04 octubre 2025

ESCRIBÍ TU NOMBRE

 




Escribí tu nombre sobre el agua,

y surgieron burbujas caprichosas

que se mofaron en mi cara.


Escribí tu nombre sobre la arena,

y la salobre agua marina

lo lamió todo con pátina de espuma.


Escribí tu nombre sobre la piedra,

-procurando no herirla-

y al punto se hizo ilegible.


Escribí tu nombre en un sembrado,

segando la hierba oportunamente,

pero germinó la cizaña en su lugar.


Escribí tu nombre en la brisa y el viento,

y por si te resultaba ofensivo

lo borró el vuelo de una paloma.


Escribí tu nombre sobre tu piel,

emborronando con mi tacto

y por fin te diste por enterada.

03 octubre 2025

INDECISIÓN

 




Todavía es luz esquiva

y juega a trompicones

con los vértices de las sombras.


¿Cómo ponerle nombre al vacío?

¿Cómo desalojar lo arrellanado

con la tibieza y el retraso

que causa en mí tanta amenaza?


Hay previstas y anunciadas

lluvias muy intensas,

de esas a las que le ponen apellido

el hombre y la mujer del tiempo.


En mi mente una vieja lección:

tiempo y espacio que se relacionan,

una velocidad que presumiblemente

ha de torturar y no será aconsejable;

en tan amarga indecisión de la espera,

mientras el reloj sigue su marcha cansina

voy desbaratando fórmulas.


Y aquí sigo,

con esta apatía que me aplana e invalida,

sin saber si salir o quedarme a resguardo.

02 octubre 2025

TU MIRADA

 




He bajado al arroyo

buscando en el agua

aquella mirada que me hirió

cuando se engarzó a la tuya

y flotaron en la ondas.


No está en el remanso de los días,

tampoco atrincherada

en un recodo

o entre los juncos de la ribera.


Nuestras huellas se han volatizado

o son irreconocibles,

pero vuelvo a soñar cada día

en la prisión de tus ojos

y en la celosía de tus pestañas,

de aquella instantánea

que sobrenadaba en la corriente

y me apresó,

acabando por convertirse en rutina

de mis momentos opacos.


01 octubre 2025

DOLOR

 




Hay un dolor físico

que incapacita,

también un dolor del alma

que anula voluntades

y arrincona

en las trincheras del olvido.

El primero se niega

a actividades motrices;

el segundo es un nublado intenso

que ciega al medio día e incapacita,

cual lámpara sin aceite

ni mecha, sin ánima.

El silencioso dolor silente

es medio día

que en plenitud se precipita

por la línea del horizonte,

sin alaridos que trasciendan,

es soledad compungida

que se consume,

como las brasas de la chimenea al alba,

cenizas y tizones que ciegan

y anulan.



30 septiembre 2025

SENTENCIA ABSOLUTORIA

 




Detrás de un sonoro golpe de mazo,

e inmediatamente anterior al segundo,

lo anhelado, en vez de lo temido,

lo que menor ruido ha hecho

este oscuro y agónico tiempo

de carcoma, de runrún y de cavilaciones.


La adversidad, cuando llega a sumo,

se atrinchera en lo inexpugnable

y va carcomiendo negativamente

las posibilidades remotas de un suspiro.


Palabras etéreas que no se sustentan,

arquetipos modulados por voces extrañas,

sin el rigor solemne de una sola prueba:

Decires difamatorios, sed de venganza,

deseos de zaherir y aplastar la inocencia.


Acabada la feria de la banalidades,

se apaga el recinto y las voces

son ecos extraños que no hicieron diana,

mientras los papelillos se agitan festivos

con la brisa de un nuevo amanecer.

29 septiembre 2025

JUVENTUD

 




Juventud, esa lozanía insultante,

el brillo cegador

de una hoguera que crece vorazmente

y en lugar de consumirse

se dilata hasta lo imponderable

y se desborda como río de aguas bravas,

con tanta porfía como inconsciencia.


A nada pone límites,

pero su acotación periférica

se asoma por el vallado de la pubertad

y se contrae,

la timidez juega su baza

y comienzan las dudas.


Ya no es posible reiniciar la prueba,

no se permiten los ensayos:

la frondosidad ha alcanzado su esplendor

y no hay vuelta atrás,

ahora toca cargar con la responsabilidad

por los días de la vida,

en adelante se asomará la añoranza

por el retrovisor de lo vivido

y esa primera etapa será el referente

para abordar las exigencias,

con la superación de sí mismo.

28 septiembre 2025

HORAS INCIERTAS

 




A lo largo de los años

he sido un titubeo ocasional,

un mar de dudas accidentales;

la vida de frente

y una retranca de vacilaciones

poniendo en solfa

el mismísimo sentido esencial.


La música de los días

era agradable, gozosa y bailable,

pero la letra me llevaba de su mano

a la discordia y a la contrariedad.


Quise deglutir los cantos rodados

que me salía al paso e incomodaban,

pero nunca llegué a estar preparado

y no probé jamás las caricias del pensamiento.


Ahora anciano, hago balance

y aprecio el acierto

de haber andado mi camino

y muy satisfecho de no haber errado

gravemente.


Me dejé llevar. Vuelvo la mirada

y siento que tengo todos los motivos

para dar gracias por seguir mi intuición,

no haber hecho caso a los murmullos al oído

y haber orillado la ambición que lo promovía,

esa que hervía en mis adentros

quitándome la paz.