La ciencia no lo
sabe todo,
pero la luz viene
de ti,
nace en ti y la
proyectan tus ojos.
Es verdad que no
tengo medios
para probar esto
que afirmo,
pero yo desconocía
la luz
hasta que te
hiciste presencia viva,
hasta que me
deslumbraron
los faros de tus
ojos claros.
Con tu luz vino mi
contento,
la desbordante
alegría de tu pertenencia,
la radiante dicha
de ser objeto de tu mirada,
el apaisado gozo de
tu sonrisa
como respuesta a
mis requiebros,
como deshielo de
mis oscuros quebrantos.
Todavía formas
parte de una quimera,
pero ya he
degustado con anticipo
el sabor inequívoco
de tus besos,
la miel de tus
labios en los míos,
la evidencia de que
todo está
al alcance de mi
imaginación,
tan solo con pensarte:
la ciencia no lo
sabe todo.
Es cierto que la ciencia no lo sabe todo, precisamente por ello surgen los "iluminados".
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Emilio Manuel.
EliminarUn abrazo.
En ciertos asuntos sabemos más que la Ciencia, en este caso tú.Saludos
ResponderEliminarGracias, Charo, por el conocimiento que me adjudica.
EliminarUn abrazo.
La ciencia avanza, pero siempre habrá cuestiones que descubrir.
ResponderEliminarBesos
Efectivamente, Antonia, la ciencia no mide los sentimientos.
EliminarBesos.
Hola Francisco. La ciencia se equivoca y rectifica. Tú ya has escrito y probado esa quimera de la que hablan en tus versos.
ResponderEliminarAbrazos
Siempre tengo un motivo para agradecerte, Isa.
EliminarUn abrazo.
Francisco, esa luz del amor no puede demostrarla la ciencia. Todavía no han descubierto el gran misterio del universo y la esencia que lo mantiene. Pero el corazón si palpa la luz y el gran misterio, porque formamos parte de el.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo por tu creatividad.
Muchísimas gracias, María Jesús, por tan bellas palabras.
EliminarUn fuerte abrazo.
Precioso. La ciencia no sabe de amor. Saludos amigo Francisco.
ResponderEliminarAl menos eso es lo que nos llega, ¿verdad Sandra?
EliminarUn abrazo.
el amor lo puede todo.
ResponderEliminarTienes toda la razón, Tracy.
EliminarUn abrazo.