17 noviembre 2021

ME TOMO UN DESCANSO

 


16 noviembre 2021

PREAMBULO AL SILENCIO



 

La voluntad hace por encaramarse

donde los imponderables no tiene acceso.

En la distancia, me siento a la sombra

del tupido moral, en la espesura de mis pensamientos,

para gozar de la paz y el silencio

que se me hace endémico cada verano.

Sombra. Sombra mullida y tupida;

sobre la alfombra verde del húmedo césped

que no deja de retoñar cada día,

el silencio es una entelequia,

un deseo insatisfecho

con la banda sonora de la brisa

enredando entre las ramas y ampulosas hojas.

Fuera de este ámbito de privilegio,

el sol impone su dictadura

y bien que lo expresa el coro de grillos

con su salmodiar monótono

como remeros en el banco del suplicio.

Entorno los ojos. Percibo sin conseguir aislarme.

Admiro el tesón y la disciplina de las hormigas,

brigada en formación constante,

para un objetivo a primera vista despreciable.

También se escucha la canción del agua

No. No hay silencio perfecto.

sino el regate que con entrenamiento

uno logra, a veces, hacer en su mente

y le transporta al lugar soñado.

Es verano bien riguroso. Verano en alza.

El calor deambula en zapatillas por su casa

y uno no deja de pensar en sombras,

en ampulosas y frescas sombras,

en generosos manantiales,

y en silencios que ayuden a soñar.

15 noviembre 2021

LA NUEVA ODISEA



 

Acaricio una segunda Odisea

en mi mente,

tratando de entonar dáctilos y espondeos

en la justa medida;

con sus hemistiquios y cesuras

en los que tomar aire

y alentar la aventura épica

a la que me dispongo.

 

Vivir cada día,

superar las mermas de la edad,

es esa epopeya que narran los clásicos,

es superar una y otra vez

las limitaciones

a las que la frágil naturaleza

nos somete.

 

Una nueva Odisea

y la fidelidad a Penélope como norte,

como pendón de mi nave,

como brújula

con la que alcanzar,

─un día más─

la arriesgada aventura de vivir.

14 noviembre 2021

ESTRIBILLO



 

Vencido va el verano,

se acortan los días

y se atemperan apaciblemente.

Las tardes son más dulces,

como acariciadas, menos severas.

 

La playa muy distante,

ensimismada en la memoria

y en el yodo de las pituitarias.

Solo echo en falta la placidez de la mirada

ondeando inquieta sobre la superficie del agua,

evocando lo vivido

y también lo soñado.

 

Atrincherados en las meninges

aquellos días del ayer

que la retentiva modela

con tal de que siga siendo presente.

 

En los recuerdos, las heridas

y muy especialmente las caricias vividas,

el sustrato sobre el que edificar

la verdadera vida,

el estribillo de mi propia melodía.

13 noviembre 2021

¡YA LO SABEMOS!



 

Lo oímos, pero no escuchamos,

no queremos darnos por enterados

y aquello que no pasa por la mente

es nube efímera y desdibujada,

algo así como si no existiera.

 

Tardamos en aprender

que hay un camino de regreso,

un camino sin retorno

que no paramos de transitar.

 

Ya desde la infancia

supimos de la caducidad del tiempo,

del origen y el destino,

de la transitoriedad

y el billete abierto que usaremos;

pero nos defendemos de lo irremediable

cerrando los ojos

o nublándolos de opaca distancia

como oración que está por conjugarse.

 

Entre el inamovible ayer

y el futurible mañana,

fuera del alcance─

la vida misma, todo su peso, todo su fulgor:

eso que tratamos de no ver

y que ahora medito,

eso que tú despachas con un:

¡Ya lo sabemos!

12 noviembre 2021

AY, RÍO DE OJÉN



Detrás de la curva,

como una aparición en la distancia

que la mirada evidencia,

la panorámica más entrañable,

la más querida y recordada

de cuantos paisajes he vivido.

 

Ladera abajo se desparrama el caserío

buscando la confluencia de la plaza,

el punto de cita y de solaz,

la ruta entre bares, la iglesia y Los Chorros.

 

El Almadán es un suspiro helado

que como el caserío se despeña

y se desliza dulcemente

y, tras el puente, salta airoso al vacío

y traspone hacia el hondón vegetal que lo escolta.

 

Niebla. Espuma bulliciosa

en su caída al Charcón,

con los acordes sonoros y guturales

como el gorjeo entre rocas del Nacimiento.

Así, entre cánticos, se derrama

hasta quedarse dormido en otras aguas.

 

En otro tiempo,

cuando la laboriosidad no era industrial,

se sumaba al ritmo de la corriente

las muelas  de varios molinos

y el laboreo manual de las huertas a su paso.

Huerto. Un jardín por cada orilla,

el pan cotidiano de su gente,

hasta perderse en la mar.

11 noviembre 2021

COLORINES



Llevo tu espectro amartillado

en mi pensamiento

con el mismo ritmo constante

de un grifo mal cerrado,

como la impronta inolvidable

de la descomposición de los colores

que nos regala la naturaleza

cuando anuncia que cesa la lluvia.

 

A mis pies, a punto de pisarlo,

el reflejo de tu óvalo perfecto,

sonrosado como una naranja

que me recuerda tu vitalidad

y entusiasmo, siempre positivo.

 

El sol, que recién asoma,

ha tomado el brillo dorado

de tus cabellos

y se reviste de felicidad y fortuna,

un juego creativo al que me induce

tu nombre al surcar mi mente.

 

Entonces viene abrasándome

el fuego de tus labios

como tragaluz sediento

a punto de fagocitarme

con la pasión y agresividad

incontenible que tanto añoro.

 

Me remanso en la armonía

memorizada de tus curvas

y me cubren de paz y de calma;

equilibrio y confianza

a la que me devuelve

la ráfaga verde de tu mirada.

 

Se me disuelven los sueños

como pierde intensidad el añil

a medio camino entre el azul y el violeta,

la fantasía se hace sueño cumplido

y en la espiritualidad de tu proyección

valoro el desequilibrio que me aporta

la distancia y la lluvia.

10 noviembre 2021

UN INSTANTE



Un instante.

A veces no bastan las horas,

pero un instante

es la mecha fugaz

que puede alumbrarnos la vida.

 

Un fotograma.

Una serie selecta de momentos

unidas por el misterio de la selección

arbitraria que se atesora

con la vaguedad de lo fortuito.

 

Así los momentos aleatorios,

el “collage” que quedó archivado

de forma anárquica

y constituye la memoria gráfica

de los momentos felices

y también de los otros.

 

Suplimos las limitaciones

con la habilidad del montador de cine

y elaboramos un pastiche

con frecuencia incongruente,

sin ligazón,

y mucho menos siguiendo un guion previo

con carácter y ritmo.

 

De aquel verano

solo ha quedado la indolencia

como cartera de pedidos;

de las vacaciones en la sierra

la limitación crónica del tobillo

y de los días de invierno

el confort del brasero

y las manos buscando calor bajo la falda.

 

No hay fechas. Las referencias

son siempre anecdóticas y no cifradas,

pero como una constante,

ella merodeando

en todas las etapas de mi vida.

09 noviembre 2021

CERTEZAS Y TENTACIONES



 

El amor se cuela

por la rendija de lo imprevisto;

algo así como se abre un postigo

por el impacto de una ráfaga de viento.

 

Llega, sorprende, se encona

y se hace endémico

y dependiente.

 

Tal vez sea cierto que la primavera

es el tiempo favorable para el amor;

en cambio la carnalidad y la pasión

son cosechas del verano. El tiempo

cuando lo escondido se hace visible

y, llegado el caso, hasta apetecible.

 

El invierno, con sus siete capas,

es tiempo propicio para la imaginación,

también para errores de bulto.

Y es que las caléndulas es tiempo de exteriores,

de visualización y aproximación al tacto;

también los desarreglos por estrabismos

y en general época de tortura y gozo visual.

 

El amor es otra cosa más selecta:

un relámpago en seco que atormenta,

una mirada electrificada

con el poder de los rayos x,

una imagen manchada, extractiva,

que marca y quita el sueño,

que empareja dos almas

en la calidez de la certeza absoluta,

dos miradas coincidentes

que ven aquellos que desean íntimamente

y en ello se confortan.

08 noviembre 2021

PALABRAS EN SILENCIO



 

Hay mucho más contenido

en los silencios

que en los discursos.

Cayo mientras medito, por eso,

solo lo que escapa por el rebosadero

es lo imputable,

salvo lo que los gestos transmiten

y los ojos afirman.

 

Hay una mímica muy anterior a la palabra,

emociones que no encuentran

acomodo en la expresión oral

y palabras hueras que no dicen nada

o que se acoplan a lo diverso

y hasta se contradicen.

 

No se habla de amor, se siente,

no se expresa el amor con palabras:

se mira, se admira, se contempla, se vive,

se palpa, se acompasa y se acopla

como se une lo cóncavo y lo convexo

buscando la unicidad.

 

No. Las palabras solo tienen cabida

después de un largo y cómplice silencio;

es la confirmación quien solicita un testigo:

sí, quiero;

pero son las obras las que superan al diseño

y las que perviven.

07 noviembre 2021

CADA INSTANTE


Fotografía de Escolástico Martín, "Tico"


 

Era un secreto, pero algún filtro

ha dejado la penumbra a la intemperie

y casi es notorio. Ondea la vida

soñando sus simulaciones

pero la luz es siempre más poderosa

que todos los misterios. Palpita.

Palpita mi corazón como en un sueño

y se siente receloso de salir a la luz.

 

En la almohada se ha quedado

la sombra inmóvil que quise ocultar

y resultó caballo sin bridas, sin llave

con la que confinarla. Finalmente

una sonrisa me estaba delatando

y hasta la banda sonora del momento

era adagio mecido por la brisa blanca

y espumosa de lo incontenible;

ola que sube hasta la duna

para mostrarse en todo su esplendor.

 

Cada instante es el momento definitivo,

el primer paso de esta mi vida

de ahora en adelante. Nada.

Nada que ocultar. Nada de qué

arrepentirse. Tan solo tomar la vida

en peso y ser yo mismo,

con sus tensiones y sus consecuencias.

06 noviembre 2021

LOS CUATRO JINETES DEL APOCALIPSIS

            Cuando el Cordero abrió el primero de los siete sellos, oí al primero de los cuatro Vivientes que decía con voz de trueno: “Ven” (Ap 6, 1)

 

En la cuadra, sin bridas, sin sujeción posible

que les detengan, los cuatro corceles actualizados,

la inminente amenaza que ya es temible realidad:

un sistema financiero voraz y sin escrúpulos,

la violencia organizada y progresiva,

─mucho más que una mera amenaza─

millones de personas malviviendo en la miseria

y el agotamiento de los recursos naturales,

junto a la incontrolada contaminación que nos devora.

 

El hombre ha olvidado su transitoriedad y de paso

respetar y organizar el legado para la posteridad.

No hay pensamiento. Todo es fugacidad instantánea.

¿Dónde está la moralidad que debiera conducirnos?

 

El caballo negro del hambre es una realidad

acentuada por la pandemia del Covid.

Por las crines del aguerrido caballo alazán

fluye la épica y las epopeyas futuras

con presagio de algo inminente e inevitable,

y es que el hombre ha olvidado que es imposible

crecer permanentemente hasta rozar el infinito;

y todo, bajo una indecente amoralidad financiera.

Se dice que los depósitos armamentísticos

están pertrechos con la capacidad de volar

la faz de la tierra hasta cinco veces consecutivas.

Así, los relinchos del caballo bayo son el regocijo

de tanta muerte como no hubiera imaginado.

 

La esperanza está en la cooperación,

en un consumo no ansioso sino responsable,

en deponer los fanatismos por el compartir,

y muy especialmente, en confiar sosegadamente

que el misterioso jinete, a lomos del caballo blanco,

sea la Esperanza que tantísimo necesitamos.

05 noviembre 2021

TODO

 


 

Como la veladura de una película

en blanco y negro. Unos clichés sepia

que viven como lapa en la memoria

de aquel ayer con vocación de perpetuidad.

 

Éramos casi niños. Pubertad disimulada

con poses de adultos. Desde entonces

esa mirada de ternura, ese favor

incondicional que siempre inclina

el fiel de la balanza y no me permite objetividad

y también nos mantiene en equilibrio estable.

 

Tu boca sigue siendo aquel alarido

que urge en mi sangre y me transforma.

Nos perdíamos en las sombras

y nos tomábamos de la mano

antes de que nuestros pasos mullidos

cambiaran de sonoridad

bajo los millares de agujas del pinar

que se interponía camino de la playa.

 

Lo recuerdo. Sigo viendo hoy

tu bañador amarillo

y la turgencia sonrosada

de ti piel inmaculada e inmadura.

La carne no era alimento apropiado

y había que esperar a las bendiciones,

pero el deseo era rescoldo vivo

que con fortuna supimos modular.

 

La vida estaba en tus ojos. Toda ella.

Toda. Toda la inocencia atemperada.

Toda la fragilidad. Toda la ternura.

Toda la dicha y toda la larga espera.

Tú lo eras todo y toda tú, al completo,

sigue siendo el todo al que aspiro.

 

04 noviembre 2021

DESAPERCIBIDO

 


 

No era el único que deambulaba;

por entre los veladores

de una algarabía que trataba

de olvidar la pandemia y pasar página

con las estremecidas notas de un violín,

cuyos sollozos herían el alma

de muy pocos.

 

No supe identificar la melodía

ni mucho menos al autor de la partitura.

Posiblemente un alumno

que tuvo que dejar el conservatorio

para sudar

el pan nuestro de cada día.

 

Su rostro era bronce de intemperie

y su gesto adusto.

Acariciaba con el arco las cuerdas

y todo él parecía fluir por la barbilla,

de la que el instrumento

era una prolongación tan ajada

como todo él mismo.

Sus ropas raídas, pero su empaque

de concertista consumado.

03 noviembre 2021

ESTÍO



 

En el reloj de la torre

las cinco de la tarde,

sobre la verticalidad del día

el azote que irradia con furia

y deja la ciudad deshabitada.

De las ramas de un árbol cercano,

cuya sombra es una mancha en el suelo,

ha caído un gorrión

exhausto de volar sin rumbo.

Una bóveda inquietante

es a estas horas la quietud

que preside e inquieta,

un desierto por el que no corre el aire

y muy de tarde en tarde.

Un vehículo a motor que se anuncia

desde lejos y con eco mortecino

vuelve a desaparecer.

En las farolas, a modo de volantes,

alguien ofrece sus habilidades

para hacer chapuzas caseras;

en la esquina igualmente intransitada,

un cartel anuncia cine de verano

en el Patio de la Diputación

y otro conciertos musicales:

Noches en los jardines del Real Alcázar.

Los veladores echan la siesta

esperando a que llegue la noche.

Un gran número de ciudadanos

pasea sus desnudeces

por las playas cercanas;

el resto cumple arresto domiciliario

para salir a respirar llegada la noche.

Sevilla ciudad desierta,

donde los bostezos de la tarde hibernan.