Mido mi pequeñez en la
contundencia
de cada uno de tus golpes,
en cada esquirla que
desprendes
y en la música que suena
hasta su caída.
Te afanas con la certeza
de saber
lo que buscas en ese
encierro pétreo,
que solamente tú visualizas
con anterioridad al primer
golpe.
Tal vez,
llevado por un clamor que
surte del núcleo
o un estallido creativo en
tu espíritu,
y que con ardor te lleva a
devastar
imitando el vigor de los
viejos canteros.
Mano callosas, artesanas,
obreras,
gobernadas con la sutil
sensualidad de un poeta,
con el ritmo y la melodía
de un músico
y guiado por el bosquejo
abocetado de un pintor.
Te mueve la certeza de
saber lo que buscas,
te urge descascarillar lo
que sobra a la piedra,
y te reafirman los
volúmenes que conforman
la figura preconcebida en
tu mente.
Nada entiendo. Nada veo
hasta que en mis ojos
se hace la luz arrebatada
y en ti es prefigura
que va surgiendo de las
entrañas de la piedra,
la ternura con la que la
habías concebido.
Te agigantas ante mi
pequeñez,
lo reconozco,
pero no quiero callar la
emoción que siento
ante tu obra y tu sin par talento.
Great blog
ResponderEliminarPlease read my post
ResponderEliminarEs admirable la labor de un escultor y las maravillas que puede hacer de una simple piedra, se merece que le des un homenaje con tu bonito poema.Saludos
ResponderEliminarPoema admirável, fascinante de ler
ResponderEliminar.
BOM FIM DE SEMANA ... FELIZ NATAL.
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Pensamentos e Devaneios Poéticos
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Las manos virtuosas nos sorprenden tan superlativamente que parecemos más pequeñitos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.