Podríamos decir que el mundo está caminando —girando no cuadra con lo que
me propongo decir, aunque esa sea la trayectoria— por caminos divergentes:
mientras los empobrecidos son cada día más numerosos y sus capacidades de
consumo cada vez más escuálidas, un sector considerable de la sociedad no sólo
no nota los efectos de la crisis, sino que pescan en ese río revuelto y hasta
sacan las redes cada vez más llenas.
Según la compañía suiza Richemont, el sector de los bienes de lujo ha sido
uno de los mejores del mercado bursátil en los últimos cinco años. O sea, que
aquella vieja intuición de Perogrullo que ya expuse en más de una ocasión de
que el dinero, como la energía, ni se crea ni se destruye, sino que se
transforma, ha dejado de ser un axioma para alcanzar la categoría de teorema, y
en esta noticia la demostración palmaria que lo certifica. Mientras la economía
mundial se decrece, el sector de los bienes de lujo alcanza cotas de
crecimiento muy por encima de la media del mercado.
Richemont es una de las compañías más reconocidas mundialmente dentro del
sector del lujo, bajo cuya firma se aglutinan marcas en joyería, relojes,
productos de cuero y ropa de diseño, con nombres tan sonoros como Baume & Mercier,
Montblanc, Chloe, Dunhill, Cartier, Vacheron Constantin, Piaget... Y otras
muchas marcas muy sonoras, aunque no para el común de los mortales.
Uno se pregunta cómo es posible que esto sea así cuando Europa y los
Estados Unidos están en clara recesión, y el resto del mundo haciendo malabares
para la supervivencia. Pero como decía, el dinero no desaparece y aquellos que lo
andan acaparando no se conforman con el atesoramiento, sino que necesitan
aflorar a la vista lo bien que les van. En los países emergentes donde antes se
vivía un régimen comunista, la vida no ha cambiado mucho para la inmensa
mayoría de sus ciudadanos, pero quienes se encaraman en la cúspide de la pirámide
no se conforman con tesoros que desmerezcan de los del mismísimo Tutankamón. Y
en otros espacios donde el enriquecimiento les llega por vías todavía más
ilícitas como la corrupción o las mercaderías tóxicas al margen de la ley, ¿qué
mejor medio de blanqueo y disfrute que los bienes de lujo? Vivimos, decía,
trayectorias divergentes; la única esperanza que nos queda a quienes a duras
penas llegamos a fin de mes, es que esa divergencia nos saque de la órbita y
pierda para siempre en las distancias de la estratosfera a quienes con saña y
sin alma están llevando a la humanidad a la comarca de lo insostenible.
Cuando hay crisis o inestabilidad, ya se sabe, la mayoría se hunden y unos cuantos, muy pocos, se hacen de oro. Siempre fue así. Buen domingo, Francisco.
ResponderEliminarMe contaron que se hicieron grandes fortunas con los despojos metálicos de nuestra guerra y de la Segunda Mundial; ahora los negocios deben estar en otra orientación: veo centenares de indigentes rebuscando en la basura algo metálico o de cobre y a pesar de ello tienen que acudir a los comedores sociales... Las cosas cambian.
EliminarHasta el capitalismo ha sabido hacer sus deberes, en la crisis de los años 20, muchas muertes se producían como consecuencia de que los grandes empresarios se arruinaba y se tiraban por el balcón; hoy no, los que se arruinan son los que no han tenido "pedigrí" de ricos de toda la vida, es decir los nuevos ricos, y los pobres son más pobres, en tanto que esa gente rica de "toda la vida", han aprendido a meter sus dineros en paraísos fiscales, sistema de guardar y generar mas dinero y que no existía en los años 20.
ResponderEliminarSaludos
Decían mis mayores: "el que a los cuarenta no es rico; arre, borrico." Sueño con morir honesto y comprometido, no sabría qué hacer con mucho dinero ni cómo protegerlo.
EliminarUn abrazo
Ay primo... es que lo nos cuentan de la crisis y de las recesiones no es totalmente cierto... todo es de distinto color según con los ojos con que se mire. No son las mismas crisis, la mía o la de los potentados. En fin... que el dinero, aunque necesario, no aporta la felicidad. Besos mil.
ResponderEliminarEs muy cierto, prima, pero hay un primer escalón, un mínimo de ingresos sin los que tampoco se puede ser feliz: el ruido de tripas no es bueno para conciliar el sueño; se requiere al menos pan y cebollas.
EliminarBesos
Sin salir de nuestro país, en Madrid tenemos La Finca, la urbanización más exclusiva de Europa en la que hay casas de 30 millones y el recibo de la comunidad sale por 1.200 € al mes, y parece ser que se las quitan de las manos.
ResponderEliminarPues que con su pan se lo coman. Si le preguntáramos a un pajarillo por la felicidad de vivir en una jaula de oro, seguro que preferiría la libertad y tener que buscarse la vida.
EliminarUn abrazo
Francisco, conozco esa tienda, soy cliente asiduo de estos lugares, de hecho la paga extra de estas navidades como no sabia lo que hacer con ella la gaste allí,dije,,, "que leche" hay que darse un lujo... lo malo fue cuando desperté...
ResponderEliminarelperroverde.
UN abrazo.
Eso es lo que tiene ser funcionario, que la paga de Navidad dura y dura y dura...
EliminarUn abrazo
Precisamente ayer vi un programa en el que un empresario que vivía en Brasil tenía una vivienda de no se cuantos metros, tan grande que decía que había partes que ni siquiera pisaba muchos días y al asomarse a la terraza se veía muy cerca una favela y el comentó, "si, somos vecinos, pero convivimos muy bien". Yo me quedé helada al ver aquella opulencia al lado de aquella miseria y encima dice que convivían bien.
ResponderEliminarEstamos viviendo un mundo de contrastes tan rotundos que resulta incomprensible ver esa vecindad de lo sublime y lo infrahumano.
EliminarUn abrazo
Me uno a ti en tu comentario a Emilio, más allá de lo necesario para vivir bien yo y los míos, no sabría qué hacer con el dinero. Ya ves, una no sirve ni "pa rica".
ResponderEliminarDicen que el dinero sólo sirve para despreocuparse por el dinero.
Un abrazo Francisco.
Pero esa despreocupación, Elena, no es cierta, porque quienes se preocupan más por el dinero son aquellos que lo tienen, y es que el dinero es insaciable. Tú eres de los míos, Elena, rica en la sencillez.
EliminarBesos
Una vez vi la foto de una niña en mitad de un árido terreno,africana, menuda,frágil, hambrienta y sobre ella planeaba un buitre a la espera,acechando su comida,premio Pulitzer de fotografía no recuerdo en qué año.
ResponderEliminarMe sobrecogió hasta la médula como supongo le sucedería a todas aquellas personas que la viesen.
Y a qué viene este rollo?
Pues a que el pueblo somos la niña-parte del pueblo, la inmensa mayoría-
Y ellos, los acaudalados, algunos de manera fraudulenta,los gobernantes y toda esa gente en auge,son los buitres.
Perdona la extensión y el rollo que te he soltado,¿sí?
Besos.
Recuerdo esa imagen que tan bien describes y hasta tengo guardada esa foto para recordar lo que verdaderamente somos. Y de rollo nada, cielo, sino una conmoción que cala en el alma.
EliminarBesos
Por desgracia, así es.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Antorelo.
EliminarUn abrazo
Me uno al comentario de nuestro querido y admirado amigo Emilio Manuel . Muchos besinos de esta amiga con inmenso cariño.
ResponderEliminarOzna, tienes unas palabras muy delicadas para mí que me emocionan. Muchas gracias.
EliminarBesinos
En efecto, son mundos paralelos. Hay quienes se están forrando con la crisis. Ya pasó en nuestra posguerra con los sinvergüenzas que se hicieron millonarios con el estraperlo. Como tú bien dices: a río revuelto...
ResponderEliminarUn saludo.
Se está produciendo una divergencia social muy radical que está en función directa a la falta de escrúpulos.
EliminarUn abrazo
Lo que nada tenemos esos lugares no nos duelen, ni nos importan, pero hay quienes nada tienen y sufren por ellos.
ResponderEliminarLocuras, gastos desmedidos, como si al otro lado van a entrar más rápido porque llevan algo de marca...
Es una locura, Alicia: unos despilfarran y otros a penas sobreviven.
EliminarBesos
Me ha encantado tu entrada Francisco, y sobre todo esta frase, que siempre la había escuchado y enseñado desde la física, con la materia y la energía...
ResponderEliminar"El dinero, como la energía, ni se crea ni se destruye, sino que se transforma, ha dejado de ser un axioma para alcanzar la categoría de teorema." ¡Dios! pero si en el caso del dinero, es igual de real, que en el de la energía...
Y por este mismo motivo... creo que va a ser muy difícil erradicar esta "pandemia" en la que cada día se descubren nuevos casos con mas virulencia, que están contagiados de esta locura.
Un abrazo con mis deseos de felicidad.
Yo también me he quedado contento de esa simetría entre la energía y el dinero, así que te lo agradezco mucho, Ángeles.
EliminarBesos
Por desgracia siempre ha sido y seguirá siendo así aunque nos cueste entender ese egoísmo. Acuérdate de esa canción tan antigua como nosotros. "Todos queremos mas".
ResponderEliminarUn abrazo.
"El que tiene un duro, quiere tener dos, el que tiene veinte busca los cuarenta y el de los cincuenta quiere tener cien." Se conforma más quien tiene un pasar que quien tiene mucho.
EliminarUn abrazo
A río revuelto, ganancia de pescadores, dice el refrán y creo que en estos tiempos de crisis este refrán popular se convierte en máxima.
ResponderEliminarUn saludo
Así es, Carmen, quienes se mueven en lo turbio salen ganando.
EliminarBesos
A mis estas cosas me parecen, cuanto menos, obscenas. Además cada vez estoy más convencido de que trabajando honradamente nadie se hace rico por tanto todos los que se han enriquecido ha sido robando, porque aprovecharse de los demás para acumular riqueza también es robar. Un saludo desde mi mejana
ResponderEliminarClaro como el agua del río, de los viejos ríos.
EliminarUn abrazo
No me encuentro en condiciones de llevarte la contraria, ni me apetece hacerlo, Felipe.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Paco. Siempre hubo sinvergüenzas, pero de un tiempo a esta parte, se han multiplicado. Y son sinvergüenzas sin escrúpulos.
ResponderEliminarEn fin que son como los buitres esperando despojar de los vienes a los demás para hacerse con las pertenencias. Autenticas hienas.
Saludos y besos
La diferencia es que los animales cazan o roban para comer, no para acumular, y estas otras fieras lo hacen para acumular más y más cada día.
EliminarBesos
Está claro que de la crisis hay una minoría que saca una tajada inmensa, como el dinero no se lo pueden comer o beber al 100%, lo destinan a bienes suntuarios.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gente sin escrúpulos como carroñeros.
EliminarUn abrazo
Lógico, aquí se demuestra que "Faraones hay pocos" y esclavos muchos. Los que tienen tienen y mucho y se lo gastan y los demás pues eso.
ResponderEliminarLo de que todos somos iguales pues no ni lo seremos jamás. Lo malo no es eso si no los que que no tienen ni para comer, que en en el tiempo de la esclavitud por lo menos comían.
Bss
Últimamente se ha perdido el decoro y la vergüenza hasta límites insospechados, algo que hace unos años no nos podíamos imaginar.
EliminarBesos
Lo que si es un lujo es leerte...besitoss..
ResponderEliminar¡Qué bonito lo que me has dicho, Garabata! Eres una gagita traviesa y cariñosona.
EliminarY es que el dinero no se destruye, no desaparece; simplemente cambia de manos, y va a parar siempre a las mismas. Al final acaba todo en manos de unos cuantos, que tienen lo suyo y lo nuestro. Y el resto como Audrey Hepburn en Desayuno con diamantes, pegando la nariz al escaparate.
ResponderEliminarBuenas noches, monsieur
Bisous
¡Qué gran película, qué gran actriz la Hepburn! Madame, sois un encanto.
EliminarBisous
Esto es tan surrealista que da miedo.
ResponderEliminarMe quedo con tu dia a dia que me serena mucho más.
Besos
No te falta razón, pero esto es real como la vida misma.
EliminarBesos