30 septiembre 2019

ACABO EL DÍA




Acabo el día pronunciando tu nombre
en la umbría de mi soledad,
en este confinamiento
como destierro de todo lo preciado,
como dieta sosa que se pega al paladar
y no hay forma de ingerir,
ni escupirla tampoco;
si el día es un desierto
donde la vida late oculta,
llegada la noche, el frío
abre su ventana de óxido al infinito
y la fatiga se asocia al moho de las entrañas
arañando el alma en ambas direcciones.

Como hueso de aceituna que se burla
en boca desdentada,
así los escalofríos de la musicalidad
de tu nombre, morfema a morfema,
hasta quedar rendido si-la-be-án-do-te
en la espesura negra del manto de silencio.

29 septiembre 2019

LA HOJARASCA DE TU AYER




Ese color lozano de juventud,
ese arrebol de tus mejilla primaverales
que ralentiza el caminar del presente,
ese reloj vital, dicharachero  y sin cuerda;
esas feromonas que incendian tu rostro
y provoca la incontinencia ajena,
esa efervescencia irreprimible
con raíces en las entrañas de tu ser…

También te llegará el día
de su caducidad inevitable y anunciada
y serás clorofila demacrada
cuando el otoño de tus días
─ese al que tememos y siempre llega─
se instale en tus entrañas de mujer
y alfombre tus pasos, ya cansinos,
con la hojarasca de tu ayer
hecha presente.

28 septiembre 2019

AL SOLDADO DESCONOCIDO




Una mirada en silencio,
pausada, apaisada, especulativa y analítica,
como quien repasa los conocimientos
de la Enciclopedia Universal;
uno examina los grandes acontecimientos
históricos, y la manipulación,
como condimento manipulador
de las masas.
Por cada victoria un número indeterminado
de muertos y otra suma similar
de inválidos de guerra,
esos anónimos que ni cuidan posteriormente
ni contabilizan.
Mi canto es un arrebato exaltado
al héroe anónimo, mas no
por la gloria alcanzada,
sino por la desdicha de aquella leva
que le obligó a empuñar un arma
contra el enemigo que no tenía
y en contra de su voluntad.
Le señalaron: ¡ese es tu enemigo!
Y el otro era otro joven
más amigo de juegos que de batallas,
a quién ni conocía ni mucho menos odiaba.

27 septiembre 2019

NANA DE LAS HORAS




A la una, en la cuna.
A las dos, brilla el sol.
A las tres, sueña otra vez.
A las cuatro, un albatros con zapatos.
A las cinco, con ahínco.
A las seis, merienda tenéis.
A las siete, otro sonsonete del soniquete.
A las ocho, leche con bizcocho.
A las nueve, el nene se mueve.
A las diez, ¡rediez, pesadillas otra vez!
A las once, bosteza la abuela Conce.
A las doce, se ha dormido, no lo roce.

26 septiembre 2019

POR ENTRE LOS VELADORES




Se mueve con toda soltura
por entre los veladores
de la Alameda:
flaco, enjuto, moreno de intemperie,
disminuidos sus miembros superiores
hasta la minusvalía.
Una deformación congénita,
como si hubiera sido concebido
para la misericordia.
Son sus brazos miembros secos,
dos palillos de tambor
que sujetan un vaso de plástico
que acaricia como una hucha
donde recoger las dádivas.
No pide, trabaja la pena de su deformidad
con sus brazos al descubierto,
conmoviendo a quienes le contemplan:
la severidad es el reparto injusto de la vida
y él es taimado silencio.
Sus ágiles piernas le traen de nuevo a tu mesa
antes de que termines tu café o tu cerveza
le hayas dado o te hayas excusado.
Tiene nombre, supongo, pero él no verbaliza,
tan sólo usa sus tullidos brazos
como reclamo compasivo.

25 septiembre 2019

PASARON LOS AÑOS




Pasaron los años
y con ellos la tersura de la piel,
la cual se vistió con una salpicadura
de manchas
como huellas de lo vivido.

A mi columna le salió un grito
y se hizo protagonista de mis días
y de los suyos;
aumenté dos o más tallas
cuando el músculo cedió en tensión
y en vigor,
y la barba se me tiñó de blanco.

Ella sigue siendo para mí la misma,
aunque tampoco su estampa,;
como los buenos vinos,
ganó en sabor, saber y buqué,
si bien se evaporó algo lo afrutado.

Se desdibujó la esbeltez de su cuello
y su vientre pronuncia de continuo
ecos de sus dos embarazos;
le quedan más lejos los pies,
pero todavía no requiere la ayuda del podólogo;
más lenta, más pausada,
pero por siempre su ternura incólume.

24 septiembre 2019

ELLA ES UNA SONRISA




A Elena Artyukhova

Ella es una sonrisa,
una ninfa de orillas del Báltico,
al norte de San Petersburgo,
que se asoma por el brillo de sus ojos
y licúa las rocas y los montes,
el ángel anunciador que derrite los hielos
con su mera presencia
y comunica los polos opuestos
o recarga de iones de fiesta
las baterías sociales agotadas de silencio,
para llevar a punto de ebullición
lo aterido por la sordina de la apatía.

Desde su lejano y frío origen,
en vecindad esquimal,
media melena dorada como sol tibio
es el encuadre en el que enmarca sus gestos
de apertura y cercanía,
con un patrón que tiene más de franqueza
que de diplomacia o impostura.

Sus ojos, cuando leen, ilustran en colores
y son estas imágenes coloreadas
el compendio que memoriza de manera indeleble,
como quien conquista una cima
y planta en ella su enseña para siempre,
tal como ha hecho en mí, tan sólo en unas horas.

23 septiembre 2019

¡A LAS URNAS!




Creí haber emitido bien mi voto,
pero algo hice mal, lo hicimos,
cuando se ha oído en los medios:
¡A las urnas!

Tomé una de las papeletas
con las que anegaron los buzones
y algo ha fallado:
¡No más buzoneo!

Es ridículo que hablen más en la tele
que en círculos cerrados
y secretos,
aunque lo hagan comiendo a cuenta del Presupuesto.
¡A interpretar bien las papeletas!

Líbrennos de vuestras mezquindades
y dennos soluciones para marchar
al paso de Europa y soslayar el Brexit,
para remediar las listas de espera
de la Sanidad y la pobreza de las pensiones;
acuerden una Ley de Educación para dos décadas.
¡A parlamentar!

No se repartan entre ustedes las culpas,
¿acaso nos creen tontos o incapaces?
Hablen entre sí de proyectos,
de cómo enderezar los caminos
y bachear los socavones:
que todos podamos dormir bajo techo
y comer tres veces al día,
que cada quien sude el pan que se come
sin el sudario de la misericordia;
aplíquense a limpiar las listas de mediocres
y del enfático ego que nubla la vista.
¡A las urnas!

¡A votar libremente lo de la última vez,
si nos apetece!
¡Descifren ustedes las claves!
¡A las urnas!

22 septiembre 2019

MANOS TRABAJADORAS




Manos rudas, encallecidas y agrietadas,
manos que cavan, que labran, que binan,
manos que seleccionan las semillas,
manos que abren el surco y las entierra
a una muerte transitoria que acabará en fruto.

Manos que restriegan los ojos,
manos que limpian las gafas
y se presta a seleccionar palabras,
que las junta adecuadamente
con su verbo, su adverbio y el sujeto elíptico
o de frente a pecho descubierto,
manos que rescata del acervo popular
o del diccionario y las pasea
─cuando es posible─
con cultismos, arcaísmos y extranjerismos.

Manos que siembran y manos que escriben,
manos poetas de la agricultura y la jardinería,
manos agricultoras de las palabras
y de sus selectos frutos:
manos que se afanan en trabajar.

21 septiembre 2019

UN ASCUA DE LUZ BLANCA




Un ascua de luz blanca,
una vara de nardo aromática
que se cimbrea sobre los tacones.

Lara musical, lira de esta baza a Espada
que hacia el altar camina
del amoroso brazo de su padre.

Tras de sí, una estela radiante
que abre camino y sella el amor
aguardando el juramento al pie del altar.

En Rochiles está de par en par
la puerta de la Jaula
y el aguacate, el olivo y la higuera
ceden su verde taimado a la esperanza
con la que entronizar esta unión.

Más allá del banquete y la fiesta,
mucho más punzante y fogoso,
más fulgurante que el ardor del instante,
es macerar esa llama el tonel de los años
con el buqué del para siempre.

20 septiembre 2019

PLENO RENDIMIENTO




Mi físico se contrae con el calor
y se dilata con el frío, o viceversa,
no estoy muy seguro;
lo cierto es que pretende constreñirme
a la geografía doméstica,
mas siempre que puedo, y sin ruidos,
hago un vuelo sin motor
y ensancho el campo abriendo líneas.

Dos muletas. Me siento arriero
de mi propia cabalgadura,
de este caminar dolorido, torpe y parsimonioso
en el que transito últimamente
sobre el eje de mi anquilosada columna.

Donde no llegan mis piernas,
se aboceta la imaginación,
y las lecturas. Aunque
la memoria también circula por manglares
y espacios inundados o desérticos,
la ejercito cuanto puedo y me ayuda
a navegar desde el Ponto a Ítaca
y desde el fondo del saco Mediterráneo
a la Atlántida.

Si bien paso más tiempo de reclusión
que de esparcimiento,
las acrobacias de la fantasía
están a pleno rendimiento.

19 septiembre 2019

HOY DEDE SER JUEVES




Hoy debe ser jueves todo el día,
ese punto de desequilibrio entre lo laboral
y lo festivo,
paraje indefinido en el que espero y recelo
despertará la sospecha con sonrisa blanca
o con el acero de una contumaz herida
sin sutura posible,
mientras el cronómetro inverso
no deja de aproximarse al vértigo del precipicio.

En el retrovisor, una sonrisa congelada
y unos labios de pulpa y fructosa
encarnados como un bello atardecer de septiembre;
por la luna delantera, la pesadilla de un percance,
un trávelin que mira sin parpadear indefinidamente
con la desesperanza de no acabar nunca,
una primera escena de un tiempo por vivir
que acabará por hacernos
amalgama de una misma rigidez estática.

Hoy debe ser jueves todo el día
y mi mente se ha anidado a la melodía de Delfos
en espera de un descarte, una buena mano
que no llevo o un órdago de farol,
ese en el que siempre sobrenada la esperanza.

18 septiembre 2019

LIBRE EN SU INDIGENCIA




No forma parte del mobiliario urbano,
pero es tan invisible como cosificado;
tanto, que él mismo ha llegado a creerse
parte del paisaje y no del paisanaje.

En algún recodo del camino ha perdido
sus raíces y el vínculo social
que lo dignificaba;
ahora es infrecuente su aseo
y ha asumido para el resto de viandantes
la indignidad de ser molesto:
maloliente, greñudo, abandonado a sí mismo…

Respira como animal herido,
sueña con la patria que idealizan los himnos,
pero ha olvidado la musicalidad
y la letra de la nana con la que le dormía su madre,
se hiere y sangra, pero su fluido no llega a tibio;
se siente solo en medio de la multitud,
pero se sabe libre y dueño en su indigencia.

17 septiembre 2019

MERES CONTAMINADOS




Le ofrecí mis agrios al viento,
aunque entonces sólo era brisa;
los arrojé por la ventana
induciéndole la ira que me carcomía
y una bolsa de aire
como un globo infantil
lo puso en manos de Eolo,
quien lo perdió
al sobrevolar el río.

Cuando bajó la marea,
esa cáustica gestaba un revoltijo de malicias
en la mar salada.

¿Y todavía nos extrañamos
de la contaminación de los mares?

El origen del mal
está en las entrañas del hombre.

16 septiembre 2019

LUZ QUE PRONUNCIA




Asoma por el horizonte
un ascua de luz como media corona
con destellos disipando las sombras;
se instala la mañana victoriosa
y el rubio es casi un doblón de oro
tomando altura sobre el collado.

Bajo mis pies, nace una sombra balbuciente
como si se estirara y estirara hasta perderse,
dibujando las hoces del río
y las de la carretera escoltada de álamos
y ensayando mimos silenciosos en mi pecho
.
Tiemblan las hojas su verdiblanco
como si detectaran su presencia;
al pasar el puente, se dibujan sus piernas
en la cantarina corriente
y la hierba de ambas orillas
aplauden la realidad del nuevo día;
bien sé yo lo que enciende mi ánimo
y cómo han pasado las dudas del alba
como luz que pronuncia tu nombre.

15 septiembre 2019

DESDE ESTA COTA




Ahora, desde esta cota,
mi vida es un caminar
dilatado en el tiempo
que nunca se apoyó en certezas
sino en dudas y necesidad
de colmatar el vacío.

Mirando hacia atrás,
una sarta de inseguridades
y lagunas
que fui rellenando con los cascotes
de mi propio derribo.

Ahora, desde esta cota,
todo es distinto:
soy consciente de no haber abocetado
el croquis, ni tomado la iniciativa
de colocar la primera piedra;
en cambio; todo me fue dado.

Ahora, desde esta cota,
tan sólo espero menguar
para estar seguro ante la puerta estrecha,
para que el tránsito sea posible
y el adecuado.

14 septiembre 2019

SEÑA DE IDENTIDAD




Tú y yo somos de otra latitud,
pero igualmente nos emocionamos
con el swing que aprendimos
viendo a Glenn Miller en el Cinema Moderno
y que moviliza a otros pueblos.

Éramos casi adolescentes
cuando bailamos esos ritmos
por primera vez
e hicimos de ellos nuestra identidad.

Aunque impostada,
nos sentíamos los reyes de la pista
y la manera públicamente permitida
de estar tan íntimamente juntos
y rozarnos con el mismo frenesí
de la música y sus secretos.

Aquella música, aquellos ritmos
que nos mostraba el cine
y que hacíamos nuestros
como peculiar seña de identidad.

13 septiembre 2019

UNA HISTORIA DIVISIONARIA




Meses después de que los vencedores
se dividieran Berlín en cuatro,
como generoso reparto de una tarta ajena,
me alumbró mi madre en el domicilio familiar
con una pompa que desconozco
aunque imagino el regocijo de todos
Era un tiempo gris,
tiempo de vencedores y vencidos,
de noticias clandestinas
de aquellos que se habían echado al monte.
No había tele y los noticiarios se difundían
jerárquicamente en conexión con Radio Nacional;
los niños jugaban en la calle a la guerra
y algunas bajas por palos o pedradas
necesitaban auxilio y dejaron cicatrices.
En París se divide el traje de baño
y se presenta el bikini;
mientras en el atolón de Bikini
se llevan a cabo pruebas nucleares
que no divide el nacimiento de la ONU.
Churchill populariza el término “telón de acero”
y el Festival de Cannes nace con vocación esperanzadora.
Vine al mundo en un tiempo divisionario,
pero mi vocación no estuvo por la labor,
y aquí sigo, como se pude ver, de una pieza.