30 septiembre 2020

CELOS DE TU RELOJ



Celos de tu reloj,

del brazalete que se amolda

a tu muñeca y se acompasa

al ritmo de tus latidos

haciendo son, emulando

la música de tu corazón al que aspiro,

el sonsonete que me desvela.

 

El muy ladino, aunque no lo percibas,

espía cada uno de tus movimientos vitales:

detecta cuándo subes o bajas la escalera,

cuenta tus pasos

y las veces que late tu corazón por minuto;

las horas que duermes y, me temo,

que conoce tus sueños

y puede que también los interprete,

según la fase lunar

o las calorías consumidas en tu día a día.

 

En síntesis, celos, muchos celos

de que otro te palme

las veinticuatro horas del día,

mientras yo mantengo este ansia

que en ti nunca se satisface.

29 septiembre 2020

ANTÓNIMOS

Fotografía: María del Pilar Ferrari Díaz


Te hablaba en futuro perfecto

y tú me respondías en presente de indicativo.

Te lamentabas de casi todo con insistencia

y yo me empeñaba siempre en agradecer.

Te sugerí poner paños templados de amor

y tú escarbabas en tu odio ancestral.

Tú perdías y yo buscaba,

tú tirabas y yo guardaba todo lo posible.

Tú me herías y yo suturaba en silencio,

callando mientras tú no dejabas de hablar.

Te quise hacer ver que estabas en la oscuridad

y cegaste de un portazo la luz con la que convencerte.

Hiciste noche en la mentira

e impedías que yo hiciera patria en la verdad.

Cerraste tu corazón al amor

y yo me empeñaba en abrir caminos nuevos.

Dijiste: ¡esto es el fin!

y yo me empeñaba en recomenzar cada día.

Sembramos rosas y cosechamos espinas:

viví en guerra, ─perdía cada batalla─

pero ahora he encontrado la paz.

28 septiembre 2020

INSTANTES



Cuando cierras los ojos,

el día se oscurece, baja el telón

y se interrumpe la función

sin justificación ni evacuación del foro;

es como caerme en el vacío.

 

Es una sensación de abandono,

como si el pastor se olvidara de la oveja,

es una noche repentina,

una ceguera instantánea

de esa luz por la que me guío.

 

De repente, un rayo, un estruendo

silencioso, un destello opaco

y la falta de suelo firme bajo mis pies.

Es el momento de entender la eternidad,

de darme de bruces con la noche fría

y desangelada a la que tanto temo.

 

Cuando cierras los ojos,

cuando tu luz deja de ser mi referente,

me abandonan las fuerzas,

se apaga el rotor de mi ánimo

y me siento desfallecer.

27 septiembre 2020

DESDE LA VENTANA



Desde la ventana,

las sombras son monstruos grotescos

y las figuraciones  adargas interminables

que se clavan como espetones enhiestos.

 

La luz tamiza toda esperanza

y se hace adagio en los oídos

como arrullos de sirenas,

para caer de nuevo en la sima de la soledad.

 

Cuando el viento juega en el follaje

llega hasta sus oídos la música

que arrulla sus ensoñaciones

y mira sin ver la llegada

de quien ni siquiera está en camino.

 

En el vendaval de la espera,

el tiempo es ilimitado e indeciso,

tormentoso y torpe, terco y reincidente,

un bucle interminable

cuyo fin se encuentra con el principio

y se solivianta, y se anuda, y se repite,

y se repite, y se repite…

26 septiembre 2020

EL FUTURO



 

De niño me aconsejaron prepararme para el futuro,

pero el futuro era ese autobús

que pasa de largo por la parada

y te obliga a esperar al siguiente

y superar la desilusión

cuando de das cuenta que llegarás tarde.

 

Ya adulto, me hicieron ver que el futuro

es un tiempo continuo

que se conjugará mañana

y dejé de ejercitar en falso

como si dibujara un mapa del tiempo

para después de la carta de ajuste,

acabando embotado de metáforas.

 

Ahora de viejo, ─porque ya lo soy─

el futuro es esa marcha fúnebre

que viene racheando los pies,

para la que nunca había ensayado,

y me doy cuenta que no merece la pena

permanecer esperando al próximo autobús,

porque de todas formas voy a llegar tarde,

que no merece la pena embotarse de metáforas

y que el futuro llega, aunque no se conjugue,

cuando menos se le espera.

25 septiembre 2020

SOL DE OTOÑO



El sol de otoño ha rendido

sus armas de fuego

y blande un disco áureo como trofeo,

como luminaria dulce

por entre la arboleda

que comienza a languidecer,

en el marco de la regeneración

sistémica de la naturaleza.

 

Ahora no hiere, es luz que acaricia,

que recarga y colma las reservas

de vitamina D

y fortalece la coraza y los silos

con la que afrontar el invierno.

 

Ya no es rabioso irritante que hiere,

sino amigo que acompaña y alienta,

que se renueva, que estimula;

es el nuevo inicio de curso

y puesta al día de la lasitud

del verano que nos ha dejado,

con toda su ociosidad

como modelo caprichoso.

 

Este rubio de lumbre tenue,

este acicate en el paseo,

anima al encuentro

y a buscar en la brasa de otros brazos

el calor complementario

que ilumina la vida y la colma de esperanza.

24 septiembre 2020

ROSA TRONCHADA



A las víctimas de violencia de género.

 

En el jardín, una rosa tronchada

por el viento huracanado,

un hálito de vida que se esfuma,

una vida truncada

en plena juventud. Ayer

era promesa encapsulada

entre sépalos verdes

y abrigados brazos maternos.

 

No hay exuberancia

que merezca tal tormento.

Nada justifica el corte de una flor

sino gozar de su contemplación

y aroma en su medio natural,

en la libertad gloriosa de su creación.

 

En el jardín, una rosa tronchada,

una vida interrumpida

que anticipa el adiós al tiempo propicio

de su germinación primaveral,

un caos contra natura

que marchita toda belleza.

23 septiembre 2020

EL ABRECARTAS

 

A Juan Lanza


En mi modesto escritorio,

el lugar prominente lo ocupa

un ordenador que vino a enterrar

bolígrafos, plumas y lapiceros.

 

Tampoco hay papel,

ni carpetas o archivadores

donde guardar la correspondencia contestada

o una bandeja de los asuntos pendientes.

 

Paso a paso, me fui acomodando

a su letra legible,

a elegir el tamaño y el tipo, el estilo,

los márgenes establecidos o modificables,

cursivas o negritas,

y evolucioné  ─con algunos tropiezos─

a borrar sin tachaduras,

a editar, ilustrar y archivar

en las propias entrañas de la computadora

con un orden que no hubiera soñado.

 

Ya no recibo cartas, Juan,

y cuando llega alguna

─siempre comercial─

una discreta cremallera de puntos

se abre a la mínima para liberar el contenido.

 

A pesar de ello,

entre media docena de plumas y bolígrafos,

tan resecos que sólo guardan apariencia,

el abrecartas metálico que me regalaste

con la esencia y porte

de un buen acero toledano.

 

Ha pasado sobre nosotros

una ola de años

que nos ha traído a este presente limitado,

pero los bellos gestos de amistad

se hacen perdurables en la memoria

y ahí dormirán el sueño de los días.

22 septiembre 2020

PÓRTICO DEL OTOÑO



Estos cielos grises y despeinados,

estos días achatados por los extremos,

con temperaturas más suaves

y esta lluvia liviana

que bebe con éxtasis la tierra

y con sofocos el alcantarillado.

 

El viento se ha hecho violento

en las copas de los plátanos de sombra

y ha sembrado de pequeñas ramas

el paseo y también de hojas verdes.

 

Todavía no ha llegado en plenitud,

pero el verde comienza a sestear

y le hace un guiño demacrado

a la estación que ya se avecina.

 

En un banco se arremolinan

unos enamorados

y se arropa el uno al otro

en un confuso amasijo de brazos

con tiernas carantoñas. El amor

es en todo momento tan exclusivo

como si se hubiera detenido el tiempo,

como si un código secreto

revistiera a los enamorados

de invisibilidad para el mundo.

 

No sabría describir el flujo alterado de la savia,

pero sin dudas hay misterios insondables

que uno contempla y no sabe explicar.

 

El cielo de nuevo se ha encapotado

con caprichosas figuras grises de algodón

que recuerdan que la vendimia

está en plena fermentación

y la naranja pronto amarilleará.

 

No llueve. De momento no llueve,

pero son muchos y firmes los presagios.

21 septiembre 2020

LA LLUVIA EN SEVILLA

 

Con la lluvia,

se ha refugiado el sol

y habitamos las tinieblas.

 

Se agudiza el pánico

con el ensanchamiento del coronavirus

y la política anda atrincherada

en el corto plazo

de las próximas elecciones

o vaya usted a saber qué intereses les mueve.

 

Todavía no hemos sabido descifrar el mensaje

y seguimos sin corregir una coma,

como si esta pandemia fuera ave de paso

camino de desaparecer

sin dejar tras de sí un cambio profundo.

 

Gracias al Covid-19 hemos descubierto

que una gran parte de los niños de los países ricos

no tienen medios informáticos

y en el resto de mundo deben ser mayoría:

las clases presenciales se hacen obligatorias.

 

Un número muy considerable de trabajadores

están a la espera de su reincorporación

y sobreviven con una ayuda estatal

que anuncia su desaparición

sin que puedan volver al trabajo;

pero el drama son los que trabajan en precario,

sin derechos, sin seguridad de ningún tipo

y acumulando deudas.

 

Los autónomos, falsos y verdaderos,

pertenecen a otro escalón social

donde la penuria y las deudas

luchar por la primogenitura;

la distancia social se hace cada día más ancha,

mayor la brecha entre quienes no carecen de nada

y quienes carecen de todo. Encima,

éstos viven en casa de juguete y hacinados.

 

Un pacto con las empresas de suministros

consiguió que a nadie corten el fluido eléctrico

o el agua por falta de pago,

pero las deudas se suman a la de los alquileres

y la empresa pública vende los inmuebles

a los fondos buitres…

 

La lluvia en Sevilla, es una maravilla.

20 septiembre 2020

PARA SENTIRTE A TI



Para sentirte a ti,

para conectarme a tu universo,

no bastan los sentidos

del olfato, la vista o el oído,

como se detecta la tormenta,

la brisa marina o el viento.

 

Para notar tu presencia,

para paladearte en toda tu intensidad,

no sirve el tacto

de mi piel en tu piel,

ni siquiera el sabor de tus labios

en los míos.

 

Basta con observar la aceleración

de mi pulso,

la agitación de todo mi ser

y estas mariposas que pululan

en mi estómago como el primer día.

19 septiembre 2020

CARTA A MIS NIETOS


 

No sé si podréis creerme,

pero he conocido el cielo

cuajado de estrellas,

con carros de luceros infinitos

y corros poliédricos que hasta tenían nombres,

tal como los astrónomos

consignan en las enciclopedias.

 

Entonces era muy fácil contemplar

y comprender el firmamento;

era como una lección práctica

mucho más fácil de entender

que, por ejemplo, el modo subjuntivo.

 

Mi padre me enseñaba el nombre

de muchas estrellas

y me hablaba de las constelaciones,

pero nunca lo hizo del subjuntivo.

 

La reina de la noche era la luna,

aunque fue mancillada hace tiempo

con las pisadas de plomo de Neil Armstrong,

y ahora por la contaminación lumínica

que ha hecho de la bóveda celeste

una gran fosa opaca.

18 septiembre 2020

EL ABRAZO


 

Desde el corchete de este abrazo,

tu verticalidad y la mía se engrosan

y sueñan en ensancharse más y más

como la geométrica del infinito.

 

Es entonces cuando el ceniza de tu pelo

mece el cereal del pan de cada día

que hay en ti y se ofrece saciando,

cuando la cera de tu piel

se acharola y hasta destella,

cuando tu boca, granada abierta,

comunica la sed y se ofrece manantial,

cuando la miel de tu mirada

es más dulce que la ambrosía

y dialoga en silencio, y me interroga,

y me calma, y me inquieta…

 

No sé si te apetece ahora el encuentro,

mas yo siempre te ando soñando.

17 septiembre 2020

HA LLEGADO AL CREPÚSCULO



Ha llegado el crepúsculo

sin percatarme que el sol

ha dibujado su declive

y ahora marca ojeras hacia el poniente.

 

Es ese tiempo oblicuo

que va marcando el rigor desaforado

en favor de la mesura,

donde la meditación hace por asentarse.

 

Se adivina la noche,

casi se hace palpable

y todo se hace apacible,

sin la tensión y premura de la urgencia.

 

Que interrumpa su camino,

que no retroceda,

pero que me de tregua

a recrearme en el instante y dilatarlo.

 

Quiero recrearme en el instante,

medir los espacios, reflexionar

sobre los muchos errores

y sacar la molesta china que se coló en el zapato.

 

El sol renunció a su espada de fuego

y a mí se me fueron fugando

el fulgor y la arrogancia:

mi espada es ahora filo desdentado en busca de ternura.

 

16 septiembre 2020

ANTES



Antes de que un día fueras

presencia viva y desbordante,

antes que la fortuna cruzara nuestros caminos

e inundaras mi vida de fantasías

y también de fundadas esperanzas,

antes que la fértil mitología

describiera sueños imposibles

y la cosmogonía alumbrara tu ser

como principio y esencia de mi vida,

antes que el mar subiera a lamer

la arena sobre la que te habías recostado

y que los ríos saltaran entre peñas

gozosos de alegría al tacto de tus pies desnudos,

antes, muchísimo antes,

ya intuía tu existencia,

te soñaba y paciente de esperaba.

15 septiembre 2020

TODOS DUERMEN



Todos duermen,

el silencio se ha hecho espacio

entre el bullicio y, entre ronquidos,

todos duermen.

 

Todos duermen,

yo estoy de guardia

para dejar testimonio

de este panorama desolador

protagonizado por el Covid-19.

 

Todos duermen,

los epidemiólogos tratando de descifrar

este enigma que se expande,

los gobernantes achicando espacios

y los médicos en el funambulismo

de la atención telefónica.

 

Todos duermen,

el miedo se ha instalado

y ahora es un okupa

que no hay juzgado que firme su desalojo.

 

Todos duermen,

sigue parsimoniosa la madrugada

camino del amanecer,

entonces me llamará mi cardiólogo

y no sabré qué decirle;

no consigo dormir,

me he levantado tres veces

y otras tantas me he lavado las manos;

respiro como si llevara puesta la mascarilla.

 

Todos duermen.