No lo he soñado, no;
fui un potro juguetón que
bebía vientos
y mascaba músicas en el
abrevadero
de mis días de trigales
verdes,
cuando los caminos
eran praderas de amapolas y
alhelíes
que soñaba alumbramientos,
eran días de trotes, días de
galopes
a lomos de la aventura de
iluminar
nuevos sabores, nuevos
sudores,
nuevas carreras frenéticas
que modelan el busto de
alabastro
en el que columpiar los días
con la cadencia y creencias
de que son ilimitados y
lasos,
eran días sin pronósticos.
sin proyectos, pero
proyectados
hacia el otoño que habito
ahora,
─jaco limitado─
con las mataduras de los
sedimentos
que se colmatan inadvertidos
al tiempo que el molto vivace de ayer
se hace cadencioso y
reflexivo
andate moderato y
pianísimo cansino.
Me volví caballo contigo en este poema que me parece bellísimo. Troté libre y casi salvaje y, al final, también mi paso se hizo cansino.
ResponderEliminarSomos criaturas vivas, por tanto finitas, y vamos acusando el paso del tiempo, aunque no nos guste.
Un abrazo solidario, Francisco.
Gracias, Isabel, por tan bello acompañamiento.
EliminarUn beso.
Hola Francisco, la descripción que has echo del potro es mas o menos nuestra vida, que empezamos que nos comemos el mundo y con el paso de la vida nos volvemos como el, en ese Otoño y con las matauras que nos ha ido deparando el tiempo, y también con ese paso cansino, pero que aun siendo así que sea por mucho.
ResponderEliminarBesos.
Eso es lo que he intentado, si te lo ha parecido es que no he desparramado mucho.
EliminarBesos.
"Y si una potra alazana
ResponderEliminarcaballo viejo se encuentra,
el pecho se le desgrana
y no le hace caso a falseta
y no le obedece al freno
ni lo paran falsas riendas."
Un saludo.
No había pensado en la cumbia de Simón Díaz,, pero te agradezco su recuerdo.
EliminarUn abrazo.
No en vano soy caballo en el horóscopo chino. Me volví Jaco mientras te leía. Claro que después tuve que volver a la realidad. Ahora, Jaco está limitado. pero mientras tenga un lugar donde cobijarse y manos que lo acaricien seguirá siendo feliz
ResponderEliminar¡Qué bien lo has dibujado ! ¡MARAVILLOSO !
Apapachos. .
Gracias por tu opinión de tanta calidez, María del Carmen.
EliminarApapachos.
Unavpoesía muy bella te felicito, Besos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Amapola Azzul por tus estímulos.
EliminarUn beso
Cada época tiene su particular trote y todos son bellos o al menos a mí me lo parecen.
ResponderEliminarY de "cansino", nada.
Un abrazo
Para mí también es bello, es de muy agradecer poder llegar a este cansancio y poder contarlo.
EliminarUn beso.
Francisco, ese potro retozón y lleno de vida sigue vivo en tu espíritu...Que corre por trigales verdes de la literatura, libre e ilusionado...Nos lo demuestras cada día con tus poemas, incansablemente...Y es una gozada sentir la fortaleza, el coraje y la belleza de ese trote, que sobrevuela sus límites físicos, amigo...Mi felicitación y mi abrazo grande por tus buenos posts.
ResponderEliminarM.Jesús
Eres muy buena comentando y lo sabes, pero la amistad se sobrepasa. Infinitas gracias, Mª Jesús.
EliminarBesos.
Pues amigo Francisco, tendremos que seguir con las mataduras y aguantar cuantas más nos vengan. Querrá ello decir que estamos vivos, que no es poco. Ángel
ResponderEliminarGracias, Ángel, por tu cercanía. Es cierto que llevamos algunas mataduras, pero también lo hemos bailado.
EliminarUn abrazo.
LOS DÍAS DE TROTES LOS HEMOS TENIDO TODOS, LUEGO LLEGA LA CALMA Y ES TAMBIÉN UN PLACENTERO GOCE.
ResponderEliminarTE DEJO UN BESO FRANCISCO.
PD CUANDO NO PUEDES DEJAR MENSAJE ES PORQUE TODAVÍA NO RESPONDÍ LOS ANTERIORES. VOY LENTA.
Gracias, Luján, por tu presencia mayúscula.
EliminarBesos.
Era otro tiempo, y otra edad donde la juventud nos hacía galopar y, como suele decirse, "comernos el mundo a bocaos". Pero hay que seguir manteniendo vivo ese corazón activo que nos llevaba con ese galope. Muy buen escrito Francisco. Un fuerte abrazo y buen fin de semana.
ResponderEliminar@Pepe_Lasala
Cada tiempo es el apropiado para adaptar nuestro paso. Uno nunca se ve mayor, pero el tiempo no pasa en balde; mientras pueda, quiero vivir esta jovialidad de la razón.
EliminarUn fuerte abrazo.
Hice un comentario que ahora no veo. ¿Se habrá escapado con el jaco? Un abrazo
ResponderEliminarYo tampoco entiendo mucho de la magia de la Red, pero es cierto que suceden cosas extrañas y desaparecidos.
EliminarUn abrazo.
Ya no irás al trotre pero "juguetón" si que sigues siendo.
ResponderEliminarBuen simil con la vida.
Como ya sabes estoy un poco alejada de los blogs ultimante, hoy ando por aqui y entro a leerte. Un fuerte abrazo
Juguetón y a veces travieso. Pues sí es cierto, Chelo. A eso le llamo jovialidad, pero no estoy seguro del nombre.
EliminarUn beso.
Hola Francisco, Bellos versos.
ResponderEliminarEa, que los años no pasan en balde. Lo más importante es que aunque cansino, lo vayas contando sobre todo porque lo vives. Muy bonito ese trotar y relincho del potro según va pasando la vida.
Saludos y abrazos
Ciertamente no pasan en balde, pero lo que se pierde en garbo al caminar se gana en sabiduría experimental.
EliminarBesos.