30 septiembre 2024

SEXTETO

 



¡Oh llaga que amor deja

cual herida incurable!

Yo tengo en mis extrañas dibujada

una severa queja

ciertamente inestable:

¡Oh dulce panal, miel insuperable!

29 septiembre 2024

PAN

 





Un monosílabo,

un nombre común

que se hace obsesivo

cuando hay hambre.

Son muchos los hombres

que pasan hambre,

también los niños;

son muchos los hombre,

y los niños,

que tiran cada día

pan duro

o se lo echan a las palomas,

o a los perros.

¡Qué duro tener hambre sin pan!

¡Qué ocioso tener pan sin hambre!

Existe otro pan,

el consagrado,

el que nos induce

a partir y compartir el pan;

pero andamos enredados

en el posesivo:

yo, mi, me, conmigo…

Y nos olvidamos

del mandato del pan consagrado:

Dadle vosotros de comer”.

28 septiembre 2024

ESTE DÍA

 



Este día nació entre bostezos

con irisaciones grises,

casi opacas,

pero pronto se desperezó del lastre cansino

y nació la luz entre alborozos,

como nace la esperanza

o una chispa iluminada

del choque violento de dos trozos de pedernal.

Se echó por los hombros la capa azul,

la de los días solemnes,

y hasta los seres más diminutos

salieron de sus escondrijos

para contemplar el espectáculo.

Cuando no cabía mayor asombro

ni alborozo,

bajaste la escalera a sabiendas de la sobreactuación

y el glamour desbordó al día

por la puerta de servicio.

Eras un manantial de agua burbujeante y pura,

el relumbrón que todo lo despeña

por los atajos de lo superfluo,

el racimo de todo lo sutil de todas las apetencias,

el alfa y la omega que había visto en sueños;

por eso me fue fácil identificarte

y anclarme a ti con vínculo eterno.


Este día nació entre bostezos

con irisaciones grises,

casi opacas,

pero pronto se desperezó del lastre cansino

y nació la luz entre alborozos,

como nace la esperanza

o una chispa iluminada

del choque violento de dos trozos de pedernal.

Se echó por los hombros la capa azul,

la de los días solemnes,

y hasta los seres más diminutos

salieron de sus escondrijos

para contemplar el espectáculo.

Cuando no cabía mayor asombro

ni alborozo,

bajaste la escalera a sabiendas de la sobreactuación

y el glamour desbordó al día

por la puerta de servicio.

Eras un manantial de agua burbujeante y pura,

el relumbrón que todo lo despeña

por los atajos de lo superfluo,

el racimo de todo lo sutil de todas las apetencias,

el alfa y la omega que había visto en sueños;

por eso me fue fácil identificarte

y anclarme a ti con vínculo eterno.

27 septiembre 2024

APÁTICO

 




Hoy tengo la mirada sin brillo

y hasta se ha dilatado el horizonte

para hacerlo más lejano, más complejo,

más desabrido, más indefinido.

El músculo somnoliento

y hasta con residuos

de un esfuerzo que ya me viene grande,

como estas ojeras que me delatan.

La apatía se renueva en cada inspiración

y me siento hoja otoñal, débil y ojerosa,

a la espera de un soplo de brisa

para pendular hasta el suelo

en caída libre y macilenta.

Soy metal sin brillo,

mariposa sin alas,

campanilla afónica,

mecha sin aceite en un candil reseco…


¡Y yo que me había propuesto

una pasada galante en tu presencia

con la que encandilarte!

26 septiembre 2024

OJOS ENTORNADOS

 



Es cierto, con los ojos entornados

se trasciende el paisaje

y se licuan todas las fronteras,

no hay lindes, ni mojones,

ni límites que coarten los sueños.


Como la encina o el pino

no se auto limitan ni a lo ancho ni a lo alto,

como el espliego satura el olfato

y condensa las pituitarias,

como el fin de semana

acaba en atracón indigesto,

así de expansiva es la imaginación

para quien entorna los ojos y sueña.


Y tú, ante el espejo,

contemplando tu desmesura desmedida

y culpando a la moda

de la esclavitud de las tallas

y sus estrictas variables.


Con los ojos entornados,

caminando por un idílico camino paralelo,

la vida es menos vulgar, menos soez

y hasta mucho más placentera.

25 septiembre 2024

RETRATO EN BLANCO Y NEGRO

 




De la posguerra aprendí a guardar silencio,

a dar gracias por haber llegado tarde,

a eludir palabras sonoras

que pudieran haber sido aprendidas

en el entorno familiar,

a captar los conocimientos de la enciclopedia Álvarez,

a usar la caja de lápices Alpino,

a corregir y borrar y a pedir perdón,

a saber escuchar

cuando los mayores hablaban en voz baja

y a silenciar lo escuchado a todo trance.

Aprendí que la letra con sangre entra

y que un sopapo es la alberca materna

derramándose por el rebosadero.

Aprendí también el Pan nuestro de cada día,

a besar el trocito que había caído al suelo

y seguir comiendo y dando gracias.

Aprendí que nada se alcanza sin esfuerzo

y a ser aprendiz para toda la vida.

24 septiembre 2024

LEER EN LA CALLE

 



Al volver la página

una pelota me impacta en una pierna

y se me cae el libro de las manos,

un niño sudoroso me pide perdón

con la boca pequeña y sale corriendo.


No es difícil leer en la Alameda,

lo complejo es sacudirse

del murmullo y la agitación

de ese mundo paralelo

que parece inexistente

cuando leo en casa,

encapsulado en un ideal inexistente.


Bicicletas y patinetes

al libre albedrío de la jungla,

aunque desplazamientos ágiles para otros.

En las terrazas se escancia

en cantidad y velocidad inusitadas.

Un escote generoso tiene por misión

mostrar el laberinto

donde los tatuajes desamortizan lo físico.

Dos chicas caminan amorosamente de la mano

y unos mayores las miran con añoranza.

Un malabarista inexperto

ensaya su soñado debut en el circo,

mientras en un banco cercano

descansa un pordiosero, su hatillo y su perro…


Vuelvo al libro;

no encuentro la página

y me voy de nuevo al comienzo

del capítulo cuatro: Seamos epicúreos.

23 septiembre 2024

ANTICIPACIÓN AL OTOÑO

 



Llueve, aunque solo en mi deseo;

la brisa se agita entre las ramas

y en especial en el rellano de mi anhelo.

Amarillea el ocre llamando a rebato

antes la inminente caída.


Como las personas en las playas,

en el parque ha comenzado la desnudez

y el color cárdeno es el anticipo

de la desbandada por los suelos.


Han desprecintado la fuente y vuelve a correr

con la misma alegría que los niños chapotean

los charcos camino de la escuela

y sus madres se desgañitan en vano.


Todo es verdad, aunque en los recovecos

de la memoria, y esta se excita y se remueve

tratando de ser finalmente actualidad.

22 septiembre 2024

LA CARACOLA

 




A mi nieto Alberto.


No es su nombre, pero él la bautizó como

La Playa de las Rocas”.

Todavía no se había encontrado a sí mismo

y ya se afanaba en buscarle la identidad

a cuantas criaturas marinas vislumbraba.

Él les adjudicaba nombres

y yo afirmaba para su contento

como si de un biólogo marino se tratase.

Entre las rocas, empezó a distinguir,

despistado por la difracción de la luz

y el natural del nácar,

la belleza de algunos cuerpos adheridos

que no escapaban ni eran escurridizos

como los pececillos que se les escabullían.

No entendía como seres tan pequeños

estaban tan fuertemente unidos a la roca

y cómo sus mano mínimas

eran incapaces de separar aquellas lapas

ligada a la piedra contra viento y marea.

La mar no dejaba de emitir su música

por entre las oquedades y él

de todo se iba maravillando.

Cada piedrecita era una joya,

un lustre, una luz cuyo reflejo cambiaba

al salir del agua,

pero seguía evocando el recuerdo de lo vivido.

De entre todo lo acumulado,

una caracola de un blanco interno impoluto,

tras liberarla del ermitaño negruzco

que la habitaba.

Con no poco esfuerzo, logré que sonara

y esa caracola fue el símbolo de su infancia

y la música de su fecunda imaginación infantil.



21 septiembre 2024

VIOLETAS

 




Casi a ras de suelo, a veces erguidas

como queriendo sacar el cuello

por encima de la mediocridad.

Humildes, sencillas, originales,

pero sin pedigrí y lanzadas a multicopia

formando una niebla de espesura.


Frágiles y uniformadas en formación,

sencillez y frescura en pocas hojas,

una mirada alegre como de abéñula,

una sonrisa con la comisura manchada

y un guiño amarillo como epicentro.


Simpleza, sencillez, humildad, esplendor,

como muchachada jovial, que del brazo,

son el foco de todas las miradas.


Felices, frescas, fugaces, flor sin fruto,

fidelidad fidedigna y festiva

en el común discurrir de la vida.

Un regalo de la creación, un foco

que nunca pasa desapercibido,

como tilde que acentúa

el agradable envés de la vida.

20 septiembre 2024

MUCHEDUMBRE

 




Te vi en medio de la muchedumbre

desde la trinchera de mi mirada.

En principio eras una más,

pero la brisa te agitó la cabellera

y a mí me despeinó el corazón.


Al rubor le siguió un escalofrío

como al relámpago sigue el trueno.

Un sudor frío escaló o descendió mi cuerpo

por vericuetos inimaginados,

poniendo en fuga cada célula,

cada gota de sangre en desbandada.


No me sentía el pulso. El reloj

congeló el tiempo en medio de la efervescencia.

Sentí el abandono en cada célula.

Tan solo la mirada se hizo terca

y no me abandonó en ningún instante,

entonces asumí el exilio como salvación

y supe que era en ti, en tus brazos,

donde debía encontrar refugio para siempre.

19 septiembre 2024

CUANDO SONRÍES

 




Tu sonrisa es una cascada de espuma,

un aluvión de agua de manantial

que inaugura y transforma

mi vida y se engarza a la tuya

como criatura dependiente.


Cuando sonríes bajo la guardia,

me entrego,

se hace vulnerable el vigor

de mis seguridades

como derramada

e imposible de rearmar de nuevo.


Mi debilidad es tu fortaleza indeformable,

el aluvión de nácar

que nace en el volcán de tu boca

y me vigoriza o me achicharra.

18 septiembre 2024

SIN PAUSA

 




Uno imagina que en la madrugada

vive el vacío,

esa oquedad donde todo es más perceptible,

pero se ha tomado una pausa

para facilitar el descanso.

El farol de la esquina

sigue tercamente encendido

hasta después del alba,

de vez en cuando un automóvil

del que se desconoce procedencia y destino,

a cada rato unos voceadores

que han hecho de la madrugada

residencia habitual

y el camión de la basura,

con su estridencia singular y extrema

y su pauta casi regulada

cumplidora de un cuadrante

en una mesa de despacho.

No así los perros, estos no siguen un patrón

sino que ladran por libre

ante las molestias externas.

Sin pausa. Quienes nos ignoran

no tienen un momento de sosiego

y fluyen sin pausa como un derroche obsceno.


17 septiembre 2024

SOL PONIENTE

 



A Marisa Jiménez, con mi agradecimiento por su fotografía.


Esquivo, casi en el horizonte,

dilatado como mancha de aceite

que se desparrama por absorción,

pero sin fuerzas para herir,

tan solo es guiño molesto

en la ventanilla delantera del coche.

Luz dorada, sin fuego,

que tinta el asfalto con reflejos áureos

y certifica en la memoria

la ruta tantas veces recorrida.

No hay dos viajes iguales

como tampoco la trayectoria del sol

es siempre idéntica.

Solo Bach. Tan solo Bach,

en la memoria de la grabación

es siempre el mismo

y envuelve de solemnidad

remansando la agitación,

la monotonía

y los riesgo del tráfico rodado.


16 septiembre 2024

NOSTALGIA

 





Nostalgia. “Saudades” salina,

la mar merodeando

en los entresijos de la infantil memoria,

lanzando estachas

a la que asirse y revivir

la melodía de su balanceo

y los acordes rítmicos

con la elegancia estelar de las sirenas.


Un coro de gaviotas

vocinglero y cotilla

que ojea y divulga sus impresiones,

sin la constancia de la languidez

o el frenesí del pulso

que derrapa en cada ciaboga.


Nostalgia. La mar,

un sueño inoculado en el alma,

enquistado de por vida.

15 septiembre 2024

ORACIÓN GRAMATICAL

 




Me he quedado

apenas con un pronombre

de tercera persona

que no he logrado identificar,

como un barco sin bandera

en medio del mar.


El verbo, cuando pude reconocerlo,

era intransitivo,

y vacilante como balsa al pairo

que casi se hunde.


En este estado de inacción,

movido por las olas de la duda,

me quedé sin predicado

y solo acerté a refugiarme

en la oración.


Mientras su vida,

tantas vidas a diario,

siguen soñando cruzar el Hades salino

al cara o cruz de la fortuna.

14 septiembre 2024

SE NOS HA HECHO TARDE

 




Se nos ha hecho tarde;

para seguir sesteando

ya casi madrugada.

No hay camino de regreso,

tan solo merodea el pasado,

pero no logra avanzar hasta el presente.

Mera ilusión

que siempre acaba en fracaso.


La vida no admite ensayos,

ni bucles oníricos,

ni cortes, ni repeticiones

como en el cine.


Avanzamos.

Siempre avanzamos,

aunque a veces a lomos de nuestros errores

que nos devuelven

al punto de partida.


Avanzamos.

La sociedad siempre avanza,

aunque algunos

no hemos salido todavía

del Cromañón

y ya anochece en nuestras vidas

por la rutina de la inercia

y sin remedio.

13 septiembre 2024

SEPTIEMBRE

 




En septiembre

el sol ya se ha escorado,

además de retirarse a descansar

al menos una hora antes.


Sopla dulcemente el Levante

y las olas juguetean

y se han cambiado de peinado.

Luce el sol,

pero las noches son plácidas de dormir.


No hay personas repetidas,

como no hay dos días iguales.

Similares sí,

cada una con su sesgo

y personalidad, su huella digital

y su tirabuzón de ADN.


Las playas airean los cuerpos

y las redes sociales

la intimidad de pensamiento

y sus carencias.


Septiembre es un tránsito

entre la vendimia y la solera,

entre el orto y el cenit camino del ocaso.

12 septiembre 2024

INTEGRACIÓN

 





Y apenas llega, dulcemente el río,

como instrucción intuitiva

que le enseñaron sus ancestros

en el seno genético de cada molécula,

toma su punto de sal

y salta a compás con brincos

en cada ola que juega en la playa.



En el vaivén, ya hermanadas

en su punto de sal,

comienza el juego y la alternancia,

un simulacro de dudas

en las que hacerse singular

y diluir lo particular en lo genérico.



Toda una. Un mar. Una mar única.

11 septiembre 2024

RECUERDOS DE MI NIÑEZ

 




Recuerdo que mi calle

tenía otro nombre rotulado

y sobrevenido

que nadie pronunciaba,

pero le llamábamos de la Fuente

y ahora es nombre propio.


Era muy empinada

y el suelo era de piedras.


En mi infancia las piedras

estaban muy a mano,

de ahí esta jura

como segunda coronilla.


Las fachadas eran de piedra y barro,

pero muy gruesas

y enjalbegadas de un blancor impoluto,

donde el tesón de las madres

daba el do de pecho.


Las puertas eran un artificio,

siempre abiertas y,

por las noches,

las sillas se sacaban a la calle

en amena asamblea abierta.


En un tiempo de escasez,

mi calle olía a pan

y era encuentro recreativo

donde se jugaba infinitamente.


Habían pocas cosas que guardar,

de ahí lo de las puertas sin oficio,

pero la felicidad corría calle abajo

como corría el agua

los días de lluvia por entre los guijarros.

10 septiembre 2024

EN EL SILENCIO

 




El silencio y el alboroto

son música de un mismo origen,

cara y envés de la misma partitura:

hay quien pasa de puntillas,

como volátil estrella de ballet

que besa el aire sin rozarlo

y quien organiza un sarao

con ecos de marabunta

y se desgañita

sin importarle interrumpir

el descanso de quienes duermen

o pelean con la almohada

tratando de abrazarse al sueño.


La misma situación,

dos actitudes.

Tal vez los mismos que arrojan al suelo

los restos de sus gozos

y de sus sombras mezquinas,

los vómitos de una educación deficiente

porque ya vendrá quien limpia

y le llamarán a medio día

cuando todo esté servido.


La prudencia es silente,

piensa en el otro y baja el tono:

la mala educación

es ese suspenso general

alcanzado con méritos sobrados

en la escuela y en el hogar.

Tal vez por eso,

dice el saber popular:

de tal palo, tal astilla.”