30 abril 2020

COMO UNA DIOSA




Como una diosa:
su frente nos es altiva,
pero sí el frontispicio
desde donde nace el todo
y se distribuye armónicamente.

Sus ojos, fuentes de luz,
faros que proyectan el camino
e imprimen dulzura al óvalo;
de su cabellera bajan ríos
caudalosos, meandros y remolinos
que le imprimen movimiento

En su nariz, menuda y armónica,
─como dibujada─
concentración de todos los aromas
y todas las fragancias,
conjunción de almizcle, vainilla y canela.

Su boca, fuente que nunca sacia,
y su sonrisa, la ola, la resaca
que socava la arena bajo mis pies
y me hace perder el equilibrio.

En su barbilla, el precipicio…

29 abril 2020

VECINDAD LEJANA




Todo es vecindad lejana,
no hay distancia más larga
que aquella que nos resulta inalcanzable:
la flor de azahar en otoño,
los higos frescos cuando cae la nieve
o tu boca en el extremo invisible
y desangelado de este confinamiento.

Hoy he querido medir
la envergadura de las alas de un preso,
la contorsión precisa
para escapar por los barrotes
y el deseo irrefrenable por alcanzar
la fruta prohibida.

En esta limitación terapéutica e impuesta
se me fue más de un mes
sobrealimentando el yo,
midiendo lo inconmensurable de esta fatiga.

Es tiempo de decrecer,
de poner al otro en nuestro espejo
y diluir el yo en el nosotros.

28 abril 2020

VOLVÍA DEL MERCADO




Volvía del mercado
tirando del carro de la compra,
en la otra mano
un manojo verde
que a mí se me antojaron nardos;
pero el aroma sutil que desprendía
era el de los bucles de su pelo
en la marea de su talle.

27 abril 2020

SÓLO EL AMOR SALVA




Un día como los últimos:
un despertar con pereza y un arrastrar los pies,
pasillo ida y vuelta, forzando la sonrisa
para no dejar espacio a la desolación.

Amaneció primavera:
sol envuelto en anodina capa gris
y destellos de sol a ráfagas,
navegando hacia el medio día;
jaqueca en los propensos
y gestos que se repiten como muecas.

En la conversación,
tópicos para desenmarañar los bostezos
y de cuando en vez
una mirada que más que afirmar pregunta.

En el teléfono los mismos chismes,
los mismos chistes y las mismas canciones:
un bucle hecho de olas ingeniosas
que a fuer de repeticiones perdieron el encanto.

En su sonrisa, aunque forzada,
un asidero carmesí a la esperanza.

26 abril 2020

AHORA ES TIEMPO AMAR




La primavera está en la calle
con todo su aroma y su idolatría
asociada al amor,
mientras el amor se expresa
con mayor colorido en otoño
y más sensualidad en verano,
cuando los cuerpos se curten de desnudez.

Se acercan los días de libertad vigilada:
hoy salen los niños como en un tubo de ensayo;
quizás los viejos podamos lucir
nuestras garrotas en breve
y sacudirnos del pánico inoculado.

Hay un tiempo para pensar,
un tiempo para caminar, para sentir,
para arroparse o desabrigarse…
Ahora es tiempo de amar,
de mostrar el colorido de los sentimientos,
de atemperarnos a este presente tan indicativo,
de manifestar la ternura interior,
de descartar recovecos hostiles,
de buscar conformidad con el entorno
y con el Todo,
de ser aroma y no pestilencia para el otro.

25 abril 2020

METIENDO MIEDO




No quiero exasperarme:
es más fácil amoldarse al encierro
los días de lluvia que los soleados.

Ni sé ni quiero saber
tanta sobreabundancia de noticias  
reiterativas y controvertidas
como circulan, o si es preferible
dejarse sorprender por los acontecimientos.

Todos hablan por los codos,
todos metiendo miedo:
en las redes sociales las amenazas
de suplantación de personalidad;
en los noticiarios el guirigay de los políticos
jugando a gallos de pelea,
en lugar de tratar de defendernos, todos a coro,
de la zorra que se ha colado en el corral…

No quiero exasperarme,
pero me parece más inmoral
el juego político en caso de pandemia,
que especular con el precio de los salvavidas
porque se conoce el final trágico
del Titanic frente al iceberg.

24 abril 2020

EL SOL SE DERRAMA POR LAS CORNISAS




Ha cesado la lluvia,
el sol se derrama por las cornisas
y juega saltando a la comba
por tejados y azoteas,
dándole una paliza blanca a la colada
y a quienes simulan quehaceres
para subir a la cubierta,
solearse y solazarse.

Todo está brillante, reluciente;
la lluvia pasada ha dejado
en estado de revista las calles
y también las azoteas y los tejados;
bajo el alero de la casa de enfrente
el barro ha tomado forma de nido
y pronto serán familia numerosa.

Al atardecer,
después del alboroto de los aplausos,
vuelve el concierto del a todo piar
y uno llega a pensar
que nos hemos mudado al campo
abandonando el centro histórico,
a veces histérico de la ciudad.

23 abril 2020

UN DÍA COMO EL ANTERIOR




Hasta los perros han enmudecido;
aguardan pacientes a que pase la lluvia
para sacar de paseo a su amo.
La calle son ecos vagos 
trompicando sobre los adoquines.
No circulan los coches.
De tarde en tarde los goznes de una puerta
siembran de  dudas la mañana;
es pronto para salir a comprar,
pero es la hora adecuada de la impaciencia.
Vuelve a llover. Ni los paraguas salen
a dar la bienvenida a la lluvia.
En medio de este enmudecimiento,
tan solo la lluvia es redoble en los cristales,
música desangelada y enojosa
en el secarral tedioso por el que navegamos.
Cae la tarde. Se aproximan las ocho
y en breve sonarán los primeros aplausos,
los de los impacientes; esos que, como los cuartos,
avisan de que ya es la hora
del encuentro vecinal entre balcones y ventanas.
Finalmente, crece el silencio
y se corren las cortinas de la noche
en el inasible aislamiento de un día como el anterior.

22 abril 2020

PATIO CONFINADO




Se ha encaramado el rosal
por la barandilla, y enroscando
sus huellas, trepa que trepa
como quien asciende
y toma un privilegiado punto de vista
sobre el resto de las plantas.

La palmera es enana
y sólo aspira a desparramarse
por fuera de su angosta loza:
el geranio estalla en su arrebol
por vergüenza ajena
y los gladiolos son esbeltos soldados
gastadores en formación multicolor
y disciplinados, todo perfección inodora,
como la recoleta begonia
o la acanalada costilla  de Adán,
verde y frondosa.

Tan solo la hierbabuena
tiene utilidad culinaria,
más allá de lo ornamental;
y en su verdor uniforme,
─achatado y romo─ 
fragante al rozarla,
como gritando: ¡Quién va!

21 abril 2020

EN LA ALAMEDA




En la Alameda, el eco es sombra
diluida sin saber dónde posarse;
de los muñones de la poda
serán numerosos los brotes
y hasta es posible que los pájaros
gorjeen en sus ramas,
ajenos a esta prisión humana que nos confina.

Sobre el desolado pavimento,
un milagro de luz y sombras
jugando a las tres en raya,
en medio de la descomunal ausencia.

Imagino la música floral de esta primavera:
germinación constante en el latir de la vida,
frente a este arresto temporal
que nos ha sacado de la curva
por la fuerza centrífuga de lo imprevisible.

20 abril 2020

AL LLEGAR EL CREPÚSCULO




Al llegar el crepúsculo
te incendias,
como el sol poniente se enrojece
de apasionado arrebol o despedida,
de un hasta mañana irreverente
que relame las copas de los árboles
y se anilla a la línea del horizonte
porque teme, como yo ahora,
no volver a verte.

Enmudecen los pájaros cuando abrocha la noche
su capa parda y se cala el sombrero:
se acentúa el silencio,
se diluyen los ecos;
tan solo el viento es música distante.

Al llegar al crepúsculo
me apago
y se redoblan los miedos
como el que en silencio ambos padecemos,
por esta pandemia y su confinamiento.

19 abril 2020

YEDRA EN MIS MANOS




Yedra en mis manos,
por el proceloso mar de tus caderas,
donde las olas de tus curvaturas
se mecen como aguas tropicales
con ritmo, con cadencia y con dulzura.

Yedra en mis manos,
tentáculos que escalan tu escultura
con la adiposidad silente y pasional
que vela este confinamiento por pandemia
con ritmo, con cadencia y con dulzura.

Yedra mis manos

18 abril 2020

¿CANSADO DE CONFINAMIENTO?




¿Cansado de confinamiento?
Emprende un viaje, ¿quién te lo impide?
¿Acaso te aterra la aventura?

Atrévete a descubrir caminos,
a tantear senderos y veredas,
a darte de bruces con culturas,
etnias, grupos y muchedumbres
que te exciten las nuevas emociones,
tu espíritu y la entereza de tu cuerpo.

Échale imaginación y encuentra la salida,
que deshilen los barrotes
de esa reja sin forja que te apresa.

¿Qué te impide desplegar las alas como Ícaro,
ascender a las alturas y sortear riesgos?
Pon proa a Ítaca de la mano de Odiseo,
o como hiciera Jasón con la ayuda a Argos;
inspírate en Teseo y sal. Sal de ese confinamiento,
aunque para ello tengas que evadirte
de esta dura realidad que te atenaza.

17 abril 2020

AMASIJO INFECTO




Mantengo el pulso,
─a veces acelerado─
y respiro conteniendo el aliento
temeroso que el aire que exhalo
llegue a ti
y haga en tus adentros
un amasijo infecto.

Es como una ausencia frente a frente,
una burla al sentido de la vista,
un profundo temor al tacto.

En otro tiempo,
descubríamos nuestras topografías
palpando cada centímetro con avidez.

Estás ahí, al otro lado de mi cuerpo,
en distancia de miradas y ternuras
descatalogadas
como viandas caducas.

Nos miramos y simulamos estar bien
para no inquietar al otro,
pero este encierro
acabará por desdibujarnos las sonrisas
y quién sabe si hasta la habilidad
de entrelazar nuestras manos
como cuando éramos adolescentes.

16 abril 2020

ME ASOMÉ A TUS OJOS




Me asomé a tus ojos
en la penumbra
y se incendió la aurora
cuando los abrías.
Se iluminó la amanecida
y tu sonrisa de nácar
fue la envidia del arco iris
y el punto de partida
desde el que inicié este día,
convirtiendo al confinamiento
en nuestro aliado.

15 abril 2020

DE PRONTO UNA BRISA




La vida es como el fiel de la balanza,
de pronto una brisa
y se precipita el platillo como fardo fatigoso
al fondo de la sima.

Éramos felices.
Vivíamos de espaldas al mundo
y a la Naturaleza,
a pesar de las quejas
y la exhalación pestilente
que últimamente nos vomita ebria
de nuestros azotes constantes.

Allá lejos, por donde el sol se despierta,
una fiebre asmática
comenzó a extenderse como pigmento pringoso
a lo largo y ancho de todo el lienzo.

No usa pasaporte ni necesita visado,
salta las fronteras y los protocolos,
guadaña en mano,
y ha logrado encarcelar nuestro albedrío
con el filo acerado y frío de la muerte:
pandemia, penumbra de sueño eterno,
bostezo de Satán,
que no hace acepción de clases sociales,
aunque muestra preferencia por la senectud.

Desde mi ventana,
yergo la mirada hacia la invisible línea del horizonte
y oigo la estela del crepúsculo
pronunciar un sinfín de nombres
como retahíla apocalíptica.

En este fantasmal presente,
en el fuego devorador que nos asola,
la clase política se enzarza en reproches
y el pueblo comienza a vislumbrar
los principios fundamentales de la vida:
allá, en lo más alto del pendón
el ejercicio vocacional y pundonoroso de la sanidad
y la servidumbre de la subsistencia.

13 abril 2020

SE VAN EN MASA





Se van en masa,
─cientos cada día─
caídos en singular batalla;
sin fragor, sin aire,
en rotunda soledad.

No hay flores,
ni despedidas, ni pésames;
las coronas son microscópicas
y a miríadas,
como cuerpos de ejército
avanzando en formación de ataque,
sembrando desolación.

Sin reposo, sin duelo, sin cortejo;
en silencio profundo,
en el abandono más absoluto;
así, solos y en masa.

02 abril 2020

LAS COSAS SENCILLAS



Este poema salió publicado en este mismo blog el 12 de Agosto de 2012. Posteriormente formó parte de la III Antología de Poetas Andaluces de Ahora, de donde mi querida amiga Lucrecia López Guirao ha tenido la gentileza de leerlo y grabarlo.

Fue escrito en Marbella. Al observar una florecilla entre el césped, aislada y sola; simple, sencilla y a la vez en todo su efímero esplendor.

Estos días de apatía y encierro, de sobreabundancia de información, y no de buenas noticias, ando desganado y sin tiempo ni gusto de escribir, pero sin dudas esto es un acicate, un empuje a salir de las circunstancias adversas. Gracias, Lucre, mil gracias por este inmenso regalo.