Aquel que ha despertado del abrazo
de una anestesia total
ha vivido un ensayo completo
del viaje definitivo.
Lo tengo muy claro,
lo he experimentado en varias ocasiones.
El camino conclusivo es más rectilíneo
y no se presta a pérdida posible.
Como el agua pasa de un estado a otro,
la vida es un tránsito natural
que no acaba sino que se transforma.
Lo que hagan testigos y herederos
en cada cambia el rumbo de las cosas:
los despojos enterrados o incinerados
en nada modifican el estado definitivo.
No hay voluntad ajena o propia
que pueda transfigurar
el itinerario del don de la vida,
y esa eternidad
a la que nos resistimos
en nada podrá ser alterada o modificada,
tanto por voluntad ajena
como propia.
Las coronas de flores
y los signos externos,
no son otras cosa que un curso paralelo,
expresiones de quien se queda
cuando el finado ya ha emprendido
el camino sin regreso.
Un día llegará mi hora
y cambiaré mi estado:
ni experiencia de hielo en la cumbre,
ni discurrir alegre en el arroyo,
sino estela de vapor entre la nubes
de localización imposible,
el camino que lleva a la eternidad.
Tú nunca te vayas de este plano. Eternízate acá.
ResponderEliminarUn gran abrazo.
Ja,ja,ja... Todos vamos a ser eternos.
EliminarUn fuerte abrazo.
Polvo somos y en polvo nos convertiremos, le ocurrirá hasta los que se creen eternos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Por ese desfiladero vamos a pasar todos, Emilio.
EliminarUn abrazo.
Ese día nos llegará a todos y, sabremos y conoceremos todos los cambios de planos, de estados y de sentires. Solo nos queda esperar que sea en mucho, muchos, pero en muchísimos años más.
ResponderEliminarAbrazos Francisco.
Que así sea, Tatiana, que venga sin prisas.
EliminarUn abrazo.
Un camino que tendré que recorrer y también he tenido varios ensayos pero de esos desperté . Saludos
ResponderEliminarQue llegue tarde y dulcemente, Charo.
EliminarUn abrazo.
Serenidad y temple en tu poema, Francisco...El alma ascenderá feliz y al fin vislumbrará todas las respuestas, que nos hicimos en tierra...Todo tiene un orden y un sentido y necesitamos mucha fe y sabiduría para para intuirlo...
ResponderEliminarMi abrazo siempre, compañero de letras.
Te agradezco profundamente tus palabras porque me animas a seguir escribiendo y, junto a la lectura, es un ejercicio fundamental para mi mente.
EliminarUn abrazo muy entrañable.