Se van en masa,
─cientos cada día─
caídos en singular batalla;
sin fragor, sin aire,
en rotunda soledad.
No hay flores,
ni despedidas, ni pésames;
las coronas son
microscópicas
y a miríadas,
como cuerpos de ejército
avanzando en formación de
ataque,
sembrando desolación.
Sin reposo, sin duelo, sin
cortejo;
en silencio profundo,
en el abandono más absoluto;
así, solos y en masa.
Buenos días.
ResponderEliminarAsí es Paco, y nos queda la tristeza, la soledad, la esperanza de seguir vivos y de que esta pesadilla pase pronto. Un fuerte abrazo a los dos.
Malos tiempos estos, Paco.
ResponderEliminarCuídate.
Un abrazo.
Hemos jugado, estamos jugando con la naturaleza y esta se toma su venganza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ni tan sólo podemos ahora dar, una buena despedida a los seres queridos.
ResponderEliminarMalos vientos soplan , por todos los países del mundo.
Besos
Recibe un gran abrazo, de corazón a corazón, Paco. Lleno se fe.
ResponderEliminarEsto es tristísimo Francisco.Tanta muerte que se pudo haber evitado si se hubiera actuado con responsabilidad y haber sido precavidos en su momento que ya se sabe que más vale prevenir que tener que lamentar...Ahora todos los que tenemos sentimientos lo estamos lamentándo y mucho. Yo por partida doble pues indirectamente también me está causando graves problemas este maldito "bicho" que temo, y mucho, que llegue a ser directamente. Que Dios nos ayude.Saludos
ResponderEliminarHorroroso, la piel se pone de gallina.
ResponderEliminarUn abrazo
Es horrible todo esto que esta pasando por el mundo. Un poema que duele. Saludos amigo Francisco.
ResponderEliminarHola Francisco. Es una pena y también un desconsuelo para ellos y sus familias. Lo más triste de la vida no poder dar la mano y un abrazo para despedir a tu ser querido. Solo pensar en ello la angustia me ahoga y me pongo mala de verdad.
ResponderEliminarAbrazossss. Cuídate mucho y también tu esposa.
Hay que tener en cuenta lo que nos dicen tus letras y ofrecerles un gran homenaje. Todos los que se van cada día gritan en silencio en esas "frías cifras". Ellos aprendieron a luchar y a resistir. Son los "héroes silenciosos" de esta crisis.
ResponderEliminarMi abrazo y mi ánimo siempre, Francisco.
Podría aplicar tu poema a tantos casos cercanos... Se han marchado sin posibilidad de que podamos despedirles, por la puerta de atrás, como si fueran culpables de algo.
ResponderEliminarUn saludo y cuídate
Los viejos somos culpables de haber vivido demasiado. Ya se está diciendo bien claro en las redes...
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