He vuelto para volver a
estremecerme,
entre el reverdecido
murmullo de la sierra
y el blancor purísimo de tus
calles,
para sentir el latido
natal que a ti me une,
a pesar de mi constante
distancia.
He vuelto para asomarme
a quienes me precedieron,
y para buscar sus huellas
en lo que persiste,
también en lo inacabado,
a lo que no di
continuidad,
para identificarme con sus
vivencias
y hacerlas mías para
siempre.
He vuelto para buscar mis identidad
en la Almadraba, en el
Calvario,
en Purla y en la Jaula,
para apagar mi sed en el
Chorrillo
y para caminar tras los
pasos perdidos
que me desvinculan y
desorientan.
He vuelto para echarle un
pulso
a lo inevitable, a aquella
infancia
que jamás se me desdibuja
de mi mente,
a la añoranza de un tiempo
que no ha de volver
en el que me refugio día a
día.
He vuelto para saber, si
en el tumulto
de los muchos que te son
fieles
hay un resquicio para
escribir mi nombre
y eternizarme en este amor
inevitable
que me lleva a pensar en
ti estando lejos,
y a volver a ti
periódicamente,
hasta que me habite el
adiós sin retorno.
Es agradable volver a los lugares que te quieren.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que satisfacción tan grande volver al lugar donde fuiste feliz y recordar tiempos ya pasados con infinidad de vivencias.Saludos
ResponderEliminarSiempre es bueno volver a donde te esperan.
ResponderEliminarBesos.
Eso está bien que vuelvas.
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