Mirad la vida de frente:
has de hacerlo estando
vivo,
antes que llegue la
muerte.
La vida es un sol opaco
cruzando de mar a mar,
que se entrega en el
ocaso.
Allá por el horizonte,
donde comienza la nada,
escrito están nuestros
nombres.
No elegimos de venir,
pero sí cómo ir viviendo
para descansar por fin.
Tú que contemplas la mar
en tan bello atardecer,
¿la volverás a mirar?
Sólo al que asó la manteca
se le ocurrió de pensar
que la muerte es cosa ajena.
La vida es como una mecha
que prende en el
nacimiento:
se requema, se requema…