En el principio, un viento
aleteaba por encima de las
aguas,
y se desmoronaron las
tinieblas.
La luz fue el
desencadenante de la vida:
se dividió el caos en el
día y la noche,
se cuajó el firmamento de
estrellas,
sobrenadando por encima de
los mares,
de los valles y de los
montes,
y la tierra fue generosa
en frutos y especies.
En los ríos y en los mares
bullía la vida,
y la tierra se pobló de
vegetación,
y de una gama inmensa y
variada de animales;
y evolucionó uno de
aquellos primates
hasta sustentarse de pie y
más tarde vocalizar.
Y desde entonces se
hicieron tangibles
la luz y la oscuridad, la
envidia, la avaricia,
la mezquindad, la
rivalidad, el rencor…
En el principio existía la
Palabra
y la Palabra era la luz
verdadera
y la Palabra era Amor;
pero no interesaba al
poder establecido
y fue silenciada con la muerte:
y de su vida entregada, el eco
imborrable
de la sangre derramada,
la muerte que surte hecha
Vida.
Al poder nunca le interesaron los mensajes de Amor y Paz.FELIZ NAVIDAD
ResponderEliminarEs maravilloso ver como aplicas en versos tanta maravilla y luego la cruda verdad. Felicitaciones y Felicidades
ResponderEliminarLa luz, la palabra,la muerte y la vida se van turnando, Francisco...Es la noria de la vida, mientras aprendemos el sentido de la vida, amigo.
ResponderEliminarEspero que etéss pasando hermosos días con los tuyos. Que el Niño Dios os bendiga a todos y os de salud, fortaleza y alegría.
Mi abrazo y mi animo.