Bajo el manto oscuro de la
noche,
─luna nueva, apenas
perceptible─
el jadeo de la espera
es ritmo sonoro en la
zozobra;
los medios hablan de cifras
despersonalizadas,
de sepelios sin duelo
y de graves carencias.
Es hora de resistencia
numantina,
de espera agazapada y
confiada,
de pulcro aseo y
confinamiento.
Hay una melodía nunca
punteada
entre los trastes de mi
guitarra,
la banda sonora de esta expectativa
en la que el camino se ha
cegado
aguardando un nuevo amanecer.