29 febrero 2016

AÑO BISIESTO



Mil años en tu presencia son un ayer, que pasó.
Salmo 89, 4

Año bisiesto:
febrero viene escrito
con tilde,
para romper con el acento
la monotonía del calendario
que se dilata hasta lo extraordinario.

Como la niebla enmudece
la mañana y la viste de opaco,
en oposición a la luz
que bosqueja la primavera,
tú, ─sonrisa del alba─
a la que afestonarme
en mañanita tierna de dormir.

Como hierba que se renueva
que florece y se renueva
en plazos anómalos y germina
cada cuatro años,
como muerte de la que brota
la vida para perpetuarse,
el año bisiesto, la cuadratura
a un desajuste cíclico.

27 febrero 2016

QUIERO LABRAR TU NOMBRE



Míralo, en las palmas de mis manos te tengo tatuada.
Is 49, 16


Quiero labrar tu nombre
en mármol de Paros
y hacerme grumete
en el navío de mis ensoñaciones,
enrolarme en su singladura
con vocación de eternidad,
camino de la ensenada de tu cuerpo.

Quiero esculpir tu nombre,
tatuarlo en mi pecho
y fundirme a ti entre Delos y Naxos,
de forma que sólo tú y yo
deletreemos nuestras vidas
por la nebulosa de los días prometidos:
Cícladas…  anclados el uno en el otro.

25 febrero 2016

DILEMA



Quiero cantar, a ti quiero cantar.
Salmo 56


Deseo:
armonizar fusas y corcheas,
redondas, blancas y negras
en la escala de esta lira
con la que hacerte
un ramillete musical
que abra ante ti
una mañana primaveral,
en este ofuscado invierno.

Dificultad:
como nuestro himno,
no encuentro sustantivos
ni adnominales que lo arropen
con los que hornear
la canción
que tu silueta dibuja
en la cascada fecunda
de mi ser enamorado.

Caliento dedos haciendo arpegios,
a la espera de que las musas
me ayuden a componer para ti
un cántico apasionado.

23 febrero 2016

RETRATO



La preferí a los cetros y tronos, y, en su
comparación, tuve en nada la riqueza.
(Sb 7, 8)


Estaba torcido tu retrato;
me levante e hice por nivelarlo
con el primor de un relojero.

Por el coseno del sextante
se me escapó la mirada
siguiendo la estela
de tu singladura,
hacia la lejana línea retinta
que delimita cielo y mar.

Te perseguía y se hacía
constante la distancia,
como si hubiéramos sincronizado
huida y persecución;
como el horizonte, eres
cierva herida fugitiva
que te haces inalcanzable,
siempre a la misma inaccesible
distancia de pesadilla.

Te preferí a todas las prebendas
y atesoro la conquista que anhelo
porque todo, fuera de ti,
es la nada y vacío.

22 febrero 2016

CINCUENTA Y SIETE VÍCTIMAS



Maridos, amad a vuestras mujeres.
(Col 3, 19)

Esta sed de desierto,
esta deshidratación del alma
hasta dejarla cenizosa,
¿acabará algún día?
Ya no me quedan lágrimas,
sólo un fuego interno de impotencia,
una bilis amarga como la tuera
que trasiega inmisericorde
por todas las células de mi cuerpo.
Como las cuentas de un rosario,
como los trancos de una escala infernal,
una tras otras sin interrupción;
cincuenta y dos semanas,
cincuenta y siete víctimas,
como si de un rito satánico se tratase:
“la maté porque era mía”.
Mártires del malvado desamor,
un ritmo visceral hecho cotidiano
y sin esperanzas de que este infierno
deje de flamear en llamas algún día.
No es un dato estadístico, es una nómina
con nombres y apellidos lapidados,
una lacra familiar, social y humana.

20 febrero 2016

DORMÍA



Yo dormía mientras mi corazón velaba.
(Ct 5, 2)

Dormía,
y en el trance  ─supuestamente
extraño─, se producía la celada
y te buscaba por entre las rendijas
de mi deseo,
donde dejabas de ser etérea
─aunque siempre idealizada─
para acurrucarte entre los brazos
de mis ensueños
que nunca desfallecen
ante un escorzo de fortuna
y te perfila con el difumino
de la codicia que me aprisiona.

Tú, el aposento de mi descanso,
el acantilado en que me atalayo,
la dársena en la que fondear
guarecido de las inquietudes
que me atormentan,
que me turba el seso en exceso.

Fuera de ti no hay búsqueda,
porque estás delineada
─como el horizonte─
por el caos de la nada.

Tú.
Tú eres mi mar, el mar, la mar,
la desmesura salobre,
agitada y musicalizada,
el oleaje que me balancea
entre un no y un quizás.

Tú ibas de acá para allá
en el rompeolas de mi tormento,
y me así a tus caderas de agua
para hacernos posada y fonda,
morada dilatada del amor.

17 febrero 2016

EN UN LUGAR DE MI ESPAÑA



En un lugar de mi España,
de cuyo nombre no quiero olvidarme,
hubo una historia reciente
con dos partidos políticos hegemónicos
que se alternaron en el poder,
tras un largo periodo de monopolio.

Una olla de duelos y quebrantos
era el pan duro y escaso de antaño;
pero con gallarda hidalguía
y mucha generosidad de los añejos,
inventaron la nouvelle cuisine
y conocimos que Europa
no acababa en los Pirineos
sino que avanzaba hasta la Meseta
y se extendía por la Piel de Toro.

Mas la razón de la sinrazón, que a mi razón
ni siquiera alumbra, ni nutre, sino enflaquece,
tuvo un parto cuádruple por mor
de unas corruptelas que fueron creciendo
como torrente tras la tormenta,
en caída libre y subterránea;
ahora, cuatro manos, una en cada esquina,
tirando del mantel y la mesa sin poner.

¿Todavía no movemos la quijada?
¿Es que en esta casa no se come?

15 febrero 2016

LA TENTACIÓN VIVE ARRIBA



Nadie está graduado en el arte de la vida mientras no haya sido tentado.
George Eliot


Avergonzaos corruptos
que salid por la escalera de incendios
cuando las llamas flamean el pendón
y todo apesta sin remedio
a artimañas de tenedor de libros.

Un hatillo de ropa bajo el brazo,
los zapatos en las manos,
los pelos al socaire de la agitación
y la mirada recelosa escudriñando
la huida, siendo notorias
las astas del consentido.

Avergonzaos de retener lo ajeno,
de morder la pulpa
y gozar el néctar de lo ilícito.

Gacha la cabeza, la mirada perdida,
responde al fiscal con voz átona:
nadie se conoce a sí mismo
si no es tentado.

09 febrero 2016

COMO ÁRBOL CAÍDO



Como árbol caído,
cuyas raíces desnudas
quedan hambrientas para siempre
añorando el soterramiento ciego,
como tela a la que le desanudan la trama
y se despeina al soplo de la brisa,
como pararrayos oxidado
sin toma de tierra,
como espantapájaros apenado
tras la recolección de la cosecha,
como plañidera
en estos tiempos modernos
de tanatorios sin noches en vela
y retirada doméstica a descansar,
como ovillo sin hilo,
como sarmiento podado
a la espera de esfumarse
en el fuego purificador de una barbacoa,
como veleta que soldó
la calma chicha y no volvió a bailar,
como Granada sin Alhambra,
como peine de calvo y gafas de ciego.
Así;
así de vacío me siento,
tras el portazo que has dado a mi vida.

06 febrero 2016

VIDA ÍNFIMA



Como aparecen arrugas en el rostro,
como las canas son lentas pautas
de tiempos pretéritos asomados al hoy,
así una grieta minúscula en el asfalto
pasa inadvertida para los neumáticos
que se alejan dejando tras de sí
su inconfundible acento de hidrocarburo
quemado a gran velocidad. Nadie mide
el paso del tiempo en el ciclo de un día,
pero todo es cadencia, como las medias
siguen a las enteras en el reloj de la vida.

La muerte es el semillero de la vida,
el eslabón que esparce las esporas
que en la concavidad adecuada y fértil
germina y florece para ser de nuevo,
─en el momento adecuado y próspero─
génesis de una nueva vida; vida ínfima
si la fortuna ha querido que disponga
tan sólo de una grieta, de un resquicio,
por el que asomarse a este mundo
tantas veces inhóspito, tantas veces austero;
pero vida en exclusiva y sin oportunidad
de duplicidades o de nuevas repeticiones.

La vida es magna, es breve, es regia, es ínfima.

04 febrero 2016

SE ME FUE LA CUENTA



Febrero…
se me fue la cuenta, madre;
pero sigues siendo
el rescoldo alado
en el que me cobijo,
el ungüento de mis heridas
y el burladero
en el que abrigarme
de las cornadas de la vida.

Un día, aprendí los rudimentos
del vivir, cuando anidaba
en la lumbre amorosa de tu regazo;
hoy sueño despierto
con ser de nuevo aquel crío,
con dormirme a los acordes
de tu arrítmico corazón,
ese que se apagó en febrero
y me dejó este frío delirante.

Se me fue la cuenta, madre;
de nuevo febrero y conservo
empotrado para siempre
en mi desdibujada memoria
la dársena alada de tu pecho
y tu mano tibia como cayado
y linterna de silente custodia.

03 febrero 2016

DERECHOS DE AUTOR



Se asoma abril
por la ventana entreabierta
de esta primavera anticipada
o invierno desvaído
que ha enloquecido
a los naranjos callejeros
y florecen espontáneos
mientras siguen negando
el cambio climático.

Este tiempo loco es testigo
y es testimonio perturbado
de la sinrazón
de la Seguridad Social:
derechos de autor o pensión.

Tengo una docena de inéditos
que lo seguirán siendo
para no morir de inanición o derroche,
y seguirá amaneciendo y atardeciendo
como desde la noche de los tiempos;
pero, ¿qué tosca mano arrincona
a Caballero Bonald, a Gamoneda,
Manuel Alcántara, Julia Uceda…?