Maridos,
amad a vuestras mujeres.
(Col 3, 19)
Esta
sed de desierto,
esta
deshidratación del alma
hasta
dejarla cenizosa,
¿acabará
algún día?
Ya
no me quedan lágrimas,
sólo
un fuego interno de impotencia,
una
bilis amarga como la tuera
que
trasiega inmisericorde
por
todas las células de mi cuerpo.
Como
las cuentas de un rosario,
como
los trancos de una escala infernal,
una
tras otras sin interrupción;
cincuenta
y dos semanas,
cincuenta
y siete víctimas,
como
si de un rito satánico se tratase:
“la maté porque era mía”.
Mártires
del malvado desamor,
un
ritmo visceral hecho cotidiano
y
sin esperanzas de que este infierno
deje
de flamear en llamas algún día.
No
es un dato estadístico, es una nómina
con
nombres y apellidos lapidados,
una
lacra familiar, social y humana.
Tremendo poema...intenso, dolido, cargado de impotencia y de la rabia sorda de los que queremos hacer algo y sin embargo, solo podemos alzar nuestra voz y sembrar con nuestras palabras hechas escritura, la indignación que nos produce este tipo de actos. Un amor malentendido, un amor que no es amor, sino locura.
ResponderEliminarUn poema no es tal hasta que no emociona a quien lo lee, por muy rematado que su autor crea haberlo logrado. Gracias por haber sentido la misma repulsa que yo.
EliminarBesos.
Con tu permiso comparto, ojala ese grito trascienda y esta barbarie desaparezca.
ResponderEliminarGran favor me haces, Inma, y por ello te quedo muy agradecido. Arrinconemos a estas fieras.
EliminarBesos.
Francisco, son solo números, en eso hemos quedado los seres humanos.
ResponderEliminarSaludos
Me resisto a aceptar que son solo números; aunque no discrepo de tu opinión, tenemos que gritar hasta decir ¡basta!
EliminarUn abrazo.
Tremendo el poema para una realidad tremenda.
ResponderEliminarY cada caso es un drama particular con nombre y apellidos. No un número.
Y digo yo: dado que muchos agresores se suicidan después de cometer una barbaridad de ese calibre... ¿por qué no prueban a hacerlo al revés? Es decir, primero atentar contra ellos -si es que esa va a ser su libre elección final- y después contra su pareja.
Un abrazo, Paco.
En este caso, Cayetano, el orden de los factores sí altera el producto. Y este producto tenemos que empeñarnos en alterarlo. Es posible que la propiedad conmutativa no de resultados, pero inventemos otra que no produzca tantas víctimas.
EliminarUn abrazo.
Todos tenemos que ver en esto y todos somos culpables,
ResponderEliminarEs una sangría que no se debe seguir permitiendo, algo debemos estar haciendo mal, cuando esto continúa.
Somos culpables en la educación y en lo permisivo. He leído que Alejandro Sanz paró su concierto en Méjico para intervenir con uno que en primera fila estaba agrediendo a la mujer que le acompañaba. Este debe ser un camino, obstaculizar y denunciar a estos salvajes. La educación es primordialmente de la familia y el ejemplo, pero es lenta.
EliminarBesos.
gracias Francisco, una lacra, definida por la falta del verdadero amor, y el entendimiento justo, y honesto, esto último muchas veces por ambas partes, porque cada caso es un mundo, pero el daño, el maltrato, el abuso, siempre viene por la falta de amor, un sentimiento una forma interna, que falta mucho, derivado de una sociedad des-humanizada.
ResponderEliminarY es increíble ver, esto que comentáis, muchas veces consentido por el propio entorno, y la sociedad, porque cierran ojos al maltrato, dándole poder al mal tratador.
Besos, un saludo, y gracias por no pasar del tema, y hacer ahínco en él. Se ha de dejar claro que no es loable en una sociedad civilizada, ninguna clase de maltrato, situación que se debe acabar.
Gracias por compartir tu grito interno, clamado por la sed de esperanza de justicia y cese, ante el caso del maltrato hacia la mujer, daño que nos afecta directamente o indirectamente a todos, por qué, lo hace.
Buen día.
¡Qué distancia tan grande entre pareja y amor! Gracias, Montse, por tus palabras. Tenemos mucho que hacer y es cuestión de todos.
EliminarUn beso.
Ya no sé qué palabras usar para el horror que me provocan estos crímenes
ResponderEliminarcada vez más cruentos y cada vez más asiduos. Creo que la violencia ha ganado los corazones, las calles, las miradas , hasta el aire.
No sé cuál es el remedio que debe aplicarse pero sí sé que esto no puede seguir. Nos estamos destruyendo unos a otros o por complicidad o por omisión. me asusta asistir a estos casos que se multiplican y no cesan de producirse.
Que lo digas, que lo pongas en palabras ya es un granito de arena más.y una manera de concientizar.
Apapachos.
No es fácil decir algo novedoso ante una bestialidad que se repite demasiadas veces sin que nos rasguemos las vestiduras. Detrás del sacrificio, por si fuera poco, una familia que queda destrozada y unos hijos sin futuro. Gracias por tu acompañamiento.
EliminarApapachos.
Besos.
ResponderEliminarBesos con labios de amapola.
EliminarMi querido amigo Paco; mi admirado poeta; eres un hombre que sabe ponerse unos tacones rojos y patear el asfalto en honor a las mujeres que luchan por hacerse camino junto a los hombres. Eres un hombre que sabe vestirse con la piel de la mujer maltratada. Y como además de ser hombre, eres poeta, sabes denunciar por medio de la poesia. Porque poesía no es sinónimo de belleza, sino que, como bien has dicho tú, es sinónimo de sentimiento. Y tú sientes lo que la maltratada siente, porque has tomado prestada su piel y su alma para poder llenarte de emociones que te embargan con amor hacia el prójimo que es dañado y con rabia hacia el cobarde.
ResponderEliminarAsí eres tú. Puro poeta. Un gran hombre. Mi amigo.
Gracias inmensas por prestarme tus tacones, querida Mascab, por airear mi poema y por tu amistad.
EliminarBesos.
Si una mujer es maltratada, la herida es de todos, y tú mi querido poeta, has hecho tuya la herida con este hermoso y sentido poema. Gracias, en nombre de esas 57 mujeres, y en el mio propio. Gracias por gritar alto y claro, y gracias por ser como eres un excelente y comprometido poeta.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Esa es la idea, Puri, esa herida comunal que infiere el maltrato a cada persona, aunque no la conozcamos. Demasiadas víctimas, demasiado dolor.
EliminarBesos.
Con los pelos de punta, donde el hueco de mi alma se estremeció, me balanceo entre tus letras gritándolas al viento, tratando con mi corazón de hacerlas voz para que se oiga en todo el mundo, y siempre hacernos eco de las víctimas.
ResponderEliminarEnormes tus letras amigo, un abrazo.
Muchísimas gracias, Jorge. Es muy importante que cada uno gritemos aquello que nos molesta, y este asunto es una llaga incurable a la que todos debemos aportar nuestra mejor voluntad.
EliminarUn abrazo.
Hago mías tus palabras de denuncia, dolor y solidaridad con unas víctimas, que pasarán al cielo, sin entender...porqué se les cortó la vida...Esta claro que el problema no lo soluciona la cárcel...El problema es de educación y respeto y ahora ante la crisis económica todo esto se agudiza más...Por tanto, los valores humanos son primordiales en la familia,en el colegio y en la sociedad...Los políticos, sociólogos y educadores deben tomar nota de todo esto...
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño, Francisco.
M.Jesús
Gracias, María Jesús, porque el compromiso social no es cosa de unos pocos, sino de todos. Gracias por sumar y por tu inequívoco cariño.
EliminarBesos.
Mi querido amigo Paco. Tu poesia me habita y fortalece. Tu humanidad despierta mi admiración. Gracias por poemas como este. Gracias por toda la poesia que hay en tí.
ResponderEliminarSi día que necesitare nombrar Agente, no dudo que te elegiría a ti, queridísima Asunción.
EliminarUn beso bien abrazo.