31 agosto 2015

HE VUELTO



He vuelto;
            he vuelto para seguir encontrándote,
encontrándome, encontrándonos.
Volví la cara
y como un suspiro, abrió y cerró las persianas
el veraneo marbellí.
De nuevo me abraza Sevilla
para abrasarme en septiembre
con el color alimonado del membrillo,
en el fragor de un verano
que patalea resistiendo.

Anocheció el estío,
pero tú estabas y continúas a mi lado
iluminando mi vida
con tu mirada protectora,
dando sentido al encuentro anillar.

He vuelto. No es mucho.
            Dos meses no alcanzan
para todos los saludos
que quedaron en el perchero
de los aplazamientos y los olvidos,
los reencuentros con fracciones olvidadas,
para revivir cada una de las secuencias
de la distante infancia.
            Dos meses no alcanzan
para todas las despedidas,
para todos los abrazos pendientes de sellar…

Espero y busco comprensión
para este pretérito que quedó soterrado
en el pasado reciente.
He vuelto;
            he vuelto para seguir, para continuar,
para inaugurar cada día
la amistad que por mi parte no quiero
                        dejar languidecer.
He vuelto para eso
para seguir viviendo,
para seguir soñando en ajeno.

30 agosto 2015

SE SABÍA



Se sabía el nombre de los montes,
de cada colina y de cada trocha;
se sabía el camino más adecuado
en cada circunstancia,
la utilidad de cada matojo, y cada árbol,
su flor, su aroma y el momento fecundo;
se sabía por los brotes mordidos
el tiempo transcurrido,
la proximidad de las madrigueras
y las huellas de cada animal
de pelo o pluma.

En su memoria estaba el perfil
cinegético de cada animal,
de cada depredador, de cada herbívoro,
y calculaba las probabilidades
de servir pan en su mesa cada día.

Se sabía amante del reino animal
y se consideraba parte de la cadena
trófica en la que se reconocía como
el eslabón privilegiado. Se sabía
todos y cada uno de los márgenes
de la vida, y sabía sacar provecho
de lo mucho que el Creador
había dispuesto en las manos del hombre;
pero sabía tomar la justa medida
de aquello que convenía
para paliar las necesidades de la familia
sin agotar la fuente de la que bebía.

Sabía que sus huellas estaban marcadas
en cada senda, en cada atajo,
y sabía que usaba de aquello
que sus mayores le transmitieron:
“Sed fecundos y multiplicaos,
llenad la tierra y sometedla;
dominad los peces del mar,
las aves del cielo y todos los animales
que se mueven sobre la tierra.”

29 agosto 2015

EL OVILLO



Ando destejiendo el ovillo
enredado
en la memoria
y aparecen algunos nudos
que no se dejan destrenzar.
Ahí estás.
Ahí estás esperando
al borde de una lágrima
una palabra que nos haga amanecer,
que nos saque
de la densidad de la penumbra
en la que nos dejó aquella mirada
estrábica como acero frío
que nos cegó
y embarrancó al desencuentro.
Las dudas, los titubeos, las incertidumbres…
Los celos son el muro
de nuestros lamentos,
la cerca que nos distanció
aquella certeza de tu piel en mi piel.

28 agosto 2015



Un pronombre: Tú;
un verbo de la primera conjugación:
amar,
el modelo gramatical;
un ramillete aromático
de adjetivos
que perfilen los contornos
de tu figura
con curvas y contracurvas.
Todo está hecho:
Tú, en lugar preeminente,
Tú, en mi epicentro.

27 agosto 2015

PARECE



Parece como si se hubiera instalado
un nuevo orden que va desordenando
el orden establecido. La Tercera Guerra
es sólo la amenaza de un linfoma
que duerme con riesgo de despertar,
como el hombre de las nieves,
como la bella durmiente
o como el cadáver de Walt Disney
desde su fría estabulada estancia.

Ahora es la metralla del dinero
la que bombardea las fronteras
y va dejando cadáveres sin ensangrentar
─limpios los bolsillos─
hacia la periferia de la vida.

Del frontispicio de la Acrópolis ha caído
el triángulo de la democracia
─con sus tres poderes─
al impotente suelo haciéndose añicos.
Se acabaron los juegos de mayorías,
rendidos al As que guarda en su manga
quien puso liquidez y sus condiciones:
primero se financia, luego se exige,
y más tarde se atornilla y asfixia
hasta la obediencia y la rendición,

Ya no hay metralla, no hay repulsiva sangre;
ahora, el Estado Mayor es un ente opaco,
desde un despacho opaco,
en cualquier rincón opaco
de un paraíso opaco,
hacia la meta de un enriquecimiento
cada vez más y más opaco.

26 agosto 2015

PLAZA DE LA VICTORIA



Pastoreo vientos que prometen
acabar en turbulencias y que,
en todo caso, me resultan estímulos.

Rumor de agua. Agitación turística.
Una fuente deletrea frente a mí
rumor constante de un surtidor
con mínimo caudal,  como una fuga
escasa, cantarina y monótona.
Ocupando la plaza en totalidad,
el bullicio en torno a cafés y veladores,
máquinas de zumo y olor
a fritanga de churro al atardecer,
clientes que arrastran sillas
y agrupan mesas que chirrían…

La vida transcurre en paralelo
mientras pastoreo vientos,
brisa cálida que invita a aplanarse
en aires de nostalgia
tomadas al azar en la corriente
incesante de la memoria;
en este mismo lugar, en la lejana infancia,
la Imprenta Rivera y el aroma
a libros de texto, papel Guarro  A3,
tinta china, tiralíneas, compás y bigotera;
el mercado central y el jadeante
pulso de las amas de casa.

Pastoreo vientos que me reportan
viejos recuerdos imperecederos
de la Marbella de siempre y eterna.

25 agosto 2015

EN BLANCO



Me vence el sueño a media mañana
y recuerdo cada bostezo de la madrugada
donde tú eras presencia activa
y ausencia deletreada
en el desencuentro de acidez desenfocada
de ese abrazo imposible sin tacto
que hubiera facilitado mi descanso
y la reconciliación que tanto ansío.

Tú eras jazmín que a hurtadillas
escalaste mi ventana entreabierta,
a porfía con la dama de noche,
una tiranía que me hunde en la derrota.
Te persigo, te acoso, me acusas,
te excuso, te apruebo, me suspendes
cada uno de mis actos. ¿Acaso
no ves que muero? ¿No ves que
me arrastro y humillo? El humo
ciega tus ojos y ves una viga en los míos.
Dices que soy tu pesadilla,
pero tú eres mis noches en blanco.

24 agosto 2015

PERDIDAS



Perdidas;
hay vidas que parecen existir
sólo entre tinieblas o pálidas luces led,
que viven acurrucadas
esperando una oportunidad
más propicia para su existir.

En el porche ha caído la penumbra
cuando comienzan los primeros escarceos:
allí está impasible la salamanquesa,
acechante, atenta a la vida;
movimientos tenues ágiles de vigía
en las proximidades de la luz,
donde los insectos hacen botellona
con desconocido fin. Un visto
y no visto es el banquete.

Perdidas;
hay vidas que parecen no existir
las mañanas de los fines de semana,
─sin tráfico, sin gente─
personas que viven agazapadas
en las zarpas etílicas de noches para el olvido,
donde la conciencia plena
no configura la plenitud de la vida.

23 agosto 2015

LA VIDA DE FRENTE



Los ecologistas denuncian
cómo día a día
van desapareciendo de lo cotidiano
la pequeña presencia animal
─tan molesta para los cultivos─
de entre los sembrados;
esa supervivencia animal
tan imprescindibles polinizando.

Queremos eliminar de nuestra vista
el sacrificio de cada solomillo,
la muerte cruenta del cochino
y se nos van los ojos
tras un plato de buen jamón;
peces y mariscos, también el puerro,
el perejil, la alcachofa o la zanahoria
estaban vivos mientras habitaban
sus medios terrícolas.

La vida es una sucesión de muerte
que se transforma en vida. Pero
en este tiempo light
nos gusta mirar de perfil
y no afrontar la vida de frente.

22 agosto 2015

CUANDO EL GUITARRISTA ES MI HIJO



Mientras él hace escalas,
golpeo sobre la mesa los nudillos
marcando el compás de la añoranza
y pasa ante el Nodo de mis recuerdos
las noches y madrugadas de otros tiempos.

Carraspeo y me da entrada
que no puedo seguir. “Sube la cejilla al dos”.
─el fracaso aconseja bajar dos tonos─
y vuelvo a carraspear y a fracasar;
él hace un falsete de complacencia
y se me asoman a la voz dos lágrimas
de impotencia que él detecta
y acompasa pisando con la mano izquierda
todas las cuerdas con son enronquecido.
“Ponla al aire”  ─le digo resuelto─
y me responde: “dame una tregua,
necesito antes calentar dedos.”

Él sabe cómo he perdido voz
y hasta me falla la memoria
y confundo las letras en popurrí;
tampoco se ha olvidado de seguir amándome.

21 agosto 2015

SILENCIO



Me obsesiona el silencio; lo confieso.
Ni el frío ni las altas temperaturas me exasperan
tanto como los ruidos no buscados.

En casa me gusta oír mi propio televisor
o la música que elijo, pero no
la empapadera absorbente
de voces ajenas que se filtran
por la baja calidad de los tabiques,
con la imprudencia de no haber
sido invitados. Me opongo. Me marcho.

Ya en la calle, unas palomas dejan de picotear
y se espantan y agitan en mi presencia
con fuertes aleteos de despegue.
A mi paso, los grillos silencian en actitud de respeto
o tal vez en sigilosa defensa.
La brisa, fiel a su partitura, agita el follaje
y se hace plácida armonía repetitiva
como las variantes de una misma sinfonía.
En la calle, todo enmudece. El silencio sólo sufre
de interrupciones humanas
y conductores acelerados, alienados y alterados.

20 agosto 2015

MIENTRAS LEO



Cuando parece que el tiempo se ha detenido
y la luz se ha enredado en una rama bien alta,
es falta de atención, es desenfoque del presente
mirando por el retrovisor de la irrealidad
por la que te marginas, una escora
desaplicada que te instala a vivir
en la atalaya de otro instante obsceno
y te saca por la puerta trasera del presente.

Junto a mí, un coro juvenil de risotadas
y anécdotas hiperbólicas que vocean
con escasas variantes de lo vivido y sufrido
cualquier otro día a la hora de la pose bizarra;
cada uno va sesgando el acento esdrújulo
y estridente como si el objetivo estuviera
fuera de lo imposible o con el mero propósito
de fastidiar la paz del próximo y hasta del alejado.

Los niños meriendan, las madres porfían:
ellos devoran las chuches y ellas insisten
en las conveniencias de una alimentación sana;
los padres, todos al margen, juegan con sus teléfonos
y las abuelas ríen las gracias
y hasta las soserías más anodinas de sus pequeños.

Mientras leo, una agitación hace proscenio
invitándome a abandonar
y a veces hasta me pierdo en las bambalinas
de todo ese acontecer que me subyuga;
dicen que es falta de concentración…
pienso que es cosa del gran angular
de estos oídos que se desorientan
cuando la vida externa quiere prevalecer
a costa de esa otra más interesante
que se deshilacha en las páginas de un libro.

Mientras leo en la piscina, en la playa o el campo,
una confabulación se alía para llevarme a la derrota.

19 agosto 2015

IMPRECISIÓN



Cuando digo pájaro, quiero decir trino,
alegre gorjeo de picaflor;
colorido, acróbata en vuelo,
libertad superlativa que sobrenada
sin sometimiento alguno
y oteando desde un plano superior.

Cuando digo gallo, quiero decir canción
de alborada, maitines luminoso, amanecida
preñada de esperanza, de alegría y optimismo
ante los desperezos del nuevo reto,
que bosqueja la luz radiante
o difuminan las nubes como sombrillas
de un sol que juega al escondite;
quiero decir resolución y ánimos
para afrontar el devenir risueño o lagrimoso,
es vestirse de fiesta para la nueva aventura.

Cuando digo amor, quiero decir aceptación,
de virtudes, habilidades, torpezas y defectos;
quiero decir interacción de tu vida y la mía,
quiero decir unicidad, pérdida de confines,
quiero decir fusión y no prevalencia,
quiero decir tu nombre, mi vida en tu vida.

18 agosto 2015

SCHERZO



La brisa fresca
ha pronunciado un scherzo
y han enmudecido los grillos
antes de que el termómetro
sea testigo de la bajada
sensible de la temperatura.

En las ramas, el verde aquietado
de dolido estío. En mí,
tu presencia esquiva
tallada en oro y piedras preciosas
que conducen a lo eterno.

En la higuera un rebusco
y en la parra, densos racimos
sueñan el mosto fermentado
y barricas de roble americano.

Yo sueño tu presencia
y este apacible atardecer
se me antoja más denso
y más melosamente aquietado.

17 agosto 2015

DIME



Dime; háblame
a lo recóndito de mi ser;
¿dónde está la fuga
por la que se han escabullido
mis fuerzas de antaño,
el vigor pretérito
sin el que no me reconozco.

El giraldillo veleidoso de mi cuerpo
es juguete de todos los vientos,
en todos se reconoce
y todos lo hacen bailar
al son de cualesquier quebranto
como peonza alocada
ante insospechado y leve cambio,
antes incluso de dar sobre sí
el primer requiebro.

Hoy habito el espacio de ayer,
pero no se reconcilia con mi identidad,
sólo se saludan en el recuerdo
sin identificarse al detalle.
Dime; háblame; cuéntame,
¿por qué escollera se ha derramado
el fluido vital de mi energía?

16 agosto 2015

PARA QUE YO SEA



Para que yo sea este presente
que ahora ves, este que vivo
y que también sufro y gozo,
no fue precisa una conjunción
de estrellas, ni una ráfaga
de luz omnipotente
en el dispar sorteo de la vida.

Tan solo una vida vulgar
de uno de los hijos de mi tiempo
que comenzó a trabajar
a la edad de formarse,
pero que no renunció nunca
a sobrenadar sin tocar fondo,
como nata en la taza del desayuno.

Para que yo sea este presente,
este canto rodado
que fue limando sus asperezas
en el sudor de la vida,
para ser entre mil,
el deseo constante de caminar
siempre de frente,
sorteando y vadeando impurezas
que como ganga estaban adosadas
al costado adiposo de mis impericias
y la vehemencia de superarlo.

Para que yo sea este presente,
los sumandos del laboreo cotidiano,
sobre aquella piedra rústica
que sigo siendo,
la memoria de lo acontecido
y lo rumiado fatigosamente.