09 noviembre 2021

CERTEZAS Y TENTACIONES



 

El amor se cuela

por la rendija de lo imprevisto;

algo así como se abre un postigo

por el impacto de una ráfaga de viento.

 

Llega, sorprende, se encona

y se hace endémico

y dependiente.

 

Tal vez sea cierto que la primavera

es el tiempo favorable para el amor;

en cambio la carnalidad y la pasión

son cosechas del verano. El tiempo

cuando lo escondido se hace visible

y, llegado el caso, hasta apetecible.

 

El invierno, con sus siete capas,

es tiempo propicio para la imaginación,

también para errores de bulto.

Y es que las caléndulas es tiempo de exteriores,

de visualización y aproximación al tacto;

también los desarreglos por estrabismos

y en general época de tortura y gozo visual.

 

El amor es otra cosa más selecta:

un relámpago en seco que atormenta,

una mirada electrificada

con el poder de los rayos x,

una imagen manchada, extractiva,

que marca y quita el sueño,

que empareja dos almas

en la calidez de la certeza absoluta,

dos miradas coincidentes

que ven aquellos que desean íntimamente

y en ello se confortan.

10 comentarios:

  1. Quien lo probó, lo sabe.
    Un abrazo, Paco.

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    1. Cierto, Cayetano, pero en la distancia llega a dudar si lo habrá soñado.
      Un abrazo.

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  2. Es muy difícil explicarlo si no se ha sentido nunca, por eso tú lo explicas tan bien.

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  3. Me ha hecho gracia lo de las 7 capas de invierno ya que ahí estoy yo, me lleno de capas para combatir el frío:-)) Me ha encantado tu forma de definir el amor.Saludos

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    1. Muchas gracias, Charo, nos une el estilo de lucha contra el frío.
      Un abrazo.

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  4. Las estaciones y el amor, ahí están, Francisco...Todo empieza por una mirada y puede derivar en una atracción o algo más...Muy interesante cómo reflexionas sobre ello, amigo. Lo cierto es que el amor requiere su tiempo para que "cuaje y fructifique".
    Mi abrazo admirado y mi ánimo siempre.

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    1. Casi siempre empieza todo en una mirada, en una atracción que a veces es un para siempre. Muchas gracias, María Jesús.
      Un fuerte abrazo.

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  5. Aunque el invierno, parece que no es tan propicio para el amor, en la cama, se apetece más aproximación, para refugiarse del frío....y ahora para colmo está la subida abusiva de la luz.

    Besos

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    1. No te falta razón, Antonia, pero ya sabes que las historias de cama son tan íntimas que no trascienden.
      Besos.

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