Acaricio una segunda
Odisea
en mi mente,
tratando de entonar
dáctilos y espondeos
en la justa medida;
con sus hemistiquios y
cesuras
en los que tomar aire
y alentar la aventura
épica
a la que me dispongo.
Vivir cada día,
superar las mermas de la
edad,
es esa epopeya que narran
los clásicos,
es superar una y otra vez
las limitaciones
a las que la frágil
naturaleza
nos somete.
Una nueva Odisea
y la fidelidad a Penélope
como norte,
como pendón de mi nave,
como brújula
con la que alcanzar,
─un día más─
la arriesgada aventura de vivir.
Tras levantarse de la cama y poner los pies en el suelo ya comienza la odisea para superar el día, aquí no hay Penélope, es uno mismo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si no es Penélope será otro el motor que empuja, pero es la inercia de cada día.
EliminarUm abrazo.
Poético y soñador.
ResponderEliminarMuy bonito.
Besos.
Cuando uno no se satisface plenamente con las cosas que están pasando, no queda más remedio que soñar, como por ejemplo en amapolas azules o mariposas de terciopelo.
EliminarBesos.
Precioso símil de tu vida con la Odisea, y tú Penélope de Norte.
ResponderEliminar¡Eso es equilibrio y madurez!
Un abrazo entrañable y ¡muy feliz odisea! ;)
Muchísimas gracias, Maite, por ese interlineado que tan maravillosamente detectas y delatas.
EliminarUn cariñoso abrazo.
Que bien relacionas el diario vivir con esa segunda Odisea. La vida es una aventura total llena de riesgos que hay que superar.Saludos
ResponderEliminarTal cual lo dices, Charo, una aventura que bien merece la pena, a pesar de sus riesgos.
EliminarUn abrazo.
Hola Francisco, el día a día es duro y cuando nos vamos haciendo mayores y los problemas acucian hay que echarle valor, vivir es una aventura diaria.
ResponderEliminarAbrazos
Yo les llamo mermas, Isa, a esas capacidades que se debilitan y le hacen a uno más frágil. Pero a pesar de ello, ahora es aún más bella la vida: lo que le falta al potencial físico lo compensa el conocimiento y la experiencia.
EliminarUn abrazo.
Tienes lo más importante: tu Penélope.
ResponderEliminarSin dudas que si, Tracy, y es para mí el mayor acicate.
EliminarUn abrazo.
Vivir cada día como mejor podamos. Saludos amigo Francisco.
ResponderEliminarAsí es, Sandra, sin exigencias ni añoranzas.
EliminarUn abrazo.
Has elegido un bello recurso literario, como referente, para encarar el día a día con fe y fortaleza. LA ODISEA es símbolo de voluntad y coraje, de constancia, de entrega y determinación, Francisco.Un poema rotundo y claro,realista y soñador a la vez, que nos inspira en esta "Odisea que todos vivimos cada día.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo entrañable por tus buenos temas.