Acosado por un ejército de
nubes,
el sol esconde su lánguida
debilidad
en la fiereza tibia de un
tintado macilento
con irisaciones rosáceas,
tanto más próxima a la
feminidad
que a titánica fueguina
furia.
Oculto tras el atolón
ceniciento
en el que se pertrecha,
tan solo es agazapada espera
colmada de incertidumbres;
de momento, vasta y
amenazante noche
persuadida de perversos
encantos.
¿Qué rejas te aprisionan,
qué carcelero, qué calabozo,
tirano titán de los cielos?
En el horizonte, un brochazo
dorado
insufla de esperanza el
pavoroso miedo,
mientras gime de angustias
la luz que otrora era
destello de esperanza
y caricia del nuevo
amanecer.
Hola Francisco. Qué poema más bonito y cuantas metáforas has metido. Es bello el poema al igual que lo es el nuevo amanecer.
ResponderEliminarAbrazos
Muchas gracias, Isa, porque siempre miras con gusto cuanto escribo.
EliminarAbrazos.
Me quedo con el rayo de esperanza venciendo al pavoroso miedo a lo desconocido.
ResponderEliminarUn saludo
Como he dicho en alguna ocasión, Carmen, sin esperanza estamos vencidos. También me quedo con la esperanza.
EliminarUn abrazo.
Me quedo con la belleza que esconde el atardecer y el rayo de esperanza para nuestras vidas. La esperanza es el rayo de luz que ilumina la vida, sin esperanzas estaríamos sin vida.
ResponderEliminarBesos
Te lo ofrezco en su integridad, querida amiga, y ojalá lo degustes.
EliminarBesos.
Bello acoso el de esas nubes.Saludos
ResponderEliminarBello en las palabras, Charo, pero cuando el cielo se oscurece algo nos encoge el corazón.
EliminarUn abrazo.
Me gusta ese poema tanto o más que los cielos que describe, que ya es decir...
ResponderEliminarMucha y grande tu generosidad, Tracy.
EliminarComo este abrazo.
Cada día ese milagro del atardecer que tú has descrito de forma lírica y bella, Francisco. Cada día nuestro espíritu se esconde entre la duda y el miedo, sintiendo la noche,que nos probará la fortaleza y la esperanza, amigo.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo por tu buen hacer.
Tenemos el miedo asociado a la oscuridad y la paz con la luz, siendo así que cuando los cielos se oscurecen algo nos hace temblar. Gracias por tus palabras, María Jesús.
EliminarUn abrazo.
Precioso atardecer amigo Francisco. La imagen es encantadora, me gusta. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Sandra.
EliminarUn abrazo.