31 julio 2019

PERSISTE TU AROMA




Persiste tu aroma, madre,
tan solo con pasar por la que fue tu puerta
y volver a mi mirada de niño
te haces presente toda tú,
todo tu inequívoco e incomparable ser.

En el pomo de la puerta, tu huella
indeleble, tu respiración y tu ternura;
eres presencia viva e inagotable,
tan especial como lo era tu exquisitez
de la que siempre quise contagiarme.

Recuerdo tu latido severo, tu entrega
desmedida y tu pasión en todo lo que hacías.

En la calle de la Fuente el trino de tu voz,
la melodía de tus caricias,
el claroscuro de tu recuerdo
cosido al costado de mi alma para siempre.

30 julio 2019

NO ME MUERDAS




No me muerdas, muerte,
y pasa de largo; no hagas sonar mi hora
que tengo el reloj parado y la pila agotada,
tanto como yo mismo:
no me muerdas,
deja esta golosina segura
como soldado en trinchera.
Mis lágrimas son de rabia
y no de mis propias heridas,
esa que los galenos no supieron suturar.
No puedo darte razones,
pero si acaso divisas mis pesares,
no son del cuerpo sino del alma,
de ese ala emplomada y manchada de carmín
por las miserables llagas
de esta deriva por la que el mundo se precipita.

29 julio 2019

SOL DE VERANO




Viene paso a paso al alba,
enrojeciéndolo todo y con su potenciómetro disparado
sin parar de subir la escala de su liberación
hasta alcanzar la máxima eficacia
y llenarnos de plenitud ardorosa,
obligándonos a defendernos con sudores profusos.
Es alegre, chispeante y parece coquetear
si lo tomas a primeras horas de la mañana,
y hasta juguetón nos enrojece la piel
con falsos mimos
que no son agasajos sino agresión en toda regla.
Cuando está en su zenit,
perdidas las sombras bajo nuestros pies,
ya no hay defensa posible
y su bisturí sigue sajando la piel
con todo empeño y eficacia.
Al atardecer, parece acariciar
al hacerse oro en el horizonte,
pero es un engaño de falsa pirita
que volverá al día siguiente
tratando de rematar la faena iniciada.

28 julio 2019

CÁNTAME UNA CANCIÓN




Cántame una canción que hable de tu estirpe,
aunque no me cuentes dónde anidas,
una canción con la que identificarte
o una secuencia de trinos que será
en mi oído tu melodía para siempre.
¡Oh pájaro vulgar, no identificado por mi ignorancia!
En el azul del cielo planea la primilla
escaneando por cada vericueto cuanto divisa
hasta localizar un banquete.
En la retama se abre incipiente una flor violácea,
a la que se aprestan a coro las abejas
en formación de libar. En el regato bebe una cabra
sin perder de vista a su juguetona cría;
exhala el tomillo su penetrante aroma
y su presencia se magnifica
con acento inequívoco y autóctono.
Por aquí y por allá, agujeros que podrías ser madrigueras;
en la vereda, cagarrutas que evidencian
la presencia de conejos, a los cuales oteará la primilla.
Desde lo recóndito, el estampido de un rayo
que todo lo subvierte abriendo el velo celeste;
de repente, toda seña de vida animal
ha desaparecido. Tan solo las rocas y la vegetación
han quedado impasibles, aguardando, silentes.

27 julio 2019

EL SILENCIO




En mi partitura es todo silencio:
ninguna nota, expectación, espera;
ninguna pauta con la que romper
esta monotonía de intervalo indefinido.
El silencio es página en blanco,
metrónomo en reposo y murmullo en la sesera,
es pausa, es respiro, es quietud alerta,
es señal de batuta dormida, alerta,
que en el alero cuelga sin medidas,
es violencia contenida, interludio,
intermezzo adormecido que aguarda
reanudar en breve instante,
es respiración que ha sido interrumpida;
las notas que se avecinan en el aire.

26 julio 2019

BENDITA SEAS TÚ




Bendita tú, mi amor, eternamente
por la dicha de haberme concedido
el título de amor que habitualmente
le conoce la esposa a su marido.

Bendita tú, por este tu amor ciego
que conmigo cuadra perfectamente,
al que no me resisto ni me niego,
pues profeso mi amor muy dulcemente.

El fuego en el que ardemos, pura llama,
purifica sin tormento y hermosura
en actitud de aceptación silente.

¡Ay mi amor!, cómo tu espíritu me ama,
y mucho más subraya tu figura:
¡Bendita tú, mi amor, perpetuamente!

25 julio 2019

ACTO DE DONACIÓN




Cuando me doy, me doy a mí mismo,
el don más preciado con el que cuento,
aunque no sea el más rico que esperas
ni el mejor tesoro.
A veces no cuadra con lo que de mí esperan,
por eso me reconozco limitado, pataco, casi nada;
pero en el fondo sé que pesa más que una pluma,
más que un cumplido
y menos que el mucho valor que hay en ti
al confiar.
No puedes negarte, abre tu mano que te la llene,
vamos a compartir este mendrugo
antes de que se ponga duro;
seguro que ha de sentarnos bien a ambos,
siempre que no impongamos condiciones;
dar a manos llenas sin esperar respuesta,
pura donación.
Acerca tu oído, quiero explicarte
que me dispongo a escuchar tus quejas
y a lavar tus heridas.
Abre la boca y llénala de todas tus llagas,
pásamelas y compartamos tu dolor
y tus quebrantos.
Ya me conoces. Ya sabes de mis escasos dones,
pero también de mi dádiva en tu provecho.
Si no cura, como así pensamos los dos,
al menos jugaremos a tuya-mía
y te prometo que vas a rejuvenecer.
Nada de lo que digo es mentira,
ni tampoco engaño con florido verbo,
tan sólo volvernos a la infancia
y creer en la magia del juego,
en las princesas, enanos y animales que hablan,
vivir este rato íntimo de inocente gozo.

24 julio 2019

EN TUS MANOS LA DESTREZA




A Mariángeles González Campos


En tus manos la destreza, la agilidad,
el artificio, y en el arcoíris de tus ojos de miel,
se decantan los colores
como llovidos del cielo,
como derramados por la diosa Afrodita.
Estás tocada por el misterio de la gracia,
reparto al que llegué tarde
y te está reservado en primicia.
No hay vértigo en ti,
el lienzo en blanco lo ves como un reto,
como un trampolín sobre el que ejercitarte
y dar un triple en el vacío:
dos trazos a carboncillo
y el blancor de la tela es ahora el contorno
que proyecta una figura y su sombra
que más tarde será todo calor y calidez.
En los rayos equis de tu mirada,
la lucidez, por lo común vedada y que tú gozas
con privilegio y elegante soltura;
en la beldad de tus ojos,
la luz que proyectas sobre tu obra;
en la firmeza de tu trazo y pincelada,
la mano creadora que reviste y da vida
en elegante soplo.
No te envidio tus virtudes, Mariángeles, 
tan solo te admiro.

23 julio 2019

VENUS DE MILO




Estatua mutilada, tullida de labios fríos,
de porte señorial y esbeltez única,
de abrazo interrumpido, roto, desmembrado;
de mirada dirigida al ángulo inferior izquierdo
incierta, indefinida, mas no indiferente.
Caderas rotundas, vientre marcado, prominente
de desnudez velada. Pliegues
de mármol arropan tus piernas,
donde las formas se desdibujan e imaginan.
En tu tronco un leve giro, una torsión
que imprime movimiento;
no están, pero imagino tus manos
delicadas y rotundas. Echo de menos
tus caricias, el roce de tus dedos en mis cabellos
o mesando mi barba largamente.
En la perfección de tus formas
toda una declaración de amor,
el que imagino, el que por siempre profeso.

22 julio 2019

SOMBRA DE MORAL




Opulento moral infecundo, de ramas robustas
y hojas apaisadas como atardeceres dilatados,
sombra contundente y cobijo de mi ocio,
de mis lecturas y borradores junto al estanque
de estas mañanas de estío
pisando la hierba con  los pies desnudos;
música en tu copa agitada por la brisa
en un tenue adagio que evoca el paraíso.
Si no existieras tendría que imaginarte,
pero es tan singular tu presencia,
tan acogedor el abrazo en el que me acunas,
que difícilmente puede haber alternativa
y acabar esta fidelidad que nos une.
En ti, bajo ti, quizás por ti, mi decir fecundo,
esa inspiración que soplas a mi oído
y me colma de dicha,
aunque no siempre sea certidumbre y tino.

21 julio 2019

COMO ROCA




Como roca, inerte, fuerte, robusta
e indeformable viendo pasar el tiempo;
testaruda, de pensamiento indeformable
salvo por el chasquido del rayo,
si acierta a abrirle una brecha
y la hace divisible.
Piedra que cree sustentarlo todo
desde los cimientos al alero,
el todo en todos;
su verdad pétrea es troncocónica,
clave de la clave, sostén del arco y las cuerdas,
angulosa en sus aristas y vértices cortantes,
muy cortante. Salvo para los enclaves
de su predilección, donde me encuentro.
Dime, roca, ¿cuántas esquirlas
te ha costado cada uno de tus ángulos?

20 julio 2019

LA AUSENCIA




La ausencia es presencia perdida,
robada a las miradas complacientes,
es mirada ciega, mirada huida
que se llena de dolor e inconvenientes;
mi exigencia, por tanto, es asumible
si tenemos en cuenta que en el amor,
aunque no haya roces, ¡oh voz audible!
se torna magíster, maestra, portador
del sentimiento que en vano se resiste
y en cercanía adquiere todo su valor.

19 julio 2019

QUIERO ESCRIBIR CANCIONES




Quiero escribir canciones
como festones vocálicos que enaltezcan
la paz, la alegría y la amistad;
canciones que inviten a festejar y agradecer
en lugar de dar quejas;
que tengan estribillos pegadizos
y que se peguen al alma.
Canciones que hablen de nosotros:
de ti, de mí, de ellos…     de todos.
Voy a pasar por el arel todos los conceptos
y quedarme con aquellos que no excluyan,
esos que dan confianza,
que abrazan, que acogen
y alegran el corazón de ellos y ellas, de unos y otros.
Quiero contagiar de alborozo
a quienes me rodean
y atraer a quienes están alejados de la música
y de sus terapias,
también del resto de los seres humanos.
Quiero desterrar los malos presagios,
edulcorar los modales perversos
y ser fuente donde apagar las carencias
de los últimos.
Quiero…   Voy a escribir canciones.
¿Te animas a cantarlas conmigo?

18 julio 2019

LASTRE QUE ME LACERABA




Observo, percibo, aprecio,
que mi tesoro
son la suma de mis recuerdos.
Deduzco que estaré vivo en tanto
consiga memorizar hasta el menudeo,
la calderilla que suena
y evoca risas y quebrantos
como quien pasa las cuentas de un collar
mirando de reojo pasar el tiempo.
Llega un momento
que es más poderoso el balance
que los presupuestos y los sondeos
y las elucubraciones.
En el silencio, en mi apartado silencio,
mascullo, amontono y atesoro
como una especie de álbum
de todo lo que soy, de mi ser íntegro,
de lo que recuerdo. Entonces,
los fui recopilando en la mochila de los días;
mas pesaba tanto, que tuve que aliviarme
y opté por descartar todo lo que me escocía.
Atesoro los recuerdos,
pero procuro olvidar los negativos, el desagradable
lastre que me laceraba a todas horas.

17 julio 2019

PORQUE UNA TARDE




Porque una tarde tuve conciencia
y me lo confirmó
la vela de la madrugada,
cuando en la oscuridad
todo se acomodaba a las formas soñadas,
esas que se ajustan
como tu falda a tu talle
o tu blusa a tu busto.

Porque una tarde tuve conciencia
de que no podría vivir sin ti,
todos los pasos que ya conoces
y nos han traído al momento presente.

16 julio 2019

EN ESTE HERMOSO MOMENTO

Fotografía de Escolástico Martín, "Tico"



En este hermoso momento de la espera,
es martes como podría ser domingo;
la vida es un continuo comenzar
para agotarse en sí mismo y reanudarse.
Vamos subidos en los cangilones de una noria,
pasando por cada una de las horas
para volver a dar la vuelta y pasar
una y otra vez por las seis y media de la mañana;
un caminar vacío si no le añadimos
el verdadero aliciente que nos conmueva.
Quisiera prestar mis hombros,
mis fuerzas y todo mi ser,
a la Virgen del Carmen en su onomástica,
meterme bajo sus andas
y llevarla a la Bajadilla 
con las primeras luces del alba,
ser tu portador, tu cireneo, Madre del Carmelo,
y adentrarme en la mar, de donde eres Reina,
y levantarte en vilo con el agua a la cintura
como signo de alabanza.
A ti, Madre, y a todas las personas
que llevan tu nombre, ¡Felicidades!

15 julio 2019

UNA MIRADA




Me gustaría que me entendieras
sin necesidad de palabras,
al menos sin tener que repetirlas:
tan solo un gesto,
una señal, una equivalencia
a cuando dos hombres
─de otra época─
rubricaban un contrato
dándose la mano.
Si me conoces,
si conoces la música de mi ritmo cardiaco,
una mirada
en el espejo ideal
donde fundirnos y unificarnos.

14 julio 2019

ADELFA BLANCA




A la orilla del río,
como en constante despedida
revestida de inocencia,
la adelfa blanca en inmaculado adiós
a las ondas que desaparecen
por el distante meandro.
En la orilla de esta espera
─desesperante a veces─
sigo aguardando paciente
un gesto de aprobación,
un signo con el que te identifiques,
la licencia para arrancarme de mí
y echarme en tus brazos.

13 julio 2019

AMANECER EN MARBELLA




Amanece, y la playa,
toda desnuda y pura, límpida
salvo por las pisadas de las gaviotas,
es una provocación
que invita a hollar la arena alisada por la bajamar.
Olas mínimas, silentes,
borran al instante las huellas
y todo vuelve al punto de partida
como tocado por la gracia
y el encanto de la inauguranza.
La luz es más intensa a cada instante
y la música salada acompaña
con su ritmo monótono
y la cadencia de un perfecto metrónomo.
A lo lejos, la silueta de un velero
con su navegar imperceptible
y rumbo desconocido;
al otro lado de la duna,
un cañaveral como lanceros
en situación de prevengan.
La sensación de la arena entre los dedos
y esos escasos centímetros que se hunden
los pies en el rebalaje,
cuando el retroceso del agua remueve el equilibrio,
impone una marcha lenta, relajada,
la mente centrada en la música del mar
y el sol tomando posición cada vez más hiriente.
En el reloj, como de costumbre,
las prisas y el pálpito emocionado,
la sensación de haber ganado
un tiempo sisado al descanso.

12 julio 2019

ESTAMPA COMÚN DE CUALQUIER DÍA

Fotografía de Escolástico Martín, "Tico"




Una gaviota planea sobre el mar
y el agua es silencio suave y azul
que observa las maniobras;
parece rozar el agua, pero ha trazado
una paralela a la superficie
como quien otea un fondo de aventuras.
Una leve brisa pone acento musical
a este ocaso dorado que ha de dormir
por el acantilado de los sueños
allá donde el Atlas es misterio;
en la penumbra hacia el levante,
dos cañas enhiestas en la arena
y un pescador que dormita la espera
como quien ha colgado las prisas en el perchero.
Si tuviera que pintar el paraíso,
usaría estos mismos colores,
ninguno arrebatado, sino dulce pastel
que se asemeja a la posible idea
del Creador insuflando la vida.
Cae la noche como cae la pátina
sobre una obra de arte inmaculada
y sin posarse ni estridencia.
Cuando haya cerrado la noche todos los postigos
y el portalón del día y las estrellas
hagan feria en este encuadre,
será el momento de volver a casa
y seguir soñando con esta realidad,
estampa común de cualquier día.

11 julio 2019

CUANDO EL SOL




Cuando el sol del verano despierta
y se estira de los bostezos primaverales:
cuando los prados amarillean
y el sol hace jornada extensiva;
cuando se agosta el pasto, los regatos,
y las sombras son bienes escasos y deseados;
cuando en la fábrica se organizan
turnos de vacaciones
y en el campo se para la faena a medio día;
cuando el barbecho es la panorámica común
y las ramas y su follaje son casi inoperantes;
cuando las sombras se pueblan de moscas
y se produce el éxodo de la ciudad
para desembocar en tropel a la playa
y pelear con denuedo por dos metros
cuadrados de arena para la toalla;
cuando el sol madruga y trasnocha,
entonces me pongo pantalón corto,
camiseta, sandalias y sombrero,
me diluyo entre el gentío de guiris
y descubro carnes prietas y ceñidas
en la estrechez de un short imposible,
abdómenes que evocan embarazos
masculinos en camisas que estallan,
faldas mínimas y escotes generosos
como balconada al abismo
o mostrador de golosinas
que se ofrece sin estar en venta.

Cuando el sol del verano…