Fotografía de Tomás Ariza |
El mar, en su confinamiento
limitado de playas y
acantilados,
sufre arrebatos evasivos
─dos veces al año─
haciendo estiramientos
ansiosos
y alargando sus líquidas extremidades
para salir de sí e
inspeccionar
el mundo más allá de sus
fronteras.
Si todo esto es tal cual
a lo largo de todo el
perímetro marino,
en el Adriático se hace
acqua alta
y se suma a la masa de
turistas
con vocación de hollar La Serenísima
en su proceso in crescendo
y en constante afanoso
continuo:
primero humedece y luego
inunda
los mosaicos de la Piazza San Marcos.
Venezia
para amar,
para hablar de promesas
que se las llevará la
próxima
acqua alta,
para gondolear arropados
una tarde fría y gris,
para vivir un sueño pasional
que quizás se lleve la
bajamar
por algún insospechado canal
de romanticismo apaciguado.
Bellísimo poema ! una verdadera joya. Tiene música . Has pintado maravillosamente lo que es ese prodigio de la Acqua alta.
ResponderEliminar"Venezia para amar
para hablar de promesas
que se las llevará la próxima
acqua alta "
Cuánta belleza !... Cierro los ojos e imagino todo lo que has descrito. ... y sueño ...
Apapachos.
Me alegro que hayas podido viajar al Viejo Continente por medio de mis palabras. Gracias hoy y siempre, María del Carmen.
EliminarApapachos.
No me hables de Venecia que me derrito. Cómo la recuerdo....
ResponderEliminarPiensa en que no hablo de Venecia, sino del mar y sus excentricidades caprichosas.
EliminarBesos.
He cerrado mis ojos después de leerte y he soñado con ese bonito lugar, que me encantaría conocer.
ResponderEliminarPrecioso!!!!!!!!
Cariños…
De algún modo, Oriana, ahora tú y yo conocemos un lugar en el que no estuvimos nunca. Libera la imaginación y disfrútalo a tope.
EliminarBesos.
Qué profunda emoción...
ResponderEliminarBuen día Francisco
...
Eliminarrecordar el ayer
cuando todo en Venecia
me hablaba de amor.
Gracias, Merche. Un beso.
Como sabes, me gusta la novela negra y el título de tu poema me ha recordado una novela de Donna Leon y el comisario Guido Brunetti que, como todas las suyas, su protagonismo es en Venecia, una ciudad que he tenido la suerte de conocer y de encontrar hermosísima.
ResponderEliminarSaludos
Yo sólo conozco Venecia como Nueva York o San Francisco por el cine, pero ha sido suficiente para ponerle palabras a la foto que me envía mi amigo Tomás, ahora disfrutando de tan bella ciudad.
EliminarUn abrazo.
Venecia sirve para todo eso que dices: para amar, para gondolear, para "suspirar"; pero no para vivir.
ResponderEliminarUn saludo.
No para vivir y sí para humedecerse.
EliminarUn abrazo.
No estaría mal.
ResponderEliminarBesos.
No estaría mal un encuentro en la ciudad de los canales, claro que no.
EliminarBesos
Me has hecho soñarme en una góndola, hasta era yo la que cantaba "oh sole mio" jajajaja. Es bellísimo Poeta.
ResponderEliminarOtro abrazo.
Me alegro mucho. Espero que lo hayas gozado plenamente.
EliminarBesos
He recordado mi propia experiencia con esa Acqua Alta en la mismísima Piazza de San Marcos hace... espera que eche cuentas, tenía 22... pues hace 32 años ni más ni menos!
ResponderEliminarUna experiencia realmente! Mi primera visita a Venezia y el Acqua Alta me refresca la pantorrilla! Jajajaja!
Admiro tu forma de contarlo todo en verso.
Besossss!
;)
Gracias, Edurne, tus apariciones son siempre para mí un acontecimiento.
EliminarBesos.
Venecia es una de esas ciudades mágicas, empezando por esa acqua alta.
ResponderEliminarAbrazo!
Venecia es una Atlántida reflotada, una ciudad con embrujo.
EliminarBesos.