17 abril 2020

AMASIJO INFECTO




Mantengo el pulso,
─a veces acelerado─
y respiro conteniendo el aliento
temeroso que el aire que exhalo
llegue a ti
y haga en tus adentros
un amasijo infecto.

Es como una ausencia frente a frente,
una burla al sentido de la vista,
un profundo temor al tacto.

En otro tiempo,
descubríamos nuestras topografías
palpando cada centímetro con avidez.

Estás ahí, al otro lado de mi cuerpo,
en distancia de miradas y ternuras
descatalogadas
como viandas caducas.

Nos miramos y simulamos estar bien
para no inquietar al otro,
pero este encierro
acabará por desdibujarnos las sonrisas
y quién sabe si hasta la habilidad
de entrelazar nuestras manos
como cuando éramos adolescentes.

5 comentarios:

  1. Ciertamente las distancias comienzan a instalarse también en el hogar. Dichoso virus.
    Un abrazo, Paco. Cuídate.

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    Respuestas
    1. Después de esta largo encierro y sin saber dónde está la salida, nos tenemos que colmar de paciencia para no desesperar.
      Un abrazo.

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  2. Indudablemente algo cambio en nuestras vidas y el temor nos invade cada día, pero tengo la esperanza, que volverán esos abrazos y serán más sentidos. Un abrazo.

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  3. La habilidad de entrelazarse las manos no se pierde nunca.Saludos

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  4. No puedes decir eso, ¿y si Pepita te lee¿ La preocuparás.
    Me encantó lo que dices fruto d un amor profundo.
    Un abrazo

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