31 diciembre 2022

NACER Y MORIR



 

Naces con la cotidianidad y parsimonia

del cada día. Pero en lo rutinario de tu ser

hay un suplemento de lo selecto:

contigo se alumbra una nueva criatura

y contigo muere todo un año,

en medio de un jolgorio de música y alcohol

o en los refritos de una noche de tele aburrida

y la ingesta de doce uvas a ritmo de campanas

con las que muchos se atragantan.

 

Se cierran los balances y los libros de caja;

en un ejercicio de introspección

se prometen actitudes innovadoras

que acabarán por transformar la vida:

voy a tomar mayor interés por el otro,

voy a convertir la crítica banal

en comprensión y compromiso,

reconozco que tengo sobrepeso

y voy a practicar ejercicio físico sistemático

y a cuidar la dieta como sostén de la vida;

quizás no llegue a vegano,

pero suprimiré de mis días los excesos cárnicos,

me haré experto en el etiquetado de los alimentos,

pondré predilección por todo lo natural

y haré también algún ayuno regenerador.

 

Se nos olvida que después de la cabalgata

comienza la cuesta de enero,

y con ella las tentadoras rebajas…

En la subida nos flaquean las fuerzas

y con ellas también la voluntad

y la salud endémica del bolsillo

nos deja al borde mismo del precipicio.

 

Son buenos los propósitos de enmienda,

pero no es fácil acabar enero

sin haber desfallecido en el intento

y tener que asistir al sepelio de tanto propósito

y a dejarlos morir antes de comenzarlos.

30 diciembre 2022

RENOVACIÓN



 

Pleno invierno, el rigor helado

entre la Navidad y el fin de año,

pero en mi alma de niño

veo los rizados brotes verdes

que de las leñosas ramas

serán una lúcida realidad en breve.

El invierno es una larga noche,

un sueño profundo y aletargado

del que la naturaleza despierta

bostezando y mostrando su alegría,

para germinar el amasijo de ensueños

de tan larga vigilia en la renovación.

El naranjo ha sido despojado de su fruto,

ha perdido el rubor jugoso

y en él solo se aprecia un verde cetrino

que parece apagarse. Pero en breve,

ya casi lo adivino, surtirán de sus ramas

tiernas novedades. Al principio traslúcidas,

pero irán echando músculo y sustentarán,

con el paso de los día, nuevas hojas.

Así también en mí, de este apocamiento,

del desangelado trascurrir gélido,

en su momento, surgirá una renovación

a la esperanza, la alegría y la ternura.

29 diciembre 2022

PARA SIEMPRE



 

Tu piel era nieve inmaculada,

como recién caída antes del alba,

sobrevolada con el sonrojo de la inocencia,

luz que trasciende de lo hondo

buscando clarificarse en mi sondeo.

 

Mi voluntad era esta alianza

que formulamos antaño y mantenemos,

esa coalición tu sonrisa y gestualidad

tan virginal y radiante;

frente a nosotros, ante nuestra mirada,

la certidumbre de un campo fértil

esperando germinar tu sonrisa.

 

En el minuto uno,

antes del pitido inicial,

el barrunto de tu existir y mi existir

entrevieron campos de eternidad,

donde el tiempo se echaba la siesta

y ahí quedó adormecido para siempre.

28 diciembre 2022

LA MATANZA DE LOS INOCENTES



 

Se han desplomado la mayoría de edificios

y también los termómetros

con sus gélidos minuteros violentados

y los centros de energía disipados

al aullido de los drones.

 

El temido poder bélico soviético,

─salvo la amenaza de hecatombe nuclear─

es un fiasco igualmente desangelado

que solo tenía nombre asustadizo.

 

La guerra, que no era guerra,

y que habría finiquitado en una semana,

ha dado a luz, cumplido los nueve meses,

a un inconcebible revés militar atragantado,

aunque persiste el hambre invasora

y la numantina resistencia de los violentados.

 

A las muertes no contabilizadas,

a la rotunda escasez, al hambre y al frío,

una diáspora de más de catorce millones,

un escalofriante número de refugiados

que han dejado atrás hijos adultos y esposos.

 

La aguerrida garra de la guerra,

de la ambición desmedida por lo ajeno,

y sus efectos secundarios,

matanza de los santos inocentes.

27 diciembre 2022

TIEMPO PRETÉRITO


 


La luz cenicienta del ayer

es una sombra somnolienta que bosteza,

que se desprendió vencida del calendario

y no vuelve al taco ni renace.

 

Un recuerdo, una página de la historia

que puede acabar en histeria

si tratas de activar sus constantes vitales

con la farmacopea del artificio.

 

En la resaca del distante ayer,

la enseñanza de los fracasos

y el olvido sin huellas de los aciertos,

porque solo lo que hiere deja secuelas.

 

Ayer, esas aguas río abajo

que ya no vuelven a las aspas del molino,

ese pretérito que se esfumó

de nuestro ámbito para siempre.

26 diciembre 2022

EN EL VANO



 

En el vano, en el andén desierto

de la espera,

entre vías y traviesas desoladas

que ya no suenan a metálico

ni se oyen arrumacos

de jóvenes enamorados

despidiéndose por unas horas

como quienes se citan

allá en el fin del mundo.

Se acusa el relente del invierno

en esta intemperie donde la espera

acaba por ser anodina.

Pronto. Muy pronto otra fiesta,

otro obsceno bacanal a la mesa,

como quienes opositan

por un ingreso hospitalario.

La celebración del corazón

parece que ha pasado de puntillas,

o que hemos buscado donde no era.

¡En fin, otra vez será!

─Repito mientras me calo el sombrero─

Hace un frío helador en este vano.

 

25 diciembre 2022

LA PALABRA



 

En el principio, un viento

aleteaba por encima de las aguas,

y se desmoronaron las tinieblas.

 

La luz fue el desencadenante de la vida:

se dividió el caos en el día y la noche,

se cuajó el firmamento de estrellas,

sobrenadando por encima de los mares,

de los valles y de los montes,

y la tierra fue generosa en frutos y especies.

En los ríos y en los mares bullía la vida,

y la tierra se pobló de vegetación,

y de una gama inmensa y variada de animales;

y evolucionó uno de aquellos primates

hasta sustentarse de pie y más tarde vocalizar.

 

Y desde entonces se hicieron tangibles

la luz y la oscuridad, la envidia, la avaricia,

la mezquindad, la rivalidad, el rencor…

 

En el principio existía la Palabra

y la Palabra era la luz verdadera

y la Palabra era Amor;

pero no interesaba al poder establecido

y fue silenciada con la muerte:

y de su vida entregada, el eco imborrable

de la sangre derramada,

la muerte que surte hecha Vida.

24 diciembre 2022

BUSCANDO POSADA



Ha pasado el tiempo

sobre la barandilla de los días.

ASUNCIÓN CABALLERO

 

Y atardeció y amaneció:

segundo milenio.

Y en todo este tiempo de calor,

de penumbra, de sed y de frío,

de hambre y música en los estómagos,

de harapientos y descalzos,

de migraciones sin horizontes,

de avaricia por los bienes ajenos,

de guerras, sometimientos e invasiones,

de soledad, menosprecio e infortunio…

 

Aquí seguimos,

conjugando la gramática parda del tener

y sin atrevernos a conjugar el verbo ser,

porque podría hacernos un roto

en nuestro bolsillo

o amargarnos el belén o la cena.

 

─¿Qué eres persona?

─¿Tienes el certificado de empadronamiento?

─¿Qué quieres alojamiento?

─¿Tienes Visa, Mastercard o American Express?

─¿Qué quieres alquilar una vivienda?

─¿Tienes nómina o alguien que te avale?

 

Ha pasado el tiempo

sobre la barandilla de los días,

pero María sigue pariendo en medio de la nada

y nosotros pensando en luces y compras,

en ostentación y derroches.

Y así, sine die, generación tras generación,

por la inestable barandilla de los días.

23 diciembre 2022

PERSPECTIVA OTOÑAL

Fotografía de Ana Escalera
Exposición de su obra en la librería "El gusanito lector"
C/ Feria, 110  41002 Sevilla


 

Una ola de color se va desvaneciendo

y en su caída derrama la caja de acuarelas

sin poder ni saber cómo evitarlo.

Por entre la estricta formación

de cuerpos uniformados de gris

y arreboles que el frío ha disecado,

un vacío cercano al desnudo

donde la perspectiva se hace infinita.

La hierba, la que permanece,

lleva el marchamo del olvido

y pronto no será ni siquiera secuela.

Hoy es un día luminoso,

a pesar de la pesadilla del aserradero,

donde el fileteado de muerte

es una amenaza constante.

Desde aquí, el cielo es una quimera,

una obsesión fuera del alcance;

de ahí la esbeltez, esa escalada,

ese maderamen ascendente en búsqueda

del mayor y más eficaz de los nutrientes.

Ya está aquí el invierno, esa muerte transitoria

en la que el bosque se adormece

e hiberna una lóbrega pesadilla,

un ciclo más del itinerario de la vida.

22 diciembre 2022

NÚMERO ABSTRACTO

 


 

A Chelo de la Torre, amiga, poeta y profesora de matemática.

 

En la ciudad, el individuo

es un número abstracto,

una unidad sin vínculos concretos,

ni tan siquiera flagelos

con los que relacionarse.

 

La soledad se mide en el bullicio,

en el anonimato de un gentío

donde si escuchas tu nombre

y acudes a la llamada,

nadie te reconoce.

 

La soledad del pastor

en el valle o en los riscos,

es una falacia muy concreta

y también manida,

como el eco en medio de los montes:

lo reconoce su perro

y también cada una de las ovejas.

 

En la ciudad eres abstracto,

un verso suelto y sin rima,

y hasta es posible que sin ritmo

al que poder acompasarse.

 

La ciudad es un deshielo que nos deja fríos,

el lugar ideal para tomar conciencia

de ser un elemento indivisible

entre la multitud de unidades singulares,

salvo que te toque el gordo

y aparezcas en los noticiarios

bebiendo cava a las puertas

de una administración de lotería.

 

21 diciembre 2022

MEMORIA DE UN AYER



 

Más allá de mí

hay amaneceres enmarañados.

PILAR ALCALÁ

 

 

Tras el ascua del sol naciente

se desdibuja tu nombre

en la débil memoria de un ayer

al que le urge borrar las huellas

del amasijo de tu tacto en el mío,

en la misma francachela.

No todo lo residual lo limpia la lluvia

y lo escupen los ríos por la desembocadura.

Más allá de mí, de mi voluntad

y mi apetencia, el rigor de una venganza

que presenta su minuta a deshoras

y con su correspondiente plusvalía.

La duda moral es un peso muerto

que lastra y hace arrastrar los pies

por el fango de los despreciable:

memoria de un ayer,

de un ayer de lodo que hoy enmaraña

al revisarlo pausadamente en la memoria.

20 diciembre 2022

DIAS DE LLUVIA

 


 

Días sin salir de casa.

La lluvia es un sumatorio negativo

e incompatible

con mi imprescindible caminar diario.

Miro hacia la calle con añoranza

y el vaho de los cristales

me devuelve la opacidad

confirmándome el encierro.

Con el dedo índice

escribo sobre el cristal

el número de vueltas no dadas a la Alameda

sin la menor fatiga ni cansancio;

aunque la primera falange

me manifiesta su desacuerdo.

Reparo en ella

y en verdad, los nudillos están deformes.

La calle está desierta,

dice la radio que los campesinos están satisfechos

y los pantanos se recuperan de la anemia;

el husillo traga cuanto puede,

pero es insuficiente. En el soportal,

dos repartidores de Globo

con caras circunspectas:

nunca llueve a gusto de todos.

19 diciembre 2022

RÍO GRANDE



No se agita,

nada perturba su discurrir calmado,

sosegado y sereno,

como si vislumbrara

la todavía lejana costa

en la que entregarse rendido.

En sus aguas

un batiburrillo de tierras

arrancadas con ímpetu

en su lejana juventud,

de la que trasciende

su acento jienense

y la apertura de las vocales

que aprendió en el califato.

También sabe enseñorearse

como cauce de comunicación

entre el mar y la bética

hasta las altas tierras andaluzas,

hoy constreñido

entre Sanlúcar y Sevilla.

Ahí lo tienes:

garboso,

señorial y altanero,

espejo de sus torres y de su caserío,

con ronquido a fragua

al pasar por Triana

y torero cuando mira al Arenal;

con pellizco flamenco,

siempre flamenco,

siempre a compás.

No ruge, no vocea,

Acoge a deportistas y foráneos,

a quienes ejercitan el remo

y a quienes se hacen la ilusión

de un crucero

entre la Torre del Oro

y la Barqueta.

En sus orillas el relax,

el paseo acompañando sus aguas

o a contracorriente,

como hace él mismo

cuando sube la marea

y pone proa a San Jerónimo.

Y todo ello sin alardes,

en sepulcral silencio,

dándose,

serenando el pulso

y creando la mística

de quienes nos asomamos

a contemplar tu grandeza.

 

18 diciembre 2022

HUBO UN ANTES

 


 

A mi cuñado Juan B. García

 

Hubo un antes a este presente

con síntomas de haber sobrepasado el ecuador,

de haberse ajado entre aquella aurora

de candidez presidida por los juegos

y este día a día entre el claustro

y las infinitas correcciones.

Entonces bebía el cristalino

fulgor de la inocencia;

ahora, ya no es inocente

ni siquiera su descendencia.

Su mirada era dulce,

detrás del espesor de sus cejas profusas.

Nada escondía. Nada ocultaba

bajo su acaracolada cabellera,

pero un día apareció con una rosa en la solapa,

que por contagio había conocido en secundaria

y descubrimos que también hubiera acertado

estudiando botánica.

Conocía la técnica de los bancales

y plantó una vara de nardos;

algo después, animado por el éxito,

probó con otra semilla al azar

y le salieron dos delicadas gardenias

como esquejes del Jardín del Edén.

Hubo un antes a este presente.

Ha pasado el tiempo a la velocidad de la luz,

de ese fluido cuyas fórmulas manipula

y con el que parte el pan.

Y ha derivado a su casa tres torrentes musicales

de bellas promesas y mejor ejecutoria.

Desde la melancolía de mi bajada al valle,

miro hacia tu cúspide, despejada de nubes,

y doy gracias por estar hoy presente

con ocasión de tu sesenta cumpleaños.

17 diciembre 2022

MIDO MI PEQUEÑEZ



 

Mido mi pequeñez en la contundencia

de cada uno de tus golpes,

en cada esquirla que desprendes

y en la música que suena hasta su caída.

 

Te afanas con la certeza de saber

lo que buscas en ese encierro pétreo,

que solamente tú visualizas

con anterioridad al primer golpe.

 

Tal vez,

llevado por un clamor que surte del núcleo

o un estallido creativo en tu espíritu,

y que con ardor te lleva a devastar

imitando el vigor de los viejos canteros.

 

Mano callosas, artesanas, obreras,

gobernadas con la sutil sensualidad de un poeta,

con el ritmo y la melodía de un músico

y guiado por el bosquejo abocetado de un pintor.

 

Te mueve la certeza de saber lo que buscas,

te urge descascarillar lo que sobra a la piedra,

y te reafirman los volúmenes que conforman

la figura preconcebida en tu mente.

 

Nada entiendo. Nada veo hasta que en mis ojos

se hace la luz arrebatada y en ti es prefigura

que va surgiendo de las entrañas de la piedra,

la ternura con la que la habías concebido.

 

Te agigantas ante mi pequeñez,

lo reconozco,

pero no quiero callar la emoción que siento

ante tu obra y tu sin par talento.