El pasado 7 de
diciembre hablaba del Lacus Ligustinus, que viene a ser el espacio geográfico
del suroeste de España que hoy son las Marismas, una
de las reservas naturales más valiosas del continente europeo, nombrado
Patrimonio de la Humanidad y Reserva de la Biosfera, cuya mayor extensión está
ocupada por el Parque Nacional de Doñana. Bien cerca de la ciudad de Sevilla,
pasada La Puebla del Río, lindero con Isla Mayor, y muy cerca de la Cañada de
los Pájaros, un número considerable de mesones diseminados por entre la
arboleda de la naturaleza donde la comida estrella son los arroces caldosos.
31 enero 2013
MESÓN COLINA DORA
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Vivencias
30 enero 2013
SENTENCIAS-6
La honradez es un tesoro libre de impuestos, por eso no
necesita de paraísos fiscales.
La honestidad no entiende de fortuna, pero la fortuna hace
más dificultosa la honestidad.
“Al rey la hacienda y
la vida se ha de dar, pero el honor...” ¡Ay, ay de la familia política!
El hombre es bueno por naturaleza, pero hay naturalezas que
no encuentran fácilmente la bondad.
Hombres de letras, hombres letrados, hombres con
letras... a veces una palabra cambia
totalmente el sentido de una frase.
A las personas no se les conoce cuando vamos o vienen de
visita, sino en el fragor del vivir diario.
El hombre se siente inferior cuando copia y superior cuando
dicta; el maestro se limita a dar ejemplo mientras crea escuela.
En la brisa está todo el principio de lo creado; en la
tempestad el principio de la destrucción.
La sabiduría es la ventana por la que el sabio vislumbra su
ignorancia.
El sentido del humor es el sinsentido que pone orden en las
contrariedades de la vida.
En cada niño nace el hombre; en cada hombre la humanidad
entera.
El necio es tonto y no lo sabe; tratar de convencerle es muy
difícil. El pedante es tonto pero cree todo lo contrario; tratar de convencerle
es misión imposible.
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Sentencias
29 enero 2013
PRIMER CUMPLEAÑOS
De momento sólo dices papá,
pero no tardarás en darme la satisfacción
de llamarme abuelo.
Ya sabes del calor de
mis brazos
y yo de la agitación de tenerte en los míos;
aunque eres un chico muy despierto,
Alejandro, no es para ahora cuando te escribo,
sino para cuando yo haya hecho
mutis por el foro
desapareciendo para siempre de tu escena;
quiero que sepas —como
yo lo he sabido—
que eres un ser queridísimo desde el minuto uno.
Fuiste una fiesta, nuestra segunda fiesta,
de una madrugada de enero
pendiente de la megafonía metálica del hospital.
Me hubiera gustado dejarte un mundo mejor,
pero la inmoralidad bochornosa y la rapiña
no puede ser que te dejen en herencia
un mundo muy propicio ni adecuado.
Si acaso la vida me da tregua,
procuraré enseñarte a conjugar
felicidad, palabra en la que no intervienen
términos económicos, sino amor y compartir.
De momento, Alejandro, es importante,
es muy importante, que sepas y recuerdes
lo mucho que te quiero. Me gustaría transmitirte
—si acaso me da tiempo—
las lecciones que aprendí
y las muchas piedras en las que tropecé,
pero sólo una cosa es importante que no olvides:
ama con la misma gratuidad que eres amado.
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Poesía
28 enero 2013
BARRUNTO
Un conjuro de nubes
violáceas y tenebrosas
le han puesto lindes al cielo
y el sol amanece entre rejas
jugando al escondite;
el Jiraldillo
—como en él es costumbre—
indica el origen del viento
mientras mi cuerpo barrunta
—en el aullido del barómetro interno—
que el verano
sestea a pierna suelta
en el otro hemisferio,
al sur de mis padecimientos.
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Poesía
27 enero 2013
BIENES DE LUJO
Podríamos decir que el mundo está caminando —girando no cuadra con lo que
me propongo decir, aunque esa sea la trayectoria— por caminos divergentes:
mientras los empobrecidos son cada día más numerosos y sus capacidades de
consumo cada vez más escuálidas, un sector considerable de la sociedad no sólo
no nota los efectos de la crisis, sino que pescan en ese río revuelto y hasta
sacan las redes cada vez más llenas.
Según la compañía suiza Richemont, el sector de los bienes de lujo ha sido
uno de los mejores del mercado bursátil en los últimos cinco años. O sea, que
aquella vieja intuición de Perogrullo que ya expuse en más de una ocasión de
que el dinero, como la energía, ni se crea ni se destruye, sino que se
transforma, ha dejado de ser un axioma para alcanzar la categoría de teorema, y
en esta noticia la demostración palmaria que lo certifica. Mientras la economía
mundial se decrece, el sector de los bienes de lujo alcanza cotas de
crecimiento muy por encima de la media del mercado.
Richemont es una de las compañías más reconocidas mundialmente dentro del
sector del lujo, bajo cuya firma se aglutinan marcas en joyería, relojes,
productos de cuero y ropa de diseño, con nombres tan sonoros como Baume & Mercier,
Montblanc, Chloe, Dunhill, Cartier, Vacheron Constantin, Piaget... Y otras
muchas marcas muy sonoras, aunque no para el común de los mortales.
Uno se pregunta cómo es posible que esto sea así cuando Europa y los
Estados Unidos están en clara recesión, y el resto del mundo haciendo malabares
para la supervivencia. Pero como decía, el dinero no desaparece y aquellos que lo
andan acaparando no se conforman con el atesoramiento, sino que necesitan
aflorar a la vista lo bien que les van. En los países emergentes donde antes se
vivía un régimen comunista, la vida no ha cambiado mucho para la inmensa
mayoría de sus ciudadanos, pero quienes se encaraman en la cúspide de la pirámide
no se conforman con tesoros que desmerezcan de los del mismísimo Tutankamón. Y
en otros espacios donde el enriquecimiento les llega por vías todavía más
ilícitas como la corrupción o las mercaderías tóxicas al margen de la ley, ¿qué
mejor medio de blanqueo y disfrute que los bienes de lujo? Vivimos, decía,
trayectorias divergentes; la única esperanza que nos queda a quienes a duras
penas llegamos a fin de mes, es que esa divergencia nos saque de la órbita y
pierda para siempre en las distancias de la estratosfera a quienes con saña y
sin alma están llevando a la humanidad a la comarca de lo insostenible.
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Sociología
26 enero 2013
ENTRE ESPINAS
Pinchos, púas puntiagudas
desde la flor al tallo,
desfiladero de espinas
como aguerrida formación de hoplitas
protegiendo el sinsentido
de apenas un yerbajo.
En el parque, por entre setos
geométricamente alineados,
la indolencia o la desventura
había permitido
que emergieran unos vulgares cardos,
espinosos abrojos
víctima propiciatoria de la poda
y el desprecio.
Era nuestro aniversario;
había encargado
un generoso ramo para la efemérides;
resultó realmente espléndido,
aunque costoso.
Cuando ella lo puso como centro de mesa
y me lo agradeció con un beso,
recordé la belleza primitiva de aquellos cardos
que tanta similitud tiene con nuestro propio ser:
momentos de felicidad
entre los barrotes de las penalidades
del vivir diario.
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Poesía
25 enero 2013
RAMÓN
Fotografía de Pierre Donnord |
No está encogido de hombros por el frío;
Ramón tiene el alma fruncida
como si fuera que la chaqueta le hace
un respingo desde el forro.
¿Desde cuándo?
Tal vez desde siempre, pero ni lo sabe ni le preocupa:
su meta es más inmediata;
nada en él es para luego, sino para el ahora.
No pide, no extiende la mano;
no habla con nadie porque se ha acostumbrado
a ser indiferente, insignificante, invisible…
Le ofrecí un cigarrillo y me dijo con sorna:
la gente malvive en una habitación
de cuatro metros cuadrados;
en mi casa los pasillos son calles,
las luces son farolas
y los descansillos plazas arboladas
—con sus bancos, sus fuentes y sus palomas—;
ni siquiera me preocupo por apagar la luz:
ya lo hace la noche por mí
y me regala la penumbra;
se pelean por llegar el primero
y el contenido del cubo
es más grande que su apetito.
Hoy estoy filósofo —me
dijo—
y me tendió la mano con el cartón
de vino peleón:
olía a resaca ancestral.
Ramón no tiene futuro
y lo sabe,
no espera nada de mañana
porque en él sólo se conjuga el presente.
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Poesía,
Sociología
24 enero 2013
¿POR QUÉ SE ESCRIBE?
“Es
asombroso que seas capaz de escribir un precioso poema cada día.”
Chelo
de la Torre
"Escribir es defender la soledad en que se está; es una
acción que sólo brota desde un aislamiento efectivo, pero desde un aislamiento
comunicable, en que, precisamente, por la lejanía de toda cosa concreta se hace
posible un descubrimiento de relaciones entre ellas. Pero es una soledad que
necesita ser defendida, que es lo mismo que necesitar de justificación. El
escritor defiende su soledad, mostrando lo que en ella y únicamente en ella,
encuentra."
María Zambrano
Ayer, mi entrañable amiga, Chelo
de la Torre, me decía en un comentario: “Es
asombroso que seas capaz de escribir un
precioso poema cada día.” Eso es algo que no se ajusta plenamente a la
verdad por dos motivos: no siempre escribo poemas; no siempre mis poemas son
preciosos, o ni tan siquiera buenos. Pero esto que ella dice a mí se me pega
como velo de grasa al alma, y que el resto de mis lectores sabrán disculpar al
saber que es el afecto y no la razón con la que ella emitió el juicio.
¿Por qué se escribe? Comencé este
blog el 26 de octubre de 2009 y lo hice
publicando un par de veces por semana de forma muy heterogénea y así sigo:
poemas, reflexiones, relatos, memorias… hasta que se fue incrementando el ritmo. Desde
mediados de julio de 2010, hasta la fecha, he publicado algo cada día. Todo comenzó
como un ejercicio autoimpuesto, una confrontación con mi propia capacidad para
aparecer a diario como lo hacen los medios de comunicación, si bien con otro
ánimo no de actualidad, sino de reflexión del vivir diario, sobre cuyos hombros
cargamos la inevitable infancia, los miedos, las emociones y aquellas otras
cosas que nos afectan positiva o negativamente de los acontecimientos diarios.
Como consecuencia de ello, he
logrado conocer virtualmente a muchas personas y a hacer amistad con un nutrido
grupo de ellas a quienes conozco y me conocen tal vez mejor que si
frecuentáramos a diario la hora del aperitivo o el café de sobremesa en el bar,
donde sobreabundan las banalidades por encima de sesudas especulaciones. Aun
así, me sigo preguntando, ¿por qué se escribe? Si en mis propósitos no queda ni
cerca ni lejos ninguna editorial, si ni siquiera otorgo a lo propio la calidad
suficiente para inmortalizarlo en las matrices de la imprenta, ¿por qué
escribo?
Ya ha quedado explicado el por
qué hacerlo a diario y me siento muy complacido de haber logrado hasta ahora
ese reto que un buen o mal día me propuse como ejercicio de voluntad, pero
ahora quiero preguntarme por el por qué de la escritura. En la segunda de las
citas que abren este espacio, María Zambrano expone algunos de los motivos que
a ella le llevaron a escribir y que comparto hasta el extremo de haberlo tomado
como punto de partida. A pesar de vivir felizmente casado y compartir la vida
cada día con más dicha, y siendo persona creyente que se ve reflejada en las
palabras del Génesis: “por eso deja el
hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne.”;
a pesar de esa unicidad, por encima de ello o de forma paralela, en cada
persona hay un espacio de privacidad al que hay que darle salida para ser uno
mismo, para sentirse creador sin llegar al grado de soberbia, algo que
difícilmente se puede alcanzar sin el ejercicio de ser uno mismo aislado y
pensante, sino en el más profundo silencio y soledad en el que uno llega a
identificarse consigo mismo, con su estado y su razón de ser.
Lo que digo no es privativo de la
escritura, sino de toda actividad creadora donde el individuo, a solas con sus
capacidades y con el ejercicio gimnástico de la práctica continuada, es capaz
de ser y verse reflejado en todo aquello cuanto con sus medios personales consigue
dar vida. Y todo esto, ¿para qué? Para en su momento, tras ese parto silente y
apartado que requiere todo acto creativo, comunicarlo y difundirlo cuanto más mejor.
Busco, deseo, necesito de mis ratos de soledad y apartamiento del mundanal ruido
y de los seres a los que amo, para acabar mostrando lo meditado, el producto de
mi obra, algo que únicamente en ese apartamiento voluntario logra encontrar y
darle forma.
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Reflexiones
23 enero 2013
ENERO
Enero:
Nieve en el monte,
frío en el rostro,
economía renqueante y cuesta arriba
de los bolsillos esquilmados;
propósitos de enmiendas
que ni siquiera se iniciaron,
dietas abandonadas
y la misma fragilidad
que me condujo hasta el hoy;
el pudoroso almendro
se ha cubierto de nieve rosácea
y ha quedado preñado de futuro;
yo sigo la deriva
por la senda de la desmemoria
como en la espiral indolente
del curso de los días
de esa inercia,
cuya fuerza centrífuga
terminará por sacarme de la órbita:
ayer, veintiuno de enero,
recibieron sepultura
en la ciudad de Marbella
dos viejos compañeros de instituto
-fuimos niños-.
¡Descansen en paz!
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Poesía
22 enero 2013
DIADEMA
En la aparente muerte transitoria
de la noche,
cuando todo parece
haber pasado a mejor vida,
cuando se magnifica lo insignificante
y las cosas de peso
sobrenadan la angustia
del duermevela,
una mano incógnita y poderosa
viste a la humilde hierba
con diadema de perlas y brillantes,
para subvertir
el orden y poner las tildes
que la ignorancia humana
no sabe deletrear.
En la muerte transitoria de la noche,
de cada noche,
como un milagro,
surge un espectacular prodigio.
En la muerte transitoria de la noche,
de cada noche,
como un milagro,
surge un espectacular prodigio.
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Poesía
21 enero 2013
ODA A LA GRANADA
A ese árbol espinoso,
ancestral y morisco,
la primavera lo viste
de grana
con botones que florecen
y viste el verde pálido y los aguijones
en dulce esperanza
con brotes que se ceban día a día.
Al final del verano, el fruto en sazón,
guarda en la carcasa
de aguerrido escudo,
como de piel de cabra,
una formación de dientes encarnados
—oasis oculto—
para saciar con cada incisivo
la recompensa de la vehemencia
de quien busca sin desfallecer.
Franqueada la dura piel,
en cada lóbulo,
guarnecido por un velo amargo
a modo de manto protector,
un apiñamiento de gránulo
jugosos y azucarados,
guardando eficazmente
como en celosías
la sorpresa más agradecida
al paladar que se deja sorprender.
En la memoria,
las manos rugosas y tercas
de mi abuela Ana
y la sufrida paciencia
de su amor deleitoso,
desgranando uno a uno,
apartando el verdor ácido
que no enturbie el resultado,
de un plato granulado
de carmesí incitación,
al que hacer frente
—desprovisto de lo acre—
el intenso sabor
tan aguerridamente guardado
como gustosamente apetecido.
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Poesía
19 enero 2013
¿QUIÉNES RECIBIERON SOBRES?
Yo tenía un gran cargo,
matarile, rile, rile.
Yo tenía un gran cargo,
matarile, rile, ron, chimpón.
¿Dónde están los millones?,
matarile, rile, rile.
¿Dónde están los millones?,
matarile, rile, ron, chimpón.
En un paraíso fiscal,
matarile, rile, rile.
En un paraíso fiscal,
matarile, rile, ron, chimpón.
¿Quién me los descubrirá?,
matarile, rile, rile.
¿Quién me los descubrirá?,
matarile, rile, ron, chimpón.
¿Quiénes recibieron sobres?,
matarile, rile, rile.
¿Quiénes recibieron sobres?,
matarile, rile, ron, chimpón.
Nadie dirá una palabra,
matarile, rile, rile.
Madie dirá una palabra,
matarile rile, ron, chimpón.
Todos recibieron uno,
matarile, rile, rile.
Todos recibieron uno,
matarile, rile, ron, chimpón.
Yo tenía un gran cargo,
matarile, rile, rile.
Yo tenía un gran cargo,
matarile, rile, ron, chimpón.
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Canción infantil
HAMACAS AL ATARDECER
A veces, Pepita, escribo
con el producto que se colmata
en mi mente a base de lecturas,
audiciones y confidencias ajenas:
retazos de vidas descompuestas
que pasan sin llamar ni dar los buenos días;
por eso no hablan de ti y de mí,
sino de ese silencio que crece
como crecen las plantas sorbiendo
el néctar del subsuelo, silentemente,
y se hacen flor o pasto incomestible.
Hace uno día, el quince de enero, para ser exacto,
pronuncié un lamento,
¡ay, ay, ay!,
un lamento, digo, por un dolor ajeno;
y una curiosa —tocada
de sombrero—
dedujo que nada tenía que ver contigo;
otra cuentista, alavesa por más señas,
incluso aventuró: “espero que reúnas
en tus versos la solución a tanta impotencia.”
Sólo dos ejemplos de sendos fantasmas
que no se conforman con la simple lectura,
sino que incitan, incoan e invitan
a poder leer en
adelante que no es una herida
lo que supura entre tú y yo, ama de mis días,
sino el anhelo de pasear nuestras miradas
con todo el posible aplomo
por el plácido sol, cuando atardece,
como tú y yo nos atardecemos, el uno junto al otro,
hasta que se apague la luz de nuestras miradas
y una ola parda o negra nos lleve en su lomo
hasta la desangelada estación terminus.
Mientras, mi amor, reposa junto a mí,
démonos la mano de una hamaca a la otra;
así, muy cerca, muy juntos, muy uno,
observemos cómo se apaga la tarde
en tanto nuestro relojes den la hora en punto.
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Poesía
18 enero 2013
LETRILLA
Explícamelo, si puedes,
cómo se puede apañar
el político de turno
para driblar con regates
—hablando de calidad—
la escuela estatal o pública
mientras que su hijo está
en una escuela privada
que le cuesta un capital.
¿Es coherente —pregunto—
lo de la amnistía fiscal,
de los que dictan las leyes
y sus capitales duermen,
¡oh extrañeza, oh azar!
fuera de nuestras fronteras
en paraíso fiscal?
El colmo de la insolencia
—hablando de sanidad—
es ponerse enfermo en casa
y a Cuba irse a operar.
Esta letrilla, señores.
—chascarrillos de café—
son cosas insustanciales
que yo no logro entender.
Si alguno es ducho en el tema
y me lo quiere explicar,
vaya mi agradecimiento
que aquí quiero adelantar.
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Copla
17 enero 2013
CAMBIAR DE VIDA
Para un blanco, tener la negra
significa algo así como tener el santo de espaldas o lo que es lo mismo estar
acosado por la mala suerte; pero qué lejos están nuestros pensamientos de esas
criaturas subsaharianas en este y en otros muchos temas. Me gustaría saber qué
piensan ellos de nosotros, de ese primer mundo, ahora venido a menos, que sin
duda les habían pintado como el paraíso mismo. A ellos los vemos en los
semáforos regalando sonrisas y ofreciendo pañuelos de celulosa, otras veces
vendiendo copias de música y películas por entre los veladores de las terrazas
o en la playa, donde el negocio se expande a otros productos como bolsos,
relojes, gafas de sol, pañuelos y abalorios de marcas falsificadas. Pero y
ellas, ¿en qué se ocupan ellas?
Hacía la esquina. Lucía una
cabellera muy ensortijada, una blusa escotada y una falda bastante corta.
Cuando me aproximaba, ella vio en mí a un cliente y yo en ella una mirada de desgarro
como si se le hubiera partido el alma en pedazos, lo que se traslucía en el brillo
opaco de sus ojos. Abrió los brazos y me ofreció la mercancía. “¡Hola guapo!
¿Lo hacemos?” Hasta su nombre suena a falsedad: “Me llamo Mirella”. Me costó
convencerla de que mi único interés era saber de ella, interesarme por su
estado de ánimo y la contradicción entre lo asqueado de su expresión y la
mercancía que ofertaba. “¿Es usted policía o misioner?” Ni una cosa ni otra,
Mirella, pero me da en la nariz que no estás aquí por tu voluntad. Se le
saltaron las lágrimas y me llevó hacia el portal, me pidió que le pagara antes
de entrar en aquel cuartucho infecto donde había un rastro de olores a cuerpos
que se había desfogado de sus instintos primitivos sin el mínimo asomo de
ternura. “Tienes media hora, ¿quieres que te desnude?” En aquel cuartucho olía
a humedad rancia. Aunque te cueste entenderlo
—le dije— sólo me mueve la curiosidad por saber de ti. ¿Estás aquí por
tu voluntad? “Ahora sí, me dijo, pero…” Mirella o como realmente se llame
entornó los ojos en silencio y al cabo dijo:
Vinieron tres años consecutivos de sequía y sólo resistieron los más
fuertes. A pesar de la distancia, hasta allá llegan ecos de que España es un
paraíso y que merece la pena los esfuerzos para llegar hasta aquí. Mi mamá no
se opuso a mi marcha, pero no se sintió con fuerzas para emprender el viaje
conmigo; a sus cuarenta años ya estaba bastante maltrecha. En media hora no
puedo entrar en muchos detalles, pero las ilusiones de la salida se
desvanecieron una y otra vez a lo largo del camino, para de nuevo ilusionarnos
con la esperanza de conseguir la meta. Llevaba encima todos los pocos ahorros
familiares, pero cuando ya bordeábamos el sur del desierto, comprobamos que
aquello era una tarea imposible. Algunos lo intentaron, otro pagaron grandes
sumas a los dueños de aquellos jeeps y
mi pasaje se lo cobraron violentando la intimidad de mi cuerpo. Sentí unas
horribles nauseas, pero no pude hacer otra cosa que formar parte de aquel
cargamento hacinado que nos llevaría hasta la orilla del mar, donde la
esperanza ya era visible los días de bonanza.
Como si de un aprisco se tratara, nos recluyeron en un campamento en el
que teníamos por suelo la tierra y por cielo las estrellas. En aquel otero, los
días claros, veíamos la costa del otro lado y nos aseguraban que aquel era el
paraíso. Las pocas personas que había llegado hasta allí con dinero suficiente
fueron los primeros en subir a las pateras. Eran como cáscaras de nuez en medio
del mar, pero sabíamos que era el medio de alcanzar lo prometido. A esas
alturas del viaje, más de un año después de haber salido de mi poblado, no
tenía nada mío, sino las pocas prendas de vestir que unos voluntarios me
entregaron cuando se acercaron a nuestro emplazamiento. Algunas personas
llevaban allí año y medio esperando la oportunidad de subir una de aquellas
noches a la patera. Entonces comprendí que nunca me llegaría el turno y me
sentí absolutamente abatida. Fue en esas circunstancias cuando me llevaron
aparte tres de los cabecillas que controlaban el flujo de pateras y me
ofrecieron viajar gratis a cambio de un contrato verbal, como camarera de un
restaurante en Barcelona, con cuyos ingresos me comprometía a devolverles el
importe del pasaje y la comisión por llegar ya con un trabajo garantizado. Yo
exultaba de alegría y ellos lo celebraron mancillando uno tras otro mi cuerpo,
mientras lloraba lágrimas de victoria y me refugiaba en la memoria de mi madre.
Aquellas lágrimas no fueron de rabia como cuando llegaba a orillas del Sahara,
porque a la noche siguiente, por fin, cubriría el último tramo de mi largo
viaje.
Ellos se habían quedado con mi pasaporte para tramitar los papeles y no
sé que otros asuntos, pero lo cierto es que me enclaustraron en un cuarto con
aspecto de penitenciaría. Ya no estaba sola, sino con otra decena de
desgraciadas que me instruyeron en el oficio del amor. Me vi convertida en una
mercancía de la que no tenía control. Nos hacían desfilar delante de uno o
varios hombres sebosos, algunos desdentados otros bebidos, y nos hacían seguir
a aquel que nos elegía. Perdí más que la ilusión las ganas de vivir. Odiaba mi
cuerpo, convertido ahora en objeto de uso de gentes que me trataban con la
punta del pie y solicitaban de mí cosas espantosas. Cuando yacía en la cama,
entornaba los ojos y dialogaba en silencio con mi madre mientras era poseída.
Miguel venía un día y otro y siempre me elegía a mí. Llegué a comprender que
conseguía hacérselo pasar bien. Una noche, mientras se vestía, le rogué que me
sacara de allí, que me llevara lejos. Comprendí en su mirada que quería
complacerme, pero tenía miedo a la mafia. Por fin, a la semana siguiente, logré
salir por la ventana del baño y él me esperaba con el motor del coche
arrancado. Viajamos toda la noche y llegamos muy lejos. No he sabido más de
Miguel. Ahora ejerzo la calle en esta ciudad, en tanto consigo lo suficiente
para cambiar de vida, pero encuentro tantas trabas…
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Relatos
16 enero 2013
HASTA DESPUÉS DE LA MUERTE
El compromiso es una especie de
pacto a dos bandas, una obligación contraída en ese intercambio del te doy y me
das que los humanos sabemos romper a las primeras de cambio. A veces, ese
compromiso está ligado a la firma de un contrato donde lo prometido aparece de
forma fehaciente; otras son simples juramentos de amor, tantas veces sujetos a
veleidades. No es así cuando el amor es verdadero, cuando los sentimientos
conducen al cumplimiento de lo no firmado sino sellado en el corazón. Este es
el caso repetido numerosas veces del perro hacia su amo. En muchas ocasiones ha
saltado a los medios la noticia de un perro que ha seguido esperando a su dueño
eternamente cuando éste ya se había embarcado con Caronte hacia el más allá.
Son innumerables los casos de
perros que han velado por mucho tiempo la muerte de sus amos, como si la muerte
no fuera justificación suficiente para rescindir ese contrato de fidelidad
pactado por el amor. Hace un par de años, en la ciudad de Cádiz, conocimos el
caso de un anciano que fue recogido en la calle por los servicios sanitarios e ingresado
en el hospital de forma urgente. Su perro llegó hasta donde le estaba permitido
y se quedó por el resto de sus días en la puerta de urgencias esperando la
salida de su amo, que ya había sido conducido hasta el tanatorio. Días después,
el animal, además de triste, estaba famélico y todos se admiraban que ni
siquiera se retirara de allí para buscar comida. La gente comenzó a echarle de
comer y el perro se quedó en la puerta del hospital esperando la recuperación
de su amo para siempre.
No es este el único caso, sino
que son numerosos los ejemplos que podemos aportar. Capitán, es otro perro fiel que durmió durante seis años sobre la
tumba de su amo en el cementerio de Villa Carlos Paz, en Argentina. Según
cuentan, apareció un día solo en el cementerio buscando a su amo, hasta que
encontró la tumba donde se dedicó a hacer guardia permanente. El amor eterno
que tantos humanos no sabemos cumplir, ese que solemos romper a las primeras de
cambio, se convierte en inquebrantable en el ejemplo de estas mascotas que no
entienden la despedida repentina de sus amos.
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Narrativa
15 enero 2013
LAMENTO
¿Qué velo se ha interpuesto
entre tú y yo,
para dejar de ser nosotros?
Nosotros, ¿recuerdas?
… Nosotros. Nosotros,
tú y yo hasta la unicidad,
un proyecto en el que nos fundíamos
hasta desaparecer.
¿Qué transparencias vistes
que te hacen opaca
a la ansiedad con la que te indago?
¿Cómo se llama él,
si acaso tiene entidad como malicio?
Por la hondonada de mis sentimientos
reptan las sierpes de mis elucubraciones
y los desgarros de este abandono
y la distancia que más y más me asfixia
cada día, cada minuto, cada instante;
te intuyo en otros brazos
y los míos se desmayan de impotencia.
¿Por qué este muro flácido y fiero,
este abietáceo cortinaje
que fluye entre nosotros
asestándome, con su acero blando,
tan certera cuchillada,
de la que mana este lamento?
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Poesía
14 enero 2013
COMO EL AGUA
Si de alguna forma más o menos acertada
se puede definir la corrupción, esa que como el agua encuentra siempre algún
resquicio por el que filtrarse, es con las mismas características del agua. Como
el agua, se expande por derramamiento; luego siempre parte de arriba, de donde
mana, y se va repartiendo en extensión a capas cada vez más alejadas y
populares y en menores proporciones; una cascada imposible de detener y cuya
fuerza radica en la fortaleza de la cabecera. Es cierto que también existen
filtraciones por capilaridad, pero estas, aunque constantes, son de menor
cuantía; se trata de aquellas que en camino inverso, parten de los sótanos de los
dirigidos para llegar a las capas superiores. Es una humedad que no llega a
satisfacer plenamente, un menudeo, pero con la que se justifican las inundaciones
que proceden de donde se suele gestar todo. Es esa misma humedad que permite
que crezcan juncos y aneas en las riberas del río, de cuyo caudal sólo reciben
el beneficio del tráfico camino de la desembocadura.
Como el agua, la corrupción es
incolora; no por ausencia de color, sino porque se da en toda la gama de la
paleta del arco —véanse las hemerotecas—
Unos y otros, con más descaro o con
menos, derivan las aguas hacia sus labranzas con la mayor desfachatez
imaginable. Como el agua es inodora, pues no se entiende de otra forma que no
trascienda ni alarme desde los inicios, a pesar de la abundancia con la que se
ha generalizado. Y también la corrupción es insípida, aunque este último
aspecto no está probado científicamente. Dudo mucho que desde los inicios de un
caso hasta su conocimiento público —de
aquellos que llegan a descubrirse—, no de margen de saborear a los distintos
eslabones de esa cadena de ocultamiento los saporíferos fluidos de lo ajeno
cuando se adentran en lo propio. Todavía es un postulado, pero se trabaja con
cierto afán y es muy probable que pronto pueda alcanzar la categoría de tesis;
así que desde ya, podemos adelantar que la corrupción es incolora, inodora e
insípida, como el agua.
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Reflexiones
13 enero 2013
JUGUETES ROTOS
A estas fechas, una semana
después del día de Reyes, serán innumerables los juguetes abandonados por
nuestros niños; unos rotos, otros con las pilas agotadas, otros a los que el
niño no le ha captado el punto divertido y ha jugado desde el primer instante
con la caja y no con su contenido. A veces los padres traen a sus hijos los
juguetes con los que ellos mismos jugar y no aquellos que el niño necesita, de
ahí que con tanta frecuencia los niños decidan atar o hacer atar una cuerda al
envoltorio y poner en funcionamiento su tierna imaginación en lugar de nuevas
pilas. Nunca fue más brioso el corcel que cuando era un trozo de vara o caña y
un niño a horcajadas pronunciando con sus labios el galope.
Un niño con un juguete mecánico, por
lo general, se aburre, porque el juguete deja de cumplir su función primordial
que es el juego. Y es que cuando el juego consiste en accionar un interruptor y
ver como el coche o la moto se estrella contra la pared de enfrente, deja de
ser un divertimento porque es el juguete quien juega y el niño quien lo
contempla. El niño es cómplice del juguete y le pone el alma que éste no posee,
el motor que no tiene y hasta el combustible que ni da humos ni contamina,
porque es la propia acción del niño la energía que todo lo acciona. En esa
tarea, desarrolla la imaginación y se siente colaborador necesario y hasta creador
de su propio juego.
Muchos de los juguetes actuales
lo son más de adultos que propios de niños, así que no es de extrañar que
estemos criando una generación de solitarios que no sólo no juegan con otros
niños, sino que ni siquiera juegan ellos mismos. El mejor de los juguetes es
aquel en el que el niño forma parte activa del juego y le da al juguete el
ánima de la que carece; y el superior de todos los juguetes, aquel que tiene
esas características y que se juega en equipo en lugar de en solitario. Hasta a
la pelota se puede jugar sin pelota, basta con un poco de papel o trapo y una cuerda. Posiblemente la crisis
económica devuelva a los niños la necesidad de ser creativos en sus juego,
aunque de momento lo que está consiguiendo es que varios estén jugando en el
mismo lugar en su más intima soledad, cada uno con su maquinita.
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Reflexiones
12 enero 2013
EL BASTÓN DE PLATA
El autobús iba a hacer su
recorrido habitual, lo que significa un trayecto que ya he hecho en múltiples
ocasiones, así que, a pesar del día soleado y radiante, en lugar de mirar por
la ventanilla saqué un libro del bolsillo y me entregué a la lectura, algo que
no duró mucho, ya que en la siguiente parada se subió un señor que portaba un
bastón con empuñadura de plata y a quien no le apetecía dejarme enfrascado en
el libro. “¿Qué le parece? —me dijo
mostrándome el bastón en cuanto tomó asiento— fue de mi madre y por eso le
tengo un cariño especial”. No supe que responderle y simplemente le puse cara
de sorpresa. “Es de Lisboa, ¿no ve la madera tan valiosa que tiene? La
empuñadura es de plata maciza” Se ve que es bueno —le respondí. Tenía una
abolladura por un extremo y a través de ella se dejaba ver su interior
blanquecino que delataba que no era maciza, lo que también me hizo dudar que
fuera de plata.
“¿Sabe qué?” Usted dirá. “En una
ocasión, estando sentado en una lujosa cafetería, tenía frente a mí a una
señora que no dejaba de mirarme. Eso sucedió en Granada. Me miraba con tanta
insistencia que tuve que mirar hacia otro lado porque me estaba inquietando
aquella forma de observarme. Me levanté, fui al servicio, y en cuanto regresé a
mi asiento, seguía la señora sin dejar de mirarme con bastante descaro. No
pudiendo más con aquella situación, me levanté, me acerqué a ella y le dije:
¿Se puede saber por qué me está mirando usted de esa forma? ¿Es que quiere
usted algo conmigo? Era muy guapa, gitana, pero muy guapa; iba muy bien vestida
y llevaba unos zarcillos de coral de gran tamaño. “Pues verá usted —me dijo— mi
marido es anticuario y me he fijado que lleva usted un bastón muy bonito, ¿no
estará usted interesado en vendérmelo? ¿Cuánto pide por él?” Y le contesté a la
señora: Pues no está en venta, señora. Este bastón es de Lisboa y perteneció a
mi madre, así que no lo vendería por nada; pero de calé a calé, si llegamos a
un acuerdo, nos damos la mano y el bastón es suyo. A lo que ella me contestó:
¿No me estará usted proponiendo…? Lo que le propongo —le dije— es cambiarlo por
esos zarcillos de coral que usted lleva. “Pero, ¿sabe usted lo mucho que valen
estos zarcillos?” ¿Y usted sabe lo que vale este bastón?”
“Yo sé mucho; he sido funcionario
y a mí no me la pegan así como así.” No iba mal vestido pero hacía varios días
que no se afeitaba y tenía un cierto aspecto de dejadez. “¿Qué le parece, amigo?”
Pues que cada uno da el valor que cree oportuno a lo suyo. “No, no me refería
al bastón. De mis cinco hijos, tengo dos parados y se me han colado en casa con
sus mujeres e hijos”. Pues sí, está la cosa muy mal. “Pero yo he sido
funcionario, y en cuanto veo a uno llegar le pregunto: ¿qué me traes, hijo? Y
ya no me pide nada. Yo he sido funcionario.”
Así fue saltando de un tema al
siguiente como se ensartan en la radio las noticias a la música y la publicidad,
sin el menor nexo. No pude hacer en todo el trayecto ademán de sacar el libro
del bolsillo y ponerme a leer, pero tampoco creo que en tan corto espacio de
tiempo pudiera haber asimilado tantas historias tan fantásticas como inconexas
de la novela que había abandonado en el bolsillo.
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Relatos
11 enero 2013
PALABROS EDULCORADOS Y SU TRADUCCIÓN
Por muy bonito y poético que queramos decirlo, cuando un barco se acerca tanto a la costa que se queda preso al fondo sin poder reanudar la marcha, podremos decir que ha quedado enamorado de la belleza de la playa, de los cánticos hechiceros de sus bañistas o cuantos eufemismos se nos ocurran, pero lo cierto es que ha encallado.
ERE (expediente de regulación de empleo) = despido.
Procedimiento de ejecución hipotecaria = desahucio.
Desempleo = paro.
Búsqueda activa de empleo = desesperación.
Externalizar la gestión = privatización.
Daños colaterales = víctimas
civiles.
Invidente = ciego.
Conflicto laboral = huelga.
Línea de crédito = préstamo.
Apoyo financiero = rescate.
Reformas estructurales necesarias = recortes.
Gravamen adicional =
subida del IVA.
Crecimiento negativo = recesión.
Incentivar la tributación de rentas no declaradas = amnistía fiscal.
Titularidad indirecta del Estado = nacionalización.
Flexibilizar el mercado laboral = abaratar el despido.
Desaceleración = crisis.
Banco malo = el peor
de los banco, con el que se trata de hacer buenos a los otros.
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Pensamientos
10 enero 2013
LA LUNA EN EL RÍO
Puente de Triana - Sevilla |
Se asoma la luna al río
y descubre la quietud
de las aguas y el gentío;
en las sombras pone luz
y relumbra el caserío
con dorado brillo frío.
Ya duerme la muchedumbre
como suele ser costumbre,
aplazando la inquietud;
se fue adormeciendo el brío,
mientras se baña en el río
ese queso sustancioso
que debe ser tan sabroso
como un manjar untuoso
de caprino o de lanar
tierno, semi o curado
bien gustoso de catar.
Su luz se hace de plata
cuando, traviesa se baña
en el silencio nocturno,
como si de una cucaña
en festivo lanzamiento
se escurre sin aspaviento
como mozuela traviesa
que busca divertimento.
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Copla
09 enero 2013
DE REGRESO AL FRÍO
Llegó como consuelo a la
desilusión causada por la lotería; al aterrizar en Málaga, en tan solo unas
horas de vuelo, se encontró con 40 grados de diferencia y, despojándose de casi
todo, exclamó: “¡A esto llamáis invierno!”. Bromeaba, pero es precisamente aquí
donde se ha pillado un resfriado de cierta importancia, del que se marcha ya
recuperado.” No es fácil vivir alejada de los hijos” —dice Pepita—, yo le quito importancia, pero
en mi interior se hace confirmación este pensamiento y disimulo la herida. No
es cierto que se marchara adonde nace el frío por aventura, pero sí que es
venturoso en estos tiempos que corren tener un trabajo, aunque éste esté a más
de cinco horas de avión.
Plaza Roja - Moscú |
Le he acompañado a la estación
del tren. Llevaba poco equipaje y en el talante la incertidumbre que
caracteriza a las despedidas. Ni siquiera me bajé del coche, aunque esperé a
que se alejara tirando del trolley diligente hacia la entrada. En el camino de
regreso a casa ya se había hecho hielo el fuego del adiós. Cuando esté
amaneciendo en Moscú y aquí sea la madrugada, llegará un whatsapp avisando de su llegada; tal vez horas más tarde podamos
hablar por Skype y verle el
semblante: la globalización está haciendo que el Oriente y el Occidente sean
barriadas de nuestro entorno; las nuevas tecnologías, el paliativo para tan
enormes distancias.
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Recuerdos
08 enero 2013
ENTRE LA INDIGNIDAD Y LA INDIGNACIÓN
Vivimos un tiempo convulso donde
tan justificada parece la indignidad como la indignación. Se discute a los parados
que ya no tienen ningún tipo de cobertura los 400€ de supervivencia y salta a
los titulares noticias como la recompensa a Rodrigo Rato como consejero asesor
de Telefónica. Cierto que el POSE está reclamando esa propina para los que nada
tienen, pero da la apariencia de que se trata más de meterle el palo en la
rueda a los contrincantes políticos que una operación de justicia social.
Los ejemplos que nos llevan a
dudar del interés de los políticos hacia los humildes son los cargos de Felipe
González, consejero de Gas Natural, y José María Aznar, consejero de la
eléctrica que privatizó, sin que ninguno de ellos haya renunciado a la sustanciosa pensión
como ex-presidentes, algo que no podemos hacer los pensionistas comunes, ya que
nuestros ingresos son incompatibles con otros ingresos del trabajo. Por si fuera poco,
los primeros espadas de los dos grandes partidos están en la nómina de grandes
empresas, y también la parentela de éstos ocupando puestos a dedo, como recompensa por los servicios prestados; por
si fuera poco, los de menor grado están colocados en las Mancomunidades, Diputaciones, Ayuntamientos y empresas
desgajadas de la administración, se supone que por fidelidad, más que por méritos.
Numerosas
familias se mantienen en la cuerda floja gracias a esos 400€ que el gobierno se
resiste a renovar, así como gracias a la solidaridad de la familia y las
instituciones de caridad. En los años 60 se decía que España llevaba un retraso
con Europa de 50 años; luego nos hicieron creer que nos codeábamos con ellos y
hasta le superábamos en servicios sociales y en sanidad, pero en muy breve
plazo hemos pasado a ocupar el puesto del que veníamos, y un número muy considerables de españoles está
arrastrando sus vidas casi por la mendicidad, algo rotundamente indigno. Entonces
exportábamos mano de obra sin cualificar y ahora exportamos a los más
cualificados. Es indignante que la CEOE quiera dar una nueva vuelta de tuerca a
la contratación laboral y es indigno e indignante que nos enteremos por el Wall Street Journal que “España
ha empeñado en silencio el 90% del fondo de pensiones en comprar bonos”. De
seguir así, no será suficiente con indignarse ante tanta indignidad.
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Sociología
07 enero 2013
LIFE IS LIFE
Concurso de Comic,MALAGACREA08, autor y primer premio: Daniel Espada Cerón |
Muchos ni siquiera nos preguntamos:
¿qué es la vida?
y esta te lanza a tumba abierta
por un camino que desconoces,
a un ritmo que imprime la masa
y que tal vez
te conduzca al sin sentido
de esa misma bruma que habita tu mente
y te desposee de raíces y razón.
Se ha puesto el reloj en marcha,
te han vestido con la urgencia del camino
y la aceleración es el diapasón de tus horas:
polvo, sudor y lágrimas, pero cabalgas;
cabalgas, siempre cabalgas;
cabalgas a lomos del desconcierto
hacia un destino inopinado e insospechado
al que no sabes por dónde te llevará
ni para qué tanta fatiga, tal vez inútil.
Si acaso puedes,
si el reloj de tu biología funciona y lo percibes,
párate, cuestiónate:
¿Quién soy? Adónde voy?
posiblemente pierdas la noción
y no alcances a deletrear el tramo recorrido,
pero vislumbrarás la meta y será colofón
para tu entendimiento.
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Poesía
06 enero 2013
UN MISMO FUEGO
Todo comenzó con un encuentro casual;
tu mayor característica,
la lozanía, la exuberante juventud
en cada uno de los poros de tu piel,
en el río manso de tu mirada
que prometía sinfonías de arrullos
y en la pasión atenuada de tus labios
que ofrecían promesas.
Un mismo fuego,
una misma carne
cuarenta años en llamas;
toda una vida en común
con sus día y sus noches,
sus regocijos y sus quebranto,
pero ardiendo al unísono
en una llama que no se extingue
como si una partitura no escrita
dibujara nuestro destino hacia lo eterno.
Renovemos las promesas, Pepita,
aquí y ahora:
cuarenta años después,
ardamos el uno junto al otro
hasta que el Céfiro, el Poniente
o cualquier viento desabrido
nos lleve a alguno de los dos
en primicia al Jardín del Edén.
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Poesía
05 enero 2013
A LOS REYES MAGOS
Queridos Reyes Magos:
No imaginan sus Majestades la
decepción tan profunda que sentí cuando, siendo muy niño, me dijeron que todo
era una falsedad, que los Reyes eran los padres. Mis padres eran realmente mis
reyes, aquellos que cuidaban de mí, que me facilitaban la vida y daban la suya
por hacerme la mía mucho más agradable, pero no sabían hacer prodigios. Eran
cariñosos, eso sí, pero también autoritarios y me hacía cumplir con tareas que
no me apetecían. Luego, mucho más tarde, supe que los milagros existen y volví
a creer en sus Majestades. Por eso, a tan avanzada edad, me atrevo a pediros:
Un mucho de fe, porque sin ella
no es posible vislumbrar la esperanza y cuando no quedan esperanzas quiere
decir que todo está perdido para siempre. En verdad, esta no es una carta
personal. Bueno sí, la escribo yo, pero no pido sólo para mí, sino para todos
los habitantes de la tierra —a estas
alturas ya he descubierto que de nada sirve lo mío si no va envuelto y bien
atado con el lazo de lo nuestro—; también quiero pediros la Paz, esa paz
mayúscula que va mucho más allá de la convivencia y se instala en los
corazones; una paz que venga a darnos la vuelta como a un calcetín y que traiga
de la mano la justicia y el amor. Ya sé que no es fácil, pero igualmente
imposible era que en mi adusta niñez me trajerais un camión o una pelota y
siempre había algo sobre mis zapatos. Justicia, Majestades, para que no se
sigan produciendo tantas desigualdades entre las criaturas de la tierra: los
ricos son cada vez más ricos, pero por el contrario o como consecuencia, los
pobres son cada día más pobres. A ver si me explico: no es que pretenda alcanzar la utópica igualdad a la que ya hemos renunciado, pero sí un poco de
amor entre las personas, un bastante de solidaridad para que llegue el equilibrio
deseado como hacen más o menos tabla rasa los vasos comunicantes. ¿Me
entendéis, Majestades? De los cinco millones de parados, casi dos no reciben prestación alguna y viven de la solidaridad de sus familiares y las instituciones de caridad. Pues eso, que con un poco de cordura y un bastante de
sobriedad, nos ayudemos los unos a los otros como si verdaderamente nos
amaramos.
Por otro lado, tenemos demasiados
corruptos. Sí, más de la que sus Majestades se puedan pensar. Eso no nos
interesa y me gustaría que usaseis vuestra milagrosa goma de borrar para que
desapareciera de las arcas públicas tantas manos impúdicas. Soy de los que
dicen que no todos son iguales, algo que se ha instalado entre nosotros como
una cantinela; también es cierto que, aunque no son todos, son muchos a los que
les gustaría estar donde hay, para meter la mano. Dicen que suman más de
trescientos los políticos españoles con alguna causa abierta por corrupción, y
nos consta que algunos de los condenados han sido indultados por sus
correligionarios en el poder. ¿No tendrán ustedes una especie de cementerio
nuclear donde poner a buen recaudo a tanto recaudador de lo propio?
No pretendo cansaros, Majestades,
por eso sólo quiero añadir —a modo de recordatorio—, que nos dispenséis un
mucho de salud para todos. Sí, de salud. La salud siempre ha sido muy
importante, imaginaos ahora que nos imponen el repago, que privatizan los
hospitales… Un maremágnum, Majestades, lo
que yo os diga. Bueno, os imagino informados de los muchos desahucios que se
están llevando a cabo cada día y cómo esas familias se ven en la calle
desesperadas y sin saber qué hacer. Algunos se ven tan confundidos que optan
por anticipar el billete sin regreso y se quitan la vida. No consistáis eso
nunca más, Majestades. Ahora esas viviendas se las endosan al Banco Malo, pero
es el Banco Bueno quien las ejecuta. ¡Qué lío, Majestades, qué lío! Por último, Majestades, os pido educación. Sí,
formación también, pero básicamente educación. Educación para respetarnos los
unos a los otros, para conciliar y ponernos de acuerdo en un programa educativo
y duradero, donde la igualdad de oportunidades no se palabree con la cuenta
corriente.
Seguiría, Majestades, pero creo
que estoy abusando de vuestra magnanimidad. Soy consciente que son otros los
que deberían abordar la mayor parte de estas cuestiones para que los humanos
pudiéramos llevar una vida digna, pero ya que ellos piensan más en sus privilegios
que en el bien común y universal, es por lo que me dirijo a sus Majestades, en
la confianza de que harán cada uno de los milagros que a sus Majestades demando.
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Narrativa
04 enero 2013
EL ÁRBOL
Fue al campo y encontró un árbol
enorme cruzado en el camino. Estaba arrancado de raíz como si lo hubiera removido
una fuerza telúrica; tenía las raíces al descubierto y parte de las ramas
colgaban por el terraplén. Lo rodeó como pudo para seguir su camino, pero antes
de avanzar se quedó meditando sobre el poder de la naturaleza cuando ésta se encrespa
y en las posibles aplicaciones y frutos de aquel árbol abatido.
Si yo fuera carbonero, lo trazaría
y haría una montaña de carbón; pero qué sentido tiene, si no soy carbonero ni
ahora la gente lo usa. Se quedó asombrado del número de raíces y de la magnitud
de las mismas. Si tuviera un poco de habilidad con la navaja —se dijo—, de
estas raíces podría hacer numerosas pipas y regalar a mis amigos, pero ni sé
hacerlo, ni está de moda fumar, sino todo lo contrario. Las ramas eran muy
caprichosas y presentaban figuras a las que apenas había que añadir nada para
elaborar elementos decorativos, mas tampoco estaba dotado para ello; entonces
se fijó en un trozo de rama recta y sin nudos y pensó en lo fácil que sería
hacer un instrumento de viento, aunque tampoco se sentía dotado para la música.
De repente vio con claridad que lo más adecuado era llevarlo a una aserradora,
sacar numerosas tablas de su tronco y que acabara siendo un mueble; tampoco se
sentía capaz de realizarlo, pero le agradó la idea de haberle encontrado la
utilidad más práctica.
Llegó a casa cansado de la
caminata, había caído la noche y tenía el propósito firme de ir al día
siguiente de nuevo al monte y transportarlo al aserradero. Cenó frugalmente y
se puso a leer un poco antes de marcharse a la cama. En sus manos “Vida
y obra de Michelangelo Buonarroti”, la biografía del genio del Renacimiento
que acabaría iluminándole. A pesar del cansancio, no pudo dormir en toda la
noche dándole vueltas en la cabeza a las palabras de Miguel Ángel: él también
estaba convencido que en el tronco de aquel árbol, en el de cada árbol, existía
un alma, una obra escultórica latente, que tenía que tratar de recuperar. Años
más tarde, ya anciano, seguí presidiendo aquel tronco el rincón más noble de su
casa, donde continuaba convencido que latía el alma de la figura que él no se
había atrevido a esculpir.
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Relatos
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