Sólo el mar no es el mar
cuando te haces presente
en los anaqueles de la
memoria...
Yo era un muchacho
que andaba perdido
por los intrincados caminos
de la vida
con enormes deseos de ser
hombre
y lejos de la meta que me
esperaba;
sólo las hormonas
habían oído el despertador
mientras yo seguía obnubilado
en aventuras infantiles
y princesas rescatadas con
nocturnidad
bajo el claro de luna.
Apareciste jugueteando en la
orilla;
hacías pequeñas ondas
concéntricas
con un leve contacto de tu
índice
en el amable espejo del agua;
no me atreví a mirarte a la
cara,
pero el mar generoso y
galante
duplicaba tu figura en su
luna azul,
y desde entonces guardo el
tesoro
efímero y eficaz de aquel
reflejo eternizante.
Y es que la memoria nos devuelve el esplendor de los momentos vividos, aquellos que ya han pasado y nos siguen sirviendo de sostén por su belleza o bondad.
ResponderEliminarHermoso y evocador poema, Francisco.
Un abrazo.
Muchas gracias, Isabel, por tus palabras.
EliminarUn abrazo.
El mar como intermediario, esperanza y reflejo.
ResponderEliminarUn saludo.
Así es, Cayetano, también como deseo grabado en la memoria.
EliminarUn abrazo.
No hay duda de que hay instantes cuyo reflejo es imposible de olvidar; quedan tatuados.
ResponderEliminar:)
Un beso.
Pues sí, Marinel, todos tenemos algunos instantes inolvidables.
EliminarUn beso.
¡Menuda mano te echó el mar!, ahora entiendo por queé escribes tanto de ella: puro agradecimiento.
ResponderEliminarEl mar me echó esa mano de la que hablas y mira cómo estoy, empapado, chorreando. Jajaja.
EliminarUn beso.
Imposible olvidar aquellos momentos de la edad denla primavera. Y cuando más pasa el tiempo más viene a nosotros aquéllo que nos hizo felices.
ResponderEliminarTú y tu amor sí que tienen añoranzas de juventud, en este caso.
Me encantó. Hay mucha ternura en tus versos.
Apapachos.
Es verdad, María del Carmen, el tiempo no ayuda al olvido, sino todo lo contrario.
EliminarGracias por tus amables palabras.
Apapachos.
El mar siempre tuvo una brisa especial, para los jóvenes enamorados. Y recordar viejos amores, es como volver a disfrutar del mar primerizo.
ResponderEliminarBello poema.
Un abrazo.
Es muy cierto, Juan L., sólo que en esta ocasión es una impostura, un acto creativo que nada tiene que ver con la realidad.
EliminarUn abrazo.
En las cosas del amor siempre llega ese alguien que nos haga poner los pies sobre la tierra.
ResponderEliminarUn abrazo.
Los pies sobre la tierra es lo cotidiano, pero lo extraordinario está cerca de las nubes, por eso de vez en cuando hay que volar.
EliminarUn abrazo.
El reflejo en el agua es tan efímero como la vida que sentimos y decimos vivir. Es posible que el agua guarde memoria perenne de todos aquellos que obtuvieron su alter ego en su límpido espejo. Habrá que preguntarle.
ResponderEliminarUn saludo
Es cierto, el reflejo es efímero y hasta desfigurado por las ondas de la superficie, pero la marca que queda en la retina del fogonazo...
EliminarUn fuerte abrazo, Carmen.
Hola Francisco, vaya, tiene un gran aliado y él te llevó hasta tu chica. Menos mal que viste los reflejos y la belleza en ellos y amor se hizo presente.
ResponderEliminarAveces, de la cosa más sencilla, nace algo grandioso. La prueba de ellos son los años de convivencia con tu esposa.
Bello poema y bonita imagen.
Saludos y un abrazo
No a veces, Isa, sino de siempre. De lo pequeño de una semilla, el árbol, la flor, el fruto. Gracias por tu presencia.
EliminarBesos.
Ha calado bien hondo ese reflejo fugaz, tanto que te ha inspirado una hermosa poesía.
ResponderEliminarYa he regresado de nuevo a la rutina diaria, el mar se quedó atrás y el verano poco a poco se irá, aunque aún vendrá algunos días con altas temperaturas.
Besos
En este caso ha sido la foto la que me ha llevado a buscar las palabras. Tu primera entrega ha sido muy buena, es posible que use una de ellas en mi blog, si me lo permites.
EliminarBesos.
Te encontraste un maravilloso cómplice en esa maravilla azul. me encanta.
ResponderEliminarBesos anisados, Paco.
El mar es un gran cómplice que ayuda a crear mundos fantásticos.
EliminarBesos anisados.
Que encanto tienen esas ondas tan mágico y cómo tu les das ese protagonismo que tienen en mi .A veces sucede que te "explota"de lleno en los recuerdos y la sensibilidad de una poesía.
ResponderEliminarBesos muchos
tRamos
Qué bonito, Tramos, lo que me dices. Me has emocionado. Muchísimas gracias.
EliminarBesos.
Hermoso recuerdo, cierto o imaginado. Sabes de las emociones del ser humano y lo reflejas tan bien como el agua quieta. Beso.
ResponderEliminarLa literatura es siempre ficción, pues aun en los casos en los que se quiere contar los hechos tal cual, son pasados por el tamiz de nuestro yo.
EliminarUn beso.