26 noviembre 2014

NECESITO LLORAR



¿Por qué tratarles de números abstractos
cuando se concretan con nombre y apellidos?
¿Por qué, teniendo como tienen
un genotipo único en la historia
e irrepetible en las ramas de la genealogía?

Antonio es desde hoy un parado menos,
un alentador número estadístico
que habla de cómo España va bien:
unos se evaden por las fronteras de la ilusión
hacia países y climas desconocidos
y otros, los machacados por la vida,
se quedan ciegos de mirar sin esperanza
y sólo aciertan a ver la ciénaga
por donde huir para siempre de sí mismos.

Una semana después de Chari,
Antonio yace a virtud de la ciencia
en el Anatómico Forense.
¿Qué buscan en sus entrañas si él ya no está ahí?

Antonio tampoco está ya entre los mendigadores
de trabajo y pan; ya no está haciendo cola
ni ante la eufónica Oficina de Empleo,
ni ante ningún dispensario en el que laven
sus profundas y enquistadas heridas;
mientras su llorosa esposa solicita de Hacienda
un certificado de pobreza rotunda
con el que poder darle sepultura.

Su psiquiatra, un día, acabará por destruir
el amarillento expediente de quien
nunca más pidió consulta, sin saber
que efectivamente cumplió la amenaza
en la que el loquero nunca creyó;
pasará el turno en la Institución que hacía cola
y otro descartado social ocupará su lugar;
no importa, hay abundancia de números abstractos.

Ya eres parte del olvido, Antonio,
un desfiladero que a todos nos espera
y que sólo los desesperanzados lo caminan
por iniciativa propia. No, no quisiera hacerlo,
pero me retiro a mi intimidad: necesito llorar.

25 noviembre 2014

HOY ME SIENTO MUJER



A mi amiga Mascab, que hace bandera de sus tacones.

Sin serlo,
hoy me subo a los tacones
para sentirme mujer,
para mirar desde la negra
atalaya de la mancillación,
para sentir en la médula
de mis recónditos adentros
cómo es la humillación
de ser violentada en lo sagrado
de mi persona, única e irrepetible.
No tengo marcas. Un sumando
más de degradación hacia los limos
de la amarga desventura.
Nadie escucha los desgarros
de sometimiento de mi alma marchitada.
¿Cómo probar que ésta acémila
que me monta a capricho
me va sajando mi espíritu cada día?
¿Cómo se prueba el menosprecio,
las vejaciones, los oprobios?
Sí; yo sí soy. Soy mujer. Soy persona.
Soy madre  ─mi único tesoro─.
Todos me ofrecen consuelo
en pañuelos de papel,
pero nadie me aporta soluciones.
No quiero gemir. Quiero gritar.
Quiero aullar al mundo
esta vecindad a la muerte
en la que vivo apagándome
Y lucho. Lucho cada día con furia,
para que el rostro de mis hijos
se nutra de mis fingimientos
y no de la crucifixión en la que muero.

22 noviembre 2014

YO PRONUNCIO TU NOMBRE



Por el Alfacar se pierde...

Quizás fuera por Víznar cuando se ahogó
la voz del poeta
en los meandros del camino
de aquella noche de ira ciega y embarrancada,
queriéndonos dejar eternamente sombríos,
sordos y sin sorpresa de solemnidad,
como siempre que lo temido es esperado.

Como el náufrago metódico que contase las olas
que faltan por morir,
así segaron el talle de junco
—se cree que de un tajo—
de aquel moreno de agua y luna,
de aquel rumor que canta en su caída
por las acequias granadinas,
monte abajo, por la Cuesta de Gomérez.

Yo pronuncio tu nombre
en las noches oscuras,
Federico,
y tu voz aceitunada,
aquella que quisieron apagar con plomo
ya había inmortalizado el Romancero
y hasta transfigurado la desolación neoyorquina
para encumbrarte en el canon de los inmortales.

Cuando los merenderos de septiembre
dejaban escapar sus últimas canciones,
cuando la propuesta vino a desbordar
el manso cauce de mi anodino verbo,
tomé de la baraja de tus hijos señeros
tres cartas de oro y plata verdes,
como golosos frutos de la Vega,
y con palabras ajenas y mi voz temblorosa
me he atrevido a engarzar
estas tres piedras preciosas
en un lateral discreto de este encuentro,
con admiración inquieta y palpitante
hacia estos tres granadinos insignes.



CITAS:
Como el náufrago metódico que contase las olas que faltan para morir  (Luis Rosales) “Autobiografía”

Yo pronuncio tu nombre en las noches oscuras (Federico García Lorca) “Si mis manos pudieran deshojar”

Cuando los merenderos de septiembre dejaban escapar sus últimas canciones  (Luis García Montero) “Fotografías veladas de la lluvia”

21 noviembre 2014

AMBICIÓN



La soledad,
en su ambición
por ocuparlo todo,
no deja resquicio
para la reflexión
ni para la imprecación;
entonces se hace
progresión geométrica
y nos anega el alma
sin salvación posible.

19 noviembre 2014

NUBES

Fotografía de Cayetano Gea Bermejo


Nubes grises,
nubes negras,
nubes blancas,
los estratos y los cirros...

Todas son como los sueños,
como gestiones truncadas
arrastradas por el viento,
que un día se hacen lluvia
y se escapan por los ríos
caminito de la mar,
para volver a ser nubes,
para volver a soñar.

15 noviembre 2014

RÉQUIEM



Has descarrilado tu vida antes, mucho antes
de tu distante otoño, Chari del alma;
empeñada en buscar atajos que te sacaran
de lo que para ti era vía muerta
en vez del taller donde templar gaitas,
sin entender que es difícil
salir indemne caminando un día y otro
por el reluciente filo de la navaja.
Jugaste a ser traviesa de las vías
como si el camino de la vida
fueran dos paralelas que se eternizan,
sobre el que hacer equilibrios inestables
en el estribo de la música de un me place.
Se ha ido contigo la muñeca de las lágrimas,
la marioneta que todo lo alcanzaba
con lloros y una mirada sumisa y extraviada
que gritaba compasión al tiempo que ardía
por un trago  ─a ser posible largo─
de no importa qué, pero
queriendo pronunciar auxilio a carcajadas
por las comisuras de carmín desvencijado.
Caminabas por un campo de minas
y habías salido magullada de metralla
en ocasiones incontables, pero salva;
quizás se te fue la mano o era la mano
del Dios misericordia la que te llamaba.

14 noviembre 2014

CELAJE



Ya apuntaba el sol
cuando llegué a la calle,
pero la luz era un cendal,
una mantilla de borra
que pretendía retrasar
las manecillas del reloj
como con gafas ahumadas
sin lograr otro efecto que
un aire viscoso y húmedo
con densidad gelatinosa.
Ya al borde del lago,
por entre las ramas encendidas
de un bermejo robellón,
un destello solar, un haz
como el resplandor de un flash
que quisiera perpetuar el instante.
Una vez más, el otoño,
con su trémulo caminar
templaba el diapasón de la mañana
con desperezos bosquejados
remoloneando sobre la almohada
de un nuevo amanecer
sobre el espejo ciego del agua.

10 noviembre 2014

EXCLUIDO Y SOLO



Nadie me esperaba;
llegué solo para estar solo
y sólo estuve solo,
como el murmullo de un extravío.
Lo hice con pasos mullidos
sobre la alfombra otoñal;
tras de mí, un eco, una música crujiente
que silabeaba cada uno de mis pasos
con la inquietud de estar disipado
como silueta en mañana de niebla,
como lo están tantos descartados
que han o hemos sacado
por la puerta falsa de la sociedad
hacia su propio invierno infernal.
Ellos viven instalados en un otoño
de marginalidad periférica
con musicalidad de epílogo vital,
un camino, una vereda sin retorno
que desgarra los entorchados
de las hombreras de la dignidad.
Nadie me esperaba;
llegué solo para estar solo
y no estuve solo: me acompañaba
un ejército de hombres-escombros
molturados, maltratados y maltrechos.

06 noviembre 2014

JACO



No lo he soñado, no;
fui un potro juguetón que bebía vientos
y mascaba músicas en el abrevadero
de mis días de trigales verdes,
cuando los caminos
eran praderas de amapolas y alhelíes
que soñaba alumbramientos,
eran días de trotes, días de galopes
a lomos de la aventura de iluminar
nuevos sabores, nuevos sudores,
nuevas carreras frenéticas
que modelan el busto de alabastro
en el que columpiar los días
con la cadencia y creencias
de que son ilimitados y lasos,
eran días sin pronósticos.
sin proyectos, pero proyectados
hacia el otoño que habito ahora,
─jaco limitado─
con las mataduras de los sedimentos
que se colmatan inadvertidos
al tiempo que el molto vivace de ayer
se hace cadencioso y reflexivo
andate moderato y pianísimo cansino.

04 noviembre 2014

CAE LA TARDE



A un arquitecto inquieto con residencia en el mundo

Cae la tarde al occidente de Manila
vistiendo de mercurio la lámina de agua;
el sol es linterna escarlata que transporta
su incendio surcando continentes
y tintando de magenta las nubes
negras que, preñadas de agua,
renegrean amenazas;
mientras, el Guadalquivir se derrama
hacia Sanlúcar detrás de Tablada,
allá por donde corretea la plácida
infancia del trotamundos de aulas magnas,
inseminando de saber constructivo
a los necesitados del conocimiento;
la resistencia de materiales se hace dúctil,
mientras el otoño lagrimea
láminas de azogue al atardecer:
de oriente hasta occidente, en un Plax,
la vida transcurre hacia su ocaso
dictando luz y sabiduría que serán universales.

02 noviembre 2014

EXTRAÑAMIENTO



El paisaje de cada día
es rutina que se sucede
como una ola a la siguiente,
como una sonrisa anticipa a la carcajada,
como bostezo interminable
causa o efecto del insípido aburrimiento.

Tenerte cosida al dobladillo
de mi alma días, meses y años
hasta descoyuntarme,
me adocena, hace ordinario
lo excepcional
y cuando lo extraordinario sucede,
es tifón que me trasplanta
─raíces al aire─  en el desierto.

Estar sin ti, amor, en nuestro otoño,
no es saudade o extrañamiento,
es muerte; sí, muerte
sin féretro, sin flores, sin cortejo,
pero con lágrimas de arenas
movedizas y áridas.