A las víctimas de violencia de género.
En el jardín, una rosa
tronchada
por el viento huracanado,
un hálito de vida que se
esfuma,
una vida truncada
en plena juventud. Ayer
era promesa encapsulada
entre sépalos verdes
y abrigados brazos maternos.
No hay exuberancia
que merezca tal tormento.
Nada justifica el corte de
una flor
sino gozar de su
contemplación
y aroma en su medio natural,
en la libertad gloriosa de
su creación.
En el jardín, una rosa tronchada,
una vida interrumpida
que anticipa el adiós al tiempo propicio
de su germinación primaveral,
un caos contra natura
que marchita toda belleza.
"Nada justifica el corte de una flor." Por eso siempre fui contrario a regalar flores. Mejor disfrutarlas en su medio natural.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Y por semejanza una vida humana, Cayetano.
EliminarUn abrazo.
Cuando se es capaz de matarnos los unos a los otros, ¿que supone para esas mismas personas arrancar una flor?.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tienes razón, Emilio, son las consecuencias de no respetar lo ajeno, de no ponerse fronteras.
EliminarUn abrazo.
Hola Francisco. Nadie tiene derecho a quitarle la vida a nadie. Si son capaces de hacer sufrir de esa manera, no deberían haber nacido. Sé que es muy duro lo que digo pero un hombre que mata a una mujer y hace daño a sus hijos/hijas no se merece nada en esta vida.
ResponderEliminarAbrazos
Tampoco psicológicamente, Isa. No es posible vivir en un infierno, pero en tal caso cada uno por su lado y todos en paz.
EliminarUn abrazo.
Triste y emotivo.
ResponderEliminarBesos.
Así es la vida, Amapola, a veces dulce como ambrosía y otras amarga como la hiel.
EliminarBesos.
Tal como cortan la flor, así se mata las vida... de un tajo, aunque sagrada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Resulta espeluznante que una persona pueda darle un tajo a otra y acabar con ella, Rafael. Incomprensible.
EliminarUn abrazo.
Muy emotivo tu poema, nadie tiene derecho a " cortar esa flor" y malograr una vida.Saludos
ResponderEliminarAsí es, Charo, nadie debiera malograr la vida de nadie.
EliminarUn abrazo.
Nadie tiene derecho sobre la vida de nadie. Desgraciadamente en nuestros días vemos con horror muchas noticias sobre el abuso a la mujer...hay quién atenta contra su vida y hay quién atenta hacia su dignidad.
ResponderEliminarBesos
Precisamente esas noticias que se repiten y se repiten son las que me han empujado a escribir esto, Antonia.
EliminarBesos.
Merecidísima denuncia.
ResponderEliminarBesos y gracias como mujer.
Creo que es de justicia reconocerlo y denunciarlo, Tracy.
EliminarUn beso.
Una metáfora perfecta para una realidad que vivimos en nuestra sociedad, Francisco. Una lacra que tiene que ver con la educación y vamos para rato, porque se repite constantemente,amigo.
ResponderEliminarMi gratitud y mi abrazo por tu buen hacer.
Ayer mismo un nuevo caso, María Jesús. Aquí tiene mucho trabajo pendiente la educación, pero también el ejemplo de los progenitores. Gracias, una vez más, por tu valoración.
EliminarUn fuerte abrazo.
Triste y hermoso poema. Nadie tiene derecho a cegar una vida inocente... Saludos amigo Francisco.
ResponderEliminarA veces merece la pena echar una lágrima y denunciar lo que pasa, Sandra.
EliminarUn abrazo.
Nadie tiene derecho. Gracias por tu sensibilidad y denuncia.
ResponderEliminarUn abrazo de muchas rosas.