Surges de en medio de la noche
como un tropiezo, como una aventura
mal envuelta y entre cartones,
un minúsculo bolso por cabezal.
Leves son el conjunto de tus pertenencias,
salvo tu cuerpo, herido de soledad
y ahíto de madrugadas e intemperie.
Todas las posesiones en tu lecho.
No sé dónde atesoras la esperanza,
dónde abrigas los sueños
que te pusieron en camino,
qué has hecho con los besos de tu madre
o si te siguen buscando
quienes te embarcaron en la patera.
Eres un sobresalto, un sueño apacible
que despertará de nuevo entre carencias.
Solo cuentas con la vida y a qué precio.
Solo. Rotundamente solo y acurrucado
en el frío y hostil suelo. Solo. Muy solo.