29 septiembre 2014

HACIA LA LUZ

Fotografía de Isidoro Jara


En el fondo,
muy en el fondo,
llegar al otoño de la vida
es atravesar el largo periplo
de la juventud y madurez,
para caminar
hacia la brillante luz reflexiva
de tu vida otoñal:
estudios, oficio, prácticas,
asentamiento profesional,
matrimonio, hijos,
de nuevo estudios
─ahora de los descendientes─
ascensos, negociado,
director del departamento
y homenaje de despedida,
todo ensartado
con más o menos habilidad
como las cuentas de un collar
que más pareciera un yugo
al que, uncido,
no te ha permitido labrar
tu propia vida sino procurar
la independencia y el sustento
de una prole para la que ya estás caduco.
En el fondo,
analizado muy en el fondo,
llegar al otoño de la vida
es caminar hacia la luz
reflexiva de la vida,
antes de enfilar la desembocadura.

27 septiembre 2014

VIENTO DE OTOÑO



"Viento de otoño
el césped del parque
se ha llenado de hojas."
JOSEFA


Llega una brisa fuerte por el poniente
que pronto se hace viento de otoño:
el sol se ha desperezado entre el cortinaje
de grisáceas nubes y se ha desvanecido
antes de la hora habitual a la que se escabulle.

En cuanto a mí, este clima me ha arrastrado
a una situación aletargada en lo remoto,
que presumía adormecida, pero se despierta
con rigor y la puntualidad de un reloj
punzante, intenso, profundo y acusador.

Mi tronco ya no soporta este ventarrón,
este presagio como trompeta decadente
que anticipa una decrepitud temida
y larga, muy largamente profetizada:
quien tenga paciencia para aguardar
─tan sólo un par de días─
verá en la atmósfera el reflejo
de esta vetusta dolencia que se ha enredado
al otoño de mis días de forma artrítica.

25 septiembre 2014

TE ENTREGO



Te entrego una sonrisa
tierna, recién amasada
y horneada al punto,
con mimo delicado y extremo.

Te entrego un rayo de luz
que se hará linterna en tus manos,
tibio calor entre tus dedos fríos
y senda segura para tus pasos.

Te entrego mi mano
para que puedas asirte segura
y hacer de nuestros destinos
el mar por el que naveguemos
los días de este incipiente otoño.

Te entrego esta vasija de agua
para que sacies tu sed,
y para que compartas
con los muchos sedientos
que vayas encontrando.

Te entrego mi pañuelo,
para que seques tus lágrimas
que son mis lágrimas
y socorras al que tenga una mota
que no sabe cómo secarse.

Te entrego mi fortaleza de espíritu,
para engrosar al tuyo,
y para que te hagas abundancia
entre los débiles del mundo.

Te entrego todos mis tesoros,
para que seas río generoso
entre quienes carecen
de esperanza en la vida,
y tu generosidad abra
los ojos de sus cegueras.

Te entrego mi ávido amor,
una poquedad insignificante,
para que con la levadura
de tus sentimientos, descubras
cómo no se agota en sí mismo
sino que crece cuando despilfarras.

22 septiembre 2014

OTOÑO



Un despertar perezoso,
el sol bajo el tisú gris
y lagrimeante
de este comienzo otoñal
y Vivaldi con una música
para cada estación,
ahora sonando lastimera.

Ha llegado el otoño:
los árboles se despeinan,
los escolares cargan sus mochilas
y los barrenderos se quejan
del trabajo extra;
algo acaba y algo comienza
en cada otoño:
la vida es un sempiterno
no siempre descifrable
y poco comprensible.

Acá, ya digo, entramos en otoño
y vos, Lucía Pannucci, cantás
juguetonamente la primavera:
rarezas de los hemisferios.



19 septiembre 2014

LA OTRA ORILLA

Fotografía de José Quero Zumaquero


Desde esta orilla,
─situados en Marbella─
un bello e incendiado atardecer
pone decoración paradisiaca
al Estrecho.

Con la mirada turbia,
el Campo de Gibraltar y el Peñón
se toman del brazo de la Cordillera del Atlas
y parece fusionarse en un mismo todo
y un idéntico afán,
en un mismo deseo franqueable
hasta hacerse sueño accesible.

Marbella en primer plano
iluminado, incandescente,
provoca ansias primermundistas
que desde la otra orilla
es nitidez que se dibuja
sobre el cielo carmesí
en el contorno norte de la pobreza;
en medio, una plúmbea negrura
convierte en pesadillas las ensoñaciones
y en aventureros
a los más desesperados.

Alguien trafica con sus miserias,
con la hambruna desesperanzada
hasta hacerles empeñar sus harapos
como óbolo del barquero
que les conduce al Edén o tal vez al caos.

En este trajín fraudulento y angustioso,
la mar se cobra su maquila
en vidas humanas
y entierra en los fondos marinos
muchas de las elucubraciones
con las que habían soñado.

Dicen que la tierra es generosa en frutos
y hasta capaz de alimentar
a la población mundial del momento,
pero quienes construimos silos
pensamos más en acaparar
que en compartir.

Desde el cielo infinito,
la tierra es un planeta azul;
pero la patología del egoísmo
nos ha endurecido el corazón
y plantamos mojones altísimos y linderos
imposibles de traspasar.

17 septiembre 2014

EL GUERRERO DE LAS AGUAS



El mar es una ruta ancha, dilatada,
donde no existen caminos ni sendas
y sí las estelas que luego se emborronan;
lo mismo le sucede al espacio celeste:
sólo la electrónica sabe de parámetros
que conducen al lugar deseado y preciso.

Cuenta Ulises que se inventó
el dulce cántico de las sirenas,
como Homero le inventara a él mismo;
para muchos, la Atlántida
es una Arcadia subacuática,
y también calenturienta ficción
las "Veinte mil leguas de viaje submarino",
del prodigioso Julio Verne.

El mar es trabajo y sudor, es camino,
es conquista, es inquietante espera
y es diversión lúdica en la orilla,
como lo es para El guerrero de las aguas
cuando las agita como grumete intrépido.

15 septiembre 2014

ALINEACIÓN



Desde la distancia,
sombras y hamacas
son líneas paralelas
─de tres o cuatro en fondo─
como un batallón de ejército
de maniobra estática
que se alinea
en estrechas proporciones
de impúdica cercanía.

Arde la arena,
arden los cuerpos
ceñidos en mínimos textiles
que quieren estallar
embadurnados de cremas
que ennegrecen aceitosamente.

La comunicación es pública o inexistente,
pero nunca privada
en el corsé
en el que estamos formados;
en medio de tanta conexión desconectada:
unos leen, otros tapan sus oídos
con auriculares misteriosos
que hablan, cantan o callan
y otros vagan sus miradas
en la abstracción del horizonte
o en la lejanía de sus pensamientos;
quienes pronuncian
─por lo general sin impudicias─
solean sus almas a los cuatro vientos
con la posible sensación
de estar aislados.

Entre la alineación y la alienación,
una ene de nada
que te saca de la fila
y te hace perder marcialmente el paso.

13 septiembre 2014

ACQUA ALTA

Fotografía de Tomás Ariza


El mar, en su confinamiento
limitado de playas y acantilados,
sufre arrebatos evasivos
─dos veces al año─
haciendo estiramientos ansiosos
y alargando sus líquidas extremidades
para salir de sí e inspeccionar
el mundo más allá de sus fronteras.

Si todo esto es tal cual
a lo largo de todo el perímetro marino,
en el Adriático se hace
acqua alta
y se suma a la masa de turistas
con vocación de hollar La Serenísima
en su proceso in crescendo
y en constante afanoso continuo:
primero humedece y luego inunda
los mosaicos de la Piazza San Marcos.

Venezia para amar,
para hablar de promesas
que se las llevará la próxima
acqua alta,
para gondolear arropados
una tarde fría y gris,
para vivir un sueño pasional
que quizás se lleve la bajamar
por algún insospechado canal
de romanticismo apaciguado.

10 septiembre 2014

PRIMERA LÍNEA DE PLAYA



El cemento es una hilera de ventas
de cristal y hormigón
que se asoman al mar...

En el principio todo era distinto,
las aguas se acumularon en un solo conjunto
y se dejó ver lo seco,
a lo que se llamó tierra
y al conjunto de las aguas mar;
y vio Dios que estaba bien.

Y así, en una relación distante,
han permanecido tierra y mar
hasta hace unos sesenta años,
cuando la humanidad fue afectada
por la terrible epidemia
de "primera línea de playa";
entonces, a base de ladrillo y hormigón,
─e inconfesables sobornos──
surgieron las balconadas
hambrientas del marino azul
al que se vivía de espaldas
y se hollaron arroyos y torrenteras
junto a planes urbanísticos
mordidos espuriamente...

Y todo dios vio que no está bien.

08 septiembre 2014

REFLEJO



Sólo el mar no es el mar
cuando te haces presente
en los anaqueles de la memoria...

Yo era un muchacho
que andaba perdido
por los intrincados caminos de la vida
con enormes deseos de ser hombre
y lejos de la meta que me esperaba;
sólo las hormonas
habían oído el despertador
mientras yo seguía obnubilado
en aventuras infantiles
y princesas rescatadas con nocturnidad
bajo el claro de luna.

Apareciste jugueteando en la orilla;
hacías pequeñas ondas concéntricas
con un leve contacto de tu índice
en el amable espejo del agua;
no me atreví a mirarte a la cara,
pero el mar generoso y galante
duplicaba tu figura en su luna azul,
y desde entonces guardo el tesoro
efímero y eficaz de aquel reflejo eternizante.

07 septiembre 2014

MASAJES EN LA PLAYA



...y las diestras manos,
como palomas en vuelo rasante,
surcan las arenas de la playa
en busca de cuerpos quejumbrosos
o sedientos de caricias:
sólo los pies, sólo el tronco,
cuello y espalda...
se trocea la anatomía
y se hace asequible a precios chinos,
al misterio de manos orientales
con su supuesto pedigrí
de expertas en relajación.
Una toalla mugrienta,
un mismo lienzo sobre la arena;
manos ágiles, pequeñas,
manos que no se lavan entre un cuerpo
y el siguiente;
ojos rasgados que se asocian
a cultura milenaria de medicina paralela.
La degradación fue tomando
naturaleza antihigiénica
y aquel itinerar manipulando
ha pasado a establecerse
en espacios concretos
con títulos acreditativos.

06 septiembre 2014

MAGIA

Fotografía de Esther MaCo


Sabor salino disuelto en el azul,
luz dispersa, blanco cegador
en tonalidades de vaguedad difusa
como escorzos del espectro
solar del arcoíris en fase azur;
celeste, grisáceo, rosa palo,
verde deslindado del amarillo
y fucsia que quiere ser naranja,
cuando se aúpa entre nubes
de reverberación irisada...

La mar es misterio, es magia,
es malva agitada o mansa,
es laxitud y es frenesí,
es paz, armonía, concordia,
sosiego, serenidad, placidez,
es turbulencia, perturbación, disturbio,
encantamiento, sortilegio, brujería...
Es convulsión tempestuosa,
éxtasis, blanda ternura, estremecimiento
y magia, una conmoción mágica.

05 septiembre 2014

ERIZOS DE MAR



El mar que vemos en superficie
es la luna de un ropero panorámico
que oculta mundos
bien distintos del que vemos.

Azul, tonalidades diversas,
serenidad o convulsión
de olas que se encrespan;
nada habla de lo que hay
por debajo de la luna azulada,
esa que tiene celos celestes,
el submundo del que las pescaderías
venden un pequeño muestreo
donde se ha esfumado el sentido vital
a favor del sabor alimenticio.

En el fondo o junto a las rocas,
en lo recóndito de lo protegido,
lapas, cangrejos, erizos...
una multitud infinita
duerme su existir incógnito
sin molestar si no son importunados.

Esa estrella multipuntiaguda
de numerosas agujas negras,
guarda en su seno, tal vez,
un bocado sabroso;
pero un mal paso, un descuido,
una pisada atolondrada
—quizás por azar—
y ese acerico de mar
clava en el pie la mismísima pasión
con una veintena de estocadas
que enconarán tus días
como acusador de la imprudencia;
no ataca, defiende su existencia
y su ámbito invadido.

04 septiembre 2014

EL PASEO



Yo voy hollando los pasos
a lo largo de la playa,
huellas que quedan detrás
y que las próximas olas
seguro que borrarán.

No voy a ninguna parte
y tampoco me detengo,
sino de acá para allá
ejercitando las piernas
y evitando los tropiezos.

A lo largo del paseo
por esta playa adelante,
veo más bonito que feo;
recatados cuerpos sí,
y abandonados destapes.

Cuando llevo el sol de espalda
se me calientan los lomos,
y si lo llevo de cara
se me deslumbran los ojos
y apenas puedo ver nada.

Por eso cuando camino
por la orillita del mar,
siempre miro hacia el poniente
en espera de encontrar
cosas con gran aliciente.

Cuando ya la tarde cae
el sol céfiro no hiere,
y en tal caso qué delicia
su encendida despedida
ruborosa y lisonjera.

Yo voy hollando los pasos
a lo largo de la playa,
huellas que quedan detrás
y las olas que siguieron
se encargaron de borrar.