El suelo del pinar
está sembrado de
agujas doradas,
a pesar de ello,
las hormigas
desfilan sin perder
el paso
y con cierta
marcialidad
mientras la
comadreja otea
con mirada crítica.
A lo lejos suena el
arroyo
con su cántico
monótono
sin descanso,
pero no se
visualiza la chopera
con sus tornasoles
blanquiverdes.
A media distancia,
un cervatillo
es anticipo de una
pequeña manada
y el helecho y la abulaga
se expanden por el
vecindario del pinar
sin interferir en
su dominios,
en tanto la
telaraña espera agazapada
y el romero expande
su ola aromática.
Mientras, en la
ciudad,
seguimos enzarzados
con la vuelta al
colegio
y la sospecha de si
será acertado
u otro desatino
mayúsculo.
No se si es un desatino o no, es lo que ocurre cuando la política chilla y no se deja escuchar a la ciencia. Yo tengo miedo por lo que pueda pasar no solo a mis nietos también por el resto de chaval@s
ResponderEliminarUn abrazo.
Es evidente que los niños tienen que ir a la escuela, Emilio, pero lo que conocemos es mucha improvisación y mucho estar todo en el aire.
EliminarUn abrazo.
Hola Francisco. ¿Qué bonito el movimiento que hay en el pinar. Precioso el poema. Si sale bien lo de la vuelta al cole no habrá problemas, si sale mal, pues atacarán a diestro y siniestro. Es como si en este país nunca se hicieran las cosas bien. Esto es al menos lo que dice la oposición. Yo creo que se podrían haber hecho mejor, pero en todos los países dan palos de ciego, con todo mi respeto para las personas qeu no ven.
ResponderEliminarAbrazos
En la Naturaleza, Inma, como bien conoces, las cosas siguen su camino sacudiéndose de la contaminación a la que le forzamos. En este presente que vivimos las personas todo está alterado: los niños necesitan asistir al colegio, pero quizás las condiciones no sean las idóneas.
EliminarUn abrazo.
En mi caso, y previendo que sea un desatino, dejo a mi hijo de 3 años matriculado pero en casa. Prefiero que con él no hagan experimentos.
ResponderEliminarUn saludo
Ni puedo ni debo influir en ti, Carmen, sobre qué debes hacer. Tu hijo es tan pequeñito que puede esperar un poco a que todo se estabilice antes de ir al cole, pero sin dudas necesita el cole para conocimientos y para integrarse en la sociedad. Que el Señor te ilumine y te lo proteja.
EliminarUn abrazo.
Como buen poeta andaluz, sabes bien utilizar las metáforas en las estrofas de tus versos.
ResponderEliminarMe encanta la forma de describir lo que has dicho.
Besos
Muchas gracias, Antonia, porque siempre te decantas por mi. Yo también te aprecio mucho.
EliminarBesos.
Solo el tiempo nos dirá si ha sido buena o mala la gestión. De momento es indiscutible la improvisación reinante, y eso no augura buen presagio.
ResponderEliminarSAludos.
Gracias, Manuela, por tu respuesta. No es mi intención hacer crítica, pues ya es más que numerosa la existente. Lo que he querido señalar es la quietud y la vida incesante y pacífica en el monte frente a este estado de cosas que se vive en las ciudades y pueblos por esta dichosa pandemia. Entiendo que la vuelta al cole es necesaria, pero la inseguridad es manifiesta.
EliminarUn abrazo.
Es curioso, mientras en la ciudad luchamos contra el virus mascarilla incluida, en el campo los animalea viven su apacible vida ajenos a todo el problema de los humanos.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Julia. Precisamente ese contraste es el que he querido señalar. Gracias por tu síntesis.
EliminarUn abrazo.
Tengo miedo por ese regreso al colegio,esperemos que sea un acierto pero no por ello dejo de preocuparme ya que tengo tres nietas en edad escolar.Saludos
ResponderEliminarTodos andamos preocupados, Charo, y por estados muy similares. Ojalá pase pronto todo este quebranto.
EliminarUn abrazo.
Lo que tenga que ser será y pronto se verá.
ResponderEliminarSin duda alguna, Tracy.
EliminarUn abrazo.
Dentro de unos días, hablaré en el blog de un centro que ha tenido en julio tandas de niños en vacaciones de una semana, porque es la única forma de que tengan unos días felices y una alimentación suficiente. Ha sido una paliza para organizadoras y monitoras por las medidas que han tenido que tomar, pero hace mes y medio que los niños salieron de allí y no ha habido ningún problema. Si eso se puede hacer con niños que proceden de la necesidad y, algunos, del hambre, se podrá también con los que tienen mayor cuido.
ResponderEliminarEstoy deseando conocer con más detalle esta actividad que mencionas, por la que te felicito: grande es aquel que se da a sí mismo por los demás. Enhorabuena.
EliminarUn abrazo.
La vida sigue su curso, por aqui los niños siguen en clases en linea pero ya dijeron que para Octubre volverán a las aulas, ....Saludos amigo Francisco.
ResponderEliminarLa inquietud y la amenaza es igual en todas las partes del mundo. Confiemos en que a la mayor brevedad todo esto sean historia. Gracias, Sandra.
EliminarUn abrazo.