con suma claridad por soleá
y en mi garganta, como un quejido sofocado
recuerdo este cante:

Toda la noche despierto
con tu nombre entre mis labios;
y de nada me arrepiento.”

30 diciembre 2018

ORACIÓN DE VÍSPERAS




Desde el cuadro que preside mi cuarto
me miras con ternura
y hasta me parece escuchar tus correcciones
señalando para mí
el camino que lleva a la vida.

En mis propósitos,
considerar tu voluntad,
pero en mis hechos, la deriva,
el eterno derrotero
que me acerca al precipicio del yo,
me saca del camino,
me empuja a la ficción
y acaba con mi esperanza de vida en plenitud.

Desde tu estatuaria presencia,
rigor en la enmienda
y dulce paciencia para mi terquedad.

29 diciembre 2018

CREER EN LA JUSTICIA




Me enseñaron a creer en la Justicia,
a esperar y a confiar en ella
como de forma natural confiaba
en el regazo de mi madre,
el burladero fiable que protege y salva.

La Justicia, es el último recurso,
el amparo inane, parcial, inseguro,
dirigido por el dedo del Ejecutivo
al que se rinde honores de trastienda.

Roma cimentó sus bases,
trazó las líneas maestras
como sus ingenieros diseñaron las calzadas
por las que comunicar
las conquistas y sus frutos al Imperio.

Me enseñaron a creer en la Justicia,
pero he dejado de creer en el dedo que les nombra.

28 diciembre 2018

MAÑANITA DE NIEBLA




El diseño del día
no ha debido contar con el acuerdo
del Maestro,
de ahí que haya quedado todo emborronado
cuando alguien ha tratado de rectificar los trazos
inapropiados de algún inexperto.

Primero ha usado el borrador,
con sus huellas débiles y arrastradas,
donde las líneas son arrepentimientos
que dejan tras de sí
una malla de errores;
después fue el difumino
empastando de uniforme gris
luces y sombras sin formas…

Una mañana pastosa
hasta que, hacia el mediodía,
el sol fue deshaciendo las dudas
y la retardada noche
acabó por incendiarse de sol,
a esa hora en la que la luz esconde las sombras
bajo los zapatos.

Finalmente, ha quedado una tarde de paseo.

27 diciembre 2018

ME ARROPO EN TUS RECUERDOS




En los plátanos de la plaza,
un entramado de ramas desnudas,
brazos nudosos y artríticos
que fueron alfombrando los suelos
de mullido y ojeroso ocre.

Mientras los caducos se desvisten,
─al llegar los fríos─
me arropo y ensimismo en tus recuerdos
tiritando de desnudo desamparo
ante la poda de tu olvido.

26 diciembre 2018

MI HABITACIÓN




Mi habitación es un poliedro:
cuatro paredes en tres vanos
y un acristalado balcón
que se asoma curioso al patio interior,
donde las plantas evocan al parque
y le mienten a los sentidos
creando un universo ficticio en la memoria.

Líneas rectas, sencillez y nada artificioso;
lo sucinto, lo imprescindible y austero
para el descanso.

Desde el techo, se derrama sobre la cama
un sol eléctrico, en la mesita de noche
un e-book predispuesto para el sombrío insomnio
y un radio-reloj con el que salir al exterior
y tomarle el pulso a la vida.

En mi cuerpo, la constante llamada
al descanso; en mi ánimo, huir del encierro
mientras pueda quedar en libertad
y en la memoria una suerte de personas tan interesantes
como para apetecer una y otra vez el encuentro.

25 diciembre 2018

ARPA MÁGICA




Un ángel de bucles amarillos
como filigranas áuricas
en cuyas cascadas sonaban endechas.

Cuando todavía hablaba
con muy escaso vocabulario
y había que esforzarse para entenderla,
se subía a una banqueta
e imitaba a mamá
con el arqueo de su brazo izquierdo
que se diría congénito,
y posaba el arpa con la suavidad de una pavesa,
hecha madera noble, sobre su hombro derecho.

Acariciaban las cuerdas
sus frágiles dedos,
como gorrión que picotea la merienda de un niño,
arrancando sonidos que no aparecen en los pentagramas.

Tenía cierta dificultad
para relacionarse con otros niños,
pero embelesaba a los mayores
con sus trenzados y trémulos armónicos.

24 diciembre 2018

LA PERFECTA IMPERFECCIÓN




Hay luz en cada sombra.
JORGE GUTIÉRREZ DIEGO


Todo bondad, todo exuberancia,
posiblemente alguna tachadura,
algún borrón inapreciable
por los derrapes de sus sinuosidades
o un trompo que le devuelve a los márgenes
de ampulosa generosidad
y grandeza, también de espíritu.

En ella todo es desbordado,
de dimensiones apaisadas
y generosos desvelos.

Cuando la naturaleza es dadivosa,
también lega algún rincón oscuro,
una sombra
sobre la que pasar página
sobre el alma que se desdobla dándose.

A su paso, todos hacen silencio,
oscuridad luminosa, sombras difuminadas,
chismorreos disimulados
bocas torcidas:
un claroscuro en el fiel de la balanza.

22 diciembre 2018

RECUERDAS, AMOR




¿Recuerdas, amor,
cuando aún no conocíamos
el tacto de nuestras manos,
ni el tembloroso sudor indeciso,
ni aquella emoción timorata de casi niños
en las primeras caricias?

No sé si alguna vez te conté
que cuando me alejaba
seguía sintiendo tu pulso sobre el mío
con mayor cadencia,
y el sofoco acelerado recorría mi espalda
y entrecortaba mi respiración.

Algo de cola debía haber en nuestras huellas
y un mucho de adicción
que aún pervive.
Cincuenta años como un soplo…
¿Sabes, amor? Cuando me desvelo en la madrugada,
te tomo de la mano,
las llevo sobre mi costado izquierdo
y acompaso mi respiración a la tuya
soplando el bombardino
con las mismas notas que tu flauta dulce:
la música es un gran somnífero.

21 diciembre 2018

LA FRONTERA




Tu piel es la frontera
y el beso un cuerpo a cuerpo soñado
que he de franquear,
el salvoconducto
que abra los portillos vedados
y se adentre en las procelosas aguas
del misterio en el que perderme,
allá donde los dos cavemos trincheras de acceso
derribando la valla y surcando el atajo
que nos lleve a la unicidad.

Quiero beber de tus labios de umbral,
saciarme en el pórtico,
en el atrio de tu integridad,
para volver una y otra vez
a apagar la sed recíproca
y crear del uno en el otro
la dependencia absoluta
como adicción sin límites ni remedio.

20 diciembre 2018

CUANDO AMANECÍA




Cuando amanecía,
por aquella rendija misteriosa entre las tejas
entraba el primer rayito de luz
y se derramaba sobre mi cama
vistiéndola de amarillo;
si despertaba de madrugada
era la luna la que se colaba
regalando su color azulado
con el que me acurrucaba hasta volver a dormirme.

A veces llovía y había que desplazar la cama
y colocar una palangana
para recoger la abundancia del cielo;
pero esa faena solía hacerla mi madre
y casi siempre mi padre.

Cuando golpeaban las gotas sobre la porcelana,
un pequeño batallón de soldaditos de plomo
desfilaba en la oscuridad
a los sones del tambor;
la pena es que volvía a dormirme
y me perdía la marcial disciplina
mientras el tambor no dejaba de redoblar.

Por aquella rendija misteriosa
que mi padre no sabía taponar,
entraban luces, aguas, y sombras,
pero también se elevaban muchos misterios.

19 diciembre 2018

COMO LADRÓN EN LA NOCHE




Como ladrón en la noche, 
con nocturnidad y sin aviso previo
somos embestidos con brusquedad
por el abandono de la salud
o por la pérdida de los pocos bienes materiales
y ha cambiado el sosegado paisaje de nuestra vida
en cruenta estepa de muda perspectiva.
Así es un revés de fortuna,
la insospechada desgracia que viene a instalarse
en nuestra comodidad
con vocación de permanencia por tiempo insoportable,
dejando una herida abierta
que ni la ciencia sabe suturar;
una violenta interrupción en el día a día
como vómito abrupto
que nos deja sabor terroso en el paladar
y un terrible aturdimiento que nos impide ver la salida.
Subir, escalar, mejorar de posición, es una corona de gloria
con sabor de ambrosía;
mientras perder
tiene el acre y pestilente resabio de la hiel.

18 diciembre 2018

ESTAMBUL: LA LARGA ESPERA




Me enamoré de Estambul en los libros;
recuerdo aquellas lecciones de geografía
imaginando un pie en Europa y el otro en Asia
y como un mar convulso, la evolución histórica:
Bizancio, Constantinopla, Estambul…

Yo nací sobre un balcón al Mediterráneo
desde dónde, los días claros,
se veían las montañas del Atlas;
casi las palpaba en el baño:
aquí Europa y allá, a pocas millas, África.

En lo más alto de Estambul, la inequívoca cúpula,
flanqueada por cuatro minaretes
como esbeltas oraciones de vísperas al cielo
y un neo bautismo profano que le arrebató la Cruz.

El Bósforo, los barcos que van y vienen
con sus mercaderías de oriente a occidente
y sus caminos de vuelta;
las teterías, los cafés con posos
de lecturas tan imposibles, tan fantasiosas…
El futuro queriéndose hacer presente
como en un renacido Delfos;
en el Gran Bazar, las especias y las alfombras,
el gentío multicolor…
Y en competencia con Santa Sofía,
la Mezquita Azul y su media docena de alminares,
guardia pretoriana que la circunda y vela
y la  hace visible desde lejos.

Me enamoré de Estambul en los libros
y en ellos sigo paseando este deseo por cumplir.

17 diciembre 2018

EN EL BARBECHO




Abro el surco en el barbecho
de esta página en blanco
con determinación de echar
la simiente con la que nutrir
tu deseo de devorar
el pan del día. Todavía
no he seleccionado la simiente
y espero con resolución
que el momento de la siega
sea para ti gozoso,
como lo es siempre el pan:
el elemento base de toda mesa.

16 diciembre 2018

EL NOMBRE DE LAS COSAS




Las cosas están es sus nombres
y el nombre es la cosa en sí misma.

Dar nombre es definir la cosa,
modelar sus formas y textura,
darle consistencia,
ductilidad o dureza;
es describir la materia,
hallar sus propiedades,
las específicas
y las que le entroncan a su género.

A ti te llamo, rosa,
con tu talle espinoso,
leñoso, largo, enhiesto, terso,
con sus verdes sépalos en copa,
con su corola incendiada
y su envolvente fragancia;
a ti te llamo, rosa.

En tu nombre, rosa,
tu presencia prefigurada
y la soñada, la que enamora.

15 diciembre 2018

LA ENTIDAD DE LAS COSAS



Una jarra,
un vaso,
un mantel,
una servilleta,
una silla,
una banqueta,
una ventana,
una puerta,
un espejo de mano,
un lápiz de labios,
una mesita de noche,
una cama…

El aroma de tu cuerpo
acentuado bajo la colcha.

14 diciembre 2018

UNA PALABRA




Una palabra,
tan sólo una palabra.

Cada palabra,
una unidad
de sentido y sonido,
una expresión desnuda,
sin ropajes, 
un universo
plurisignificativo;
el germen
de toda una conversación.

Un guiño: tu nombre.

13 diciembre 2018

EN MIS MANOS




En mis manos un ramillete de adjetivos
disputando entre sí a quién engalanar,
y ni siquiera un solo pronombre
a quien hacerle con ellos una diadema
o un buqué para la solapa.

Tampoco un verbo que pueda dar acción
y dinamismo a esta quietud
que es tan sólo un pantallazo,
un relumbrón de imágenes inertes
que no han de conducir a nada.

He buscado un sujeto y todos eran pasivos;
ninguno era merecedor de tan lujoso
decir almibarado. Sin localización,
sin ningún adverbio, sin modo, sin tiempo,
tan sólo un deseo irrefrenable y ampuloso.

Por no encontrar, tampoco hallo adnominales
que me conduzcan a quien poder señalar
tanta belleza. Sólo pido un artículo,
una oración simple con la que encomendarme
y con la que adjudicar este tesoro
antes de que acabe poniéndose mustio.

12 diciembre 2018

EL TECHO DE SEVILLA




A lo lejos, superpuesta sobre los tejados
y por encima de todas las torres
y de las espadañas,
sobrepasando a la mismísima torre catedral,
una aguja metálica, un cilindro bermejo
que se eleva como oración profana
sobre los tejados de Sevilla.

En los días de niebla,
cuando la esponjosidad asciende desde el río,
un tronco segado con difumino
que achata la mole
y la empequeñece humanizándola
como milagro desvelado.

Años de controversia:
achatada quedó la espada enhiesta
del Alamillo, con sus tirantes tensos,
y los bajitos quedamos consolados
viendo que las alturas son relativas.

11 diciembre 2018

LEVE SOMBRA




Una leve sombra de paso por la ciudad,
un elemento prescindible al que nadie aprecia
como casi nadie respeta el mobiliario urbano.
Hércules la fundó, yo en nada la he engrandecido,
ni siquiera seré un recuerdo
el día que los míos lloren mi adiós.

Desde el Ojén natal, todos los caminos
me condujeron al trabajo:
en Marbella el primero, en Sevilla el último
y el plácet a la jubilación.

Ni siquiera hijo adoptivo, tan solo
un número en el censo
un lastre para la Seguridad Social,
unos pasos perdidos y cansinos por la Alameda
y también por san Lorenzo.

En los saludos, un puñado de amigos
y en las redes sociales perseverancia,
esfuerzo diario, bríos que alojará una nube
cuando ya ni siquiera sea un recuerdo,
esfumado mansamente buscando la mar.

10 diciembre 2018

UN SUEÑO PÓSTUMO



La ciudad no conoce los nombres
de sus sombras.
FRANCISCO CARRASCAL


La ciudad, lona del circo
bajo cuyo amparo deambulan
hijos y turistas,
feriantes, contorsionistas,
fieras y payasos,
no conoce el sonido de tus pasos de sombras
ni los delirios de tu corazón
arracimados de amor
y desbocados de ensueños por pasear.

En la multitud, una sombra más,
un ser singular que se diluye entre el gentío
de propios y foráneos;
pero en la corriente sanguínea de mi cuerpo
una descarga eléctrica,
un ión afilado,
la pasión que se entrega y muere dándose
para de nuevo renacer.

09 diciembre 2018

DESDE MI OTOÑO




Desde mi otoño,
cualquier germen o tallo verde
es florida primavera,
un júbilo que se corresponde
más con lo soñado que con lo vivido.

En mi calendario, toda la semana es plana:
descoloridos los sábados
y soledad agudizada los domingos.

Cuando se acaba el calendario laboral,
algo uniforma los días
de una misma talla única;
tan sólo la visita de los nietos
acelera el ritmo del corazón
y la emoción es más eficaz que los genéricos.